EL CINEMATÓGRAFO 2014 (08): ENCUENTRO CON RAÚL PERRONE: P3ND3JO5 Y FAVULA
Por Roger Koza
Durante la mañana de hoy leí en Twitter la siguiente declaración: «P3nd3jo5, de Raúl Perrone, un logro sorprendente en el cine. Fávula, su nueva película, es otro éxtasis similar». El autor de la declaración es Apichatpong Weerasethakul y tiene toda la razón. La nueva película de Perrone es un viaje a otro mundo (y también secretamente a Ituizangó), como si el cineasta argentino hubiera canalizado la misma insolencia primitiva de George Méliès, su gesto creativo en el momento de empezar su carrera y encontrar un camino de emancipación de la imaginación. Favula se convertirá en la película más misteriosa e inclasificable del cine argentino. Es éxtasis, como dice Joe.
En enero, Perrone visitó la ciudad de Córdoba y filmó otra película. Según él, la película «cordobesa» es incluso más radical y distinta que Fávula. Es difícil imaginarlo, porque el film que seguramente se estrenará en la segunda parte del año en algunos festivales extranjeros es realmente increíble. (Aquí se puede ver la entrevista).
No hay nada más hermoso que encontrarse con una obra de la que no se sabe qué pensar y decir. ¿Cómo la hizo? ¿Cómo se le ocurre algo así a un cineasta que trabaja en un garage y no sale prácticamente de su barrio? No lo sé.
Fávula espera por su estreno. Hablaremos de ese film con admiración y asombro. Se trata de una demostración rotunda de que el cine depende estrictamente de que un director tenga un idea y conozca su propio medio. La austeridad material de la película es inversamente proporcional a la riqueza formal que despliegan sus planos.
Certeza y evidencia: Perrone sigue reinventándose, porque sigue explorando el lenguaje del cine; tal vez intuye que es inagotable y por eso no renuncia a seguir buscando. Pot otro lado, su pasión y su capacidad de trabajo son inimitables. Es el secreto de este film que parece surgir desde un magma de signos y planos sin codificación que solamente los grandes cineastas consiguen sintonizar.
Roger Koza / Copyleft 2014
Ojalá se estrene pronto. Ansiedad!!!!
El primer fotograma me trae a la cabeza la pelicula «Mouchette» de Brensson
…Grandísimas ganas de ver ‘Fávula’!!!… Y hermosa entrevista!!!…
Muchas gracias. RK
Roger, coincido absolutamente con la idea de «reinvención» que planteás sobre esta última etapa de Perrone.
Desde el tríptico que se cierra sobre sí mismo y con maestría en Las pibas, Perrone se reinventó de un modo que no podíamos prever en su etapa de La mecha y su serie sobre Galván.
Tuve la suerte de ver Favula y es tan o más deslumbrante que P3nd3jo5.
Pero al margen de este compartido entusiasmo, lo que importa es que toda esta etapa del Perro, precisamente en tiempos de mayor sofisticación de la Matrix y sus simulacros, nos invita a una pregunta fundamental o de fundamentos: ¿realmente hay algo en lo que vemos?
Perrone vuelve a los inicios del cine para repensar verdaderamente cuáles son (o deberían ser) los pilares del cine y de la mirada.
Sassi: todo lo que expresás ya se dijo sobre «Independencia» o «Tabú»… La pregunta ya no es que sentudo tiene volver a ese incio virginal, sino cuantas veces se puede resetear. Porque esto ya parece más bien «Al filo del mañana»…
que raro NP BUSCANDO LA DISCUCION BARATA.
que raro los anónimos buscando el boludeo gratuito
Nicolás, lo que proponía, por supuesto, incluye a Las pibas, donde no hay vuelta alguna a ningún paraíso arcádico.
Gracias a tu intempestiva (y ojalá más nietzscheana que twitera) intervención, pienso otra pregunta sobre éste y el resto de los últimos films de Perrone: ¿hay algo más que mera romantización del pasado?
En mi opinión el Perro resetea en serio porque en esa «vuelta atrás» repone una presencia, desafío que no se propone (ni puede, me parece) Gomes, y sí Raya.
Ah, pensé que al menos después de Borges había quedado claro que no hay Adán «del pensamiento», y menos de la escritura. Que yo sepa, todo ya se dijo.
Efectivamente, no hay paraiso perdido. Pero si bien tienen sus diferencias, no se si «Independencia», «Tabú» o esta nueva fase de Perrone quieren o logran cortar con la romatización del pasado. Me parece que el más cercano a eso es Martín (y conste que es el que menos aprecio de los tres…). El problema es precisamente como funciona la evocación literal de una imagen del pasado: me parece un ancla demasiado pesada, además de un gesto preocupante de pre-modernidad (que dificilmente deje de ser posmo…). Pero habría que analizar caso por caso (y compararlos) con más detenimiento.