BELFAST

BELFAST

por - Críticas
28 Feb, 2022 06:48 | Sin comentarios
Algunas palabras sobre la candidata "sensible" en la próxima edición de la 94.ª edición de los Premios Óscar.

Ejercicio de 1969

Corre el año 1969 y, en pleno verano irlandés, la situación en Belfast dista de ser serena. La tensión social recorre los barrios y el hecho de ser protestante o católico excede el conjetural destino del alma en el más allá o la consolación momentánea ante las injusticias del mundo real. En el inicio de Belfast, Kenneth Branagh introduce muy velozmente la irrupción de un conflicto político teñido de teología que se extendió por dos décadas, como si se tratara de una tensión externa a los intereses de los hombres y mujeres comunes de un barrio proletario de Belfast. Su lectura de época se ciñe a la inmemorial intolerancia religiosa cuyo remedio es un ecumenismo verbalizado en pocas palabras por uno de los personajes, el del padre, cuando le responde a su hijo en una escena final que se puede amar a alguien sin importar en qué se cree o a qué se pertenece.

Después de un paseo visual programáticamente colorido y no muy distante de un clip turístico institucional de la ciudad de Belfast en la actualidad, un plano grúa asciende sobre una pared pintada con emblemas de una lucha pretérita y sin más es la misma ciudad el 15 de agosto de 1969. De ahí en más es todo en blanco y negro, excepto cuando la familia tipo que protagoniza el relato semiautobiográfico del director va al cine y la película que se proyecta es en colores (o, por razones menos comprensibles, cuando asisten a una obra de teatro). Todo en blanco y negro también funciona como extensión de la ubicua lectura política que se les atribuye a los personajes más politizados. Esa perspectiva antagónica es la que intenta desentrañar el niño que es en sí el eje del relato; niño curioso, enamoradizo y amable, que adora a sus padres, hermanos y abuelos. 

Es difícil aprender algo sustancial sobre “The Troubles”, el conflicto político que duró dos décadas y que es el contexto del relato. Branagh prioriza narrativamente el equilibrio emocional de la vida familiar, que se ve acosado por un litigio con el fisco respecto de la propiedad en la que viven y por el reclamo insidioso de uno de los líderes barriales que exige al jefe de familia la participación armada contra los católicos. En ese esquema, el relato avanza sumando situaciones que no lucen inorgánicas entre sí porque los personajes y los lugares son pocos y los mismos y no porque en el interior del relato una secuencia enlace con otra gracias a una elegancia disimulada en la que el acto de narrar sea capaz de transmitir el paso del tiempo y las transformaciones de los personajes. El hecho de que la familia emigre a Londres, por ejemplo, más que ser trabajado narrativamente es ilustrado como un horizonte ya determinado antes de imprimirle realidad a una historia. Ilustrar un guion no es hacer cine.

Dicha debilidad cinematográfica es neutralizada por la amabilidad de los personajes, en especial por sus dos intérpretes veteranos, Ciarán Hinds y Judi Dench, y revestida por un conjunto de piruetas formales con los movimientos de cámara y los ampulosos encuadres, como si al director de fotografía Haris Zambarloukos se le hubiera encomendado canalizar el espíritu de Gregg Toland y Belfast fuera un desprendimiento irlandés de El ciudadano. Paroxismo de la forma o involuntaria parodia, tan solo basta ver los contrapicados de la escena del entierro para reconocer la fórmula estética que rige. Las acrobacias de cámara rara vez tienen algo que ver con necesidades del relato, tour de force que remite a tantos otros equilibristas del prestigio que están detrás de las presuntas películas artísticas que cosechan premios y estatuillas.

Esto no significa dudar de las buenas intenciones del responsable de Belfast, sí señalar sus limitaciones y al mismo tiempo cuestionar qué se entiende hoy por cine arte, opaco sintagma con el que se pretende calificar y separar capciosamente las buenas películas de las malas.

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Belfast, Reino Unido, 2021.

Escrita y dirigida por Kenneth Branagh.

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*Publicada en otra versión en La Voz del Interior en el mes de febrero 2022.