LA INTERNACIONAL CINÉFILA 2021

LA INTERNACIONAL CINÉFILA 2021

por - Festivales, La Internacional Cinéfila
30 Dic, 2021 03:45 | comentarios
Critics, filmmakers and programmers from all over the world choose the films of the year. / Críticos, cineastas y programadores eligen las películas del año.

En busca del objeto misterioso

La tarea está destinada, si no al fracaso, al menos a una indisimulada impotencia: es imposible reunir todas las voces y perspectivas sobre cualquier fenómeno con el afán de conquistar una imagen final que esboce una figura completa de este. En el famoso libro para niños con el que se inician tantas generaciones en el platonismo (me refiero a El principito), hay un personaje que no deja de contar las estrellas del universo, como si persistiendo así durante el resto de su vida pudiera finalmente conquistar el número definitivo de todos los esferoides luminosos de plasma que asombran al ojo de cualquiera al mirar al cielo. Es imposible recoger todas las visiones sobre el cine contemporáneo, incluso las especializadas, y por eso La Internacional Cinéfila no deja de ser jamás una perspectiva minoritaria y endeble. Entonces, ¿por qué insistir con La Internacional? 

Los navegantes pueden lanzarse al mar sin ninguna cartografía, pero el coraje y el espíritu de aventura no resultan desmerecidos si llevan un mapa. Hacer una cartografía del cine contemporáneo, confeccionada por voces diversas, es el primer móvil de este ejercicio de memoria anual propuesto a los participantes y los lectores. Puede ser útil para anotar películas desconocidas y buscarlas, atendiendo las razones de quien las ha elegido.  También se pueden establecer hipótesis sobre algunas respuestas y elecciones reiteradas que pueden ser un indicio, un signo. El mapa de La Internacional es una geografía estética con la que se pueda pensar el cine contemporáneo. ¿Por qué en todos los años, con participantes que distan de conformar un grupo homogéneo, las películas que tienen más presencia en las listas han comenzado su camino en el Festival de Cannes? ¿Qué significa, por ejemplo, que en esta edición, frente a la hegemonía del festival francés de tantos años, se advierta un contrapunto ostensible de muchas otras películas elegidas que tuvieron su estreno en el Festival de Berlín? 

El texto que acompaña las películas preferidas de Boris Nelepo expresa una preocupación que reconozco como propia y que asimismo se advierte con mayor o menor énfasis en otros participantes: ¿es posible que mucho de lo más interesante y revelador del cine contemporáneo no esté ni siquiera en el radar de los programadores de los grandes festivales de cine e incluso de los intermedios, pero no menos influyentes? Nelepo toma prestado un diagnóstico del crítico alemán Olaf Möller y entrevé un ubicuo nepotismo que abre y cierra caminos en las selecciones oficiales de los festivales, una lectura que a mi juicio no explica definitivamente la compleja trama que domina la lógica (no) estética de las instituciones del cine, pero que es indesmentible. La política de la amistad o la amistad como política es una hermosa práctica afectiva que contradice el clamor de un mundo obsesionado con la producción y la acumulación. La amistad exige un tiempo improductivo. Pero programar películas por amistad solamente es dejar de ser amigo del cine e incluso traicionar el espíritu de la amistad.

Hay también un escollo que es de otra índole. Los festivales (y también sus atelieres) han promulgado y moldeado, quizás sin darse cuenta, un falso esperanto en el que se expresan con variantes particulares pero nunca desobedientes los cineastas de muchos lugares del mundo. La rigidez del gusto y las poéticas asumidas como legítimas expulsan de la galaxia de los festivales muchas películas extraordinarias que no encuentran siquiera una traducción sensible en quienes tienen a su cargo la selección. Están “escritas” en una lengua que programador no ha aprendido. Son películas sin subtítulos de sus poéticas.

En el 2015, Hans Hurch decidió darle un reconocimiento a un cineasta proletario de los suburbios de Buenos Aires, un hombre que tiene en su haber más de 80 películas. El cine de Raúl Perrone apenas se ha visto antes y después de aquel acontecimiento en la Viennale. Las películas del realizador de Ituzaingó solamente se ven en Argentina y en dos o tres festivales del continente latinoamericano (y en una universidad inglesa). Ese gesto de Hurch parece hoy cada vez menos posible. ¿Cuántos Perrone existen por ahí? Esto me remite a la extraordinaria anécdota de Apichatpong Weerasethakul en Rotterdam. Fue en ese festival que el aún ignoto cineasta tailandés a fines del milenio pasado, cuya última película ha sido la más nombrada en esta edición, le dispensó un VHS de la inclasificable Mysterious Object at Noon a Tony Ryans, quien vio la película y entendió velozmente que lo que acaba de ver era una película singularísima. Ryans reconoció algo y se movilizó para que otros pudieran ser testigos del “misterioso objeto” tailandés. Fue el traductor, el pasador. Horadar “las fortalezas de los festivales” —como describe Nelepo— no es tan sencillo. Muchas veces depende de la voluntad y la suerte de alguien que oficia de traductor, alguien que explica y tiende un puente entre los signos aún no comprendidos que emite ese “objeto misterioso” y los que circulan en la lengua oficial en la que hablan todos los programadores. Acá se debe añadir que no basta con tener delegados que representen áreas estrategias del globo y conozcan las cinematografías regionales. No es una cuestión solamente de nacionalidad. El problema no es ni lingüístico ni cultural. El desafío consiste en tomar distancia del esperanto poético en el que se enuncia el cine contemporáneo. 

En el inicio intenté invocar el concepto de lo diverso para explicitar que todos los participantes representan una perspectiva sobre el cine que me ha parecido edificante, interesante o incluso desafiante. A todos los que he invitado a participar los he conocido y mantenido algún tipo de relación. Los convoco porque observo que aman lo que hacen y creen apasionadamente en lo que dicen. He aquí el principio de selección de los participantes. 

Un querido amigo y colega advirtió un problema de representación, Con delicadeza hizo un señalamiento crítico sobre la composición identitaria de los participantes. Entiendo muy bien lo que intentó decirme, pero los motivos por los que no hay un balance interracial y de género poco tienen que ver con un prejuicio de mi parte. Yo quisiera tener críticos, programadores y cineastas que representen múltiples formas de vida, espacios sociales heterogéneos y generaciones disímiles. Si existe una descompensación en los elegidos responde exclusivamente a que no conozco críticos de Dakar, programadores de Astaná ni cineastas de los suburbios de Trípoli. En esta ocasión, sin ir más lejos, envié más de 260 mails personales. La primera y la segunda carta de invitación viene siempre acompañada de varios párrafos personalizados. Por ejemplo, en esta edición, la relación de cantidad entre hombres y mujeres debe haber sido la más pareja de todos los años, pero no se reflejará en la nómina final, porque muchas colegas mujeres se disculparon diciéndome que en esta ocasión no habían visto lo suficiente o directamente no me respondieron los tres mensajes enviados a lo largo del mes de noviembre y diciembre. Las contingencias denotan la dimensión accidental del emprendimiento y también refleja, muy a mi pesar, el orden social existente. 

Dicho todo esto, pienso que lo que menos importa es cuál ha sido la película más mencionada o la primera película más destacada, e incluso, aunque en menor medida, quién ha sido el director o la directora emergente con más reconocimiento. Todas las listas revelan algo, varias son sorprendentes y algunas develan un auténtico universo desconocido. He anotado una cantidad de títulos cuya existencia ignoraba, y sospecho que lo mismo habrá de pasarles a quienes lean. 

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A continuación, se pueden consultar los resultados y cada una de las listas de los participantes. Algunos textos originales escritos en inglés o en otros idiomas aparecerán en los comentarios, para que los lectores que no hablan castellano puedan revisarlos. Me resulta imposible traducir los que han sido enviados en castellano al inglés. Esta encuesta lleva dos meses de preparación y diez días completos de trabajo.

Las reglas de este año se pueden leer acá en castellano y acá en inglés. Se pidieron cinco películas por participante. Solamente dejé la aclaración de “orden de prioridad o preferencia” y numeraciones; lo que venía con la inscripción “sin orden de preferencia o por orden alfabético” quedará fuera de los textos, y el lector o la lectora tendrá que asumir que si nada antecede a la lista es porque no hubo ninguna aclaración jerárquica que la antecediera. También se pidió que se escogiera una ópera prima, una película del país en el que viven los participantes y el nombre de un director o directora emergente.

Quiero agradecer a todos los participantes sin excepción. He aprendido de todos y también he corroborado el compromiso que tienen ante la invitación. Nunca me deja de sorprender ni conmover la actitud de quienes he elegido. João Pedro Rodrigues, por ejemplo, cambió en cuatro oportunidades su lista, porque había visto algo más y sintió el deseo de que estuviera exactamente aquello que le había encantado. 

También quiero agradecer a los que me enviaron un mensaje contándome las razones de su ausencia en esta ocasión. Hubo motivos tan variados como las nacionalidades de los convocados. A los que no lo hicieron, por supuesto, no tengo nada que reprochar. Los silencios nunca son del todo silenciosos, pero no determino de una no respuesta una valencia negativa. Es una incógnita, una duda. 

Espero que los lectores y las lectoras sepan disculpar los errores de la edición. En la medida que pueda iré mejorando día a día las desprolijidades de la publicación. Las condiciones de producción de La Internacional Cinéfila son bastantes precarias, pero no exime tal declaración del deseo de cumplir y dar lo mejor que esté a mi alcance. 

Roger Koza

***

In search of the mysterious object

This undertaking is destined, if not for failure, at the very least for an undisguised impotence. It is impossible to bring together all the voices and perspectives about any phenomenon with the aspiration of conquering some final image that sketches a complete figure. In the celebrated children’s book that has initiated so many generations into Platonism – I refer to The Little Prince – there is a character who cannot stop counting the stars of the universe, as if by persisting for the rest of his life in this way, he will finally master the definitive number of luminous spheres of plasma that stagger the eyes of all who look up to the heavens. It is impossible to gather all the visions of contemporary cinema, including the specialized ones, and for this reason The International Cinephile will never stop being a tenuous, minority perspective. So then, why insist?

Sailors can launch themselves to sea without any tools of cartography, but should they carry a map it would not detract from their courage and spirit of adventure. A cartography of contemporary cinema, made by diverse voices, is the first motive for proposing this annual memory exercise to participants and readers. It can be useful for annotating unknown movies and leading us to search for them, considering the reasons of those who have chosen them. Hypotheses can also be established about some responses and repeated selections that can serve as an indication, a sign. The map of The International is an aesthetic geography with which contemporary cinema can be contemplated. Why is it that, throughout all the years and with participants who are far from forming a homogeneous group, have the films that have the most presence in the lists began on their path at the Cannes Film Festival? And what does it mean, for example, that in this edition, in the face of so many years of the hegemony of the French festival, that there is an obvious counterpoint represented by many other selected films that had their premiere at the Berlin Film Festival?

The text that accompanies Boris Nelepo’s favorite films expresses a concern that I recognize as my own and that is also noticed to a greater or lesser extent by other participants: is it possible that many of the most interesting and revealing films of contemporary cinema are not even on the radar of the programmers of the big film festivals or even on that of the festivals that are intermediate size, though equally influential? Nelepo borrows a diagnosis from the German critic Olaf Möller and glimpses a ubiquitous nepotism that opens and closes paths in the official selections of festivals, a reading that in my opinion does not definitively explain the complex plot that dominates the (non) aesthetic logic of the institutions of cinema, but that makes it undeniable. The politics of friendship or friendship as politics is a beautiful affective practice that contradicts the clamor of a world obsessed with production and accumulation. Friendship requires downtime. But programming films based on friendship means ending a friendship with the cinema and even betraying the very spirit of friendship.

What Do We See When We Look At The Sky?

There is also a stumbling block of another nature. The festivals (as well as their labs, workshops and residencies) have promulgated and molded, perhaps without realizing it, a false Esperanto in which filmmakers from many parts of the world express themselves in manners that – while retain their own particularities – do not disobey certain variants. The rigidity of taste and the poetics assumed as legitimate expel from the galaxy of festivals many extraordinar films that do not manage to find a sensitive translation by those who are in charge of the selection. They are «written» in a language that the programmer has not learned, films without subtitles for those poetics.

In 2015, Hans Hurch decided to recognize a proletarian filmmaker from the suburbs of Buenos Aires, a man who has more than 80 films to his credit. Raúl Perrone’s cinema has hardly been seen, neither before nor after that event at the Viennale. The films of the director from Ituzaingó are only seen in Argentina and at two or three festivals on the Latin American continent (and at an English university). That gesture by Hurch seems less and less possible today. How many Perrone’s are out there? This brings me back to the extraordinary anecdote of Apichatpong Weerasethakul in Rotterdam. It was at that festival at the end of the last millennium that the Thai filmmaker, whose latest work has been the most named film in this edition, was then an unknown dispensing a VHS of his unclassifiable Mysterious Object at Noon to Tony Ryans, who saw the film and quickly understood that what he had just seen was a very unique film. Ryans recognized something and mobilized his efforts so that others could witness the Thai «mysterious object». Ryan was the translator, the passer.

Piercing “festival fortresses” – as Nelepo describes it – is not so easy. Many times it depends on the will of and chance meeting with someone who acts as a translator, someone who explains and bridges the gap between the not yet understood signs that this «mysterious object» emits and those that circulate in the official language in which all the programmers speaks. Here it should be added that it is not enough to have delegates who represent strategic areas of the globe and know the regional cinematographies. It is not just a question of nationality. The problem is neither linguistic nor cultural. The challenge consists in distancing ourselves from the poetic Esperanto in which contemporary cinema is enunciated.

In the beginning, I tried to invoke the concept of diversity to make explicit that all the participants represent a perspective on cinema that I found edifying, interesting or even challenging. Everyone I have invited to participate is someone with whom I have met and maintained some kind of relationship. I summon them because I see that they love what they do and passionately believe in what they say. This is the principle for the selection of participants.

Petit mamam

A dear friend and colleague noticed a problem of representation. He delicately made a critical point about the identity composition of the participants. I understand very well what he tried to tell me, but the reasons why there is no interracial and gender balance has little to do with prejudice on my part. I would like to have critics, programmers and filmmakers who represent multiple ways of life, heterogeneous social spaces and dissimilar generations. If there is an imbalance in those chosen, it is exclusively because I do not know critics from Dakar, programmers from Astana or filmmakers from the suburbs of Tripoli. On this occasion, without going any further, I sent more than 260 personal emails. The first and second invitation letters are always accompanied by several personalized paragraphs. For example, in this edition, the ratio of men to women must have been the closest of all the years, but it is not reflected in the final results as many female colleagues apologized saying that this time they had not seen enough films to participate or, in some cases, they simply did not respond to the three messages I sent throughout the months of November and December. Such incidents denote the accidental dimension of this undertaking, and also reflect, much to my regret, the existing social order.

Having said all this, I think that what matters the least is which film has been the most mentioned or which is the most outstanding first film, and even, though to a lesser extent, who has been the most recognized emerging filmmaker. All the lists reveal something. Several are surprising and some reveal a true unknown universe. I have jotted down a number of titles I was unaware of, and I suspect that those who read may do the same.

Following this introduction, you can find the results as well as the lists of each participant. Some original texts written in English or other languages will appear in the comments, so that non-Spanish-speaking readers can review them. It is impossible for me to translate those that have been sent in Spanish into English. This survey takes two months of preparation and ten full days of work.

Also, the complete rules for this year can be read here in Spanish and here in English. Each participant was requested to select five films. The only clarification I offered was for «order of priority or preference» and numbering. Whatever came with the inscription «in no order of preference or in alphabetical order» was left out of the texts, and the reader will have to assume that if nothing precedes the list it is because there was no hierarchical clarification that preceded it. Participants were also asked to choose a feature debut, a film from the country in which the participants live, and the name of an emerging director.

I want to thank all the participants without exception. I have learned from everyone and have also corroborated their commitment to the invitation. The attitude of those I have chosen never ceases to amaze or move me. João Pedro Rodrigues, for example, changed his list four times, because he had seen something else and felt the desire for it to be exactly what he had loved.

I also want to thank those who sent me a message explaing the reasons for their absence on this occasion. There were reasons as varied as the nationalities of those summoned. To those who did not, of course, I have no reproach. Silences are never completely silent, but I do not determine a negative valence from a non-response. It is an unknown, a doubt.

I hope that readers will forgive errors in editing. To the extent that I can, I will improve the disarray of the publication day by day. The production conditions of The International Cinephile are quite precarious, but such a declaration does not exempt me from the desire to fulfill and give the best that is within my reach.

Roger Koza

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Memoria

LAS MÁS ELEGIDAS  / THE MOST SELECTED

  1. 1. Memoria, Apichatpong Weerasethakul, Colombia-Tailandia-Francia-Alemania-México-Catar-Reino Unido-China-Suiza, 2021. 

(Competencia Oficial de Cannes)

57 menciones.

2. Drive My Car, Hamaguchi Ryûsuke, Japón, 2021.

(Competencia Oficial de Cannes)

41 menciones.

3. Babardeala cu bucluc sau porno balamuc Bad Luck Banging or Loony Porn / Sexo desafortunado o porno loco, Radu Jude, Rumania-Luxemburgo-República Checa-Croacia-Suiza-Reino Unido, 2021

y

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt?/ What Do We See When We Look At The Sky?, Alexandre Koberidze, Georgia-Alemania, 2021.

(Competencia Oficial de Berlinale)

30 menciones. 

4. Petite Maman, Celine Sciamma), Céline Sciamma, Francia, 2021. 

(Competencia Oficial de Berlinale)

28 menciones. 

5. Diários de Otsoga / The Tsugua Diaries, Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes, Portugal-Francia, 2021

20 menciones.

(Quincena de los Realizadores de Cannes)

Menciones honrosas:

The Power of The Dog / El poder del perro, Jane Campion, Reino Unido-Canadá, Nueva Zelanda-Australia-Estados Unidos, 2021 (19).

Dangsin Eolgul Ap-eseo / In Front of Your Face, Hong Sang-soo, Corea del Sur,2021 / Guzen to sozo / Wheel of Fortune and Fantasy, Hamaguchi Ryûsuke, Japón, 2021 (16)

A Night of Knowing Nothing, Payal Kapadia, India-Francia, 2021 (15)

Annette, Léos Carax, Francia-Bélgica Alemania-Estados Unidos-Japón-México-Suiza, 2021. (14)

El gran movimiento, Kiro Russo, Bolivia-FRancia-Suiza-Catar, 2021. (13)

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A Night of Knowing Nothing

PRIMERA PELÍCULA MÁS ELEGIDA: 

A Night of Knowing Nothing, Payal Kapadia, India-Francia, 2021.

(Quincena de los Realizadores de Cannes)

15 menciones. 

Mención honorable : Espíritu sagrado, Chema García Ibarra, España, 2021. (8)

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CINEASTA EMERGENTE: 

Pablo Martín Weber (Argentina):

13 menciones.

Alexander Koberidze (Georgia)

11 menciones.

Vadim Kostrov (Rusia)

9 menciones. 

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LOS PARTICIPANTES

Nicole Brenez, profesora (Sorbonne nouvelle/Fémis), programadora (Cinémathèque française), Francia.

El acontecimiento cinéfilo más emocionante de 2021 fue el estreno simultáneo de dos magníficos y complementarios documentales /films-ensayos sobre Omar Blondin Diop, el joven revolucionario filmado por Jean-Luc Godard en La Chinoise (1967) y asesinado en la cárcel en 1973: el primero en África (Senegal) por Djeydi Djigo; el segundo en Europa (Bélgica-Francia) por Vincent Meessen. Esto nos indica la lentitud que necesita la humanidad para encender una chispa de justicia simbólica. Pero quizás también puede ser que el siempre joven Omar Diop nos está enviando la señal para iniciar una revuelta general.

Omar Blondin Diop le révolté / Omar Blondin Diop the rebel (Djeydi Djigo)

Topologie d’une absence / Topology of an absence (Rami El Sabbagh)

Jean Genet : Notre-Père-des-Fleurs / Jean Genet: Our-Father-of-Flowers (Dalila Ennadre)

Our Memory Belongs To Us (Rami Farah, Signe Byrge Sørensen)

Moune Ô, (Maxime Jean-Baptiste)

Masters of the Land (Jan Locus)

Juste un Mouvement / Just a Movement (Vincent Meessen)

Filmatruc à verres n°2, Oiseaux / Glass film trick n ° 2, Birds, France, 2021 -una instalación película (Silvi Simon)

Frères / Brothers (Ugo Simon)

En Corps +, France, 2021 -película. Installation. (Lionel Soukaz, Stéphane Gérard)

The Visit (Kristi Tethong)

Train Again (Peter Tscherkassky)

Dos ensayos hermosos del año pasado que vi recién este año: 

IWOW: I walk on water (Khalik Allah)

Fiertés, inc. / Pride, Inc (Thibault Jacquin)

Película nacional: 

Juste un Mouvement / Just a Movement (Vincent Meessen)

Primera película:

Omar Blondin Diop le révolté / Omar Blondin Diop the rebel (Djeydi Djigo)

Cineasta emergente. 

Thibault Jacquin

El trabajo más sorprendente que he leído en 2021 es la monumental investigación de Thibault Elie sobre Florent Marcie, titulada Florent Marcie sur le front de l’information («Florent Marcie en el frente de la información»). Espero que se publique pronto, para que los cinéfilos puedan compartir esta suma de conocimientos y pasión.

Uno de los libros más ingeniosos y enérgicos que se han escrito sobre el cine es Scratches and Glitches, de Jurij Meden. Observations on Preserving and Exhibiting Cinema in the Early 21st Century, Viena, FilmmuseumSynemaPublications, 2021. Por último, no hay que ser adivino para predecir que el mejor libro de 2022 es el largamente esperado Aesthetics of the signal/Esthétique du signal, de Bidhan Jacob, que se publicará el próximo mes de febrero, fruto de casi 20 años de investigación, un verdadero acontecimiento.

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Miguel Gomes, director, (The Tsugua Diaries), Portugal.

1. Memoria / Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

2. Inteurodeoksyeon / Introduction (Hong Sang-soo)

3. Il Buco / The Hole (Michelangelo Frammartino)

4. Haruharasan No Uta / Haruhara San’s Recorder (Kyoshi Sugita)

5. Dangsin Eolgul Ap-eseo / In Front of Your Face (Hong Sang-soo)

Primera película

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Película nacional:

O Movimento das Coisas (Manuela Serra)

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Gerwin Tamsma, programador (International Film Festival Rotterdam), Holanda. 

Dangsin-eolgul-apeseo / In Front of Her Face (Hong Sangsoo) 

Drive My Car (Hamaguchi Ryusuke) (y el título original no es Doraibu mai kâ – es sólo la forma en que los japoneses transcriben «Drive my car», que luego se retranscribe en letras latinas, y se presenta en los catálogos y en Imdb como el título original; una tontería).

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt?/ What Do We See When We Look At The Sky (Alexandre Koberidze 

The Velvet Underground (Todd Haynes) 

El 2021 fue un mal año para el cine, no porque las películas fueran malas o peores que antes, sino porque las salas cerraron, los festivales se cancelaron, las discusiones, si acaso, fueron en línea, y todo fue terriblemente desalentador. 

De las cinco que elegí, sólo vi una en una proyección adecuada, en un multicine frío, lleno al 50% de su capacidad. 

Las cosas mejorarán. Las cosas mejorarán.

Película nacional: 

A Man and a Camera (Guido Hendrikx) 

Primera película: 

Destello bravío / Mighty Flash (Ainhoa Rodríguez) 

Cineasta emergente: 

Gabriele Mainetti

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Alain Guiraudie, cineasta (Viens je t’emmène), Francia. 

Onoda (Arthur Harari)

Les Olympiades / Paris 13th District (Jacques Audiard)

First Cow (Kelly Reichardt)

La loi de Téheéran / Metri shes vas nim / Just.6.5 (Saeed Roustayi)

Benedetta (Paul Verhoeven)

Pienso que tres ideas me inclinaron a mi selección: 

La intensidad con la que recibí cada película en relación con la puesta de escena, la dirección y el montaje; 2) la universalidad; 3) la singularidad. 

Película nacional: 

Onoda (Arthur Harari)

Cineasta emergente: 

Arthur Harari.

***

Eva Sangiorgi, directora artística (Viennale), profesora (EQZE, San Sebastián), Italia.

Un año complicado pero marcado por películas extraordinarias. Mi lista va cambiando continuamente, y crece, por lo que sugiero para el año entrante una lista más larga. O quizás una entrada con seudónimo. En el eje de tensión entre pasado y presente, en el meollo de nuestras formas de entender e interactuar como sociedad, todas las películas que elegí son humanistas y políticas de manera potente, y me parece que expresan sensibilidades diversas. 

Memoria. Apicharpong Weerasethakul

Drive my Car. HAMAGUCHI Ryûsuke. 

Bad Luck Banging or Loonely Porn. Radu Jude. 

Herr Bachmann und seine Klasse / Mr Bachmann and His Class. Maria Speth. 

Ha’Berech / Ahed’s Knee. Nadav Lapid.

Película nacional

Train Again. Peter Tscherkassky

Primera película:

Esquirlas / Splinters Natalia Garayalde

Cineasta emergente:

Milica Tomović. Serbia (Kelti / Celts)

Bonus track: 

Milena Czernovsky – Lilith Kraxner  (Beatrix)

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João Pedro Rodrigues, cineasta (Um quarto na cidade; O Ornitólogo), Portugal. 

 Annette (Leos Carax)

Benedetta (Paul Verhoeven)

Ha’Berech / Ahed’s Knee ( Nadav Lapid)

The Card Counter (Paul Schrader)

Tre Piani (Nanni Moretti)

Un cortometraje: 

Epilogue ( Daft Punk)

Tres largometrajes antiguos nunca estrenados en Portugal, traídos desde NYC por mi amigo Francisco Valente: las maravillosas películas de Mikael Kristersson: Pica Pica (1987), Falkens Õga / Kestrel’s Eye (1998) y Ljusar / Light Year (2009). Estoy ansioso por ver su nueva película Earth: Muted (2021)

Y una película más antigua todavía, proyectada por primera vez en Portugal en la Cinemateca Portuguesa en colaboración con la Fête du Cinéma Français, en la retrospectiva de Jacqueline Audry: la sorprendente Minne, L’Ingénue Libertine (1950)

Tres películas por orden alfabético:  

A Távola de Rocha (Samuel Barbosa)

Diários de Otsoga (Maureen Fazendeiro and Miguel Gomes)

No Táxi do Jack (Susana Nobre)

Primera película: 

Cuatro cortometrajes por orden alfabético: 

Buscó a Satanás, Encontró la Familia (Miguel Angél Fajardo)

Obsolescence (Caviar Jing)

Silvestre (Rúben Gonçalves)

Tout Commence Ici à Hyères ( Robin Mognetti)

Cineasta emergente: 

Portugués: Catarina Vasconcelos

Extranjero: Ramon and Silvan Zürcher (Suiza).

***

Adrian Martin, crítico de cine (www.filmcritic.com.au) y ensayista audiovisual (https://vimeo.com/filmkrant), Spain/Australia

Annette (Leos Carax)

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Censor (Prano Bailey-Bond)

Los Huesos (Joaquín Cociña & Cristóbal León)

Marx Can Wait (Marco Bellocchio)

En general (por lo que he visto) ha sido un año deslucido en lo que a cine se refiere, con muchas películas decepcionantes o simplemente aceptables de directores consagrados (Verhoeven, Campion, Haynes, Larraín, Wright, Schrader, Hansen-Løve…) o más recientes (Ducournau). He escogido cinco películas que me han impactado con más fuerza, tanto por los temas y las decisiones formales.

