DOC BUENOS AIRES 2022: PASADO Y PRESENTE
La noche oscura – Las hojas silvestres (Los ardientes, los obstinados) / Nuit obscure – Feuillets sauvages (Les brûlants, les obstinés), Sylvain George, Francia-Suiza, 2022.
La figura rutilante de casi todas las películas de Sylvain George es el inmigrante, aquel expulsado por condiciones invivibles en su patria que deposita en un continente la esperanza de un trabajo y un techo, aquel que también glosa en su propio cuerpo las fallas estructurales del sistema económico global. El lugar elegido es Melilla, enclave español en el norte de África que los marroquíes y otros vecinos de la región interpretan como un pasaje ideal para llegar velozmente a Europa y desde ahí subir en un barco rumbo al continente. Por años, el cineasta se involucró con los jóvenes y adolescentes que tratan de cruzar la frontera y filmó la vida cotidiana en las calles, los momentos de ocio y la obstinación por partir. La posición política de la película es indudable, pero esto no agota el tema elegido, porque en las decisiones de puesta en escena la sensibilidad poética es acá otro modo de política: blanco y negro para desmantelar la representación televisiva; inmersión absoluta en los protagonistas, como si la cámara estuviera en los hombros de uno de ellos y el punto de vista naciera del conjunto; decisiones de encuadre que no desestiman la hermosura impensable del mundo circundante y se traducen en planos detalles de las hojas de un árbol a merced del viento o en la atención auditiva dispensada a una pieza minimalista entonada por grillos. Por tales motivos, la duración no se percibe como un escollo, sino como una condición necesaria para combinar armónicamente política y poesía al servicio de un retrato sin concesiones sobre la situación inadmisible de los inmigrantes, mácula ubicua de nuestra forma de vida.
Vor Zeit / Time Before Land, Juliane Henrich, Alemania-Polonia, 2021.
Los materiales son diversos: un museo de dinosaurios, relatos de sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial, los hallazgos de unos paleontólogos, algunas fotografías, libros, cartografías, ruinas de un anfiteatro nazi y las memorias de los insurgentes de Silesia. Los motivos de la indagación son dos: volver sobre la figura del abuelo de la protagonista –una extensión imaginaria de la realizadora– y también especular sobre la relación entre la geografía y el tiempo. El lugar elegido es Krasiejów, ahora una aldea de Polonia, décadas atrás territorio alemán, más atrás en el tiempo, jurisdicción de Bohemia y Prusia. Henrich razona lúdicamente con estos elementos lo intrincado que puede ser tener certezas en materia histórica, incluso si se trata de averiguar sobre el pasado de un familiar, aprendizaje que le permite pensar a su doble en el film sobre las contingencias de todo lo que sucede a su alrededor mientras pasea por el pueblo, habla con sus habitantes y especula sobre todo lo que ve y escucha. Si la Historia no es un palimpsesto es porque la obstinación por saber vence al olvido y las mutaciones inesperadas del lenguaje, aunque la protagonista esté convencida de que ningún saber habrá de conjurar nuestra extinción.
Memorias del Frente Oriental / Amintiri de pe Frontul de Est, Radu Jude-Adrian Cioflâncă, Rumania, 2022.
No es la primera vez que Jude emplea fotografías en sus películas de ensayo sobre la historia de las infamias de Rumania, ni tampoco la primera colaboración con el historiador Cioflâncă; la significativa novedad radica en elegir el silencio absoluto para acompañar las fotografías que ilustran el desempeño del Sexto Regimiento de la Armada rumana en la Segunda Guerra Mundial, entre 1941 y 1942, una vez que el país de Cioran y Eliade se unió a Alemana para derrotar a los bolcheviques y asesinar a cuanto judío se cruzara en el camino. A la discreta información suministrada por las fotos y los vergonzosos comunicados redactados por los militares al mando, Jude añade una perspicaz operación de reencuadre sobre las fotos en las que se puede ver un poco más sobre qué (no) hacían o (no) decían muchos rumanos. La elocuencia es indesmentible: la imbricación de archivos discursivos y visuales es tan sugestiva como lúcido y poderoso el deseo del realizador por encender la memoria de un pueblo para que se reconozcan ciertos períodos de la historia y se pueda entonces establecer críticamente un lazo con aquel pasado y el presente, no exento de la tentación del fascismo.
Comolli 8, Ernesto Baca y Cecilia Fiel, Argentina, 2022.
En noviembre de 2013, Jean-Louis Comolli visita Buenos Aires y entre algunas de sus actividades dio una charla. El audio de este breve retrato (analógico) proviene de esa conferencia en la que el crítico y cineasta francés anuncia una nueva guerra donde las imágenes son decisivas, pues la matriz y el régimen de producción de todo el capitalismo actual se erigen en imágenes. La prédica del sabio radica en reconocer que existe un tipo de imagen –la cinematográfica– que no pertenece a la voluntad de aceleración del mercado, y es eso justamente lo que Fiel y Baca prodigan visualmente al componer muchos planos cortos en los que se ve a Comolli hablar y firmar libros a sus lectores, como también fragmentos de una entrevista en papel publicada en un semanario cultural, siempre en contrapunto con otros planos sugestivos, como los que finalizan el corto y tienen lugar en Mar del Plata, momento en que el sonido del mar reemplaza amablemente a la voz del viejo guerrero.
ROGER KOZA / COPYLEFT 2022
Últimos Comentarios