EL CANON INTERNACIONAL DE GUSTAVO FONTÁN
Le entregué mi tarjeta del filmfest en las escaleras del cine Santa Fe, en abril de 2008. Fue la única vez que hablé personalmente con Fontán. Duró 20 segundos. Era la última pasada en ése festival de su película La orilla que se abisma, que luego se estrenara comercialmente en el país y escribiera sobre ella, en su momento, para La Voz del Interior, tras pedirla una y otra vez a mi editor y conseguir entonces la nota (se puede leer en este blog). Fue una nota sufrida, porque la primera semana de su estreno, sorpresivamente, el diario no publicó nada. Fontán y mi querido amigo Juan José Gorrasurreta, que la estrenaba en el espacio INCAA de la ciudad de Córdoba, estaban dolidos; yo también, pues siempre me he sentido responsable de apoyar el cine termita, como decía el recién fallecido Manny Farber, aunque el film de Fontán no pertenezca exactamente a esa categoría de películas.
Ayer subí a este blog la primera crítica que escribí sobre un film de Fontán, que también fue publicada en su oportunidad en La Voz del Interior. Cuando escribí en aquella ocasión, supuse que las películas favoritas de Fontán eran El sol del membrillo y alguna de Kiarostami, quizás Bresson (por la concepción del sonido de sus películas). Cuando recibí su lista y la leí sonreí. No fue una sorpresa, más bien una verificación. Y no es así debido a que en sus films copie a sus autores favoritos, sino porque en ellos se puede ver una filiación estética y una búsqueda poética específica, que sí tiene sus referentes pero que no deja ser propia y única.
Gustavo me decía en su misiva electrónica: «Este listado no pretende ninguna otra cosa más que ser una suerte de mirada impresionista: es decir, un listado de aquellas películas que, por una causa u otra, siguen alucinando mi memoria. Por lo tanto es azarosa e ingenua, es decir casi irreflexiva». Aquí va su lista, y me llena de alegría poder publicarla en esta sección del blog. La leo, y, mientras tanto, espero por su próxima película: La madre. (Roger Koza)
EL DEPENDIENTE, de Leonardo Favio
EL ARBOL DE LOS ZUECOS, de Ermanno Olmi
STALKER, de Andrei Tarkovsky
EL SOL DEL MEMBRILLO, de Víctor Erice
DETRÁS DE LOS OLIVOS, de Abbas Kiarostami
VIDAS SECAS, de Nelson Pereira dos Santos
NELSON FREIRE, de Joao Salles
MADADAYO, de Akira Kurosawa
UNA TARDE DE OTOÑO, de Yasujiro Ozu
EL DINERO, de Robert Bresson
FOTOS: 1) Gustavo Fontán y fotograma de El sol del membrillo; 2) fotograma de Madadayo.
Las que mas me hacen ruido, siguiendo la “filiación estética” de Fontán, son al menos dos: El dependiente y Vidas secas. La primera por expresionista, la segunda por neorrealista.