Película nacional: 

Friends and Strangers (James Vaughan)

Primera película: 

The Power (Corinna Faith)

Cineasta emergente: 

Paul Felten & Joe DeNardo (Slow Machine)

***

Andréa Picard, curadora independiente & escritora; programadora mayor (Toronto International Film Festival), Canadá.

Memoria (Apichatpong Weerasethakul) 

The Souvenir Part 2 (Joanna Hogg) 

Drive My Car/ Wheel of Fortune and Fantasy (Ryusuke Hamaguchi) 

Întregalde (Radu Muntean) 

In Front of your Face (Hong Sang-soo)

Cortometraje: Polycephaly in D (Michael Robinson)

Estatus OVNI: Annette (Leos Carax)

Exhibiciones cinematográficas:  AGHDRA (Arthur Jafa) & Dead Souls Whisper (Derek Jarman)

Película nacional: 

Ste. Anne (Rhayne Vermette) 

Primera película:

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Cineasta emergente

1. Alexandre Koberidze.

2. Ramon and Silvan Zürcher.

3. Shengze Zhu.

***.

Jurij Meden, curador (Austrian Film Museum), Eslovenia.

Solo porque la amo:  Lluvia de jaulas entraría en esta lista, si fuera 2019. 

Como todas las listas de esta índole dice poco sobre el 2021 y mucho sobre mí.

Por orden alfabético:

An Art Historian’s Recipe (Tara Najd Ahmadi)

Exterminate All the Brutes ( Raoul Peck)

https://www.s-n-d.si/ (Sara Bezovšek)

Magical Castle is Here Now (Ester Ivakič)

Obzornik 670 – Rdeči gozdovi (Newsreel 670 – Red Forests) (Nika Autor)

Primera película: 

Breaking Boundaries: The Science of Our Planet (Jonathan Clay)

Cineasta emergente: 

Todos los que nombré más arriba excepot Raoul Peck. 

***

Jonathan Rosenbaum

Jonathan Rosenbaum, crítico de cine (Cinemascope, www.jonathanrosenbaum.net), Estados Unidos.  

BAD LUCK BANGING OR LOONY PORN (Radu Jude)

PASSING (Rebecca Hall)

MEMORIA (Apichatpong Weerasethakul)

TIANG BAKRU SOCIAL CLUB (Tan Bee Thiam)

HER SOCIALIST SMILE (John Gianvito)

Cinco informes meteorológicos recientes, enumerados en orden descendente de su relevancia  #2 y #5 demuestran que todavía es posible captar algo del pasado, al menos si todavía podemos aprender al menos parte de cómo sonaba. (Para mí, esto explica el relativo fracaso de The Power of the Dog, que no me suena nada a los años 20). Las otras tres películas hacen un buen trabajo en historizar nuestra fiebre de cabina actual.

Película nacional y primera película: 

PASSING puede encajar en ambas categorías, pero Rebecca Hall es inglesa, y si eso hace que Passing sea una película inglesa, por favor, sustituirla por Her Socialist Smile, como la mejor película de Estados Unidos.

Cineasta emergente: 

Radu Jude.

***

Rebecca De Pas, programadora (Visions du Réel), programadora de consulta (Viennale), miembro del comité de selección (Berlinale Talents.).

Esta es una lista de películas por las que siento mucha gratitud. Por supuesto, hay muchas, muchas más que no están acá, y muchas más estrenadas este año que aún no he visto; así es que más que una lista exhaustiva de «lo mejor», se trata de un sincero agradecimiento a todos los cineastas que han justificado mi año cinematográfico. 

1970 ( Tomasz Wolski )

The Card Counter ( Paul Schrader )

The First 54 years, an Abbreviated Manual for Military Occupation ( Avi Mograbi )

Petite Maman (Celine Sciamma)

The Tsugua Diaries / Diarios de Otsoga ( Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes )

Bonus Track

Flowers Blooming in our Trhoats ( Eva Giolo )

Película nacional:

Atlantide ( Yuri Ancarani ) 

The Parent’s Room / La Camera dei Genitori ( Diego Marcon )

Re Granchio /The Tale of King Crab ( Matteo Zoppis, Alessio Rigo de Righi )

Primera película: 

Splinters / Esquirlas (Natalia Garayalde)

Cineasta emergente: 

Digamos, un joven maestro. 

Kiro Russo

***

David Walsh y Joanne Laurier, críticos de cine (World Socialist Web Site), EE.UU.

Decimos muchas de las mismas cosas cada año, porque hay un elemento repetitivo en la situación en la que atravesamos. Ahora la sociedad humana está experimentando una pandemia catastrófica que cambia la historia mientras todos los gobiernos del planeta han respondido, a pesar de las diferencias tácticas, con una indiferencia homicida. El número de muertos ha llegado al excesivo número de 15 millones de muertos desde el comienzo de la pandemia, y los mercados han tenido ganancias aún más elevadas. El capitalismo se condena a sí mismo, pero los artistas, inevitablemente en cierta medida a esta altura, están muy pero muy lejos de estar a la al tura de las circunstancias. 

Dos listas …

Proyectada en los cines de Estados Unidos: 

The Mauritanian (Kevin Macdonald)

Eyimofe / Eyimofe (Este es mi deseo) (Arie y Chuko Esiri)

Minari (Lee Isaac Chung)

Martin Eden (Pietro Marcello)

Judas y el Mesías Negro (Shaka King)

Visto en festivales de cine:

Ha’berech (Nadav Lapid)

A Leave (Lee Ran-hee)

La caja / The Box (Lorenzo Vigas)

Radiografía de una familia (Firouzeh Khosrovani)

Câmp de maci / Poppy Field (Eugen Jebeleanu)

Y si nos vemos obligados a combinarlas en una lista de cinco:

El mauritano (Kevin Macdonald)

Ha’berech (Nadav Lapid)

Eyimofe (Este es mi deseo) (Arie y Chuko Esiri)

A Leave (Lee Ran-hee)

Minari (Lee Isaac Chung)

Película nacional: 

Sólo dos de las películas mencionadas son de producción estadounidense, Judas y el Mesías Negro y Minari, y una de ellas está hablada mayormente en coreano. Hay muy poco que recomendar del cine de mi país. Probablemente habría que elegir Judas, Minari o Attica (dirigida por Stanley Nelson y Traci Curry).

Primera película:

Eyimofe (This Is My Desire) (Arie y Chuko Esiri)

Cineasta emergente: 

Muy difícil de decir quién. Muy pocos cineastas en la actualidad llevan a cabo lo que prometen en el inicio. su promesa. Les falta una perspectiva amplia y una brújula social-moral. Muy pocos sienten una auténtica responsabilidad frente a todas las capas de la población.  Por esa razón, suelen perder el rumbo intelectual y artístico, quedándose en el camino, quedan absorbidos por un menor o comercial. Se verá… 

¿Los hermanos Esiri?

¿Nadav Lapid?

Pero como ya que hemos mencionado sus películas, implícitamente al menos estamos sugiriendo que cualquiera o todos los directores de las diez películas mencionadas anteriormente deberían ser considerados prometedores. Casi todos ellos son relativamente nuevos.

***

Meritxell Colell Aparicio, cineasta (Con el viento), España.

Introduction (Hong Sang-Soo)
Medium (Edgardo Cozarinky)
Memoria (Apichatpong Weerasethakul)
Petite maman (Celine Sciamma)
What we see when you look at the sky… (Aleksandre Koberidze)

A falta de ver películas muy deseadas como Drive my Car, Souvenir Part II o Diarios de Otsoga por nombrar solo algunas, las cinco películas del 2021 que se han quedado resonando en mí de una forma muy especial giran entorno al poder del cine de conectar la realidad más cercana a aquello intrínseco del cine: su carácter de ‘medium’, conector de realidades. Y, ante todo, un cine humanista. 

Bonus track:

Duvidha (Mani Kaul) y Gabbeh (Mohsen Makhmalbaf).

Al ser descubrimientos en pantalla grande (que llegan muy tarde en mi vida cinéfila), acá las incluyo. 

Película nacional 
Quién lo impide (Jonás Trueba). Y todo el cine de los Ilusos.
Destacar también Eles transportan o morte (Helena Girón y Samuel Delgado)

Primera película:
‘A Night of Knowing Nothing y Esquirlas

O de cómo el encuentro con materiales puede iluminar de una forma reveladora, poética y con gran fuerza cinematográfica una realidad que necesita ser contada. 
 
Cineasta emergente
Jessica Sarah Rindland. 

Porque si existe un cine háptico, ese sería su cine.

***

Jean-Pierre Rehm, Director artístico (FidMarseille), Francia. 

1. MEMORIA. Apichatpong Weerasethakul.

2. DIAROS DE OTSUOGA. Maureen Fazendeiro & Miguel Gomes.

3. HARUHARASAN NO UTA / HARUHARA SAN’S RECORDER. Kyoshi Sugita.

4. THE NIGHT OF KNOWING NOTHING. Payal Kapadia.

5. HAM ON RYE. Tyler Taormina.

Película nacional: 

TITANE. Julia Ducourneau

Primera película:

BEATRIX. Milena Czernovsky & Lilith Kraxner.

Cineasta emergente

Kyoshi Sugita.

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Alexandre Koberidze, cineasta (What Do We See When We Look At The Sky), Georgia. 

Annette (Leos Carax)

Vi la película con muchos amigos; después de la proyección todos se fueron a sus respectivas casas sin hacer comentarios.Al día siguiente nos reunimos de nuevo y por la noche empezamos a hablar lentamente de la película y no pudimos parar hasta la mañana.

La película residíaen lo más profundo de cada uno de nosotros, tal vez para siempre.

Bloodsuckers (Julian Radlmaier)

Puede parecer vergonzoso poner en la lista una película en la que participo como actor, pero no veo que mi contribución sea importante para la película y no tengo ninguna ambiciones como actor, así que creo que está bien. Amo esta película con todo mi corazón y este amor no tiene nada que ver con mi participación; – es mi amor por todo lo que hace Julian, por esta y otras de sus películas, tanto las que ya ha hecho y las que aún están por venir.

In Front of your Face (Hong Sang-soo)

Con cada nueva película de este hombre pienso que esto es todo y no hay más espacio para ir más allá; este debería ser el límite de lo bello y sabio que puede ser un film. O quizás sea esta película otro ejemplo de que no hay límite, al menos para quien ha hecho «In Front of your Face».

The Tsugua Diaries (Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes)

Simplemente expreso que me gusta ver esta película. 

Three Floors (Nanni Moretti) 

Tengo que admitir que aún no he visto la película, pero cada vez que me entero de que hay una nueva película de Nanni Moretti me emociono como un niño al que le dicen que le van a regalar una caja enorme de chocolates. 

Película nacional: 

Dead Souls Vacation (Keko Chelidze)

La película es una prueba de que el tema más difícil, o una idea casi imposible, puede convertirse en una película maravillosa a través de la diligente mirada de un cineasta, cuyos ojos llenan el espacio de amistad y cuidado.

Primera película:

Pebbles (P.S. Vinothraj)

Después de este maravilloso debut, le deseo una maravillosa carrera a este maravilloso cineasta.

Cineasta emergente: 

Ketevan acaba de hacer How the Room Felt y habrá otras películas que hará y todas ellas serán importantes para nosotros, los georgianos, y no solo para nosotros.

***

Dana Linssen, crítica de cine (NRC Handelsblad, de Filmkrant), curadora (Critics’ Choice @ Festival Internacional de Cine de Rotterdam), Holanda. 

Esta lista se elabora, contra todo pronóstico, el día en que falleció Joan Didion. Pienso en las primeras líneas de su ensayo Adiós a todo eso: «Es fácil ver los comienzos de las cosas, y más difícil ver los finales». Habla de su primer encuentro con Nueva York, y de la naturaleza ilusoria de una ciudad a la que han cantado poetas y cineastas, y de cómo su relación con esa ciudad constituye una especie de aventura amorosa, y como todas las aventuras amorosas, también es una historia de despedida. 

En términos cinéfilos, 2021 era una interzona, un espacio-tiempo liminal entre principios y finales, nunca empezó realmente, y nunca concluyó. Y todo el tiempo nos quedamos en el umbral. Muchas películas que se estrenaron en el primer año pandémico de 2020 no llegaron a mis pantallas hasta 2021 y la mayoría de las películas que se estrenaron en 2021 todavía estoy esperando para verlas. Los cines del país en el que viví estuvieron cerrados durante más de seis meses. Esto va más allá de la triste melancolía de un cinéfilo enamorado. Yo no soy una excepción. El trabajo de un crítico de cine se convirtió en una práctica accidental.

Pero hay belleza en la coincidencia. Tal vez incluso algo más. De las películas que he destacado aquí, sólo he visto tres en una pantalla de cine. Pero todas ellas merecen ser vistas de nuevo, en pantallas más grandes y como experiencia comunitaria, siendo más tarde parte de un discurso compartido. Sobre viajes inacabados (Berg, de Joke Olthaar) e historias inacabadas (Three Minutes, de Bianca Stigter). Sobre la distancia (Berg, de nuevo) y la ausencia (de nuevo, Three Minutes). Sobre el archivo y el grano de la película (ambas películas). Sobre la pertenencia (Four Journeys de Louis Hothothot, Herr Bachmann de Maria Speth y Petite maman de Céline Sciamma) y la añoranza (Lover’s Rock y Petite maman, de nuevo). 

Power of the Dog está acá por su final, porque ¡qué increíble! Y el número 10 de Alex van Warmderdam también (y porque es una película sobre las mentiras que contamos para disfrazar otras mentiras, y que luego se convierten todas en verdades; así que en cierto modo es una película sobre las historias que contamos, lo que me recuerda otra cita de Didion, porque «nos contamos historias para vivir» -y, me gustaría añadir, que por eso nos acercamos a los demás, y les contamos historias también: para darle juntos un poco de sentido al universo).

Petite maman es hors concours. No hay que subestimar su modestia. Es humilde porque su grandeza no requiere grandes historias, ni grandes palabras. Es una película sobre dos chicas. Sobre conexiones tácitas. Sobre una interrelación que supera el tiempo y el espacio. Voy a compartir con ustedes una historia real. Después de ver la película (en línea, como parte de la selección de la Berlinale) salí a dar un paseo. En un bosque cercano a la casa me topé con la misma cabaña de ramas de árbol que acababa de ver en la película. Estaba vacía. Volví a ver la película. Era una película diferente. Una película impregnada, entusiasmada por la vida. Una película sobre los comienzos.

Por eso el cine.

Berg (Joke Olthaar)

Herr Bachmann und seine Klasse (Maria Speth)

Petite maman (Céline Sciamma)

Power of the Dog (Jane Campion

Small Axe: Lover’s Rock (Steve McQueen)

Película nacional:

Nr. 10 (Alex van Warmerdam)

Primera pelìcula: 

Three Minutes – A Lengthening (Bianca Stigter)

Cineasta emergente: 

Louis Hothothot (dirigió la película inaugural del IDFA 2021, Fourth Journeys)

***

Kamal Aljafari, cineaste (An Unusual Summer), Palestina. 

Las películas elegidas cuestionan y al mismo tiempo establecen una nueva visión. No me gustan mucho las historias, prefiero encontrarme tomado por obras audiovisuales y sensaciones que me hablen de forma misteriosa.

Looking for Horses, Stefan Pavlović

Eles Transportan a Morte/ They Carry Death, Helena Girón e Samuel M. Delgado

Anatomia, Ola Jankowska

Mad Mieter, M+M

Dedicated to the youth of the world II, Roman Khimei e Yarema Malashchuk

Película nacional: 

Little Palestine (Diary of a Siege),  Abdallah Al-Khatib

Primera película: 

Looking for Horses, Stefan Pavlović

Cineasta emergente: 

Majid Al-Remaihi 

***

Mercedes Gaviria Jaramillo, cineasta (Como el cielo después de llover, Otacustas), Colombia.

Quién lo impide (Jonás Trueba)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia) 

Petit Maman, (Céline Sciamma)

Higiene sociale, (Denís Coté)

Película nacional (vivo en Argentina):

Película Argentina: Jesús López (Maxi Shoenfeld)

Primera película: 

Espíritu sagrado (Chema García Ibarra)

Cineasta emergente:

Clarisa Navas

***

José Luis Loza, crítico de cine (La voz de Galicia) y director artístico (Cineuropa), Galicia, España. 

Escribo en la coincidencia en que una explicación cabal y sensible de lo que ha sido el cine en estos años pasa por esta Internacional tan singular, poliédrica y libre como lo es su creador. Este es un año singular. Porque la pandemia ha llevado a que confluya la producción de casi dos temporadas. Creo que esa boscosidad, al menos en mi caso, es una invitación a obviar, en lo posible, los títulos que ya han tenido foco estelar. A mí sí me gustan Titane y Bad Luck Banging. Y también Benedetta y hasta Spencer o Last Night in Soho. Pero creo que-al menos en este año que reúne dos- esto ya no toca. En mi elección por las películas más queridas se abren paso espontaneamente obras que hablan de la soledad. Los films de Schrader o de Hamaguchi me parecen floraciones de este tiempo de confinamientos. También veo que el huevo de la serpiente del totalitarismo que igualmente vemos cómo se incuba en el mundo ocupa por completo Captain Volkogonov Escaped y se preanuncia en el fin de fiesta del Fabian de Dominik Graf. Aquí estamos para dar fe de cómo en torno a la individualización del aislamiento o a los actos de masas que preceden a los populismos liberticidas existe un cine de belleza o coraje internacionalista para que en torno a él nos conjuremos.

THE CARD COUNTER. Paul Schrader. 

Tengo que resistirme para no incluir a Paul Schrader en la  nueva categoría que Roger nos propone de  autor emergente. Hay que seguirlo como alguien que ha sido capaz de la proeza de sobrevivir a una década bajo respiración asistida, llegando a dirigir un film producido al alimón por Lindsay Lohan y el crowfunding y protagonizada por un actor de porno hardcore (The Canyons). O dos subproductos a mayor gloria de Nicolas Cage desencadenado que ni llegaron a verse en salas. Y que ahora emerge con este The Card Counter. Una obra a la altura de la depuración estilística de su mejor cine y del latido percutante de sus más crudos guiones. La desnudez de The Card Counter es bressoniana al estilo de Schrader. Bressoniana como ningún otro film en tiempo. Y ya tiene e este alma más oscura del Nuevo Hollywood otro film terminado. Atentos a él: como antídoto frente a las incomprensibles gerontofílias que persisten en acompañar a Clint Eastwood en sus balbuceos narcisistas, lo mejor es acompañar esta revitalización de Schrader redivivo.

HAMAGUCHI X 2: DRIVE MY CAR y WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY.  

Solo el parón pandémico puede explicar que Ryusuke Hamaguchi haya presentado en la Berlinale y Cannes, con solo 4 meses de intervalo, dos películas tan diversas en sus indagaciones sobre el alma humana. Como no se trata de elegir entre papá y mamá, me permito incluir las dos en un memorable pack Hamaguchi 2021.

3. FABIAN ODER DER GANG VOR DIE HUNDE (Dominik Graf)

Tras el entusiasmo ante esta adaptación de la obra de Erich Kästner por Dominik Graf, reparo en una situación que ya recordé en algun film anterior de Graf: El director bávaro no ha merecido en sus 46 años de carrera ni un solo pemio en festival internacional alguno. NI siquiera una mención. Ah, la feria de vanidades de los palmarés –o de la selección global- del circuito. Por este film que a mí me parece que atraoa como pocos  el sentido de la efervescente locura de Weimar la pesadillesca Berlinale on-line de 2021 tampoco le dio ni la hora. Honra a Dominik Graf.

4. CAPTAIN VOLKOGONOV ESCAPED. (Aleksey Chupov, Natalya Merkulova) 

Tras la eclosión del proyecto creativo DAU en 2020, cuya magnitud (individualizada o como creación poliédrica aún no del todo desvelada) sigue extrañamente silenciada, no deja de semejar paradójico que la Rusia hipernacionalista de Vladimir Putin haya producido en solo dos años las mayores cargas de profundidad política) contra el totalitarismo stalinista del periodo 1938-1953. Aleksey Chupov y Natasha Merkulova (ya autores en 2018 de The Man Who Surprised Everyone,  una denuncia de la homofobia tan a contramano en la Rusia actual) juegan a contar las purgas de 1938-1939 con licencias y anacronismos que no hacen sino devolvernos el relato de esa etapa sórdida como la revelación de algo que pareciese novedoso o reinventado.

5 AFTER BLUE (Bertrand Mandico)

En un futuro habitado solo por mujeres, Bertrand Mandico se sube a la nube onírica y al paisaje de vulvas dalinianas, para rendir un homenaje declarado a John Ford y a dos de sus cimas, The Searchers y The Man Who Shot Liberty Valance. Es una obra desigual, a ratos se le va el estecicismo al cielo, cierto. Pero esta encrucijada del festín queer y la testosterona hecha género fordian se compadece con sus deslices.

BONUS TRACK DOS VIEJOS ROCKEROS(AS): 

I WANT TO TALK ABOUT MARGUERITE DURAS de Claire Simon. Y BENEDICTION, de Terence Davies

Primera película: 

MASS (Fran Kranz)

Película española: 

QUIÉN LO IMPIDE  (Jonás Trueba)

Cineasta emergente:

Tea Lindeburg (AS IN HEAVEN)

***

Cecilia Barrionuevo, directora artística (Festival Internacional de Cine de Mar del Plata) Argentina.

WHAT DO WE SEE WHEN WE LOOK AT THE SKY? (Alexandre Koberidze) + TRAMPA DE LUZ (Pablo Marín)

DRIVE MY CAR (Ryusuke Hamaguchi) + MI ÚLTIMA AVENTURA (Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini)

PETITE MAMAN (Céline Sciamma) +  SYCORAX (Lois Patiño y Matías Piñeiro)

QUIÉN LO IMPIDE (Jonás Trueba)  + SURVIVING YOU, ALWAYS (Morgan Quaintance)

HYGIÈNE SOCIALE (Denis Côté) + TRAIN AGAIN (Peter Tscherkassky)

Primera película:

ESTRELLA ROJA (Sofía Bordenave)
Película nacional: 

EL PERRO QUE NO CALLA (Ana Katz)

JESÚS LÓPEZ (Maximiliano Schönfeld)
Cineasta emergente

Payal Kapadia
Gran momento del año: 

KING LEAR – Jean-Luc Godard

***

Raúl Camargo Bórquez, Director (Festival de Cine de Valdivia), Chile. 

Une histoire de cheveux (Sibérie) (Boris Lehman)

A Night of Knowing Nothing (Pawal Kapadia)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Diários de otsoga/ The tsugua diaries (Maureen Fazendeiro & Miguel Gomes) 

What Do We See When We Look at the Sky? (Aleksandre Koberidze) 

Cinco menciones especiales: 

Ste. Anne (Rhayne Vermette)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Summer (Vadim Kostrov)

Abrir monte (María Rojas Arias)

Agua del arroyo que tiembla (Javiera Cisterna) 

Película chilena (ex aequo)

Mis hermanos sueñan despiertos (Claudia Huaiquimilla)

Al amparo del cielo (Diego Acosta) 

Primera película: 

A night of knowing nothing (Pawal Kapadia) 

Cineasta emergente:

Aleksandre Koberidze

***

Agnès Wildenstein, programadora independiente, Francia-Portugal

Mi Top 5 en orden alfabético. Como muchos de nosotros, no he visto algunas películas que aún están en mi lista de deseos, debido a la pandemia y a las restricciones de viaje. Así que esta lista es una imagen de lo que pude ver en línea o en un cine en Portugal o en Francia durante este año.

BAD LUCK BANGING OR LOONY PORN (Radu Jude)

DIAROS DE OTSOGA (Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes)

HYGIENE SOCIALE (Denis Côté)

NOUS DISONS REVOLUTION (Elisabeth Perceval y Nicolas Klotz)

WHAT DO WE SEE WHEN WE LOOK AT THE SKY  (Alexandre Koberitze)

Película nacional: 

PATHOS ETHOS LOGOS (Joaquim Pinto, Nuno Leonel)

La mejor película portuguesa del año es una obra maestra de tres partes y 11 horas de la que nadie habló ni escribió, excepto Luis Miguel Cintra. Si les interesa pueden leerlo en su página web: avant-guerre.pt

Primera película: 

A NIGHT OF KNOWING NOTHING ( Payal Kapadia)

Cineasta emergente: 

VADIM KOSTROV (Rusia)

Enviado desde Lisboa, el 16 de diciembre de 2021. 

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Radu Jude, cineaste (Plastic Semiotic), Rumania

Sin ningún orden en particular y, por supuesto, hay muchas películas de este año que aún no he visto.

The Works and Days (of Tayoko Shiojiri in the Shiotani Basin) (Anders Edstrom&C.W.Winter)

Train Again (Peter Tscherkassky)

A.I. at War (Florent Marcie)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Ahed’s Knee (Nadav Lapid)

Película nacional:  

When Night Meets Dawn (Andreea Borțun)

Nanu Tudor (Olga Luconicovna)

Una película moldava, pero creo que puedo mencionarla aquí, ya que está en rumano)

Primera película:

Esquirlas (Natalia Garayalde)

De hecho, la pondría en el primer puesto de este año. Una película tan importante sobre el acto de filmar, sobre el deseo de descifrar el mundo utilizando una cámara.

Cineasta emergente:

Me siento bastante mal al llamarlos «emergentes», porque en realidad los considero con admiración. En comparación, yo sólo soy un mal principiante.

Ted Fendt, Dane Komljen, Hadas ben Aroya, Cristina Haneș, Ognjen Glavonic… y tantos otros.

***

Cristina Nord, directora artística (Berlinale Forum), Alemania

Cow (Andrea Arnold)

Diários de Otsoga (Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes)

The Inheritance” (Ephraim Asili)

Neptune Frost (Saul Williams y Anisia Uzeyman)

The Souvenir Part II (Joanna Hogg)

Mejor película alemana:

Herr Bachmann und seine Klasse/ Mr Bachmann and His Class (Maria Speth)

Primera película: 

“Esquí” de Manque la Banca

Cineasta emergente:

Shengze Zhu

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Dimitris Kerkinos, programador (Thessaloniki International Film Festival), Grecia. 

Atlantide (Yuri Ancarani)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude) 

Azor (Andreas Fontana)

Taming the Garden (Salomé Jashi)

Película nacional:

Moon, 66 Questions (Jacquelin Lentzou)

Primera película: 

Looking For Venera (Norika Sefa)

Cineasta emergente:

Yuri Ancanari

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Yun-hua Chen, crítica de cine, (Film International), Taiwán / Alemania.

Wheel of Fortune and Fantasy (Ryûsuke Hamaguchi)

Titane (Julia Ducournau)

Il Buco (Michelangelo Frammartino)

A Marble Travelogue (Sean Wang)

Feathers (Omar El Zohairy)

Durante el año de la incertidumbre prolongada, he apreciado las películas que son películas, con orgullo y sin complejos.

Película nacional:  

Das Mädchen und die Spinner / The Girl and The Spider (Ramon and Silvan Zürcher)

(Del lugar en el que vivo)

Primera película:  

Ma Nuit / My Night (Antoinette Boulat)

Cineasta emergente:

Han Shuai (la directora de Han Nan Xia Ri / Summer Blur)

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Boris Nelepo, crítico de cine y programador, Rusia. 

