FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA 2018 (04): THE WILD PEAR TREE
The Wild Pear Tree, Nuri B. Ceylan, Turquía-República de Macedonia-Francia-Alemania-Bosnia-Herzegovina, 2018
Recién graduado de una universidad en Çanakkale, sin trabajo y con el ferveroso deseo de publicar un ensayo personal sobre temas cotidianos vistos desde una perspectiva filosófica, el joven Sinan, admirador de Cioran y Nietzsche, regresa a su pueblo natal. Allí está su padre, respetado maestro de escuela y también jugador, su abnegada madre, su displicente hermana menor, sus abuelos, viejos amigos y una novia del pasado que está por casarse. La tensión dramática pasa por el inarticulado terror del hijo de repetir la vida de su padre, punto de partida para una indagación filosófica sobre el deseo de existir. El peso de la palabra en el film es ostensible, lo que no significa que Ceylan desdeñe la composición de cada plano. La escena del reencuentro entre Sinan y su enamorada es formalmente ejemplar respecto de los movimientos de cámara y encuadres, al igual que el notable sentido del ritmo de la escena. La habitual maestría del director en el uso de las elipsis y la puesta en abismo, que suelen introducir el orden onírico en el relato, están al orden del día. Y como en todo el cine de Ceylan, un lúcido pesimismo sobre el mundo es conjurado parcialmente por la hermosura de la naturaleza.
Roger Koza / Copyleft 2018
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Roger,
Me gustó bastante la película hasta la emotividad. De todas maneras sentí que por momentos había un exceso de la palabra que le resta a la totalidad del film.
¿Según usted es la mejor película de Ceylan?
El tema de la palabra aparece con fuerza con su film precedente, Sueño de invierno. Este me gusta más, mucho más.
Mi película preferida de Ceylan es Érase una vez en Anatolia.
Saludos.
Sí, Sueño de invierno la vi y no me gustó mucho. Anteriormente había visto Climas que contrariamente no tiene tanta importancia la palabra. Erase una vez… La tendré que conseguir.
Saludos y gracias por la respuesta
«Érase…» es el mejor regalo que me hizo este crítico de cine amigo. Ésta, no logra lo que aquella, sin embargo tiene momentos inolvidables y conmovedores. Hay algo en la forma de filmar de Ceylan que es de otro mundo. Y no lo digo sólo por la fotografía que siempre es bellísima. Es el atrevimiento de hacer cine de acuerdo a determinadas convicciones que no caen ante las modas o el dinero. Seguiré siempre con interés cada película nueva que Ceylan filme. Gracias Roger!!
Hola roger: no te parece que la escena final (o la doble-escena final c Sinan colgado y Sinan cavando) puede leerse como el nihilismo involuntario en el q estamos?.. cavar una tierra que se ha endurecido en busqueda de una particula, un fulgor, un fantasma sagrado que abra otro horizonte de significacion pero q sin embargo no aparece… y quizas no aparezca (tremenda situacion flotante en la q te deja el film). O el abandono pesimista. El nihilismo como un purgatorio inevitable en el q estamos, pero del q no sabemos si hay algo despues o simplemente el dolor d una pulsion
De una pulsion que intuye lo sacro pero q no puede nunca evitar ver que no lo encuentra