34 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA (03): ESTÉTICAS DEL DUELO

34 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA (03): ESTÉTICAS DEL DUELO

por - Festivales
04 Nov, 2019 10:32 | Sin comentarios
Las dos mejores películas del año se verán en Mar del Plata. Dos textos breves sobre ambas.

Vitalina Varela (Pedro Costa)

Vitalina Varela ingresó al universo espectral de los inmigrantes de Cabo Verde que pueblan las películas de Costa en el film precedente de Costa, Cavalo Dinheiro; allí, su presencia era magnética y enigmática, pero aún secundaria. En esta ocasión, su historia se revela completamente: por décadas Vitalina esperó en su ciudad natal el pasaje de avión prometido por su marido para reunirse con él en Portugal. Vitalina, finalmente, pisará Lisboa en avión (una de las secuencias más hermosas y políticas de todo el cine de Costa), pero ni siquiera llegará a tiempo para el entierro de su esposo, un hombre que se abandonó como tantos otros frente a la experiencia del destierro. Basta esa premisa narrativa para que Costa organice una elegía no exenta de resentimiento, donde la dignidad de su protagonista tiñe cada ocasión en que Vitalina está en el cuadro mientras elabora su duelo y proyecta un futuro. Vitalina Varelaes un filme táctil; nunca antes se había filmado la luz y su expresión mínima como en este film en el que la oscuridad alcanza matices desconocidos; nunca antes, tampoco, un cineasta de la era digital había conseguido recobrar la intensidad inicial de la fotogenia de la era analógica. Es que lo que sucede visualmente en este film, donde el cielo parece ser tragado por la tierra y donde se ha desdibujado el concepto de horizonte en cada secuencia, constituye un trance perceptivo que tiene, además, su correlato en una meticulosa banda sonora no menos admirable que la evidencia empírica de cada plano visual. Si había dudas sobre la distinción bressoniana entre el cine y el cinematógrafo, he aquí la solución práctica: un mundo nuevo se erige gracias a la materia del mundo concreto.

I Was at Home, But (Angela Schanelec)

Todo el cine de la cineasta alemana más destacada de la actualidad consiste en trabajar cada uno de sus relatos para representar en estado puro un sentimiento específico que es el protagonista ubicuo de cada una de sus historias. En esta oportunidad, el desafío es cómo filmar y transmitir el duelo, o la lenta tarea de ajuste anímico que implica en la organización afectiva del yo reconocer la ausencia de alguien que jamás podrá reaparecer. Los protagonistas son una mujer y sus dos hijos; la tensión dramática pasa por cómo resuelven la pérdida del marido y padre, quien ya no está con ellos desde hace un buen tiempo. La progresión narrativa no se encara siguiendo una línea recta que escenifica reiteradamente un aprendizaje y un posible alivio como consecuencia inmediata de ello. Las elipsis (como el sueño o el recuerdo de la madre y sus hijos bailando en un hospital mientras suena una versión magnífica de un tema de Bowie), los motivos poéticos (como la misteriosa primera secuencia en la que un burro y un perro son los protagonistas excluyentes) y las disgresiones narrativas (la repentina aparición de una pareja que discute sobre la naturaleza de su vínculo) se combinan en un esfuerzo poético por capturar holísticamente el sentimiento elegido. El film de Schanelec puede desconcertar porque sus partes se organizan de otro modo, pero detrás de ese amable y hermoso desconcierto reside una austeridad de altísima precisión para materializar fielmente los sentimientos de hombres y mujeres.

Roger Koza / Copyleft 2019