5. A Kid’s Flick (Nikita Lavretski, Belarus)

4. Forest – I See You Everywhere (Rengeteg – mindenhol látlak, Bence Fliegauf, Hungary)

3. Parquet (Aleksandr Mindadze, Russia-Poland-Romania-UK)

2. Fabian oder Der Gang vor die Hunde (Dominik Graf, Germany)

1. Pathos Ethos Logos (Joaquim Pinto, Nuno Leonel, Portugal)

Película nacional: 

The North Wind («Северный ветер», Renata Litvinova, Russia)

Primera película:

Higit (Tug, Jon Lazam, Philippines)

En los dos últimos años muchas cosas han cambiado. La Unión Europea se ha convertido en una verdadera fortaleza europea que se ha vuelto casi inaccesible para los habitantes del Tercer Mundo (como Rusia). Sin embargo, poco ha cambiado o casi nada el mundo de los festivales de cine internacionales. Olaf Möller, hace más de diez años, en una conversación con Dmitry Martov (https://mubi.com/notebook/posts/interview-with-olaf-moller-part-2-im-not-a-cinephile), hablaba de la cinefilia como «una especie de orden, y por qué estoy pensando ahora en rituales de fraternidad, apretones de manos secretos y palabras en clave». Ahora la cinefilia institucionalizada se convirtió en una especie de fortaleza propia erigida con los mismos nombres, las mismas películas y los mismos discursos. Tal vez aquí no sea el lugar para quejarse de este tipo de consenso dominante. Porque, de todos modos, en 2021 hubo incluso más películas hermosas que en los últimos años. Sólo que a veces resultaba imposible verlas. Por eso quiero expresar mi más sincera admiración a Giona Nazzaro por haber estrenado en Locarno el film más ambicioso, totalmente único, extremadamente raro y ajeno a la situación cultural contemporánea en su visión del mundo (para empezar, es cine verdaderamente religioso), me refiero al opus magnum de Joaquim Pinto y Nuno Leonel. Para terminar mi lista, sólo necesito mencionar dos obras maestras de 2020 que he conseguido descubrir recién durante este año en la sección «Cinema Regained» de Olaf Möller: Careless Crime de Shahram Mokri (Irán) y la trilogía Cinephilia Now de Sasaki Yusuke (Japón); dos de las películas más profundas y significativas que he visto recientemente sobre qué es el cine, por qué es necesario y cómo existe en la historia y en los ojos del espectador. 

Cineasta emergente

Vadim Kostrov (Summer / Oprheus / Winter / Narodnaya / After Narodnaya / Comet)

El año 2021 será siempre el año en el que descubrí al joven director ruso Vadim Kostrov, que apareció como si fuera un cometa y estrenó en el curso de este año seis largometrajes (Summer en Sheffield, Orpheus en FID, Winter and «Narodnaya» trilogy en Doclisboa). Nunca había conocido a un director con tanto talento y visión del mundo en una etapa tan temprana de su carrera, al principio de su vida profesional. Lo que hace es enteramente propio, pero está en relación desde el presente con la historia del cine, estableciendo un diálogo con Andrei Tarkovsky, Alexander Sokurov, Nathaniel Dorsky, James Benning, Andy Warhol y muchos otros cineastas. Su ingreso al cine consiste en la creación de un universo propio con películas que se comunican entre sí y en las que los personajes viajan de una a otra. Es su poética. Al igual que el propio Andy Warhol, el cineasta encuentra a través del visor de la cámara la sensación, cada vez más rara, de una vida vivida con sentido. Al hacerlo, sus películas muestran cómo puede cambiar el mundo a través de algo tan elemental como la acción colectiva, la unión y la comunidad, y sus consecuencias; es por eso que na simple fiesta puede adquirir la solemnidad religiosa de un rito. Gracias, en primer lugar, a Cíntia Gil (y a su equipo) que ha tenido los ojos y el corazón para ser la primera programadora en reconocer y descubrir la belleza de este universo.

***

Kiro Russo, cineasta (El gran movimiento), Bolivia.

Cambio –Transmutación. El año de los estrenos de películas producidas por los monstruos del streaming en los grandes festivales. Años 2021/2022, avalancha de películas, videos, series, videoclips, 20 segundos de bailes, 14 segundos de bromas estúpidas, todo en el bolsillo, todos encerrados, las salas vacías. Crisis en los festivales…

Las películas 2021 que más me gustaron, sin orden específico.

Memoria – (Apichatpong weerasethakul)

Jiao má táng huì – A New Old Play (Qiu Jiongjiong)

Una Película de policías (Alonso Ruizpalacios)

Haruharasan no uta – Haruhara  San’s Recorder – (Kyoshi Sugita)

Zinder (Aicha Macky)

Primera película:

Rancho (Pedro Speroni)

Película de mi país:

Gaspar (Diego Pino)

Cineasta emergente:

Miguel Hilari

Bonus 2020:

Between the Heavens and Me (Alfredo Jaar)

Rizi/ Days (Ming – liang Tsai)

Esquirlas (Natalia Garayalde)

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Chiara Marañón, Programadora – Directora de Contenido (MUBI), España-Reino Unido.

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn’t Be Quiet (Ana Katz)

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Memoria (Apichatpong Wheerasetakul)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Harusara San’s Recorder (Kyoshi Sugita)

Película nacional: 

Quién Lo Impide (Jonás Trueba)

Película del país en el que vivo (Reino Unido): 

Eye for Ear (Debbie Tucker Green) / The Souvenir Part II (Joanna Hogg) 

Primera película: 

Pebbles (P.S. Vinothraj)

Cineasta emergente: 

Ramon Zürcher & Silvan Zürcher

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Sawandi Groskind, cineasta (Where to Land), Finlandia.

1. Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

2. The Works and Days (of Tayoko Shiojiri in the Shiotani Basin) (Anders Edström & C.W. Winter)

3. Gether (Kim Ekberg)

4. Eyimofe (Chuko & Arie Esiri) 

5. Gritt (Itonje Søimer Guttormsen) 

Película nacional:

Land That Rises and Descends (Moona Pennanen)

Primera película:

Beginning (Dea Kulumbegashvili)

Cineasta emergente: 

Kim Ekberg, Dorian Jaspers

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Flavia Dima, crítica (Films in Frame, FILM MENU, Acoperișul de Sticlă) y programadora (Bucharest International Experimental Film Festival), Rumania.

Bad Luck Banging (Radu Jude)

Cow (Andrea Arnold)

Diarios de Otsoga (Miguel Gomes & Maureen Fazendeiro)

Memoria (Apichatpong Weerasethakhul)

What Do We See When We Look At The Sky? (Alexandre Koberidze)

Debo admitir que este año no soy muy iconoclasta con mis elegidas, pero las películas de mi lista son todas magníficas. Paradójicamente, incluso con todos los festivales en línea a disposición, debo decir que este año he visto más cine clásico que nunca, o que en los últimos cinco años, películas previa a este milenio.

Y cinco cortos, siempre por orden alfabético (ya que debo ser fiel a mis raíces):

Covid Messages (John Smith)

I Was Sleepwalking When I Saw All Those Colors (Bogdan Balla)

Lacerate (Janis Rafa)

Ob Scene (Paloma Orlandini-Castro)

Sycorax (Matias Piñero & Lois Patiño)

Película nacional: 

The Certainty of Probabilities (Raluca Durbacă)

Primera película:

Esquirlas (Natalia Garayalde)

Dos debuts de dos directoras que trabajan con materiales de archivo. Ambas son terriblemente inteligentes y valientes, y exploran viejas y nuevas heridas, (falsas) apariencias, discursos e ideologías.

Cineastas emergentes: 

Andreea Cristina Borțun. 

Su última película, When Night Meets Dawn es toda una revelación: ¡por fin una cineasta de mi país con un magistral dominio del paisaje y de los cuerpos! – y tiene todo el poder de transformar el semblante del cine rumano. Y pocas películas futuras esperaré con tanta impaciencia como su ópera prima.

Vadim Kostrov. 

Justo cuando estaba tentada de pensar que ya no era posible que un joven cineasta diera un enfoque nuevo y salvajemente personal (en todos los sentidos de la palabra), Kostrov, este grafómano cinematográfico, salió de aparentemente ninguna parte (o del medio, al menos), y explotó en la escena del cine contemporáneo. El día en que tenga en sus manos una ARRI Alexa (ya que tengo entendido que en todas sus películas ha tomado prestado el equipo de sus amigos) será uno de los más importantes.

***

Carlos F. Heredero, crítico de cine (Director editorial de Caimán Cuadernos de cine). España.

1. Petite Maman (Céline Sciamma)

2. Drive my Car (Ryûsuke Hamaguchi)

3. Diários de Otsoga (Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes)

4. In Front of Your Face (Hong Sangsoo)

5. El teléfono del viento (Nobuhirô Suwa)

Estragado y sofocado por tanta película con ínfulas de ‘salvar al mundo’ y de hacer a toda costa un impostado ‘arte elefante blanco’ pagado de sí mismo, en el que cada imagen parece estar ahí para que el cineasta se haga notar con la pretensión de demostrarnos lo ‘gran artista’ que es, este listado quiere ser una declaración de intenciones a favor del ‘arte termita’ de mi admirado Manny Farber: películas porosos y abiertas, transparentes y vivas, que se dejan atravesar por la verdad y por el pálpito interior de los seres humanos a los que filman y que, simultáneamente, encierran en el fondo de sus sencillas imágenes (una sencillez fruto de una autoexigente y dolorosa conquista) el misterio inasible y el secreto soterrado del verdadero arte.

Película nacional:

La hija (Manuel Martín Cuenca)

Heredera imprevista de la gran tradición tremendista española de obras como Pascual Duarte (Ricardo Franco) y Furtivos (José Luis Borau), el nuevo largometraje de Manuel Martín Cuenca vuelve a hundir su afilado bisturí en lo más atávico y salvaje de los instintos humanos, esa pulsión no domesticable que sigue anidando en el país profundo, en las raíces ancestrales de una España que ya no es la de la República, ni la de la Transición política, sino la de aquí y ahora. Y esto es, precisamente, lo más inquietante y valioso de esta obra valiente donde las haya.

Primera película:

Passing (Rebecca Hall)

El melodrama racial y la dicotomía social entre blancos y negros traducidos a unas imágenes que muestran un trabajo intenso, significante, expresivo y estilístico sobre el blanco y el negro en términos de intencionado y autorreflexivo pincel cromático, en estrecha y fructífera alianza con la planificación y con los encuadres. Pocas veces la ópera prima de alguien que viene del campo de la interpretación ha mostrado un dominio y una apuesta tan decisiva por el valor de la puesta en escena (lo ha explicado muy bien Jaime Pena en Caimán CdC).

Cineasta emergente: 

Ryûsuke Hamaguchi

Tiene más de cuatro películas, y no es ningún descubrimiento de hoy ni de ayer, pero Hamaguchi se ha situado este año (con dos obras tan importantes como Drive My Car La ruleta de la fortuna y de la fantasía) como un cineasta que ocupa un lugar central y decisivo en el paisaje de la creación cinematográfica contemporánea, misterioso heredero japonés, a la vez, de Éric Rohmer y de Jean Renoir. Y esto ha sido, creo, el verdadero gran suceso fílmico de 2021.

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Paz Encina, cineasta (La memoria del monte), Paraguay.

Diários de Otsoga (Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes)

Drive My Car (Ryusuke Hamaguchi)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Hit the Road (Panah Panahi)

Memoria (Apichatpong)

Película nacional: 

Matar a un muerto (Hugo Giménez)

Primera película: 

Matar a un muerto (Hugo Giménez)

Cineasta emergente: 

María Álvarez.

João Salaviza.

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Bill Morrison, cineasta (The Village Detective: a song cycle)Estados Unidos. 

All Light Everywhere (Theo Anthony)

Drive My Car (Ryusuke Hamaguchi)

Get Back (Peter Jackson / Michael Lindsay-Hogg)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Users (Natalia Almada)

Película nacional:

Summer of Soul (Questlove)

Primera película:

Looking For Verena (Norika Sefa)

Cineasta emergente: 

Norika Sefa

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Jô Serfaty, cineasta (Um Filme de Verão), Brasil. 

1. Memoria (Apichatpong)

2. Benedetta (Paul Verhoeven)

3. L’abordage, (Guillaume Brac)

3. The Power of The Dog (Jane Campion)

4. Anette  (Leos Carax)

5. Night Shot (Carolina Moscoso)

Del musical al western, del documental al híbrido, las películas de esta lista logran insertarse en los géneros para desplazar sus códigos y proponer nuevas formas de mirar y percibir una época y sus personajes, como la masculinidad en tensión en la película . The Power of The Dog o el personaje deseante en Benedetta y el sonido de la memoria en el movimiento guiado de Tilda que deambula por los paisajes de Colombia. Películas que provocan provocaciones y revisitan géneros para transmutar nuestro estado de ánimo, intensificado por el regreso a la sala de cine que nos devuelve la magia de ser llevados a otros espacios y tiempos.

Primera película: 

Night Shot (Carolina Moscoso Briceño)

Película nacional: 

Chão de Fábrica (Nina Kopko)

Cineasta emergencia:  

Grace Passô

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Jonás Trueba, cineasta (Quién lo impide, La virgen de agosto, La reconquista, Los exiliados románticos, Los ilusos, Todas las canciones hablan de mí). España.

No pude ver (aunque ganas no me faltan) las películas de Aleksandre Koberidze, Paul Schrader, Apitchapong Weerasethakul, Arnaud Desplechin, Arthur Harari, Nanni Moretti, Céline Sciamma, Todd Haynes, Miguel Gomes, Chema García Ibarra, Ainhoa Rodríguez, Clara Roquet… y tantas y tantas otras, en mi desfase habitual, cada vez más pronunciado, con el mundo contemporáneo. 

Pero aquí destaco 5 películas que sí he tenido la suerte de ver este año y que han sido verdaderos encuentros; películas llenas de vida y de humanidad, películas que no tienen miedo a contar y a estar con los personajes, a hacerles dialogar entre sí y llegar por ahí a toda clase de revelaciones. Esto, paradójicamente, lo  encuentro cada vez menos en el cine actual. 

Get Back (Peter Jackson)

À l’abordage (Guillaume Brac) 

Gûzen to sôzô / “La ruleta de la fortuna y la fantasía” (Ryûsuke Hamaguchi)

È stata la mano di Dio / “Fue la mano de dios” (Paolo Sorrentino)

Malmkrog (Cristi Puiu)

Película nacional :

Karen (María Pérez)

Primera película:

Rien à foutre (Julie Lecoustre y Emmanuel Marre)

Cineasta emergente:

Joâo Rosas 

Meritxell Colell 

Hikaru Ugawaga

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José Fuentes Navarro, programador (Cineclub Municipal Hugo del Carril) y crítico (La Vida Útil), Argentina.

Orpheus/ Orfeo (Vadim Kostrov)

Con menos de 25 años y seis películas estrenadas VK es la aparición más importante de los últimos tiempos. En Orfeo es notable esa búsqueda del encuadre dentro del plano que si bien no es algo nuevo si está tratado de manera muy original, el juego con el tiempo, los tiempos de los personajes,y un enunciación política en plano sin alegoría ni metáfora.

Benedetta (Paul Verhoeven)

Salvo West Side Story las demás películas tienen un componente lúdico que a mi me interesa porque básicamente se está perdiendo, en ese sentido Benedetta es un juego de principio a fin, antes que Robocop en un convento es un cuento sobre los componentes mitológicos, pragmáticos y psicológicos de la política. 

West Side Storyy/ Amor sin barreras (Steven Spielberg)

Más que un remake, una película fantasmática construida sobre los escombros del cine clásico americano, Spielberg ya había hecho escenas musicales en varias de sus películas pero esto es en realidad similar a la escena de The Shining en Ready Player One. La película que me hizo recordar para qué voy al cine. 

France/ Francia (Bruno Dumont)

No debe haber película más original en retratar un estar en el mundo contemporáneo, de todo le pasa France en France pero ella permanece con la misma indolencia, no sabiendo porque no puede cambiar o sentir. 

Can’t get you out of my head / No puedo sacarte de mi cabeza (Adam Curtis)

Al modelo de la serie de tv Conexiones donde el historiador James Burke presentaba como logros científicos y acontecimientos históricos estaban producidos por interconexiones disciplinarias o hechos fortuitos, Curtis le agrega música pop e hipótesis políticas, económicas e históricas a veces precisas a veces disparatadas, partiendo de personajes particulares para llegar a conclusiones sobre el mundo pesadillesco que habitamos hoy.

Primera película: 

Espiritu sagrado/ Sacred Spirit (Chema Garcia Ibarra)

Entre las muchas magias de la película de Chema solo voy a señalar que pone en escena a esa gente que buscan protegerse de la realidad, de la sociedad, de la forma del mundo mediante pseudociencias, tarde o temprano el mundo va a intervenir para bajarte a tierra. 

Película argentina:

Copacabana papers (Fernando Portabales)

Una película de plataformas sí, pero con un increíble maestro de ceremonias en descomposición y unos secundarios hilarantes, De Loof ya no puede provocar pero puede emocionar. 

Cineasta emergente:

Este ítem lo cumple el mencionado Vadim Kostrov. De todas maneras, lo importante es que los cineastas emergentes no sean domados por el sistema, me refiero al mercado de festivales. Muy pocos lo logran. 

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Robert Koehler, crítico de cine (Cinemascope), Estados Unidos.

DRIVE MY CAR (Ryusuke Hamaguchi)

WHAT DO WE SEE WHEN WE LOOK AT THE SKY? (Alexandre Koberidze)

FRANCE (Bruno Dumont)

THE TSUGUA DIARIES (Maureen Fazendeiro/Miguel Gomes)

PETITE MAMAN (Celine Sciamma)

Película nacional: 

LICORICE PIZZA (Paul Thomas Anderson)

Primera película:

ESPIRITU SAGRADO (Chema Garcia Ibarra)

Cineasta emergente: 

Alexandre Koberidze

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María Aparicio, cineasta (Las calles, Hombre bajo la lluvia), Argentina.

Fue difícil para mí confeccionar la lista porque en este año tan ajetreado no seguí atentamente los estrenos en festivales y salas, y creo que los descubrimientos más felices fueron por fuera de los estrenos. Sin embargo, veo la lista final y pienso que estas películas me bastan para sentir que -a pesar de los males del mundo- fue un buen año para el cine.  

In Front of your Face, Hong Sang Soo

Zeros and Ones, Abel Ferrara

 AI at War, Florent Marcie

 La última primavera, Isabel Lamberti

 Las delicias, Eduardo Crespo

 Película nacional:

Jesús López, Maximiliano Schonfeld

Mi última aventura, Ezequiel Salinas – Ramiro Sonzini

Primera película:  

Un cuerpo estalló en mil pedazos, Martín Sappia

Cineasta emergente:

Pablo García Canga

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Diego Batlle, periodista y crítico de cine (director de OtrosCines.com) y columnista (Agencia Télam), Argentina.

A Chiara (Jonas Carpignano)

Drive My Car (Ryusuke Hamaguchi)



In Front of Your Face (Hong Sang-soo)



Petite Maman (Céline Sciamma)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

El cineasta de 2021 para mi fue el japonés Ryusuke Hamaguchi, quien con cuatro meses de distancia estrenó primero en Berlín Wheel of Fortune and Fantasy y luego en Cannes Drive My Car, consolidándose así como uno de los directores más brillantes de la actualidad. Hong Sang-soo también lo hizo con Introduction y con In Front of Your Face, pero en el caso del maestro coreano dos excelentes films en un mismo año es… casi habitual.

Película nacional: 

Camila saldrá esta noche (Inés Barrionuevo)

Primera película: 

Tres (Juanjo Giménez)



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Anita Rocha da Silveira, cineasta (Medusa), Brasil. 

Estas son las cinco películas que han permanecido con mayor fuerza  en mi mente de este año que ya termina.; «Faya Dayi» y; «Passing», que vi hace unos días, y me sorprendió por el bello encuadre y las grandes interpretaciones; «Petite maman»,; y «Titane», por ser audaz y sin complejos.

Compartment nº 6 (Juho Kuosmanen)

Por su atmósfera envolvente y su ternura

Faya Dayi (Jessica Beshir)

Por su brillante viaje que mezcla poesía, misterio y declaración política.

Passing (Rebecca Hall)

La vi hace unos días, y me sorprendió su bello encuadre y las grandes interpretaciones.

Petite maman (Céline Sciamma)

Por dar vida al cuento de hadas que toda niña sueña alguna vez.

Titane (Julia Ducournau)

Por ser audaz y sin complejos.

Película nacional:

Uma paciência selvagem me trouxe até aqui (Érica Sarmet)

Un cortometraje increíble que en 2021 solo ha comenzado su camino y que estoy deseando que sea descubierto por un público mayor:

Primera película:

Noche de fuego (Tatiana Huezo)

Ya he mencionado dos óperas primas («Faya Dayi» y «Passing»), pero hay una tercera que también disfruté mucho. Noche de fuego me hizo navegar por muchas emociones y probablemente fue la película que más me hizo llorar durante este año que ya termina. Aprovecho para añadirla.

Cineasta emergencia:

Jessica Beshir 

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Ignacio Agüero. cineasta (Nunca subí el Provincia), Chile

Diarios de Otsoga / The Tsugua Diaries (Miguel Gomes)

Adiós a la memoria / Goodbye to Memory (Nicolás Prividera)

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

Carta de una fanática de Whistler a un fanático de Conrad  /  Letters from a Whistler fan to a Conrad fan  ( Claudia Carreño )

Una escuela en Cerro Hueso. / A School in Cerro Hueso.  (Betania Cappato)

Película nacional:

Al amparo del cielo / Under the sky shelter.   (Diego Acosta)

Primera película: 

El cielo está rojo / The sky is red. ( Francina Carbonell )

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Marcos Uzal, crítico de cine (Cahiers du cinéma), Francia.

Annette (Leos Carax)

Das Mädchen und die Spinne / The Girl and the Spider (Ramon y Silvan Zürcher)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Quién lo impide (Jonas Trueba)

The French Dispatch (Wes Anderson)

Película nacional:

France (Bruno Dumont)

Primera película: 

Feathers (Omar El Zohairy)

Cineasta emergente:

Pascale Bodet

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Carmen Guarini, cineasta (Ata tu arado a una estrella), directora general (DocBuenosAires), Argentina. 

IA at War. Florent Marcie (2021) Francia

El perro que no calla. Ana Katz. (2021) Argentina

Petite maman – Céline Sciama (2021) Francia

S4d3. Raúl Perrone (2021) Argentina

The First 54 Years: An Abbreviated Manual for Military Occupation Avi Mograbi  (2021) Israel

Película nacional

Jesus Lopez Maximiliano Schonfeld (2021)

Primera película: 

Danubio Agustina Pérez Rial (2021) OP

Cineasta emergente:

Tatiana Mazú

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Dane Komljen, cineasta (Afterwater), Alemania /Bosnia y Herzegovina.

A River Runs, Turns, Erases, Replaces (Shengze Zhu)

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

The Girl and the Spider (Ramon and Silvan Zürcher)

Titane (Julia Ducournau)

Il Buco (Michelangelo Frammartino)

Película nacional:

Landscapes of Resistance (Marta Popivoda)

Quo Vadis, Aida? (Jasmila Žbanić)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Primera película: 

Kelti (Milica Tomović)

Ste. Anne (Rhayne Vermette)

Cineasta emergente:

Ognjen Glavonić

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Neil Young, crítico de cine (Screen International, Modern Times Review, Sight & Sound), programador (Vienna Shorts, Kortfilmfestivalen Grimstad), programador de consulta (Viennale) y cineaste (Rihaction, Towing Dispatch, Vilniu Detroit, Point d’impact), Reino Unido-Austria. 

1. (third study for) Swedge of Heaven (Richard Forbes-Hamilton)

2. In Shallow Water / V plytkej vode (Marek Moučka)

3. Train Again (Peter Tscherkassky)

4. Looking for Venera / Në kërkim të Venerës (Norika Sefa)

5. The Dust of Modern Life / Pa Va Hêng (Franziska von Stenglin)

«Robert Walser murió el día de Navidad de 1956, durante un paseo solitario en Herisau. Las últimas fotografías que le tomaron lo muestran tumbado en la nieve, con una mano en el pecho y la otra extendida hacia la blanca nada».

Cigdem Asatekin, Brooklyn Rail, vii/21

Película nacional: 

Austria:  

Train Again (Peter Tscherkassky)

Reino Unido: 

(third study for) Swedge of Heaven (Richard Forbes-Hamilton)

Primera película: 

Attention All Passengers / Cestujúcim do pozornosti (Marek Moučka)

Cineasta emergente:

Marek Moučka

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Ariel Schweitzer, crítico (Les cahiers du cinéma), Francia-Israel.  

Onoda – Arthur Harari 

Annette – Leos Carax 

Memoria – Apichatpong Weerasethakul  

Lovers Rock – Steve McQueen 

Bad Luck Banging or Loony Porn – Radu Jude 

«Onoda» de Arthur Harari es la sorpresa del año. Una película muy atrevida y ambiciosa realizada por un joven director francés, que trata un tema japonés (en lengua japonesa) y que se rodó en Camboya. Una de las películas bélicas más singulares de los 2000′, a la vez histórica, filosófica y existencial. Es un escándalo que «Onoda» no figurara en la competición principal de Cannes. 

Primera película: 

“Moving on” – Yoon Dan-Bi. 

Cuesta creer que este drama familiar, tan intenso y profundo, que se inspira claramente en Ozu, haya sido realizado por una joven directora coreano de 31 años. Sin duda, alguien a quien seguir.

Película nacional: 

Francia: 

Petite Solange (Axelle Ropert):

Una película muy delicada sobre la fragilidad de la infancia, y el aprendizaje de la dureza de la vida, con algunas bellas referencias a «Viaje a Italia» de Rossellini. ¿Cómo es posible que esta película no obtuviera ningún premio en el certamen de Locarno?

Israel:

The Death of Cinema and of My Father Too (Dani Rosenberg):

La película figuraba en la selección oficial de Cannes ya en 2000, pero no se estrenó en Francia hasta 2021. Entre el documental y la ficción, la película se construye como una partición de jazz y trata con mucha sinceridad los deberes de un joven como hijo y padre, enfrentados a sus ambiciones como cineasta. Aquí también tenemos un director para seguir. 

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Alexandra Cuesta, cineasta (Notas, encantaciones: parte I), Ecuador. 

Gracias por esta invitación que me alegra tanto recibir. No solamente es un placer sentarme a pensar en el año a través de lo visto, también es un honor formar parte de esta gran comunidad internacional que reúnes aquí. El 2021 se siente como una extensión del año anterior; para mí pasó rápido y no vi tanto como hubiese querido, pero lo que sí vi fue potente y perdura. Una de las películas en mi lista es de Mario Rodríguez Dávila, un director ecuatoriano prácticamente desconocido dentro y fuera del país. Recientemente descubrí su película, Vientos de Chanduy, y me pareció un trabajo majestuoso, muy honesto y de una búsqueda personal profunda. Sus imágenes dan vida a los fantasmas del pasado, y su cine se vuelve un acto de exorcizar. El resto de las películas en mi lista comparten esa sensación de visibilizar lo invisible. Habitan entre lo fantástico y lo real, y en el interior. Nos dan información en el sentir la imagen, sentir el sonido (o el silencio), sentir el tiempo y sentir la presencia. 

Acá va mi lista, como siempre, sin ningún orden particular, sin jerarquías de género, ni de duración ni de forma. Comparto mi experiencia:

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Eearthearthearth (Daichi Saito)

Toda la luz que podemos ver/ All the Light We Can See (Pablo Escoto)

Taming the Garden (Salomé Jashi)

Vientos de Chanduy/ Winds of Chanduy (Mario Rodríguez Dávila)

Película nacional:

La playa de los Enchaquirados/ The Beach of Enchaquirados (Iván Mora)

De mí otro país (Estados Unidos):

Film About a Father Who (Lynne Sachs)

Primera película:

A Night of Knowing Nothing (Payala Kapadia)

Cineasta emergente

Pablo Escoto

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Julian Radlmaier, cineasta, (Bloodsuckers), Alemania.

Me encanta la película de Alexandre Koberidzes más que cualquier otra en mucho tiempo. Así que es mi número uno, probablemente de la década, al igual que la fotografía de Faraz Fesharaki y la música de Giorgi Koberidze. Peter Nestler tiene 84 años y sigue haciendo películas aparentemente modestas, de gran alcance, implacables y siempre juveniles. La resistencia feroz, pero delicada y alegre de Radu Jude me inspiró, y me sorprendió la forma en que filma las calles de Bucarest. Disfruté viajando a través del tiempo, el espacio y los pensamientos con Ted Fendt y me gustó ver y escuchar los ballets psicóticos de lo cotidiano de los Zürchers.

What do we see when we look at the sky (Alexandre Koberidze)

Picasso in Vallauris (Peter Nestler)

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Outside Noise (Ted Fendt)

The Girl and the Spider (Ramon and Silvan Zürcher)

Película nacional:

Picasso in Vallauris (Peter Nestler)

Primera película: 

Friends and Strangers (James Vaughan)

Cineasta emergente:

Alexandre Koberidze

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Claire Allouche, crítica de cine (Cahiers du Cinéma) e investigadora de cine (Universidad Paris 8), Francia.

1 Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

2 Il n’y aura plus de nuit ’(Éléonore Weber)

3 First Cow (Kelly Reichardt)

4 El Gran Movimiento (Kiro Russo)

5 À l’abordage  (Guillaume Brac)

El «¡bang!» de Memoria (si no fuera un «poung! » o un «ggg! ») suena todavía en mi cabeza, como suena en todas las películas que vi después en pantalla grande: una promesa de sorpresa ontológica, que abraza con una profunda conciencia histórica lo que puede el tiempo y lo que nos da el espacio. Me pareció oír este «¡bang!» frente a las imágenes asombrosas de las guerras ciegas de Il n’y aura plus de nuit. Me pareció oír este «¡bang!» frente a los huesos de los primeros pasteleros del Oregón en First Cow. Me pareció oír este «¡bang!» cuando percibí en El gran movimiento que las minas de extracción siempre serán mas oscuras que la muerte. Me pareció oír este «¡bang!» frente a la armonía oscilante d’À l’abordage quecon su elocuencia renoirienne, logra a contar el racismo sistémico de Francia con un humor critico y la victoria de una subjetividad reconstruida. 

Película nacional:

Le Kiosque (Alexandra Pianelli)

Primera película:

The Inheritance  (Ephraim Asili)

Cineasta emergente:

Es una propuesta estimulante y cruel a la vez. Después del milagro de 143, rue du désert en el cine y después de É Noite na América en el Jeu de Paume, quiero nombrar dos cineastas que están anclados en dos continentes distintos sin nunca agotar sus territorios cinematográficos: Hassen Ferhani y Ana Vaz.

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Fran Gayo, programador (Festival Internacional de Cine de Gijón), España. 

Malignant (James Wan)

Petrov’s Flou (Kirill Serebrennikov)

The Empty Man (David Prior)

Ghost Song (Nicolas Peduzzi)

Quién lo impide (Jonás Trueba)

Película nacional: 

Película Argentina: 

Medium (Edgardo Cozarinsky)

Película Española:

Destello Bravío (Ainhoa Rodríguez)

Primera película: 

We’re All Going to the World’s Fair (Jane Schoenbrun)

Cineasta emergente:

Lucía Estévez

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Christopher Small, cineasta (Communists!) y programador (Dafilms), República Checa-Reino Unido. 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Higit / Tug (Jon Lazam)

Juste un mouvement / Just a Movement (Vincent Meessen)

Лето / Summer (Vadim Kostrov)

Auksinis flakonas / Golden Flask (Jurgis Matulevičius and Paulius Anicas)

Otras cinco de otro tiempo: 

No quarto da Vanda / In Vanda’s Room (Pedro Costa)

La Spiagga / The Beach (Alberto Lattuada)

Not Wanted (Ida Lupino)

Aquí se construye (o Ya no existe el lugar donde nací) (Ignacio Agüero)

The Major and the Minor (Billy Wilder)

Película nacional:

República checa: 

Komunismus a síť aneb Konec zastupitelské demokracie / Communism and the Net, or the End of Representative Democracy (Karel Vachek)

Bilá na bilé / White on White (Viera Čákanyová)

Película inglesa:

Surviving You, Always (Morgan Quaintance)

Primera película:

Charm Circle (Nira Burstein)

Čiary / Lines (Barbora Sliepková)

 Cineasta emergente: 

Nikita Lavretski

Vadim Kostrov

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Milagros Porta, crítica de cine (Taipei) y editora (Editorial Rutemberg), Argentina.

ドライブ・マイ・カー / Drive my car (Ryusuke Hamaguchi)

Babardeală cu buclucsau porno balamuc / Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Caperucita roja / Little Red Riding Hood (Tatiana Mazú)

Adiós a la memoria / A Farewell To Memory (Nicolás Prividera)

The Beatles: Get Back (Peter Jackson)

Película nacional:

Los niños de dios / The Children of God (Martín Farina)

Primera película: 

Danubio / Danubio (Agustina Pérez Rial)

Cineasta emergente:

Tatiana Mazú

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Diego Mondaca (Bolivia). Director (Chaco), programador (Cineclubcito Boliviano) y docente (Programa de Cine de Universidad Mayor de San Andrés – UMSA. Panadero en Pan De Batalla), Bolivia. 

En esta selección de 5 películas y un plus que presento para la INTERNACIONAL CINEFILA 2021 trato de citar a las películas y autores que, según mis criterios, convergen riesgos narrativos y formales para construir piezas audiovisuales que más allá de su año de entreno, siento que permanecerán mucho más tiempo, y ese paso del tiempo las hará aún más importantes y necesarias. 

Confieso que me asusta un poco el hecho que el cine independiente esta siendo minado por la forma y distrayendo el contenido de sus narrativas, pero esto no va únicamente por las manías o búsquedas de lxs directores, sino también por el festejo irresponsable de una critica especializada y festivales que premian hazañas cinematográficas formales en desmedro de un discurso cinematográfico completo. Esto, sin duda, tiene o tendrá, repercusiones (negativas) en las audiencias.

El cielo está rojo (Francina Carbonell)

Una reconstrucción casi clínica de una masacre policial. Haciendo uso de material filmado por cámaras de seguridad del propio penal, fotos de peritaje, llamadas, video de vecinos de la cárcel San Miguel, Francina Carbonel reconstruye y pone en debate la verdad de los hechos contra la interpretación judicial de los mismos en ese 8 de diciembre de 2010, donde murieron 81 personas a vista y complicidad de la policía. 

Es interesante como Carbonell hace de la evidencia una herramienta de denuncia en muchos niveles, sacándola de su plano judicial y llevándolo a un nivel político y militante ciudadano con un trabajo de investigación y montaje impecable y contundente. Así, la “carpeta de investigación”, el file, queda cuestionado y también acorralado.

Eles transportan a morte (Helena Girón y Samuel Delgado)

Llegue a ver esta película sin su dato de origen, es decir que desconocía la nacionalidad de los autores. Aclaro esto para festejar la posición y mirada autocritica de Helena Girón y Samuel Delgado sobre esa Europa “aventurera” que nos mandó barcos llenos de muchas de sus lacras a buscarse la vida por estas tierras; una aventura de barbaros que buscó acabar con nuestras culturas y aún penamos las consecuencias, añadiendo lo que resultó de aquello claro, lo que somos nosotros hoy.

Con austeridad y cierto minimalismo narrativo, Eles transporta a norte, plantea una horizontalidad con la muerte que persigue a los personajes, y su problema esta en tratar de evadirla y sobrevivir, un gesto muy humano en medio de una ambición con la que no se identifican. La propuesta Helena Girón y Samuel Delgado tiene una cercanía al cine latinoamericano, sobre todo a esas miradas sobre el conquistador entremezclado con mitos, naturaleza inhóspita y salvaje, extravíos y divagación, como las propuestas de Nicolás Echeverría en Cabeza Vaca (1991), Jorge Sanjinés en Para recibir el canto de los pájaros (1994), Yulene Olaizola y Rubén Imaz en Epitafio (2015) Lisandro Alonso en Jauja (2014), Marcelo Gomes en Joaquim (2017), o Lucrecia Martel en Zama (2017). 

Ahora, sabiendo el origen de los autores y viendo su muy interesante trabajo, lo que más me interesa es ver este filme en España y escuchar el debate que despierta conociendo las arremetidas de la ultraderecha que ahora les azotan, como también esas narrativas de conquistadores que cada 12 de octubre festejan con desfiles militares. 

Creo también sería interesante un debate entre ese cine que se centra en los orígenes de esa “conquista” y las “consecuencias” de la misma, dos narrativas, dos espacios y dos percepciones de un mismo mundo completamente distintas. 

El perro que no cala (Anna Katz)

Película rara, cómica pero de un humor raro. De códigos nuevos, de forma narrativa nueva que pareciera hermética pero en realidad no lo es, simplemente es creativa y nueva o raramente nueva (¿?) y por eso resulta fascinante y sorprendente a cada momento, haciendo de lo impredecible una manera de ver, de estar y pensarse y donde el absurdo es un cliché en el que Ana Katz no cae. Genial. 

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

Maximiliano Schonfeld es uno de los directores de cine más interesantes y sólidos de Argentina. En su cuarta película (Germania, 2012; La helada negra, 2015; La siesta del tigre, 2016), escrita junto a Selva Almada explora el vacío de una muerte prematura, el duelo, desde un lugar psicológico, y donde se confunden y mezclan religión con sexualidad, fantasías o lo natural con lo fantástico sin caer, en ningún momento, en clichés relamidos sino más bien interactuando con el espectador y provocándole a que, a lo largo del film, sea este quien encuentre su propia posición frente a la ambigüedad que él propone la narración.

Maximiliano trabajó junto a un equipo brillante para este film que ronda el thriller psicológico. Con una fotografía muy bien trabajada, delicada e inteligente a cargo de Federico Lastra (director de fotografía de Chaco, 2020) y en el sonido Sofía Straface (directora de sonido en La botera, 2019). Tanto la fotografía como el sonido acompañan sutil pero incisivamente a todo lo que atraviesan los personajes de Jesús López, y los envuelven en atmosferas y climas de tensión latente, omnipresente, y psicológicamente muy angustiante.       

Los huesos Cristóbal León y Joaquín Cociña)

Estos dos directores chilenos ya nos habían entregado un trabajo visual y sonoro impresionante en La casa lobo, película en stop-motion donde nos proponen, como bien dicen Javier Sanfeliu, “imaginar un país dentro de un país del que nadie puede escapar es en sí mismo una pesadilla feroz.” Así  La casa lobo se convertía en pieza clave y de visionado casi obligatorio para todxs nosotrxs.

Pero, ¿cómo seguir después de tan alto debut? Ahí también reside lo interesante de la búsqueda y consecuencia de los autores: Los huesos. Película hermosa y aterradora que es una inmersión en la historia reciente de Chile. Imágenes aterradoras, intrigantes y bastante oníricas expuestas con una sutil belleza. El uso del blanco y negro suma a las sensaciones sonoras y, en suma, pareciera ser una pieza suspendida en el tiempo, en un tiempo y espacio extraño, un paralelo aterrador. Así Cosiña y León van construyendo con mucho rigor un cine de marca personal, tanto por el contenido y narrativa que proponen como también por la técnica y cuidado estético de sus piezas. 

Plus: 

The First 54 Years: An Abbreviated Manual for Military Occupation Avi Mograbi  (2021) Israel

Película nacional :

EL GRAN MOVIMIENTO (Kiro Russo, 2021)

Primera película: 

La palya de los enchaquirados (Iván Mora Manzano, 2021)

Cineasta emergente:

Francina Carbonell, Argentina

***

Bruno Oseguera Pizaña, programador (FICIC), México.

Benediction (Terence Davies)

Pathos Ethos Logos (Joaquim Pinto & Nuno Leonel Coehlo)

The Velvet Underground (Todd Haynes)

En compañía / In Company (Ada Frontini)

Vous ne désirez que moi / I Want to Talk About Duras (Claire Simon)

Mención honorífica | Honorable Mention

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn’t Be Quiet (Ana Katz)

Película nacional: 

Cosas que no hacemos / Things We Dare Not Do (Bruno Santamaría)

Primera película: 

Shiva Baby (Emma Seligman)

Cineasta emergente:

Alexandre Koberidze

***

Tomás Guarnaccia, crítico y editor (Las veredas), Argentina.


Sin orden ni jerarquías:


Babardeala cu bucluc sau porno balamuc / Sexo desafortunado o porno loco, de Radu Jude

Diários de Otsoga, de Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes

Las dos películas que, hasta la fecha, mejor han sabido filmar la pandemia mundial que nos azotó y azota. No porque hayan capturado las grietas de un sistema en su estado más frágil, primitivo y estúpido (algo que a su manera también han hecho), sino por saber problematizar el lugar del arte y el artista frente a esta catastrofe intensificadora de los cáracteres más repulsivos del capitalismo tardio. Con humor, divertimento, belleza y fuerza, el cine filma la tragedia mundial, pero antes se autocritíca y sigue adelante, filmando y observando “los bordes afilados de lo que el mundo tiene para ofrecer”, como diría la poeta Ellen Bass. 

– AI At War, de Florent Marcie

La muerte de un niño en Siria, o la mano amputada de un rebelde en una protesta en París son consecuencias últimas de un largo escalafón de problemas sistémicos. Florent Marcie —además de hacer un cine que parece la bienvenida respuesta descarriada y vital a un problema: ¿cómo filmar lo que, para la buena conciencia occidental, es infilmable?— es el cineasta del encuentro de la última consecuencia y el otro. La sangre, los cuerpos, las bombas, las ruinas, las personas y ahora el advenimiento de la inteligencia artificial se encauzan en una poética que hace del reconocimiento del horror parte de su sistema humanista. No se puede filmar la vida sin reconocer la muerte, y viceversa.  

Los niños de Dios, de Martín Farina

Pr1nc3s4, de Raúl Perrone

Un documental llamado El prof3s1on4l (2016) reúne a estos dos cineastas en tanto documentalista y documentado. Pero el agrupamiento de estos films responde a una pulsión en común de sus realizadores: la ambición y la irrenunciable voluntad de nunca perder de vista la gran escala —un aspecto digno de aplaudir en medio de un cine contemporáneo enamorado de las pinturas menores—Los medios pueden ser escasos, los procedimientos diferentes, pero el arrojo es el mismo. El poder, la fe, la venganza, la dignidad, la épica y la vida en su sentido más estricto y sinuoso son temas a los que estas fantasías no les tienen ningún miedo. Sobre todas las cosas, se impone el hacer cine. 


Película nacional

El perro que no calla, de Ana Katz

Podría hablar de la sensibilidad de Katz para con su tiempo, del filoso retrato de las problemáticas laborales de la juventud contemporánea o de la premonitoria pandemia retratada en el film. Pero hoy prefiero detenerme en otra cosa, en un rasgo material: la perra de la película y el hijo del protagonista no se conocen, son dos extremos de un puente roto; dos puntos solo unidos, de salto en salto, a través de un montaje que no es más que el esbozo del tiempo de una vida. Un tiempo y un montaje ni lineal, ni circular, quizás sí un cálido Kairós criollo que le pasa la pelota al espectador, expresado en cortes que generan un hueco, en la boca del estómago, y el riesgo de dejar mucho vacío por llenar.


Primera película

Amor de verano, de Eline Marx

A Night of Knowing Nothing, de Payal Kapadia

Me tomo el atrevimiento de elegir dos películas, un corto y un largo, dos obras que desgranan el yo y la intimidad que constituyen sus puntos de partida para solapar y amalgamar sus materiales en una tríada de elementos: el lugar del cine / el lugar del sujeto / el lugar de la política. Cine que tensa hilos con el pasado y el futuro para esbozar una pregunta: ¿dónde tengo los pies parados?


Cineasta emergente

Cristian Ponce

***

Natalia Cabral, cineasta (Tú y yo, Una película sobre parejas), República Dominicana.

(Sin un orden específico)

The Power of the Dog (Jane Campion)

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

El Año del Descubrimiento (Luis López Carrasco)

Blanco en Blanco (Théo Court)

Películas que recordé varias veces este año, por trabajo o por azar, y que todavía queman:

News From Home (Chantal Akerman)

Amator (Krzysztof Kieślowski)

Où Gît Votre Sourire Enfoui ? (Pedro Costa)

Memorias del Subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea)

Película nacional:

La Opción Cero (Marcel Beltrán)

Un Cortometraje del Caribe: 

Écoutez le Battement de nos Images (Audrey Jean-Baptiste, Maxime Jean

Baptiste)

Cineasta Emergente:

Luis López Carrasco

***

Diego Lerer, crítico de cine (Micropsia; La Agenda) y prorgamador (Quinzaine des Réalisateurs – CannesPingyao Film Festival – China)

  1. What Do We Do When We Look at the Sky? (Aleksandre Koberidze)  

2. Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

3. In Front of Your Face, Hong Sang-soo

4. The Green Knight (David Lowery)

5. Aheed´s Knee (Nadav Lapid)

Primera película: 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia) India

Película nacional: 

El perro que no calla (Ana Katz)

Cineasta emergente: 

Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis (Il Solengo; Re Granchio).

***

Sven Pötting, programador (Filmfest Dresden – International Short Film Festival), codirector (LAFITA – Lateinamerikanische Filmtage München), Alemania

1) Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Ryūsuke Hamaguchi explora la esencia de la interacción humana en sus películas. Drive my Car -quizás el drama más elegante de 2021- entrelaza el laconismo de un relato de Haruki Murakami con la melancolía del Tío Vania de Antón Chéjov, al tiempo que examina cuidadosamente las huellas que las personas dejan en la vida de los demás.

2) Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / ¿Qué vemos cuando miramos al cielo? (Alexandre Koberidze)

En esta película de Alexandre Koberidze, que parece un cuento de hadas, una pareja que se ha enamorado a primera vista ya no puede encontrarse porque ha cambiado misteriosamente de forma.  Se trata de un homenaje al realismo mágico y de una creencia un tanto nostálgica en la redención a través del poder del cine. What Do We See When We Look at the Sky es dos horas y media de pura poesía.

3) Titane (Julia Ducournau)

La historia de Titane es tan opaca y retorcida que se puede pasar mucho tiempo preguntándose por sus posibles significados. Sin embargo, también se puede limitar a disfrutar de las transformaciones, destrucciones y recreaciones de cuerpos e identidades que se muestran en la pantalla. La película de Julia Ducournau, ganadora de la Palma de Oro, y Possessor, de Brandon Cronenberg, nos ofrecen el mejor dúo de horror corporal de 2021. 

4)The Velvet Underground (Todd Haynes)

¿Cómo se hace un documental de rock sin imágenes de conciertos? The Velvet Underground ofrece un retrato revelador del entorno que dio origen a la banda homónima y a su música, y capta a la perfección la frialdad de la banda. El mejor complemento de la película de Todd Haynes es la recientemente restaurada Songs for Drella, de Ed Lachman, un réquiem pletórico de momentos fascinantes de intimidad que ostenta una documentación de los ensayos del monumento musical de Lou Reed y John Cale a su mentor Andy Warhol.

5) Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

«Si un recuerdo cae en la mente, y no hay nadie cerca para escucharlo, ¿tiene un sonido?» (Nathan Lee). Como en otras películas fascinantes de Apichatpong Weerasethakul, también en Memoria conviven los vivos y los muertos, el pasado y el presente, lo terrestre y lo ajeno. Memoria es una obra maestra del diseño sonoro y posiblemente la película más enigmática sobre la memoria rodada en América Latina. 

Película nacional:

Fabian oder Der Gang vor die Hunde/ Fabian: Going to the Dogs (Dominik Graf)

Basada libremente en una novela de Erich Kästner, la película de Dominik Graf recorre el hedonismo crepuscular de la Alemania prenazi, la época trágica, hedonista y disfuncional de la República de Weimar y hace referencias a la actualidad. El enérgico acto inicial presenta la historia y a sus tres personajes en un furioso montaje de imágenes sexuales, imágenes de archivo en Súper 8, flashbacks, narración en off y visuales en pantalla dividida. Solamente con ese segmento queda claro que Dominik Graf es uno de los cineastas más inteligentes e infravalorados de Alemania. 

Primera película:

Shiva Baby (Emma Seligman)

Las fiestas como eventos catárticos tienen una larga y rica tradición en la historia del cine (como Fanny y Alexander de Bergman o La celebración de Vinterberg). En ese sentido, la película de Emma Seligman, un drama de crecimiento, empeiza con una joven bisexual durante un velatorio tradicional que recuerda los numerosos momentos de celebración y fiesta en el entorno judío de Nueva York evocados por Woody Allen. Sin embargo, Seligman ha encontrado un lenguaje cinematográfico propio y completamente convincente. En Shiva Baby los comentarios agudos y los diálogos triangulares desenmascaran las relaciones (amorosas) y presentan de forma muy divertida una búsqueda de identidad a veces molesta. 

Cineasta emergente

Yann González

Calificado como uno de los directores jóvenes más virtuosos de Francia, Yann Gonzalez sitúa su obra en la encrucijada del cine porno y lo fantástico. Su largometraje Un couteau dans le cœur es un sincero homenaje al género giallo y a la obra de Rainer Werner Fassbinder. Su cortometraje Fou de Bassan se proyectó en Locarno en 2021 y es representativo del valor de su cine y de lo más sugerente e impactante de González al cine queer contemporáneo.

***

Pablo Weber, cineasta (Luto), Argentina.

2021 ha sido un año complejo de analizar, y en esto el cine no ha sido una excepción. Por un lado, veo la consolidación de tendencias históricas muy negativas que hacen a la acumulación desproporcionada de recursos y dinero por parte de corporaciones como Disney y Amazon, a la vez que una consolidación de cierto international style profundamente conservador, misantrópico, cínico y reaccionario, en películas ampliamente aplaudidas y consideradas “una alternativa” al universo estético del Capital hiperconcentrado, tales como Titane (Ducournau), Nomadland (Zhao) o Beginning (Kulumbegashvili): allí, a mi entender, se encuentra el verdadero enemigo. Por otro lado, considero que el circuito de festivales (y alguna que otra aventura del Capital) nos ha brindado muy buenas películas, construcciones cinematográficas a partir del presente (Jude), el siglo XX (Bordenave), el deseo, la locura y la revolución (Verhoeven) o incluso el amanecer de la cultura occidental (Khavn y Kluge), al igual que nos permite tener esperanzas con el futuro de la imaginación a gran escala (Villeneuve) y la relación de nuestra disciplina con las otras artes, como en el caso de Drive my Car, cuyo monólogo final, el famoso monólogo del Tío Vania de Chekov es interpretado por un personaje sordo-mudo, en la que es, a mi entender, la escena cinematográfica del año. Esta parece ser una constante de nuestro arte, que ha vivido en “crisis” desde su nacimiento: mientras más muerto parece estar, más nos demuestra su grandeza. Para cerrar, y pido perdón si entro en el terreno de la literatura del yo, el 2021 me ha regalado la mejor representación cinematográfica que yo haya visto de mi ciudad, Córdoba, en el cortometraje de Sonzini y Salinas.

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Drive my car (Hamaguchi)

Dune (Villeneuve)

Orphea (Khavn y Kluge)

Zeros and Ones (Abel Ferrara) 

Película argentina: 

Mi última aventura (Sonzini, Salinas)

Primera película: 

Estrella Roja (Sofía Bordenave)

Tatiana Mazú González, que, si bien no ha estrenado película propia este año, es el nombre que inmediatamente pienso al pensar en una cineasta cuyas primeras aproximaciones cinematográficas admiro y cuyos próximos trabajos espero con ansias.

Cineasta emergente: 

***

Qiu Sheng, cinéfilo y director (Suburban Birds), China

인트로덕션 / Introduction (Hongs Sang-soo)

France (Bruno Dumont)

Herr Bachmann und seine Klasse / Mr. Bachmann and His Class (Maria Speth)

Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Il Buco / The Hole (Michelangelo Frammartino)


Película nacional: 

Limbo (Soi Cheang)

Primera película:

Friends and Strangers (James Vaughan)

Cineasta emergente:

Guillaume Brac

***

Luciano Monteagudo, crítico (Página/12) y consultor de programación (Berlinale), Argentina.

Ante la dispersión que se produjo por causa de la pandemia y la expansión de las plataformas es cada vez más difícil caracterizar un estreno, por lo que me atengo a la consigna de la Internacional Cinéfila: “Elegir por orden alfabético o preferencia cinco títulos estrenados en el 2021 en festivales, plataformas o cines comerciales”. Todos los títulos elegidos tuvieron su estreno mundial (virtual o presencial) durante el 2021. Si privilegio algunos títulos menos conocidos sobre otros más difundidos, lo hago con la ilusión de provocar interés y curiosidad por películas que considero muy valiosas y que no han tenido, ni siquiera en el circuito de festivales, la exposición que merecen. Asimismo, consigno que por diversos motivos no pude ver las películas más recientes de algunos directores que sigo con fervor, como Apichatpong Weerasethakul, Miguel Gomes, Lav Diaz y Bruno Dumont, pero tengo la certeza de que estarán bien representados en esta encuesta.

Babardeala cu bucluc sau porno balamuc / Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Sichuan hao nuren / The Good Woman of Sichuan (Sabrina Zhao)

A River Runs, Turns, Erases, Replaces (Shengze Zhu)

Hygiène sociale (Denis Côté) 

 Película nacional:

Esquí (Manque La Banca) 

Primera película: 

Në kërkim të Venerës / Looking for Venera (Norika Sefa)

Cineasta emergente: 

Hamaguchi Ryūsuke 

Ya se había dado a conocer internacionalmente en Cannes 2018 con Asako I & II, pero su doblete del 2021 con Wheel of Fortune and Fantasy y Drive My Car confirman que el japonés es un director que tiene mucho para decir, que lo dice muy bien y que tiene un futuro por delante. Con respecto a su pasado, sería deseable que algún festival o cinemateca pudiera hacer circular una retrospectiva con sus ficciones y documentales previos a 2018, que casi no salieron de Japón.

***

Gürcan Keltek, cineasta (Meteors, Gulyabani), Turquía.

Earthearthearth – Daïchi Saïto

We – Alice Diop

Memoria – Apichatpong Weerasethakul

Landscapes of Resistance – Marta Popivoda

The Tale of King Crab – Alessio Rigo de Righi & Matteo Zoppis 

Película nacional: 

Sprits And Rocks: An Azorean Myth – Aylin Gökmen 

Primera película:

A Night of Knowing Nothing – Payal Kapadia

Cineasta emergente:

Jessica Beshir (Faya Dayi) 

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Jérôme Baron, director artístico(Festival des 3 Continents), Francia. 

1. Gūzen to Sozo / Wheel of Fortune and Fantasy, Ryusuke Hamaguchi, Japan

2. Doraibu mai ka / Drive my car, Ryusuke Hamaguchi, Japan

3. Hago trampa: tres películas francesas:: All Hands on the deck / A l’abordage, Guillaume Brac, Tralala, Larrieu’s brothers, France, Bruno Dumont.

4.  Diários de Otsoga / The Tsugua Diairies, Miguel Gomes, Portugal

5. First Cow, Kelly Reichardt, USA / .Old, M. Night Shyamalan, USA. / Aline, Valérie Lemercier, France, / Ahed’s knee, Nadav Lapid, Israël-France

Bonus: 

The First 54 Years – An  abbreviated Manual for Military Occupation , Avi Mograbi, France-Israël.

A Rivers runs, turns, erases, replaces, Shengze Zhu, USA/China

The inheritance, Ephraim Asili, USA

Películas nacionales: 

Las tres mencionadas en la lista principal 

Primera película: 

A New old play , Qiu Jiong Jiong / Hong Kong-France

En este caso se trata de un primer largometraje de ficción porque el director había hecho documentales. 

Y quisiera añadir: 

Feathers, Omar El Zohairy, Egypt.

Cineasta emergente: 

Guillaume Brac (cortos, un mediometraje y tres películas) 

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Denis Côté (Social Hygiene, Ghost Town Anthology), Canadá.

Annette (Leos Carax)

Serre moi fort – Hold me Tight (Mathieu Amalric)

The Souvenir 2 (Johanna Hogg)

Theo et les métamorphoses – Theo and the Metamorphosis (Damien Odoul)

What Do We Do When We Look at the Sky? (Aleksandre Koberidze)  

Cineasta emergente: 

Chaitanya Tamhane

***

Jendrik Walendy, programador ( Filmfest Hamburg), Alemania.

Drive my Car (Ryūsuke Hamaguchi)

Una película tan tierna como precisa en su retrato de las personas que se enfrentan a su pasado. Entrelazando inteligentemente a Murakami, el Zen y Chejov, Hamaguchi crea una fábula interior sobre nuestra incapacidad para entendernos completamente; cautivadoramente melancólica e incluso más seguro que el otro gran lanzamiento de Hamaguchi en 2021, «Wheel of Fortune and Fantasy».

Fabian – Going to the Dogs (Dominik Graf)

¿Es una maldición o la especificidad cultural de su obra lo que impide que Graf, el más original de los cineastas alemanes, sea reconocido (y proyectado) internacionalmente? En esta ocasión, se trata de una adaptación libre de la obra seminal de Erich Kästner sobre el Berlín de los años 20 que fusiona presente y pasado, romanticismo e ideales, perdidos en el curso de la historia del siglo XX.

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Un retrato lírico, más que una historia de amor, y todas las posibilidades resplandecientes de un lugar. En este caso, se trata de Kutaisi, la ciudad georgiana que Koberidze inscribe en el mapa cinematográfico como la capital del realismo mágico. Partiendo de lo mundano, la película incorpora lúdicamente los acontecimientos cotidianos en su narrativa de encuentros perdidos y el sinuoso camino del destino. 

On the Job: The Missing 8 (Erik Matti)

Una epopeya extensa, violenta y políticamente comprometida con la corrupción en Filipinas. Erik Matti propone un viaje sin aliento a través del pantano del poder, señalando con el dedo en dirección a la despiadada administración de Duterte. Un guion inteligente y una excitante puesta en escena crean un relato infinitamente emocionante. 

The Power of the Dog (Jane Campion)

Una obra de cámara psicológica disfrazada de western con algunas de las actuaciones más emocionantes del año (especialmente Kodi Smit-Mcphee). Campion crea cuidadosamente un momento tras otro que va desgranando pausadamente las capas de sus complejos personajes al mismo tiempo que aumenta la tensión.

Película alemana: 

Fabian – Going to the Dogs (Dominik Graf)

El hecho de haber sido ignorada (en su mayor parte) en los premios del cine alemán y de no haber sido elegida candidata nacional a los premios de la Academia demostrar todavía más lo intransigente y compleja que es la visión de Graf.

Primera película:

Virgin Blue (Niu Xiaoyu) / Shen Kong (Chen Guan). 

Dos estrenos imaginativos provenientes de China que impide decirse por uno u otro. Shen Kong transforma el paisaje pandémico en un campo de juego para las emociones que se desbocan entre la lujuria, la ira y el sinsentido. Virgin Blue es un híbrido experimental increíblemente creativo en su uso de la luz, las imágenes dibujadas a mano y las secuencias musicales más divertidas vistas en mucho tiempo.

Cineasta emergente: 

Alexandre Koberidze

Let the Summer Never Come Again fue una audaz declaración artística, utilizando las imágenes pixeladas de un teléfono móvil barato para concebir una forma que puede describirse mejor como impresionismo digital. What Do We See When We Look at the Sky? utiliza una cámara convencional, pero Koberidze demuestra su originalidad de otras maneras, utilizando dispositivos estilísticos y narrativos que están profundamente imbuidos por la historia del cine, pero también son exclusivamente suyos. La variedad de su trabajo hasta la fecha hace difícil predecir qué camino seguirá, lo que lo hace aún todo más emocionante.

***

Violeta Kovacsics, crítica de cine (Caimán Cuadernos de cine), España. 

Petite maman (Celine Sciamma)

Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Inteurodeoksyeon / Introduction (Hong Sang-soo)

Annette (Leos Carax)

Wheel of Fortune and Fantasy (Ryusuke Hamaguchi) 

Película española:

Karen (María Pérez Sanz)

Primera película: 

Das Mädchen und die Spinne / The Girl and the Spider (Ramon Zürcher, Silvan Zürcher)

Cineasta emergente:

Luis López Carrasco

Un recuerdo de lo que fue el año anterior, 2020, que comenzó con el estreno en Róterdam de El año del descubrimiento y terminó con la película de Luis López Carrasco en los cines españoles. No sé si López Carrasco es emergente o si ya ha emergido, pero él, como Carlos Vermut, son dos de las voces más estimulantes del cine español contemporáneo. De sus películas se citará el compromiso político, pero aquí me permito reivindicar su discurso político a partir de la creación de tiempos únicos, en los que el pasado reciente y el presente se funden a partir de las texturas.

***

Juliano Gomes, crítico de cine (Cinética, an online film criticism journal.  https://juliano-gomes.com/), Brasil. 

El cuervo, la fosa y la yegua (Beatriz Santiago Muñoz)

Quedé completamente hipnotizado por la película. Es raro que una película sea tan fiel a sí misma y tan divergente al mismo tiempo. Hacer de la multiplicidad un método es cosa de grandes artistas. Es un poco como si fuera un sueño soñara con la realidad, podría ser algo así. Una lección sobre la especulación y objetividad. El archipiélago convertido en método y práctica cinematográfica.

Kalsubai  (Yudhajit Basu)

Es raro que un mito pueda ser traducido  al sonido y a la imagen manteniendo su opacidad y su estructura. La película más bella sobre cuestiones de género que he visto este año. Y la más hermosa puesta en escena. Antes de que existieran los humanos, ya existía el teatro de las cosas. Esta película también lo celebra.

Nuhu yãgmu yõg hãm: essa terra é nossa! (Isael Maxakali, Sueli Maxakali, Carolina Canguçu, Roberto Romero)

Esta película cartográfica y pedestre de los Maxakali es otro de sus musicales de intervención. Una clara muestra de la vitalidad del cine artesanal que se hace en estas tierras. Un arte hecho con las manos, la voz y los pies. Y también es una de las más bellas whitenografíaque se han hecho en el cine. Un hito que ojalá abra más puertas al cine experimental autóctono en todo el mundo.

Summer (Vadim Kostrov)

Kostrov parece hacer un cine regresivo, una vuelta a lo más básico, que llega en un momento oportuno. La gramática de los planos fijos y largos da lugar a una ficción incierta que tiene una gracia un poco camp y casi austera. Un cine de crónica que hace del anacronismo una herramienta lírica y singular.

White Album (Arthur Jafa)

La obra de Jafa es un tratado sobre la impropiedad. Son tragicomedias documentales realizadas por un saboteador del mundo del arte, y también por uno de los principales intelectuales de América. Es una verdadera lástima que sus películas no se vean a menudo en la gran pantalla y de forma colectiva. Es un cine que destila colectividad en todos los niveles. Una obra maestra de la whitenografía. Y un recordatorio de la importancia de la transmutación de la violencia como algo esencial para el arte y para la ciudadanía; es un error tratar de esconder la violencia; está ahí dentro de nosotros para ser trabajada, juntos.  

Película nacional: 

Gargaú (Bruno Ribeiro)

Me impresionó mucho el cortometraje de Bruno Ribeiro. Tengo una fascinación por las películas que corren el riesgo de ser casi nada, películas sobre y desde la contingencia y la arbitrariedad y la fugacidad de la vida. Para mí, fuera de Internet, fue la mejor comedia brasileña que vi este año. Bruno es, sin duda, un artista de su generación a tener en cuenta. Es uno de los pocos que no está ahí para complacer a los comunicados de prensa de los festivales.

Primera película: 

Écoutez le battement de nos images (Maxime Jean-Baptiste & Audrey Jean-Baptiste)

La experiencia de la pandemia plantea preguntas sobre lo básico, sobre el vacío, sobre lo que es no tener casi nada. Esta fue la película que más me impresionó de las tantas que se dedican a este tipo de preguntas. Una ciencia ficción y una trama historia sobre el vacío como condición colonial. No olvidaré la textura de los vacíos que los dos cineastas han organizado acá. Siempre es bueno recordar que el cine es sobre todo ritmo.

Cineasta emergente: 

Dos prolíficos artistas: Vadim Kostrov y Naju.

Jóvenes artistas que producen sin parar, y que organizan imágenes del territorio que les rodea. Kostrov en la lentitud del frío ruso; Naju, en la velocidad de sus vertiginosos mini noticiarios. Si los festivales no se abren a lo que ocurre fuera de su alcance, estarán perdiendo a muchos grandes artistas. Hay un cine muy vivo, en Brasil y en todo el mundo, que ignora y no depende de los festivales, un cine que circula por otras vías. Sigan el canal de Najur en instagram https://www.instagram.com/najur__/ y estén atentos a la avalancha de películas de Vadim. Si tenemos suerte, estarán por mucho tiempo haciéndonos sentir y pensar que el cine es esencialmente, siempre, «algo más».   

***

Jordan Cronk, crítico de cine (Artforum, Cinema Scope, Film Comment) and programador (Acropolis Cinema), Estados Unidos. 

Il buco (Michelangelo Frammartino)

Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

France (Bruno Dumont)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Película nacional: 

Cry Macho (Clint Eastwood)

Primera película:  

Espíritu sagrado / The Sacred Spirit (Chema García Ibarra)

Película emergente: 

Alexandre Koberidze

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Aaron Cutler, crítico de cine y programador (Mutual Films/The Moviegoer), Estados Unidos-Brasil.

Cinco buenas películas que se estrenaron en 2021:

Bicentenario (Pablo Alvarez-Mesa)

Das Mädchen und die Spinne / The Girl and the Spider (Ramon Zürcher + Silvan Zürcher)

Jia ting lu xiang / All About My Sisters (Wang Qiong)

Los huesos The Bones (Cristóbal León + Joaquín Cociña) 

Train Again (Peter Tcherkassky)

Una hermosa película de 2020 que vi solamente en 2021: Al Largo (Anna Marziano)

Una película de 2021 que no vi todavía y tengo ganas de ver: Neptune Frost (Anisia Uzeyman + Saul Williams)

Un buen largometraje que se estrenó: Wood and Water (Jonas Bak)

Película nacional: 

Una buena película de los Estados Unidos: 

From Bakersfield to Mojave (James Benning).

Una gran sorpresa que tiene buen humor y ostenta simplicidad. 

Una mención honorable:

Polycephaly in D (Michael Robinson):

Una obra compleja y ambiciosa cuyos valores incluyen la secuencia mas bien montada del año.

Una buena película de Brasil:

 Yãy Tu Nuhnãhã Payexop: Encontro De Pajés Yãy Tu Nuhnãhã Payexop: Shamans’ Meeting (Sueli Maxakali). 

Película de una gran artista contemporánea y codirectora de la magnifica Nũhũ Yãg Mũ Yõg Hãm: Essa Terra É Nossa! (que ganó la mas reciente edición de Sheffield Doc/Fest). La nueva película es un documental sobre un encuentro entre personas indígenas y el mundo espiritual realizado para curar las heridas de COVID-19. Parte del relato fílmico abarca temas como la repatriación, la recuperación y la recreación de un modo fascinante. 

Cineasta emergente: 

Morgan Quaintance (https://morganquaintance.com/). 

Los cineastas que consideramos “descubrimientos” frecuentemente están produciendo hace un buen rato. Entonces, yo elijo un artista fascinante cuyas películas (SouthSurviving You, AlwaysA Human Certainty, y otras) descubrí este año, y cuyo cine trata sobre el proprio tema de lo emergente emergencia y los procesos de devenir, tanto en lo individual como en lo social, o en la conjunción de ambas. 

Una buena muestra: “Amos in Wonderland” (Punto de Vista, https://www.puntodevistafestival.com/es/edicion_anterior_v2.asp?Urtea=2021&IdSeccion=128&IdContenido=655

Un buen libro de/sobre 2021: Scratches and Glitches: Observations on Preserving and Exhibiting Cinema in the Early 21st Century (Jurij Meden)

Un buen texto de/sobre 2021: “On Criticism” (Abby Sun) (https://wochederkritik.de/en_US/magazine/criticism-abby-sun/

Un gran trabajo curatorial en 2021: Janaína Oliveira. Entre diferentes esfuerzos (la mas reciente edición del Flaherty Seminar, una retrospectiva brasileña del cine de Med Hondo, la realización anual del Encontro de Cinema Negro Zózimo Bulbul y tantos otras), la curadora brasileña mostró – con rigor, humanismo y originalidad – que obras y personas son muchas veces mas interesantes cuando existen diálogos entre ellas, y que todo el mundo puede ganar cuando se hace un trabajo con energía positiva.

Una esperanza: Que sea un buen 2022 para todos nosotros, y que podamos aprovechar bien de las salas físicas de cine. 

***

Tatiana Mazú González, cineasta (“Río Turbio”, “Caperucita Roja”), colectivo Antes Muerto Cine, Argentina. 

Bad Luck Banging or Loony Porn de Radu Jude.

La inteligencia ácida, maravillosa y sin límites que despliega a la hora de pensar la historia 

Ou en êtes vous, Teresa Villaverde? de Teresa Villaverde

Una pequeña película que vi en la computadora, mucho antes de que pudiéramos volver a las salas de cine y que me hizo extrañar como ninguna otra la experiencia plenamente física de habitar este mundo, hermoso y doloroso a la vez: 

¿Quién lo impide? de Jonás Trueba

El cielo está rojo” de Francina Carbonell. 

Dos películas que pude ver, por suerte, en sala y que me atravesaron con su confianza infinita en el cine, de formas totalmente distintas, quizás incluso opuestas.

Love with Obstacles (Dora García)

Dora García revolviendo con un cuidado fascinante el archivo personal de la igualmente fascinante Alexandra Kollontai, para recordarnos que muchas de las preguntas que nos hacemos hoy se las hicieron en plena revolución las olvidadas feministas soviéticas.  

Película nacional:

Películas nacionales, en plural: “Las picapedreras” de Azul Aizenberg, “Luto” de Pablo Martín Weber, “Engomado” de Toia Bonino, “Qué será del verano” de Nacho Ceroi y “La luna representa mi corazón” de Juan Martín Hsu

Primera película:  

“El cielo está rojo” de Francina Carbonell.

Una y mil veces. Precisión y rabia.  

Cineasta emergente:

Por un lado, Pablo Álvarez Mesa (me pregunté mucho por qué nadie filmó la “Bicentenario” argentina cuando la vi). 

Por el otro, dos experiencias colectivas: lxs colombianxs de “La Vulcanizadora” (este año estrenaron la belleza de “Abrir Monte” de María Rojas) y, desde Chile, “V.L.O.P. Cinema – Venganza Latinoamericana Organizada del Pueblo”, a quienes pude conocer por su poderoso trabajo con cine experimental en cárceles, particularmente en relación a lxs presxs de la revuelta.  

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Jens Geiger, curador, programador (Kassel Documentary Film and Video Festival; VoD-network Cinemalovers), Alemania.

Este año, las olas de la pandemia y un nuevo enfoque profesional llevaron a una lista que se siente más amplia en algunos aspectos, más específica en otros, en comparación con mis preferencias de años pasados. He visto menos películas en el cine que nunca antes en mi vida profesional y menos películas en general. Pero los títulos de la lista son piezas realmente fascinantes de arte y amor en la época del Corona y estoy seguro de que prevalecerán en la era post-pandémica.

Bad Luck Banging or Loony Porn / Babardeală cu bucluc sau porno balamuc (Radu Jude)

Drive my Car (Ryūsuke Hamaguchi)

Feast / Feast (Tim Leyendekker) 

Landscapes of Resistance /Pejzaži otpora  (Marta Popivoda)

Memoria / Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Película nacional: 

Mr Bachmann and His Class / Herr Bachmann und seine Klasse (Maria Speth)

Primera película: 

El Planeta / El Planeta (Amalia Ulman)

Cineasta emergente: 

Anocha Suwichakornpong

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Javier H. Estrada, crítico de cine (Caimán. Cuadernos de Cine), programador (Festival de Sevilla, Oberhausen y FILMADRID), España. 

Muchos pensaban que 2021 sería un año devastado en lo cinematográfico, plagado de películas ombliguistas y confinadas, resultando en una sequía de obras realmente audaces. Pero nos hemos encontrado con todo lo contrario. Han surgido voces únicas en cualquier rincón del mundo, se ha concebido un cine expansivo y generoso que desafiaba los límites del audiovisual, y sobre todo el humanismo ha prevalecido. Trabajos que reafirmaban el cine como experiencia colectiva, tal y como nació este arte que sigue tan o más joven y deslumbrante que a finales del siglo XIX. Porque en 2021 vivimos una verdadera edad de oro cinematográfica. En realidad todos los años han sido dorados, pero para convencernos necesitamos espectadores, críticos y programadores curiosos, dispuestos a romper con lo conocido y asomarse a los abismos que proponen los nuevos creadores. 

De la India (por partida doble)  a Túnez, pasando por Polonia y Japón. 5 óperas primas  (o primeros largos en solitario) que nos reconcilian con el ser humano y el poder del cine como expresión que funde lo íntimo con lo global, sirviendo de espejo a nuestras propias vivencias pese a lo recóndito de su procedencia. 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia) India

Black Medusa (ismaël) Túnez

Pebbles (Vinothraj P.S.) India

Anatomia (Ola Jankowska) Polonia

Obake (Hiromichi Nakao) Japón

Película nacional y primera película: 

En realidad las dos son intercambiables, puesto que suponen sendos debuts en el largometraje de cineastas que ya habían destacado en el corto, y que se erigen en las películas españolas más estimulantes del año. 

Espíritu sagrado (Chema García Ibarra)

Rendir los machos (David Pantaléon)

Cineasta emergente

Tras la monumental Let the summer never come again (2017), con este segundo largo Koberidze se confirma como uno de los verdaderos poetas de lo cotidiano y probablemente el director más luminoso del momento. 

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze) Georgia 

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Pedro Adrián Zuluaga, crítico de cine (Diario Criterio), Colombia

En 2021, lo que llamamos realidad siguió comprimiéndose. Frente a ese estado de cosas, el mejor cine propuso otros mundos posibles y se abrió al al trance de la visión. Frente el mundo único y el desastre, la imaginación. Veo en mi selección de este año una fuga hacia ciertas periferias del mundo, lugares donde el fin de la historia, o el final del cine, son inconcebibles. Todo puede volver a empezar, como en el viaje de la protagonista de Memoria: “cuando el día llega a su fin, Jessica se despierta con una sensación de claridad”.

1. Wheel of Fortune and Fantasy (Ryusuke Hamaguchi) 

2. Faya Dayi (Jessica Beshir)

3. Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

4. Diários de Otsoga /The Tsugua Diaries (Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes)

5. El gran movimiento /The Great Movement (Kiro Russo)

Primera película:

Eles transportan a morte / They Carry Death (Helena Girón y Samuel M. Delgado)

Película nacional:

Tantas almas /Valley of Souls (Nicolás Rincón Gille): José sale de su casa en busca de dos hijos que han sido desaparecidos por fuerzas paramilitares. Lejos de su hogar, encuentra una nueva comunidad, lazos de solidaridad que resisten frente a los intentos de arrasar con la vida. Esta primera película de ficción de Rincón Gille, consolida una obra que con una trilogía documental, un corto y Tantas almas, se erige como un invaluable manifiesto ético y cinematográfico en la Colombia actual.

Cineaste emergente:

Kiro Russo 

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Marcela Gamberini, docente, crítica de cine (Con los ojos abiertos, Subjetiva), Argentina.

Drive my car (Ryusuke Hamaguchi)

What do we see when we look at the sky? (Alexander Koberidze)

El perro que no calla (Ana Katz)

Después del invierno/ Winter Adé  (Helke Misselwitz)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

3SCOMBRO5 (Raúl Perrone)

Los huesos (Cristóbal León y Joaquín Cociña)

Mi elección este año supera las cinco solicitadas y podría haber sido un poco, sólo un poco más extensa. Estas elecciones están atravesadas horizontalmente por la vitalidad que cada una de ellas pone en juego,  por la puesta en valor de la experiencia, por el lento y siempre sombrío recorrido de la memoria, por la valoración del registro sonoro y por su mirada anticipatoria. Además, las elijo porque cada una, de modos disimiles, me conmovieron y soy de las que todavía prefiero la emoción a la racionalidad.

Película nacional:

Adiós a la memoria (Nicolás Prividera), Medium (Edgardo Cozarinski) y Nosotros nunca moriremos (Eduardo Crespo). Las elijo por sus diferencias formales, estéticas y también las elijo por sus similitudes temáticas.

Primera película:

Estrella roja (Sofia Bordenave), película argentina vista en el festival de Mar del Plata; me sorprendió gratamente, sin conocer a la directora. Su mirada va mucho más allá de una primera película y expone todo un horizonte de lecturas, películas y conocimiento que seguramente Sofía tiene en su haber. Y esto es muy escaso en el abúlico mundo en el que habitamos.

Cineasta/s emergente/s:

Martin Sappia y Pablo Weber

Espero con mucha ansiedad y placer aquello que estos autores diagramen para sus próximas películas.

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Pablo García Canga, cineasta, creo, (La nuit d’avant), no sé si programador (Punto de Vista de Navarra), autor de un libro más o menos sobre Ozu, España. 

Por razones varias este año hay muchas películas recientes que me gustaría ver y que todavía no he podido ver. Van cuatro que sí vi. El orden es azaroso.

Minamata Mandala, de Kazuo Hara:

Es un documental de seis horas sobre la situación actual de los afectados por el síndrome de Minamata (envenenamiento con mercurio por vertidos al mar de una empresa japonesa durante parte del siglo XX). A cada instante la película trata de ese tema y al mismo tiempo con cada personaje Kazuo Hara encuentra el ángulo particular desde el cual contar su historia. Sin perder nunca el hilo central se convierte también, según los momentos, en una película sobre la dignidad, sobre la perseverancia, sobre la responsabilidad, pero también sobre el amor, sobre el matrimonio, sobre el entusiasmo científico. Es una película sólo sobre Minamata pero es, también, todo un mundo. 

La ruleta de la fortuna y de la fantasía, de Ryusuke Hamaguchi:

Me chiflan sus escenas tan largas y tan dialogadas entre muy pocos personajes, cómo se deja llevar por la ficción, cuantos giros de situación hay en los diálogos, más allá de cualquier realismo de la conversación, de una manera por así decir teatral. ¿Qué nos revela el teatro cuando tiene que respetar ciertas unidades de lugar y de tiempo, ciertas limitaciones, y, al respetar esas limitaciones, condensa las situaciones como casi nunca podríamos verlas en la vida real? Y, al mismo tiempo, a pesar de ese irrealismo de la condensación, hay personajes que dan ganas de conocerlos, que parece que te los podrías encontrar por la calle. Yo, por ejemplo, tengo la sensación de que la mujer de la segunda historia existe realmente, ahora, en alguna calle de Japón o de algún otro lugar del mundo, quizás aquí al lado, a la vuelta de la esquina, en la noche de Barcelona. 

Vas-tu renoncer?, de Pascale Bodet:

El tono de las películas de ficción de Pascale Bodet, al mismo tiempo cómico y seco, lleno de gracia y, quizás, de desesperación (creo que no es esa la palabra) es algo tan singular, tan inimitable y, probablemente, tan irrecuperable por ningún discurso, que es como si sus películas inventasen un mundo aparte, muy parecido a nuestro mundo cotidiano, casi casi el mismo, pero con una diferencia que cuestiona el mundo ese que llamamos real, una diferencia que hace que el mundo real parezca irreal, o que se nos revele lo que tiene de irreal, de absurdo. Son películas que, a su manera, rompen cosas. En esta película hay, además, actores increíbles, que hacen cosas que parece que nadie más podría hacer (cierto grito mudo de Pierre Léon, el lenguaje inventado de Serge Bozon, la figura toda, contenida y a flor de piel, de Benjamin Esdraffo). 

Baleh-baleh, de Pascale Bodet:

En sus documentales Pascale Bodet se inventa otra cosa, diferente de sus ficciones. En este, por ejemplo, reinventa el arte del retrato cinematográfico. Es como si fuese uno de esos retratos pictóricos con objeto, un libro, una manzana, lo que sea, pero en el que lo que hiciese posible el retrato, fuese ese objeto, como si sin el libro o la manzana no fuese posible pintar de veras y ver de veras al hombre retratado. Lo que hace es darle a un amigo un cuento asiático para que lo lea y después, hablando del cuento con él, hablando el amigo con otras personas del cuento, descubrimos la vida del amigo y también va emergiendo algo más amplio, la vida del trabajo, diría yo, aquello que hacemos con nuestro tiempo, aquello que nos dejan hacer con nuestro tiempo, aquello que nos hace sentir príncipe, sol o picapedrero. Pascale Bodet hace que una persona y un cuento se encuentren y filma ese encuentro, nada más, pero había que inventar esa forma y saber hacerla vivir y ver aparecer en ella algo mucho más amplio pero que, como Kazuo Hara en su película, tampoco olvida nunca su centro. 

Película nacional:

Todavía no he visto muchas de las películas españolas de este año que podrían interesarme. En realidad, como quedará confirmado en mi respuesta al punto siguiente, yo a estas cosas debería de responder con al menos un año de retraso, por no decir cuatro o cinco años de retraso. Dicho esto, de las que he visto, creo que una película española que recordaré y en la que seguiré pensando es 918 Gau, de Arantza Santesteban, de la que se me han quedado detalles, fragmentos de historia, ideas de puesta en escena, invenciones formales (sobre todo lo que hace con las fotos y los mensajes a un teléfono pero también otros momentos, una cierta sensación de estar construida por bloques, por ladrillos compactos puestos el uno junto al otro). En realidad, preferiría hablar de ella cuando vuelva a verla porque me pilló en un momento en el que estaba sobre todo ansioso de ideas formales y narrativas y no es poca cosa aquello de lo que la película trata.

Primera película: 

Aquí lo siento mucho pero no voy a ser nada de actualidad, aunque sí muy de actualidad respecto a mí mismo, respecto a lo que me ha importado este año. Voy a citar dos óperas primas españolas, una de 2016 y otra de 2018 que no había visto hasta este año pero que, cada una a su manera, me hicieron feliz, feliz por saber que sus autores existen, que hacen películas, que van a hacer más.  

Nos parecía importante, de Marc Ferrer:

Es una película hecha con casi nada, en Barcelona, una ópera prima muy ópera prima, o muy como eran las óperas primas en otro tiempo, cuando se hacían por puro impulso, fuera de cualquier industria, llena de referencias, de planos que son como apuestas, pero apuestas que funcionan. Una película al mismo tiempo referencial y real, como si lo referencial fuese un pequeño pudor a la hora de ser real, o como si lo referencial fuese el truco que permite mirar, tal cual son, ciertos lugares, ciertas maneras de vivir, de trabajar, de quererse, de no quererse, de tener dinero o de no tenerlo. Es una película realista con una historia nada realista sobre una pistola, por ejemplo. Una película que sabe que el cine puede ser eso, al mismo tiempo juego y realidad, no solo un polo o el otro. Una película que apuesta a que, si juegas con seriedad, lo otro, lo que no es juego, el mundo en el que ruedas, también aparecerá. Una película, además, que inventa a sus actores, el propio Marc, Júlia Betrian, Zaida Carmona (aún más en películas posteriores) que inventa con ellos un tono y una manera de estar en el plano, yendo de la gracia del modelo bressonniano a la gracia graciosa en un mismo gesto. 

Viaje al cuarto de una madre, de Celia Rico 

Es casi lo opuesto a la película anterior. Es una película realista y, aparentemente, muy controlada, que recuerda a Ozu y a Akerman pero que en ningún momento parece rendirles homenaje, que más bien se encuentra con Ozu porque busca lo mismo que él y acaba utilizando, por momentos, herramientas similares. Si las dos películas tuviesen algo en común quizás sería hasta qué punto son películas hechas por alguien que conoce los lugares donde filma, Marc en Barcelona, Celia en su pueblo sevillano, los conocen tan bien que van a lo esencial, que no ceden ni un plano al turista. Son películas que también saben decir no. En ese sentido, son muy bellos los “noes” de Celia, ese saber quedarse casi en un único lugar, ese seguir mirando a su personaje de madre de mil maneras que se repiten y que al mismo tiempo son, cada vez, diferentes. En esta película unos pocos “noes” hacen nacer incontables “síes”, incontables detalles que, sin los “noes” quizás nunca habrían sido filmados, habrían quedado en la sombra de todo aquello que existe y que sin embargo nadie filma. 

 Cineasta emergente

A mí me gustaría que emergiera, por ejemplo, Hugo Amoedo, que hizo hace unos años un cortometraje, Europa, que no vi hasta hace unos días y que por momentos sabe hacer cosas, tener un desenfado un poco desesperado, o una desesperación un poco desenfadada, que me dan bastante envidia. 

También están los que cité en lo de la ópera prima. Y Zaida Carmona, que sale en la película de Marc y que ha hecho un cortometraje bello, Son ilusiones. (Y ahora que lo pienso Hugo y Zaida riman en su manera de filmarse a sí mismos.)

Y sé que iba a decir más pero de pronto me quedé en blanco. Luego lo lamentaré porque esto de los cineastas emergentes en realidad es lo único importante de responder. 

Ah, bueno, yo siempre diría Dominique Baumard, hasta que todo el mundo lo sepa: Paroles/Images/Vitez…

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Celina Murga, guionista y directora (Ana y los otros, Una semana solos, Escuela Normal y La tercera orilla) y directora artística (Ficer), Argentina.

Este año, por mi trabajo como directora artística del festival internacional de Entre Rios (Ficer),  vi mayormente muchas películas argentinas. Es por esto que decidí circunscribir mi selección a películas de nuestro país, con la excepción de una única película española que me parece hermosa y creo que ha pasado muy desapercibida.

Jesus lopez de Maxi Schonfeld 

Camila saldrá esta noche de Inés Barrionuevo

Años cortos días eternos de Silvina Estevez

El perro q no calla de Ana Katz

La calle del agua de Celia Viada Caso.

Mención honrosa: 

Errante corazón de Leo Bresciki 

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Diego Brodersen, crítico de cine (Página 12) y director artístico (Sala Lugones), Argentina.

Doraibu mai kâ / Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Petite maman (Céline Sciamma)

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / What Do We See When We Look at the Sky? (Aleksandre Koberidze)

Train Again (Peter Tscherkassky)

Película nacional: 

El perro que no calla (Ana Katz)

Primera película: 

La hija oscura / The Lost Daughter (Maggie Gyllenhaal)

Cineasta emergente

Julia Ducournau

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 Mehrnaz Saeed-Vafa, cineasta (Jerry y yo), crítica de cine (Kiarostami), Irán-EE.UU. 

Memoria  (Apichatpong Weerasethakul) 

Passing: Rebecca Hall

The Power of Dog (Jane Campion) 

Solo estas treestastres.

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Diego Trerotola, crítico de cine (Página/12) y director artístico (Asterisco), Argentina.

El perro que no calla (Ana Katz)

Si el cine de Katz ya jugaba a enrarecer la comedia hasta volverla extraña a sí misma, ahora convierte su propio subgénero en la versión más extraterrestre. Un modo de producción con un quinteto de directores de fotografía que desafía la mirada lineal; una vitalidad estética que incluye extrañas animaciones conjugadas con realismo; una deriva narrativa con elipsis que sacuden la narración a cada paso; una potencia imaginativa que no calla.

The Annotated Field Guide of Ulysses S. Grant (Jim Finn)

La Guerra de Secesión trazada a través de la observación in situ pero también de juegos de mesa y de figuritas, pero nunca para ilustrar o divulgar la Historia sino para moverse hasta encontrar rincones donde se inscribe la alta tensión entre los hechos y la memoria, la trivialidad y la épica. La cultura pop como experimento es ese gran campo de batalla donde el cine de Finn sigue jugándosela en la línea de fuego.

Nuclear Family (Travis Wilkerson, Erin Wilkerson)

El desastre nuclear no solo sucedió en Hiroshima y Nagasaki sino que sigue latente en EE.UU. Esta road movie es un documento actual y dual de eso, y se parece a un picnic familiar en el post apocalipsis recolectando pruebas fotográficas de mutaciones en la naturaleza y narrando el paisaje estadounidense que nadie retrata. Esa particular mirada donde la tensión amenazante se mezcla con la observación desafectada ahora Wilkerson la hace tribal. 

The Most Beautiful Boy in the World (Kristina Lindström, Kristian Petri)

Documental sobre la vida arruinada de Björn Andrésen (niño que interpreta a Tadzio en Muerte en Venecia de Visconti), que viene a estropear el 50 aniversario de esa película. Y lo bien que viene. Biopic insólita sobre un casting convertido en acto de violencia y el triunfo de una película que detona la catástrofe. ¿Política de autores o de horrores? La muerte del cine arte. RIP

Los visionadores (Néstor Frenkel)

Los escombros del policial argentino de derecha son una memoria en vhs sobre la que se construye ese universo paralelo del momento en que la historia del cine se instaló definitivamente en el espacio hogareño para ser manipulada por el control remoto. Espectadores fuera de la ley, profanadores de imágenes que disputan ese control en una de las mejores comedias criminales. 

Primera película:

Espíritu sagrado (Chema García Ibarra)

Lo más parecido a una canción de Los Punsetes hecha película, que es lo mejor que puedo decir de una película española.

Cineasta emergente:

Agustina Comedi (El silencio es un cuerpo que caePlayback)

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Philipp Hartmann, cineasta (Time Goes by Like a Roaring Lion, 66KINOS, virar mar / becoming sea, De los 84 días / From the 84 Days), Alemania.

Muy difícil nombrar películas este año, un año en el que casi no fue posible visitar festivales ni cines. Asi que no vi mucho de lo nuevo, aproveché más para (re)descubrir algunos clásicos, o tesoros secretos, olvidados, escondidos. 

Y como siempre, expreso lo mismo: no me gusta mucho el concepto de elegir “los mejores“ films. ¿Quién soy yo para definir qué es lo “mejor”? Prefiero poner algunas películas que personal o artísticamente me impactaron e inspiraron cuando las vi este año. La lista, como también sucede siempre, es incompleta.

Por el orden en que las vi, pongo seis en vez de cinco películas:

The Dunes Said (Maya Connors)

What Do We See When We Look at the Sky? / Alexandre Koberidze

Comrade Tito, I inherit (Olga Kosanovic: Genosse Tito, ich erbe)

France (Bruno Dumont)

Gargaú (Bruno Ribeiro)

The Inventory Will Be Drawn Up at 11 a.m. in the Presence of the Poet’s Wife / L’État des lieux sera dressé à onze heures en présence de la femme du poète. (Martin Verdet)

Película nacional:

No son films nuevos. 

Gracias a un nuevo biopic sobre Thomas Brasch (que no ví todavía) me puse a descubrir la obra de este escritor que realizó algunas pocas aunque maravillosas películas: 

Engel aus Eisen (First Film (1981)) y Domino (film aleman, su segundo film del 1982). 

Cineasta emergente 

Siempre (ab)uso (de) esta lista para llamar la atención, justamente, sobre cineastas emergentes. Asi que insisto y repito acá que no entiendo porque tan poca gente y festivales todavía no se dieron cuenta de las maravillas que crea la cineasta alemana Maya Connors.

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Celia Viada Caso, cineasta (La calle del agua), España
Siempre me resulta difícil hacer listas y debo reconocer además que este año, por diversas razones, me he perdido algunos estrenos que quizá podrían figurar aquí. Pienso en ‘Memoria’ de Apichatpong, ’Espíritu sagrado’ de Chema García Ibarra, o ‘Introduction’ de Hong Sang-soo entre muchas otras. De las que he visto, he escogido algunas que ponen en valor la intimidad, la fragilidad o la ternura y nos muestran con gran sutileza la cara B de las historias convencionales. 

Por orden alfabético :


Drive my Car (Ryusuke Hamaguchi)

Libertad (Clara Roquet)

Noche de fuego (Tatiana Huezo) 

Petite maman (Celine Sciamma)

The Power of the Dog (Jane Campion)

Película nacional: 

Eles transportan a morte (Helena Girón y Samuel Delgado)

Primera película:

Sine Die (Camila Moreiras)

Cineasta emergente:

Cineasta con varias películas y que hay que seguir con atención: Jonás Trueba. 

Cineasta que empieza y que hay que seguir con atención: Natalia Garayalde.

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Pedro Emilio Segura Bernal, programador (Black Canvas, La Ola Cine, Reykjavik), México

Diarios de Otsoga / The Tsuga diaries (Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes)

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / What do we see when we look at the sky (Alexandre Koberdize)

France (Bruno Dumont)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Que será del verano / What will summer bring (Ignacio Ceroi)

Pelicula nacional:

Al motociclista no le cabe la felicidad en el traje / Motorcyclist’s happiness won’t fit into his suit (Gabriel Herrera)
Primera película: 

Орфей o Лето / Orpheus o Summer (La que corresponda como ópera prima a Vadim Kostrov)

Cineasta emergente:

Considerando a cineastas que estrenaron algo este 2021 y que no estén mencionados en la lista previa: Ola Jankowska (Anatomia / Anatomy), Jonas Blak (Wood and water), Kwon Min-pyo y Seo Hansol (Jong chak yeok / Short vacation), Kiro Russo (El gran movimiento / The Great Movement), Jon Lazam (Higit / Tug)

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 Violeta Bava, prorgamadora (Visions du Réel ; International Film Festival Nyon), Argentina. 

Bad Luck Banging or Looney Porn (Radu Jude)

Drive My Car (Ryusuke Hamaguchi)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

The Power of the Dog (Jane Campion)

The Souvenir Part II (Joanna Hogg)

Película nacional:

Responsabilidad empresarial (Jonathan Perel)

Primera película:

Pilgrims (Laurynas Barešia)

Cineasta emergente:

Elena López Riera 

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Bardia Yadegari, director, poeta y guionista (District Terminal), Irán.

2021 fue un año muy típico. Ninguna película me sorprendió, y fue como si la época del decimonoveno brote de Covid hubiera ahogado a todo el mundo en el vagabundeo y la repetición de las falsas esperanzas y la alegría tonta o la vana desesperación. 

  1. 1. El poder del perro (Jane Campion)

Me mostró nuevos aspectos de lo humano, la bondad y la violencia.

2. Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Fue una combinación de milagro, soledad, hombre y narrativa y drama.

3. BAD LUCK BANGING O LOONY PORN (Radu Jude)

Demostró que se puede hacer una buena película con ideas y valor, y que conoce la historia y el lenguaje del cine. 

4. Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Como siempre, creó un nuevo lenguaje y un mundo misterioso

5. Benedetta (Oaul Verhoven)

Una elaborada combinación de histeria, género, fe y mentiras y Dios.

Primera película: 

Vast of Night (Andrew Patterson)

Cineasta emergente: 

Taylor Shridan.

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Santiago Cragnolino, crítico de cine (Con los ojos abiertos), Argentina.

Este año quiero celebrar 3 películas que prueban que el cine popular da signos de vida y no ha recapitulado frente al espectáculo masivo-algorítmico. Películas que desbordan ambición, artesanía y personalidad sin abandonar el lenguaje compartido y la experiencia narrativa comunitaria. Verhoeven demuestra que un cineasta puede dejar su sello en una película sin recurrir a pavoneos estilísticos. La concepción cinematográfica está en el trazo más grueso o también en la letra chica, y en Benedetta ambas medidas esbozan un trabajo que puede inscribirse en una tradición anónima sin dejar de llevar la firma inconfundible del director. La tragedia social es tan profunda y cotidiana en Estados Unidos que hasta un centrista un poco cándido (¿no lo son todos?) realiza la primera película verdaderamente trágica de su extensa carrera -con el perdón de Duel antes que de sus films históricos-. Spielberg siempre tuvo maestría para filmar cualquier cosa menos las interacciones humanas realistas. Podría decir que el registro inverosímil del musical lo ayuda, pero la película impacta porque su perfeccionismo ya no es frío sino que se enciende por un dolido fervor popular (que no es menos personal ni menos potente por no venir de un representante del pueblo). Es un caso similar al de Shyamalan. La madurez le sienta bien a M. Night, que por primera vez consiguió que todos sus ingeniosos cálculos y fórmulas salgan de la categoría de truco para funcionar cómo un código sólido que transmite (se arroja a) una experiencia emocionantemente universal -aunque desconfíe de esta palabra, no sé si cabe otra-. Es una película enorme; el hecho de que al final sea una fantasía de venganza contra las farmacéuticas es un bonus, pero hace que la ame aún más.

Del circuito de festivales quiero destacar dos comedias que comparten una gozosa libertad narrativa, la exploración de espacios urbanos y el sondeo de detalles que alcanzan la vastedad poética. Un ying yang de ternura luminosa y desprecio por la imbecilidad reaccionaria.

Benedetta (Paul Verhoeven)

Amor sin barreras/West Side Story (Steven Spielberg)

Old/Viejos (M. Night Shyamalan)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Película de mi país:

El perro que no calla (Ana Katz). Otra película donde el precipitado paso del tiempo inspira

grandes planos llenos de inteligencia emocional.

Primera película:

GES-2 (Nastia Korkia). No se si califica, pero es la primera película en solitario de la directora. Un documental wisemaniano, super inteligente visualmente, es a la vez un tributo al mundo de los estetas y una impugnación a sus contradicciones.

Cineasta emergente:

Me interesa mucho el terreno que exploran estos tres directores, una zona donde se devela la dimensión estética de la ciencia y se elabora una ciencia estética de la imagen. Contra cualquier sospecha, sus trabajos no se prestan a la solemnidad o la pompa de los iluminados, sino que tienen sentido del humor y cercanía humana con los mundos que abordan. En orden alfabético: Theo Anthony (All Light, Everywhere), Fern Silva (Rock Bottom Riser) y Pablo Martín Weber (Luto).

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Kathrin Kohlstedde, programadora (Filmfest Hamburg), Alemania. 

Annette (Leos Carax)

Fabian oder Der Gang vor die Hunde / Fabian – Going tot he Dogs (Dominik Graf)

Jadde Khaki / Hit the Road (Panah Panahi)

Petite Maman (Céline Sciamma)

Vortex (Gaspar Noé)

Película nacional:

Herr Bachmann und seine Klasse / Mr. Bachmann and his Class (Maria Speth)

Primera película:

Piccolo Corpo / Small Bodies (Laura Samani)

Cineasta emergente:  

La directora y guionista Léa Mysius

Película en 2021: Les Olympiades, escrita Léa Mysius y Céline Sciamma, y dirigida por Jacques Audiard.

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Miquel Escudero Diéguez, programador (La Semaine de la Critique du Festival de Cannes, Festival Entrevues de Belfort), curador (Cinechilex, Obscuritads), España-Chile-Francia.

Una de mis preocupaciones principales es la de no entender lo que me dicen. No puedo evitar pensar en todas las películas que no son vistas. Por una parte, todas aquellas propuestas que pasan bajo los radares y que no llegarán a mostrarse. Por otra parte, las películas de cineastas incomprendidos que serán vistas pero no miradas. 

Acertaba Dreyer cuando decía, a través de sus personajes, en Ordet que muchos milagros suceden en secreto. Más allá de los gustos y de la mirada de cada cual, me parece fundamental partir en busca de la mirada del Otro.

El gran movimiento (Kiro Russo)

Sinfonía eterna que nunca dejará de sonar. 

Las más altas cumbres del cine se posaron en los ojos de un minero.

Elder, Mamá Panchita, Max y su perro ya caminan hacia las estrellas.

 Memoria (Apichatpong Weerasethakul) 

El estallido del alma tuvo lugar en una jungla.

Desde entonces, solo se oye su eco.

Apichatpong es uno de los mejores cronistas de su tiempo.

Memoryland (Kim Quy Bui)

Segundo largometraje de una cineasta fascinante.

La sencillez y la humildad de su mirada son la prueba más radical de que hay lugar para la esperanza.

En el borde del agua, allí donde la Sra. Yuki de Mizoguchi no supo enfrentarse consigo misma. 

Rien à foutre (Julie Lecoustre y Emmanuel Marre)

Puede que los lamentos más emotivos del cine tengan lugar en un susurro.

Puede que las revoluciones más poderosas partan de la intimidad de un gesto furtivo.

Reapropiarse de las imágenes que nos acribillan para acabar encontrándose con una poesía profundamente conmovedora. 

Serre-moi fort (Mathieu Amalric)

La inspiradora valentía de un cineasta dotado que se permite dudar.

La exhibición de una película en construcción.

El amor y la lealtad hacia unos principios.

Hasta las últimas consecuencias.

Primera película:

Soy libre (Laure Portier)

Hablar desde lo íntimo para comprender al hermano que no quiere ser comprendido. Aceptar al que no quiere ser aceptado. Dejar ser al que solo quiere ser.

Película francesa:

Bruno Reidal (Vincent Le Port)

La solidez de un cineasta con una personalidad arrolladora. 

Sin necesidad de hacer grandes aspavientos, Vincent Le Port toma posición en el espejo de la historia del cine. 

Acaba de presentar su primer largometraje.

Cineasta emergente:

Pamela Varela

Tras presentar El viaje de Ana en salas, Pamela Varela se confirma ante la mirada pública como una gran cineasta a tener en cuenta. 

El cine de Varela pone de relieve lo fundamental de la existencia de ese pacto tácito, secreto e íntimo, entre cada cineasta y cada persona que se sienta a ver sus imágenes.

A medio camino entre el participio y el gerundio, el cine de Pamela Varela hace temblar los cimientos de la frontera entre los vivos y los muertos. Puede que las mejores películas de la historia del cine sean aquellas que cuestionan su lenguaje, aquellas que se encuentran en la confluencia de todos sus límites.  

***

Stefan Pavlović, cineasta (Looking for Horses) Serbia.

Es justo la época del año, el momento de las listas.¿Cuále es la forma de leer y moverse a través de una lista? Por supuesto, (normalmente) de arriba a abajo, o viceversa. Pero, ¿hay otras formas? Se puede mirar todo a la vez, desde la distancia, todo junto; se puede hacer zoom y mirar cada parte por separado, selectivamente: se puede mirar cada partícula como su propia lista, como su propio mundo.

Esta lista (mi lista) es más bien una colección, un frasco lleno de películas (juntas). Cada una de ellas me ha emocionado enormemente, me ha hecho pensar y mirar de forma diferente, en diferentes momentos y en diferentes lugares, a lo largo del año 2021. Es un mapa de mi año más que otra cosa. 

Cada película, a su manera, y entre otras muchas cosas por supuesto, trata del propio lenguaje del cine, de lo que está al frente, en tiempo real y en muchos otros momentos. ¿Por qué filmamos y cómo filmamos? Todas serán recordadas, estoy seguro.

Sin ningún orden de preferencia. 

Penelope, My love (Claire Doyon)

The night of knowing nothing (Payal Kapadia)

Silent Voice (Denis Pitsaev)

Rampart (Marko Grba Singh)

Chronicles of that time (Maria Iorio / Raphaël Cuomo)

Película nacional: 

Turn your Body to the Sun (Alion van der Horst, Holanda; vivo en este país).

Primera película: 

Faya Dayi (Jessica Beshir)

Cineasta emergente:

Natalia Garayalde 

***

Sylvain George, cineasta (Paris est une fête- Un film en 18 vagues), Francia. 

HER SOCIALIST SMILE – John Gianvito

MEMORIA – Apichatpong Weerasethakul

TRAIN AGAIN – Peter Tscherkassky 

A PEINE OMBRE, et  NAWNA (JE NE SAIS PAS) – Nazim DjemaïL

LI(F/V)E  – Ismaël

O DENTE DO DRAGAO – Rafael Castanheira Parrode

LETTRE OCEAN 12-Aminatou Echard

Todos los programas excepcionales de películas realizados por Luc Vialle para La Loupe. No es un curador profesional. Es un verdadero «amateur» en el sentido que Orson Welles dio a esta palabra: «en esta palabra, está la palabra amor». Luc Vialle es un aficionado y un passeur, un enamorado que aprovecha el tiempo, ve los retos de nuestra época y las urgencias cinematográficas. 

***

Griselda Soriano, crítica de cine (El club de las cincoLas visiones) y docente-investigadora (Universidad de Buenos Aires- Instituto Municipal de Educación Superior de Vicente López), Argentina.

No es este un año en que haya visto todas las películas que me hubiera gustado ver, y sospecho que buena parte de las películas del año me las perdí. Este comienzo autorreferencial es para decir que no pienso las películas elegidas como lo mejor o lo más representativo de este año, pues no podría hacerlo; ni siquiera estoy segura de que sean mis películas favoritas. Este puñado de películas no es más que una manera entre otras de decir que lo que me interesa del cine es que en él pueda haber lugar para todo (y sé que el cine, afortunadamente, puede ser mucho más de lo que es en esta lista).

En un ecosistema audiovisual que parece cerrarse cada vez más sobre la repetición aséptica y donde, paradójicamente, las películas están al alcance de la mano y cada vez más lejos, esa es la fuerza por la que abogo: la posibilidad de que el cine sea cualquier cosa, incluso aquello que todavía no imaginamos.

En orden alfabético:

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Un ensayo que, yendo de lo íntimo hacia lo político -que no pueden no ser la misma cosa- abre la puerta a un mundo que no solemos ver.

Drive my Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Meticulosa, sutil y conmovedora, llena de ramificaciones y preguntas; quizás mi película del año.

Espíritu sagrado (Chema García Ibarra)

En este caso sí que aplica la expresión «película ovni». Un puñado de imágenes difíciles de olvidar; entre ellas, mi plano favorito de este 2021.

Petite maman (Celine Sciamma)

Una película minúscula que logra construir, dentro y fuera de la pantalla, un refugio para tiempos difíciles.

The Power of the Dog (Jane Campion)

Con sus imperfecciones (pero nadie dijo que el cine tenga que ser perfecto), la vuelta de Campion  prueba que hay lugar para las películas a gran escala con amor por el oficio y el relato.

Película argentina:

El perro que no calla (Ana Katz)

Película nacional: 

Kim Min-young of the Report Card (Lee Jae-eun, Lim Ji-sun)

Cineasta emergente:

Pablo Martín Weber

***

Jerónimo Atehortúa, crítico (Los cines por venir) y cineasta (Mudos testigos, película póstuma de Luis Ospina), Colombia.

Bad Luck Banging or Loony Porn, Radu Jude:

Un cineasta es alguien que ante todo crea formas. Todos los esfuerzos de esta película van en esa dirección, la de crear otro lenguaje. Además, lo hace con gran humor. Jude con cada película muestra que es uno de los mejores de nuestro tiempo.  

Memoria, Apichatpong Weerasethakul.

A muchos cineastas les gusta decir que sus películas son sobre la memoria, pero todo el cine, en parte, es sobre ello. Acá la memoria tiene una especificidad, no es un asunto privado o del ego. Es la memoria del mundo, de las cosas. Para esta película nada en el mundo sucede en vano. Todo queda grabado en algún lado; solo debemos oír con atención.  

Petit Mamam, Celine Sciamma.

La sutileza no es un gran patrimonio del cine narrativo. Cuando se encuentra, en películas como esta, es un tesoro enorme. Una de las grandes películas que haya visto sobre el duelo. El abrazo final, y el gesto de nombrar al otro, como expresión máxima de amor, es estremecedor. 

The Power of the Dog, Jane Campion:

Entre esta película y First Cow de Kelly Reichardt hay una de las renovaciones más contundentes del Wester que se haya visto en años. Si la industria del cine mantiene alguna vitalidad, es en películas como esta. La pulsión de narrar no cede al espectáculo, y el género toma nuevas derivas, nueva vida.

All Light, Everywhere.

Theo Anthony. Una película en la misma dirección de las ideas de Paul Virilio o Harun Farocki, que actualiza las reflexiones sobre el estrecho vínculo que hay entre la producción de imágenes y la tecnología bélica, que hoy es sobre todo de vigilancia. 

Incluyo dos más que no fueron distribuidas (al menos no claramente) como películas

Can’t get you out of my head, Adam Curtis:

A Curtis le importa poco si pertenece o no a la tradición del cine, quizá por eso los objetos que produce son desconcertantes. También eso le permite ir de frente con la política. Su narración es más abierta de lo que parece. Trabaja el archivo como inconsciente colectivo. Concibe su obra como intervención en el presente. 

Get Back, Peter Jackson:

Felicidad pura. Quizá la mejor película que haya visto sobre aquello en lo que realmente consiste la creación artística. Ella es producto de un proceso colectivo y una tensión con la materia; no del cliché, tan difundido, de la imaginación individual y su consiguiente realización formal.  

Película nacional

Memoria, Apichatpong Weerasethakul

Medium, Edgardo Cozarinsky

Llevo tantos años viviendo entre Argentina y Colombia que debo elegir también una argentina.

Primera película

Azor, Andreas Fontanas

Cineasta emergente

Affonso Uchoa

***

Erez Pery, cineaste (One Way-Street), Israel. 

Babi Yar. Context (Sergei Loznitsa)

Cow (Andrea Arnold)

Sundown (Michel Franco)

Dune ( Dennis Villeneuve)

Commitment Hasan ( Semih Kaplanoğlu)

Película nacional: 

How long you can face your loneliness (Rachel Yedid)

Forgotten Nation (Isaac Rosen)

***

Isabel Rojas, programadora (OaxacaCine), directora artística (Seminario El Público del Futuro FICUNAM), México. 

MEMORIA (Apichatpong Weerasethakul)

FIRST COW (Kelly Reichard) – estrenada en mi país hasta 2021, recién la vi este año.   

THE POWER OF THE DOG (Jane Campion)

BAD LUCK BANGING OR LOONY PORN (Radu Jude)

GUNDA (Victor Kossakovsky)

Con ganas de incluir:

STATE FUNERAL (Sergei Loznitsa)

HER SOCIALIST SMILE (John Gianvito)

*Ambas vistas en 2021.

Película nacional:

EL COMPROMISO DE LAS SOMBRAS (Sandra Luz López Barroso)  

POBO’ TZU’ / NOCHE BLANCA (Tania Ximena y Yollotl Alvarado)

Dos descubrimientos de no ficción en los que me sorprendió la libertad narrativa y formal

Primera película:

LOS CONDUCTOS (Camilo Restrepo)

Cineasta emergente

Ángeles Cruz 

Sandra Luz López Barroso

*Dos directoras oaxaqueñas

+ Cortometrajes del año  

APIYEMIYEKI? (Ana Vaz)

REPÚBLICA (Grace Passô)

FOUR ROUDS (Alice Rohrwacher)

LOOK THEN BELOW (Ben Rivers)

No pude ver WHEEL OF FORTUNE AND FANTASY (Ryûsuke Hamaguchi), EL GRAN MOVIMIENTO (Kiro Russo), DIÁRIOS DE OTSOGA (Maureen Fazendeiro y Miguel Gomes); de haberlas visto, estoy casi segura que estarían en mi lista…

***

Chacho León Frías, crítico de cine (Desde la ventana indiscreta; El nuevo cine latinoamericano en los años sesenta; Tierras bravas), Perú. 

En el Perú hubo reapertura de salas y, hay, una abusiva concentración de blockbusters en pantallas grandes. Se ampliaron festivales on line y las cadenas de streaming. El nuevo panorama audiovisual se reconfigura y la producción local todavía no se aviene a estos tiempos cambiantes, duros y desafiantes para el cine más personal e identitario.

Mis películas preferidas vistas en salas y en pantallas de casa y sin orden jerárquico:

Drive my Car (Ryusuke Hamaguchi)

Les choses qu’on dit, les choses qu’on fait (Emmanuel Mouret)

First Cow (Kelly Reihardt)

La rueda de la fortuna y la fantasía (Ryusuke Hamaguchi)

Quién lo impide (Jonás Trueba)

Película nacional:

Manco Capac (Henry Vallejo)

Primera película: 

Azor (Andreas Fontanas)

Cineasta emergente:

Miroslav Terzic

***

Guillermo Franco, programador (Cineclub Municipal Hugo del Carril), Argentina.

Por orden alfabético:

Amor sin barreras, Steven Spielberg

Drive My Car, Ryusuke Hamaguchi

In Front of Your Face, Hong Sang-soo

Petite Maman, Céline Sciamma

Sexo desafortunado o porno loco, Radu Jude

Película nacional:

Médium, Edgardo Cozarinsky

Primera película: 

Esquirlas, Natalia Garayalde

Cineasta emergente: 

Natalia Garayalde

***

Oriol Estrada, cineasta (Miriam miente, Una película sobre parejas), Catalunya, España, República Dominicana.

Sin orden de preferencia:

The Power of Dog (Jane Campion)

Doraibu mai kâ / Drive my car (Ryûsuke Hamaguchi)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

A media Voz / In a Whisper (Heidi Hassan, Patricia Pérez Fernández)

Película nacional:

A media Voz / In a Whisper (Heidi Hassan, Patricia Pérez Fernández)

Primera película: 

Mostro (Jose Pablo Escamilla / Colectivo Colmena)

 Cineasta emergente

Celia Rico Clavellino / Lila Avilés

***

Patrick Holzapfel, crítico de cine (Jugend ohne Film) y programador, Austria-Alemania. 

Das Rad (Friedl vom Gröller)

Herr Bachmann und seine Klasse / Mr Bachmann and His Class (Maria Speth)

Parenthèse (Fabrice Aragno)

Picasso in Vallauris (Peter Nestler)

Il buco / The Hole (Michelangelo Frammartino)

Primera película:

Beatrix (Milena Czernovsky, Lilith Kraxner)

Para todos los que tenemos miedo de mirar las estrellas, siempre existe la oscuridad para refugiarnos.

Película alemana: 

Elle (Luise Donschen)

En países de cine industrial como Alemania las películas de verdad se hacen a pesar del estado en que se producen. La etiqueta «cine alemán» me recuerda a los pabellones asfixiantes en los que gerentes de empresas huelen a café malo y venden almas con falso entusiasmo mientras los programadores se hacen selfies con coches patrocinados en la calle que está bloqueada para celebrar la fusión del arte con el trabajo infantil en países lejanos. No hay cine alemán, solo hay gente que resiste y trabaja dentro de Alemania.  Por eso, me alegro de que Luise Donschen haya hecho una película japonesa.

Cineasta emergente: 

Preferiría que no olvidáramos a los cineastas tan rápidamente. Por eso me gustaría nombrar a Jean-Claude Biette. Vuelve a resurgir si se le permite. 

***

Ehsan Mirhosseini, cineasta (District Terminal), Irán. 

2021 fue un año en el que la mayoría de los directores conocidos me decepcionaron. Fue el año de las sorpresas, el año en el que vi películas de directores desconocidos.

  1. 1. The Power of the Dog (Jane Campion)

Jane Campion con su western gótico completó su misión que comenzó con The Pianist; película que combina amor y crueldad; Campion en su más alto nivel, como maestra del cine.

2. Drive My Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Hamaguchi es el héroe de 2021 con dos grandes películas, especialmente Drive My Car que ahora podemos ponerla junto a las obras maestras de la historia del cine japonés. Es una clase magistral de guion, y Hamaguchi demuestra que se puede estar en la cima, al lado de gigantes como Chéjov y Murakami.

3. BAD LUCK BANGING O LOONY PORN (Radu Jude)

El ganador del Oso de Oro de la Berlinale 2021. Se trata de una dura mirada sobre nuestras vidas en medio de la pandemia. Jude continúa con su obsesión por el pasado de Rumania de las últimas décadas. El cineasta nos recuerda que para hacer grandes películas se necesita inteligencia y no tanto dinero.

4. Gunda (Viktor Kossakovsky)

La experiencia cinematográfica más impactante y sorprendente que he tenido. Gunda vuelve a la época muda del cine y a las imágenes en blanco y negro, pero no hay seres humanos, sino animales que viven una granja. Es brillante, porque la película de Kossakovsky no es igual a ninguna otra. Es única. 

5. Nitram (Justin Kurzel)

Entre todos los grandes nombres del Cannes, elijo esta modesta película psicológica de Kurzel. Una película basada en un personaje con una brillante actuación de Caleb Landry Jones. 

Película nacional:

Careless Crime (Shahram Mokri)

Primera película: 

Censor (Prano Bailey-Bond)

Cineasta emergente: 

Ari Aster

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Mónica Delgado, crítica de cine (desistfilm), Perú.

Sin querer queriendo mis cinco films elegidos coinciden en sus aspectos (o valores) sonoros. Desde el estertor del sonido óptico del material intervenido del cortometraje de Tscherkassky (que remite y homenajea al gran Kurt Kren) hasta la ebullición de la ciudad mientras se la mira desde las alturas, en un gran film boliviano. O incursiones en una memoria sonora ancestral dentro de una habitación que funciona como resguardo de ruidos o silencios, o ecos de Chéjov en conversaciones de personajes que extrapolan al Tío Vania, y que a su vez intentan escapar más allá de las palabras. O solo los inmensos Andes percibidos desde las abstracciones provocadas por la potencia de un solitario y vibrante saxofón.

Night Train (Peter Tscherkassky)

Memoria/Memory (Apichatpong Weresethakul)

Doraibu mai kā/ Drive my car (Ryusuke Hamaguchi)

Earthearthearth (Daïchi Saïto)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Película nacional

Esperaré aquí hasta oír mi nombre (Héctor Gálvez)

Primera película: 

Eles transportan a norte/ Ellos transportan la muerte (Helena Girón, Samuel M. Delgado)

Cineasta emergente: 

Payal Kapadia 

***

Manuel Asín, director artístico (Festival Internacional de Cine Documental Punto de Vista) y coordinador del área de cine (Círculo de Bellas Artes de Madrid), España.


1. Tre piani (Nanni Moretti)

2. Old (M. Night Shyamalan) 

3. Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

4. Red Rocket (Sean Baker)

5. Soy libre (Laure Portier)

No van en un orden particular, porque además siendo cinco prefiero tomármelo como apuntes más que como escalafón. Pensando en las cinco me doy cuenta de que todas ellas son películas densas, o más que eso condensadas. En Red Rocket, Old y ciertos aspectos de Memoria valoro una forma contradictoria de risa que roza lo grotesco al tiempo que propone salidas y reflexión. En Soy libre, el coraje artístico de la cineasta, la forma que inventa para ese valor misterioso y corrosivo en que puede consistir la fraternidad. En Tre piani la ambición de su arquitectura, que recupera la de otros grandes momentos de la historia del cine (aquí podría entrar de nuevo Memoria o los hamaguchis que no van a necesitar mi voto, confío en que tengan muchos).

Película nacional:

Evangelio mayor  (Javier Codesal) es la película cercana que más me ha emocionado y acompañado los últimos meses, ligado también a la perseverancia de su autor en una forma de entender el cine en la que ha estado prácticamente solo entre nosotros, y que tiene que ver con haberse camuflado, para mejor escapar de las rutinas de la profesión, en una cierta heterodoxia (le habrá guiado póstumamente otro solitario hispánico, su admirado Val del Omar). Como muchas obras fascinantes que vienen a la cabeza al pensar en la película de Codesal (Acto de primavera de Oliveira, Crónica de Ana Magdalena Bach de Huillet y Straub, Cabezas cortadas de Glauber) es un intento desmesurado por reconciliar (o no) cosas en principio refractarias, novelesca especialidad del cine: en el caso de Oliveira eran los dioses y «el pueblo», en el de Straub y Huillet, Bach y el Vietcong, en el de Glauber, Shakespeare (por decir algo, porque aquello en realidad era un popurrí) y el «tercer mundo». En Javier, nada menos que la Biblia (como literatura) y el sida. Y lo mejor es que sale airoso.

Primera película: 

Charm Circle  (Nira Burnstein). La vimos online en el último Sheffield gracias a Cíntia Gil, Christopher Small y el resto de equipo de programación, y desde entonces la película ha estado con justicia en muchos lugares, es un gran primer largometraje.

 
Cineasta emergente:

Tuve la suerte de encontrarme con Guerra (2020), de Marta Ramos y José Oliveira, y de conocer así un proyecto complejo y emocionante que también ha producido Paz (2021) y que en mi opinión está entre lo más prometedor visto en tiempos recientes. Les deseo lo mejor.

***

Marko Grba Singh, filmmaker (Rampart), artistic director (IDFF Beldocs), Serbia.

Das Mädchen und die Spinne / The Girl and the Spider (Ramon Zürcher, Silvan Zürcher)

Historya ni Ha / The History of Ha (Lav Diaz)

El ran movimiento / The Great Movement (Kiro Russo)

Looking for Horses (Stefan Pavlović)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Primera película:

(ex aequo)

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia) & Au jour d’aujourd’hui / The day today (Maxence Stamatiadis)

Película nacional 

Pejzaži otpora  / Landscapes of Resistance (Marta Popivoda)

Cineasta emergente

Kyoshi Sugita

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Oscar Cuervo, crítico de cine (La otra: radio, blog, IG), Argentina. 

Segundo año en pandemia de la IC, lo que restringe drásticamente mi percepción del estado del cine mundial. Nunca fui menos al cine que en este bienio. La abrumadora mayoría de lo que vi salió por la pantalla de mi computadora, lo que me aleja de la experiencia cinematográfica, no solo por las condiciones de mi recepción sino por la naturaleza de lo visto, la dificultad para discernir si estoy viendo una película: todo va por el mismo cuadradito. ¿Podrá el cine propiamente dicho reponerse de la pandemia o la peste vino para liquidarlo? Los festivales internacionales a los que tuve acceso online no ayudaron a mejorar mi perspectiva. Tampoco las plataformas pagas o piratas. Vi varios de los títulos que “sonaron”, incluso de cineastas muy estimados. El sabor que deja el circuito de festivales con poder de imposición de agenda es penoso, tanto como la mayoría de los estrenos comerciales. ¿Habrá películas inaccesibles para mí que modificarían mi perspectiva? No hablo de lo que no vi.

Como sea, las películas que acá elijo son extraordinarias, a la altura de cualquiera que haya mencionado en años “normales”:

 Por orden alfabético):

3SCOMBRO5 (Raúl Perrone)

En su inspiración inagotable el Perro de Ituzaingó ofrenda la más tenue elegía popular, la película por la que quedaría en la historia si no hubiera hecho ninguna otra.

El fulgor (Martín Farina)

El campo argentino no había sido filmado antes ni en su carnalidad ni en su dimensión legendaria. El registro y la alucinación son los dos elementos sobre los que se funda el cine: Farina los hace rozar con destellos dionisíacos. 

El perro que no calla (Ana Katz)

Quienes vieron la obra anterior de Katz no se sorprenderán: nadie como ella filma la vida de un sector social de manta corta, obligado a resbalarse continuamente hacia el absurdo. Su narrativa delicada y amorosa nos insinúa la posibilidad de que en esta era de titanio el cine vuelva a ser popular.

Luto (Pablo Weber)

Weber se despega del resto no solo por su lucidez para interrogar la mutación digital de la imagen y la alteración que produce en nuestra experiencia del mundo, sino porque narra con maestría y acierta en lo más difícil de lograr: la emoción justa.

PR1NC3S4 (Raúl Perrone)

PR1NC3S4 es un trip de fantasmas japoneses que invaden un espacio que se construye y se destruye tan rápidamente que no puedo dejar de sonreír.

Película nacional:

Del natural – Árboles y Pájaros (Gustavo Fontán)

Fontán es el cineasta secreto entre los secretos. Sin apuro ni distracción va por un sendero solitario. Sigue una tradición de pensadores y poetas con la que quizá ningún otro realizador se haya conectado. Pero lo hace extremando los recursos del cine. El mundo merece conocerlo antes de que todo se vaya a la mierda.

Cineasta emergente:

Por lo antedicho, Pablo Weber y Martín Farina darán que hablar en los años que vienen.

Mención especial:

The Beatles: Get Back (Peter Jackson)

Bill Morrison tuiteó hace un par de días: “I really don’t understand people hating on Get Back. We should be watching this every day with our coffees”. Esto no es una cita de autoridad. Pone en evidencia que lo que ahora sale a la luz en el documental de Jackson es un acontecimiento ocurrido hace medio siglo sin el cual nada de lo que estamos hablando sería posible, ni siquiera el cine de Morrison. Los Beatles estaban haciendo algo sobre cuya naturaleza vacilaban y hoy resulta una referencia insoslayable. Jackson acierta en documentar la cualidad vacilante de ese momento a cuya sombra vivimos.

***

Marco Dutra, cineasta (Trabalhar Cansa, Quando eu era vivo, Era el Cielo, As Boas Maneiras, Todos os Mortos, Enterre Seus Mortos), Brasil. 

1- The Amusement Park (George A. Romero)

2- Old (M. Night Shyamalan)

3- Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

4- Benedetta (Paul Verhoeven)

5- Halloween Kills (David Gordon Green)

Película nacional:

Você nos queima (Caetano Gotardo)

Primera película:

:The Father (Florian Zeller)

*Ya existía en 2020, pero se difundió ampliamente en 2021.

Cineasta emergente: 

Julia Katharine

Le comenté a un amigo que mi crítica de The Amusement Park consistía en una palabra: Old. Y contestó: «Y tu crítica de Old debería ser: The Amusement Park”. No se equivoca. Son dos películas que atraviesan y anulan el tiempo y atraviesan y anulan los límites del entretenimiento. Mi 2021 tuvo mucho de estas dos películas: una de ellas es una especie de redescubrimiento, algo que el tiempo ha permitido escarbar y ver de manera diferente. Por otro lado, Memoria, Benedetta y Halloween Kills» amplían y combinan las ideas de «película política/colectiva» y «película de entretenimiento» de un forma -citando a Lovecraft- aterradora y sorprendente. En definitiva, sorpresas agradables,porque el 2021 no ha sido un mal año para el cine, y hay muchas películas prometedoras que ya se han estrenado y que aún no he podido ver.

***

Libertad Gills, cineasta, crítica y docente (Universidad de las Artes), Ecuador

Birth (Cristina Álvarez López)

Covid Messages (John Smith)

Quebrantahuesos (Martin Baus)

Train Again (Peter Tscherkassky)

Trampa de Luz (Pablo Marin)

Película nacional: 

Notas, Imprints (On Love): Part II, Carmela (Alexandra Cuesta)

Primera película:

Al amparo del cielo (Diego Acosta)

Cineasta emergente: 

Onyeka Igwe

***

Lois Patiño (director de ‘Costa da morte’ o ‘Lúa vermella’)

Siempre duele un poco ser injusto en esta selección por no haber podido ver películas que, por lo leído y escuchado, seguramente habrían sido grandes descubrimientos para uno. Pero qué le vamos a hacer, también esta lista mide el grado de alcance y distribución de las películas.

Entre mi selección hay dos que etiquetaría como obras maestras de dos grandes genios reincidentes: Apichatpong y Leos Carax. Su capacidad de continuar sorprendiendo y ampliando el lenguaje cinematográfico de una manera inaudita resulta prodigiosa. Son dos películas que incluiría ya directamente en un top de la década. 

Querría destacar en esta nota también dos películas de cineastas que no tenía tan ubicados en mi radar, y que al igual que los directores que he mencionado anteriormente, me trajeron a la cabeza una frase de Pasolini que dice algo así: lo que más disfruta o valora un espectador es la libertad del cineasta. La película de Radu Jude o la ópera prima de Ainhoa Rodríguez me parecieron, en este sentido, enormemente estimulantes. Aquí el listado en orden de preferencia:

1-Memoria / Apichatpong Weerasethakul

2- Anette / Leos Carax

3- Bad Luck Banging or Loony Porn / Radu Jude

4- Drive my car / Ryûsuke Hamaguchi

5- Vortex / Gaspar Noé

Película nacional : 

Quien lo impide / Jonás Trueba

Primera película:

Destello Bravío / Ainhoa Rodríguez 

Cineasta emergente: 

Kiro Russo 

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Fernando G. Varea, crítico de cine (Espacio Cine), Argentina. 

First Cow  (Kelly Reichardt)

Por su envolvente clima de  mansedumbre y melancolía, su relato sobre el entendimiento y la cooperación entre seres humanos que buscan sobrevivir pese a todo, sus sutilezas sobre coordenadas que ordenan las leyes del mercado y desigualdades que vienen de lejos, sus protagonistas algo fuera de norma, su sincera mirada sobre el paso del tiempo. 

J’Acusse (Roman Polanski)  

Petit Maman (Celine Sciamma) 

El poder del perro (Jane Campion)

 Espíritu sagrado (Chema García Ibarra)

Película nacional:

El perro que no calla (Ana Katz) y El prófugo (Natalia Meta)

Primera película:

Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Cineastas emergentes:

Los cordobeses Ramiro Sonzini, Ezequiel Salinas y Pablo Martín Weber, y los rosarinos Javier Rossanigo, David Eira Pire y Alfonso Gastiaburo, ganadores de diversos premios y reconocimientos este año por cortos que hacen desear nuevas obras.

***

Vicente Monroy, escritor (Contra la cinefilia), España. 

2021 ha sido un año de aprendizaje más que de conclusiones. Lo he pasado escribiendo, traduciendo e impartiendo varios cursos sobre pensamiento cinematográfico, cine y utopía, cine expandido y ensayo cinematográfico, que me han mantenido alegremente alejado de las salas, los festivales y las novedades, más interesado en los fenómenos periféricos del cine. Una situación ideal. Algunas películas fantásticas que he visto son: 

A.I. at War, de Florent Marcie. 

All Light, Everywhere, de Theo Anthony.

Bottled Songs, de Chloé Galibert-Laîné y Kevin B. Lee.

El ciclo «For a Free Palestine: Films by Palestinian Women», de Another Screen.

Projections. Provisoires. Provisions, de Nicole Brenez.

Una película española: 

Espíritu sagrado, de Chema García Ibarra.

Una ópera prima:

Las películas del colectivo Racer Trash. Con base en racertrash.com, este colectivo de cineastas y artistas trabaja editando y reinterpretando clásicos del cine en clave lisérgica. Sus versiones de VertigoAkira o Spice World. The Movie, han dejado algunas de las imágenes más alucinantes del año. 

Un cineasta emergente: 

Mary Jirmanus Saba y Donal Foreman

2020 ha sido un año extraño para el cine, marcado por un nuevo golpe fatal al sistema dinosaurio de las salas y los festivales, y por una eclosión sin precedentes de plataformas y proyectos en streaming. Nos hemos hecho con más fuerza que nunca la eterna pregunta ¿qué será del cine? Y también la simétrica: ¿qué ha sido del cine? No hay una sin la otra, porque todos los futuros posibles del cine pasan por una relectura crítica del pasado: de la película como unidad cinematográfica básica, de la cinefilia como vínculo afectivo y de esa ficción servil que hemos convenido en llamar historia del cine, que es una historia al servicio del poder y de la industria. 

Nicole Brenez ha demostrado en su libro Manifestations que una historia verídica del cine no se ha empezado a escribir todavía. Este libro es la obra cinematográfica más importante de 2020, un manifiesto/archivo que contiene más imaginación e innovación formal que todas las películas que se han estrenado. Pero no quiero sabotear las reglas del juego encabezando con un libro la lista de mis cinco películas del año, así que Manifestations será mi elección para la categoría más ambigua de mejor ópera prima. No porque sea la primera obra de Nicole Brenez, sino porque es la primera obra de un modelo revolucionario de interpretación del cine.

***

Lucrecia Matarozzo, programadora (Festival Latinoamericano de Cortometrajes Cortópolis) y coordinadora general (Posgrado en Documental Contemporáneo UNC-UBP), Argentina.

Las cinco películas

Doraibu mai kâ / Drive my car (Ryûsuke Hamaguchi)

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn’t be Quiet (Ana Katz)

Los niños de Dios / The Children of God (Martín Farina) 

Mafifa (Daniela Muñoz Barroso)

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Película nacional:

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

Cineasta emergente:

María Alché

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Alberto Ramos Ruiz, programador (Festival Internacional de Cine de la Habana), Cuba

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt? / What Do We See When We Look at the Sky?

Das Mädchen und die Spinne / The Girl and the Spider

Doraibu mai kâ / Drive My Car 

Diários de Otsoga / The Tsugua Diaries

Seperti Dendam, Rindu Harus Dibayar Tuntas / Vengeance Is Mine, All Others Pay Cash 

Película nacional: 

Abisal, de Alejandro Alonso

Primera película:

 Agate mousse, de Selim Mourad

Cineasta emergente: 

Omar El Zohairy

***

Fernando E. Juan Lima, crítico de cine (La autopista del Sur/Radio AM750) y presidente (Festival Internacional de Cine de Mar del Plata), Argentina. 

Ras vkhedavt, rodesac cas vukurebt?/What do we see when we look at the sky? (Aleksandre Koberidze).

Petite maman (Céline Sciamma).

Babardeala cu bucluc sau porno balamuc/Bad luck banging or loony porn/Sexo desafortunado o porno loco (Radu Jude).

Quién lo impide/Who’s stopping us (Jonás Trueba).

O marinheiro das montanhas/Mariner of the mountains (Karim Ainouz), 

Primera película: 

A night of knowing nothing (Payal Kapadia).

Película Nacional: 

El perro que no calla/The dog who wouldn’t be quiet (Ana Katz).

Cineasta emergente:

Clarisa Navas.

***

Carla Maglio, crítica (novistenada, La Vuelta Completa), Argentina.

Elijo cinco, seis, películas que, por distintas razones, no se dejan, no podrán dejarse nunca -apuesto-, capturar, o capturar del todo, por la maquinaria mercantil o administrativa (que es la misma por otros medios). Películas que no sirven para el pitching. Que si se quisiera imitarlas o repetirlas como formato llevarían -otra apuesta- al fracaso. Porque crean mundos demasiado particulares; porque preservan algo que solo pudo darse en la circunstancia colectiva de su creación y que quizá solo pueda pasar una vez; porque llevan a lo universal algo bien local, sin que les escurra y sin aplastarlo. O, como Get Back, por causas que exceden incluso a su director. Algunos amigos argentinos me van a cuestionar que esto sea verdad de la de Hamaguchi; de hecho, escribieron prácticamente lo contrario. Insisto.

Doraibu mai kâ / Drive My Car (Ryusuke Hamaguchi)

Luto / Mourning (Pablo Weber)

The Beatles: Get Back (Peter Jackson)

Un soupçon d’amour (Paul Vecchiali)

Vas-tu renoncer ? / Edouard and Charles (Pascale Bodet)

Película nacional:

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn’t Be Quiet (Ana Katz)

Cineasta emergente: 

Pablo Martín Weber

***

Lucas Asmar Moreno, crítico de cine (La Voz del Interior), Argentina.

Annette (Leos Carax)

La astucia de hacer un musical sin que parezca un musical, o al menos sin caer en la propedéutica del género. Rítmica, pícara, amarga. Y lo más destacable: no se vale de mañas posmodernas para lucir actual y subversiva. Su final, tan simple como shockeante.

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Van apareciendo películas «filmadas en pandemia». Son obras que necesitan gritar la cuarentena desde sus condiciones de producción (pocos actores en pocas locaciones) o desde un usufructo espectacular del coronavirus. No es el caso de Radu Jude, que convierte a la pandemia en una atmósfera moral, habilitadora de estupideces y canalladas humanas. Bucarest está filmada como un adefesio kitsch que podría representar a cualquier ciudad empantada en este urbanismo estridente y feo derivado de la globalización. Las aventuras de la maestra toman perspectiva histórica con la perturbadora segunda parte, recapitulación pesimista de Rumania y del mundo en general. ¿Qué hacer ante un estupor sincronizado y sin posibilidad de cierre? Una farsa con múltiple choice.

The Green Knight (David Lowery)

Caí rendido ante una sucesión de puestas grandilocuentes en el mejor de los sentidos. Un solo adjetivo encuentro para esta película: hipnótica. Diseño sonoro, métrica, decisiones de encuadre, todo es enorme, exquisito y raro, la forma más inteligente de adaptar un cantar de gesta, de trasladar ese lenguaje distante y solemne a un ensueño audiovisual.

Mad God (Phil Tippett)

Mi 2021 estuvo signado por una investigación de drogas psicoactivas. Ver películas bajo los efectos del cannabis o del LSD fue para mí algo nuevo y esperanzador. Dentro de esta exploración a destiempo (voy a cumplir 39 años y esto suele hacerse a los 20), una de las películas que mejor se adaptó a mis estados alterados de conciencia fue este stop motion sórdido. Se lo agradezco a Tippett incluyendo su película en este listado.

Piedra noche (Iván Fund)

La tónica infanto juvenil costumbrista fantástica que adoptó Iván Fund desde Vendrán lluvias suaves (2018) me resulta altamente estimulante y me invita a pensar en una reformulación de su poética, que me atrevo a interpretar como un borrón y cuenta nueva para poder elegirlo como cineasta emergente. Sí, un nuevo Iván Fund, emancipado de su mentor Santiago Loza, abocado al posthumanismo, preocupado por la desgracia de existir, buscando bálsamos en la restructuración de lo real.

Película nacional

Los niños de dios (Martín Fariña)

La habilidad de Fariña para el montaje es sobrenatural, al punto de que sus documentales parecen puestas ficcionales. Este don le da a sus películas una progresión narrativa inusual, con personajes llenos de conflictos y claroscuros. El posicionamiento de Fariña para con sus retratados es invasivo pero al mismo tiempo empático. Una sensibilidad excepcional. Increíble que sea tan prolífico.

Primera película

Looking for Horses, Stefan Pavlović

Lo que empieza como el retrato de un hermitaño se transforma en una buddy movie que elimina la jerarquía entre quien filma y es filmado. Pavlović entra en escena como un niño tímido que pregunta por las arrugas de una guerra. Puente generacional que a fuerza de cariño y paciencia sortea los inevitables inconvenientes del lenguaje y el trauma.

Cineasta emergente

Iván Fund, por las razones que expuse en Piedra Noche.

***

Julia Kratje, investigadora, docente y crítica de cine (Con los ojos abiertos), Argentina.

Carro Rei (Renata Pinheiro)

El perro que no calla (Ana Katz)

Suzanne Daveau (Luisa Homem)

Terminal Norte (Lucrecia Martel)

Una escuela en Cerro Hueso (Betania Cappato)

Película nacional:

Camila saldrá esta noche (Inés María Barrionuevo)

Primera película:

 Esquirlas (Natalia Garayalde)

Cineasta emergente

Maximiliano Schonfeld

***

Homer Etminani. Cineasta colombo-hispano-persa (Victoria), Colombia-España-Irán. 

Hay películas muy relevantes como Fue la mano de Dios o Drive my car, que seguramente serán muy votadas, pero yo necesitaría de otra categoría de votación para ellas. Personalmente, me inclino hacia otro tipo de cine, con películas que, además de gustarme, me inspiran. También debo decir que hubiera podido ver más películas si no fuera por los festivales de cine (no todos) y sus restricciones a la virtualidad… en esta nueva era de la virtualidad…  

Esquirlas / Splinters (Natalia Garayalde)

Sin lugar a dudas, mi preferida por lejos. Un auténtico deleite ver cómo la directora combina la materia prima del medio (el soporte, el montaje, las imágenes), la esfera de lo humano (ella misma y su propia familia) y la realidad sociopolítica de una ciudad y un país (Argentina). La inocencia de la adolescencia abordada desde la madurez existencial. Una verdadera joya.

Social Hygiène (Denis Côté)

Además de la interesante estrategia fílmica, Denis Côté demuestra cómo se puede hacer una película austera y a la vez profunda. Un retrato de la sociedad contemporánea y de esta era pandémica, a partir de unos pocos personajes, arrojados al mundo. 

Everything that is forgotten in an instant / Todo lo que se olvida en un instante (Richard Shpuntoff)

Genial ejercicio filosófico, a partir de la propia experiencia vital e interpelando al espectador con sutilezas de espacio, tiempo y sonido. Las recursivas y brillantes decisiones cinematográficas del Shpuntoff nos dicen que estamos ante un gran cineasta.  

Filmmaker’s House (Marc Isaacs)

Una fascinante película con unos personajes de lo más estrambóticos, todos reunidos en la casa del cineasta. Ese pequeño espacio deviene un universo de culturas, pensamientos, anhelos y emociones, con toques de humor y momentos inolvidables. 

A Man and a Camera (Guido Hendrikx)

Hacer una película, así de sencillo, como dice el título. A partir de ese mecanismo extremo emerge todo un universo acerca de la propia condición humana: la alteridad, la soledad, el miedo, la comprensión.

Película nacional:

Memoria. (Apichatpong Weerasethakul) 

Un lujo que Weerasethakul hiciera su última película en Colombia. Un país con una historia muy compleja y a la vez violenta, con muchas heridas que están por cicatrizar. Memoria pone el hilo y la aguja sobre la mesa de una manera magistral a partir de un sonido, e invitando al espectador a ser cirujano. 

Primera película:

Al amparo del cielo / Under the Sky Shelter. (Diego Acosta)

Una genuina experiencia cinematográfica en riguroso blanco y negro, y con un excelente trabajo con el sonido. Una película que dialoga con Grass de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, con Sweetgrass de Lucien Castaing-Taylor y, salvando las distancias, con la obra del gran Artavazd Pelechian. Además, hay un guiño a Sam Fuller con la irrupción de imágenes en color, como en Shock Corridor. Brillante ópera prima.  

Cineasta emergente.

Felipe Guerrero, Alejandro Landes y Camilo Restrepo . La calidad de sus obras hablan por sí solas. Estoy convencido de que seguirán brillando con nuevas películas, y más en este contexto sociopolítico tan complejo en Latinoamérica. 

***

Natalia Garayalde, cineastas (Esquirlas), Argentina.

Este año me hicieron notar que algunxs tienen la rara perversión de escuchar pitchings sobre posibles versiones de sinopsis. Si me preguntan, prefiero encontrarme con la película cuando tiene pulso propio y no es la extensión de una cabeza parlante. Las que nombro acá, aunque fueron hechas en distintos lugares con condiciones de producción muy diferentes, ya respiran por sus propios medios. No son parte de un ranking. No alcanza con diseccionar su virtuosismo técnico. Son películas que amé. Y me quedo corta con la lista. 

Sin orden de jerarquía: 

El gran movimiento (Kiro Russo)

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Looking for Horses (Stefan Pavlović)

Estrella roja (Sofía Bordenave)

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Película nacional 

El perro que no calla(Ana Katz)

Primera película:

Faya Dayi (Jessica Beshir)

Cineasta emergente

Iryna Tsilyk

***

Horacio Bernades

crítico de cine (Página 12; Cancha de Bochas), Argentina. 

Petit Maman (Celine Sciamma)

Wheel of Fortune and Fantasy, (Ryusuke Hamaguchi)

Metok (Martín Solá)

Esquierlas (Natalia Garayalde)

Amor sin barreras (Steven Spielberg). 

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Rigoberto Perezcano, cineasta (Norteado, Carmín Tropical, Los amantes se despiden con la mirada -en posproducción) y fundador de OaxacaCine, México. 

Gracias por la invitación, con gusto dejo la lista de las películas que vi este año y que pongo como mis favoritas. 

Me emociona, pero también me resulta complicado decir cuáles fueron las mejores cinco: mi cinefilia actual va por diferentes caminos y sobre todo estoy accediendo como público, y asimismo como cineasta, que me lleva a redescubrir géneros diferentes. Ahí radica mi interés en este momento. 

Mi lista, quizá, podría parecer obvia, y si es así sería menos interesante, pero es lo que vi y lo que me movió ir a una sala oscura, temeroso sí de la atmósfera y sobre todo del aire que nos rodea en este momento. 

Confieso que me alegra enormemente que en esta lista hay dos mujeres que toman un género «tan masculino» como es el western, lo reinventan, le proporcionan una frescura tan necesaria y una sutileza propia del mundo femenino. Viva pues este cine, y a los que amamos dicho género. 

Incluyo también a otra mujer que hizo para míi una de las mejores películas de terror que he visto en los últimos años, y que por cierto es su ópera prima. 

Sobre el cine que se hace en México, confieso que me resulta muy agotador ver la misma película siempre, la que se ha filmado tantas veces. Quizá lo más alentador, es que hay un síntoma presente, y al cual hay que ponerle mucha atención, porque la fórmula que nos funcionaba (sobre todo en festivales) se ha vuelto vetusta y tremendamente aburrida; todo es predecible.

Para finalizar qusiera decir que si hipotéticamente estuviéramos en 1952, indudablemente mi película favorita sería The Narrow Margin, de  Richard Fleischer y William Cameron Menzies.

Bueno, ya basta, aquí están mis favoritas de este segundo año pandémico.  

1.- First Cow. Kelly Ritchard.(que la vi, al final del 2020).

2.- The Power of Dog. Jane Campion.

3.- Old Henry. Potsy Ponciroli. 

4.- The Card Counter. Paul Schrader

No he visto Memoria de Apichatpong Weerasethakul, pero seguro estaría entre estas 5, y quizá en el número 1.

Película nacional: 

Los lobos. Samuel Leopo Kishi

Primera película: 

Saint Maud (Rose Glass)

Cineasta emergente:

Puedo hablar solamente de alguien que no está haciendo lo mismo que todo en México y que me despierta mucha curiosidad saber qué va hacer en su siguiente película: Samuel leopo kishi.Y, también Rose Glass.

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 Jason Di Rosso, crítico de cine (The Screen Show de ABC Radio National), Australia. 

No he visto todo lo que quería este año, y tampoco pude ver algunas de las películas aclamadas. Hay tres películas en español en mi selección y no tengo ninguna explicación sobre esa coincidencia. Me gustaría añadir que la película Army of the Dead de Zack Snyder, una película de acción de zombis con una subtrama padre-hija me entretuvo mucho, pero nadie parece creerme.

Azor (Andreas Fontana)

Decadencia, elegancia, suspense y una revelación de cobardía.

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn’t Be Quiet (Ana Katz)

Ana Katz es un talento precioso. Y en su película nos acercamos a la

 visión absurda de la pandemia, que es deprimente.

Gûzen to sôzô / Wheel of Fortune and Fantasy (Ryûsuke Hamaguchi)

Mi favorita de las dos películas de Hamaguchi de este año. La escena de la cafetería y el capítulo final, son hermosos. Me ha gustado más la adaptación que el texto de Murakami; me ha parecido más suelta, más sorprendente.

Madres paralelas / Parallel Mothers (Pedro Almodóvar)

Pocas películas contemporáneas se hacen así: desordenadas y austeras. Me encanta el color verde azulado, y el plano de seguimiento a lo largo de la fachada del edificio con la cortina ondulante.

Annette (Leos Carax)

No me gustó nada la música, pero la dirección de Carax es aún así muy poderosa. 

Película nacional: 

Friends and Strangers (James Vaughn)

Nitram (Justin Kurzel)

Primera película:

Azor (Andreas Fontana)

Cineasta emergente: 

Jonas Carpignano

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Irina Raffo, cineasta (Historias de verano, Historia de otoño), Uruguay.

Esta pequeña selección habla tanto de un espacio de la intimidad como de una posición tomada respecto a un posible canon en construcción. Adhiere -adrede- a un recorte geográfico particular, el sur del sur. Las cinco películas elegidas comparten la insistencia por recuperar, recolectar, rearmar, volver a ver, ver más y diferente. Todas proponen a su modo una nueva arqueología de la historia reciente. Miran hacia atrás para tomar impulso, escapando a la fascinación nostálgica. Recalibran la mirada proponiendo una batalla simbólica contra el olvido, como si fuese posible llegar a ese estado utópico de lucidez citado en Level Five (Chris Marker, 1997) en donde se refiere a una fábula judía que comenzaba afirmando “un segundo antes de nacer, sabíamos todo, acerca de todo”. 

1- El cielo está rojo (Francina Carbonell)

2- Qué será del verano (Ignacio Ceroi)

3- Adiós a la memoria (Nicolás Prividera)

4- Danubio (Agustina Pérez Rial)

5- La vida dormida (Natalia Labaké)

Película nacional: 

Las vacaciones de Hilda, de Agustín Banchero.

Primera película:

 El cielo está rojo, de Francina Carbonell.

Cineasta emergente

Sofía Bordenave

***

Manuel Ferrari, director, cineasta (De la noche a la mañana), programador (Talents Buenos Aires) y docente(UNLP, CIC), Argentina.

Como cada año, la mala memoria sobre lo visto y los autorreproches por lo no visto son una constante, siempre estoy tentado en poner todas las películas que quisiera haber visto y posiblemente merecerían estar aquí pero es una tarea también injusta porque la lista podría no terminar nunca. 

Lo cierto es que ante todo esta es una lista arbitraria y caprichosa porque he visto muchas cosas que no recuerdo del todo ahora mismo. Destaco además de la lista de cinco películas las series «Curb your enthusiasm» que estoy viendo desde su primera temporada y la revisión de «Okupas».

El perro que no calla (Ana Katz)

Esquirlas (Natalia Garayalde)

Engomado (Toia Bonino y Marcos Joubert)

Aurora (Paz Fábrega)

Trampa de luz (Pablo Marín)

Primera película:

Esquirlas + Esqui (Manque La banca)

Me resulta difícil responder a lo de cineasta emergente. Y argentinas son todas menos Aurora o sea que ahí están.

Aprovecho para recomendar los libros «Contra la cinefilia» de Vicente Monroy y «Fetichismo de la marginalidad» de César Gonzalez

***

Miguel Valverde, co-director artístico t programador (IndieLisboa), co-director Portugal Film, Portugal.

En un año extraño, una vez más debido al covid-19, vi la mayoría de las películas en mi ordenador. Para esta selección elegí, como mejores películas, entre otras, una nueva película de Zachary Epcar que me parece de lo más extraordinaria, una película brasileña que se estrenó mundialmente en IndieLisboa, A Cidade dos Abismos y la obra maestra de Hamaguchi Wheel of Fortune and Fantasy. Si esta lista tuviera más títulos, estarían allí Bad Luck Banging de Radu Jude o Looney Porn o Retour à Reims de Jean-Gabriel Périot.

Era muy difícil elegir sólo una película portuguesa, así que deberíamos tener la oportunidad de elegir siempre dos películas.

The Canyon (Zachary Epcar)

A Cidade dos Abismos (Priscyla Bettim, Renato Coelho)

Summer of Soul (Questlove)

What Do We See When We Look at the Stars? (Alexandre Koberidze)

Wheel of Fortune and Fantasy, (Ryusuke Hamaguchi)

Película nacional:

Película portuguesa: Ex-aequo Diários de Otsoga (Miguel Gomes, Maureen Fazendeiro) and No Táxi de Jack (Susana Nobre)

Primera película:

The Inheritance (Ephraim Asili)

Cineasta emergente:

Kiro Russo.

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Helena Girón y Samuel M. Delgado, cineastas (Eles transportan a morte), España.

Aquí va nuestra cápsula del tiempo de este 2021.

Por orden alfabético:

Earthearthearth (Daïchi Saïto)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Esquirlas (Natalia Garayalde)Memoria (Apichatpong Weerasethakul)
918 Gau (Arantza Santesteban)

Película española:

Tengan cuidado ahí fuera (Alberto Gracia)

Primea película:
918 Gau (Arantza Santesteban)

Cineasta emergente: 

Manuel Muñoz Rivas

***

Axel Kuschevatzky, cineasta (A Bit of Light), Estados Unidos/Argentina.

Agradezco a la Internacional cinefila empujarnos a releer nuestras conexiones emocionales durante los últimos doce meses y permitirnos sumergirse en gustos, preferencias y hasta agendas personales. Como siempre, estas listas hablan más de los votantes que de las películas. Las selecciones nos habilitan enojarnos, coincidir y – si todo funciona bien – descubrir experiencias nuevas. En mi caso, estos fueron los títulos más resilientes, los que más se negaron a irse, sin ningún orden de preferencia. 

Licorice Pizza (Paul Thomas Anderson)

A Night in Soho (Edgar Wright)

Distancia de rescate (Claudia Llosa)

The Michells vs the Machines (Michael Rianda)

Wolfwalkers (Tomm Moore, Ross Stewart) 

Película nacional (o del país donde vivo): 

Judas and the Black Messiah (Shaka King) 

Primera película:

Shiva Baby (Emma Seligman)

Cineasta emergente:

 Alexandre Moratto 

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Lucía Salas, crítica de cine (La vida útil, Con los ojos abiertos), programadora (Punto de Vista, Woche der Kritik), cineasta (Implantación), Argentina/España.

Petit Solange (Axelle Ropert) / Petit Maman (Celine Sciamma)

Minamata Mandala (Kazuo Hara)

Vas-Tu renoncer? (Pascale Bodet) 

Espíritu Sagrado (Chema García Ibarra)

Summer (Vadim Kostrov)

Película nacional (Argentina): 

Trampa de luz (Pablo Marín)

Película nacional (España): 

Escuchando Niño Futuro (Andrés Daniel Sainz)

Primera película: 

Vanya at Large (Stasya Korotkova)

Cineasta emergente

El año que comienza siempre tiene ventaja porque aun no ha sido una avalancha de catástrofes. Cuando despertar todos los días empieza a parecer absurdo las películas no se salvan. Pero a fin de este año me llegaron tres largometrajes de tres cineastas jóvenes, tres patrimonios de nuestra generación, la que abandona ya el puesto de los más jóvenes. Son tres retratos amorosos y duros de los años que nos tocan vivir, que buscan maneras vivir día a día enfrentando la tristeza con el estoicismo de ponerla al frente. A Date in Minsk de Nikita Lavretski, hecha por él, Volha Kavaliova como actriz y Yulia Shatun como camarógrafa, intenta producir una maquina del tiempo. Una pareja, Volha y Nikita, ha desarrollado una relación tóxica y co-dependiente. En la película hacen de ellos mismos, pero la consigna es hacer como si se estuvieran conociendo por primera vez en una cita de tinder. Hablan de su presente y su pasado, de su propia relación que fue y es como si fuera la de alguien más, y sobre todo del presente de Belarus. Sus amigos se están yendo. El estado, a través de la policía, invade la vida de todos los que conocen mientras esperan que invada la suya. Es un privilegio vivir en el lugar en el que nací dice Lavretski en la película, y todo el peso de la historia y el futuro cae como una niebla en todas sus escenas. Parece una película de Borzage o de Gremillion condensada. Dos personas remando en el medio del océano, escapando de icebergs y bombas, aun enamorados. Sobre las nubes de María Aparicio está filmada en el centro de Córdoba como filmaba Shimizu, haciendo pequeñas comedias y pequeña tragedias inmensas en la calle mientras la vía pública mantiene su vida habitual. Es un retrato generacional en el sentido en el que ese es el origen de su mirada, porque sus personajes son de todas las edades. Aparicio se mueve por total curiosidad, acercándose a otros, aproximándose a personajes que tienen unas vidas lejanas. Es discreta, acompaña cuatro historias que podrían llamarse grises pero son de un gris plateado, porque están llenas de brillos y detalles. En realidad es una película que podría ver plateado en cualquier parte, porque ese es su carácter, creer y confiar en que nada es del todo un pantano, aunque el agua llegue hasta los hombros. Es una película triste, porque vivir es triste, y es una película que está hecha con una madurez inmensa porque al verla da la sensación de que se conoce y se aprende del mundo, de como es realmente vivir un día después de otro, tener un problema detrás de otro, qué es lo que importa. Existir, básicamente. Una película que exuda existencia, que toca con los ojos todo lo que la rodea, generando vínculos singulares con sus objetos, sus personajes y sus calles, y ellos entre ellos crean sus propios vínculos también. A demás es  un musical. The Cathedral de Ricky D’Ambrose es un retrato de personaje casi en ausencia, un chico nacido a fines de los 80s. El retrato se construye con dos elementos centrales: la familia y la historia. Busca responder a preguntas fundamentales de esta generación, sobre todo al hecho de por qué la vida está tan devaluada, por que no se puede tener una casa, un trabajo más o menos bueno, o siquiera alquilar un departamento que tenga una ventana decente por la que entre una luz que en algún momento pueda conmover, que esa conmoción haga que alguien saque una fotografía y que esa fotografía sea la que capture un recuerdo, no sólo de un momento pero de un reflejo de la luz sobre las cosas. La historia aparece en forma de eventos y su versión noticiaria. Es una película que pregunta de qué están hechas las biografías, de qué está hecha la crianza, cómo se vuelve una lo que es, cómo se es en el mundo. Las tres películas se hacen preguntas muy grandes, cosa que parecería un poco pasada de moda. Las tres las contestan con detalles y con imaginación, inventando historias, anécdotas, narraciones, personajes. Después de este año número dos de espanto es iluminador ver que el futuro de las ideas está en buenas manos. Espero que el futuro de las salas también lo esté y que estas tres películas se vean pronto y en todas partes. 

***

Martin Pawley, crítico de cine (Acto de Primavera)

Por orden alfabético:

AHED’S KNEE (Nadav Lapid)

ANNETTE (Leos Carax)

DRIVE MY CAR (Ryûsuke Hamaguchi)

MEMORIA (Apichatpong Weerasethakul)

STE ANNE (Rhayne Vermette)

¿Solo cinco? Es especialmente difícil en un año que en el fondo fueron dos, 2020 y 2021 a la vez. Llevo varios minutos escribiendo y borrando títulos. Necesito hacer sitio para Verhoeven, para Céline Sciamma. ¿De verdad no pueden ser siete?

Película nacional:

Tomando por patria mi lengua, la película nacional que elijo es, sin duda, DIÁRIOS DE OTSOGA de Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro.

Primera película: 

La gran ópera prima de 2021 es STE ANNE. Desconocía por completo la obra de Rhayne Vermette, para mí la cineasta revelación de este año.

Cineasta emergente

Me resulta difícil ponerle un marco temporal al adjetivo «emergente». ¿Cuántos años y cuántas películas debe tener una o un cineasta para dejar de serlo? Elijo a un amigo, el mejor cineasta portugués del futuro y uno de los más inteligentes del presente, Pedro Peralta, autor de tres cortos maravillosos que está preparando su primer largo. No tengo duda de que entre las películas que más me gustarán de la próxima década habrá alguna(s) suya(s).

UNA REFLEXIÓN (A MODO DE EPÍLOGO)

Hace unos días visité una vez más el Planetario de Pamplona, que en 2018 experimentó una reforma que mejoró de forma notabilísima la calidad de la proyección. Llenan la inmensa cúpula de 20 metros de diámetro dos proyectores 4K; la calidad de las imágenes es muy buena, pero es aún mejor la calidad de sonido, un sistema 13.1 con dos líneas de 6 altavoces a dos alturas, más otro adicional en el cénit (y otro para los graves). Las últimas producciones divulgativas del «Pamplonetario», como solemos llamarlo, hacen ya uso de ese potencial. Los sonidos pueden provenir de un sitio preciso de la cúpula, así que el resultado no es una masa plana, homogénea, sino que tiene volumen: hay cosas que suenan cerca del horizonte y cosas que suenan a gran altura. Es no ya el mejor planetario, sino la mejor sala de proyección que conozco, solo que tiene forma de semiesfera.

Las películas para planetario tienen en su mayoría un perfil didáctico, pues ese es su mercado principal. Desde hace unos años, muy pocos, las cámaras ofrecen la suficiente resolución como para llenar una cúpula de 600 metros cuadrados; no es preciso recurrir ya a las imágenes sintéticas, creadas en un computador. Pueden utilizarse fotografías, time-lapses y ahora ya incluso vídeo. Olvídense (definitivamente) del 3D: no hay experiencia inmersiva mejor que la de un planetario. Pero una pantalla curva es muy diferente de una pantalla plana y eso obliga a inventar otro lenguaje, algo per se fascinante. ¿Cómo mover la cámara sin que el resultado sea confuso, mareante, para el espectador? ¿Qué encuadres resultan hermosos en una cúpula y cuáles no? Hay que pensar las imágenes desde cero. Es un desafío para creadoras y creadores con talento; me sorprende que no haya cineastas que se lancen a «pensar» películas para planetarios. ¿Quién se anima?

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Ivonete Pinto, crítica de cine (Revista Teorema), Brasil. 

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Ghahreman / A hero  (Asghar Farhadi) 

Titane (Julia Ducournau)

The Power of the Dog (Jane Campion)

 Baglilik Hasan / Commitment Hasan (Semih Kaplanoglu)

Película nacional:

Marighella (Wagner Moura)

Primera película:

Marighella (Wagner Moura)

Carlos Marighella, un guerrillero comunista que se enfrentó a la dictadura militar al tomar las armas, hasta ser asesinado por la policía civil en 1969, ya ha realizado algunas películas en Brasil, desde ficción hasta documentales. En este esperado debut como director del actor Wagner Moura (Tropa de Elite I y II, Narcos / Serie Netflix), hay mucha acción, pero eso no impide que el espectador tenga espacio para reflexionar sobre la política actual en el país. La discusión sobre si es o no un héroe de nuestro tiempo avivó el seguimiento de la producción de la película, que tuvo dificultades para ser estrenada en Brasil, por una censura velada pero concreta.

Cineasta emergente: 

Panah Panahi, con su Hit The Road (Jaddeh Khaki, 2021) demuestra trabajar con originalidad en temas políticos que su padre Jafar Panahi, a veces, muestra cierto cansancio y exceso de clichés. Sobre todo, el humor en Hit The Road es un elemento bienvenido y, sin embargo, es contundente al denunciar a un Irán opresivo.

***

Rafael Guilhem, crítico de cine (El Cine Probablemente), México

No es algo nuevo decir que el estatuto de las imágenes cinematográficas ha cambiado sustancialmente en décadas recientes con la aparición de las tecnologías digitales que, en última instancia, hacen a un lado el registro de la realidad como procedimiento básico del cine. Cada vez es más claro, sin embargo, que aun las películas que trabajan con el enregistrement elaboran sus cuadros y sonidos como si estuvieran modelados digitalmente, e incorporan composiciones de otros medios audiovisuales, muchas veces sin otra motivación que el cálculo y la limpidez técnica. O lo que es igual, una técnica tematizada con fines demostrativos, de modo que la realidad, el tiempo, el espacio y la dimensión histórica se adecúan a esta vasija estéril. Por otra parte, afortunadamente, están las películas que se enfrentan a la resistencia de los materiales con los que trabajan, que comprenden la amplitud de un mundo que no acaba y una historia que no ha dicho su última palabra. Aunque son películas más incómodas para pensar y exigen una labor ardua para la crítica y los espectadores, son también un bálsamo para el cine contemporáneo. Dependerá de nuestros ojos saber buscarlas, descubrirlas y comprenderlas con justeza. Una impresión de este tipo me produjo la obra en maduración de Vadim Kostrov, que persigue la intensidad de la realidad con esmero y perdurabilidad; me entusiasmó el compromiso de Kazuo Hara para ir hasta las últimas consecuencias y la inventiva de Sofía Bordenave para renovar nuestras ideas sobre el futuro. Sergei Loznitsa, por su cuenta, estableció un esquema de exposición y misterio frente a los archivos del pasado demostrando que las formas no dejan de irrigar conocimiento y sensibilidad. Finalmente, dentro de la aridez del cine mexicano y contra toda expectativa, pude contemplar la belleza de Toda la luz que podemos ver, una película minuciosa que no ha recibido todavía la atención que merece.

Por orden de preferencia):

1. Zima / Winter (Vadim Kostrov)

2. Leto / Summer (Vadim Kostrov)

3Minamata Mandala (Kazuo Hara)

4. Babi Yar. Context (Sergei Loznitsa)

5. Orpheus (Vadim Kostrov)

Primera película:

Estrella roja (Sofía Bordenave)

Película nacional: 

Toda la luz que podemos ver (Pablo Escoto)

Cineasta emergente

Vadim Kostrov

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Helena Wittmann, cineasta (Human Flowers of Flesh), Alemania.

De los pocos estrenos 20/21 que pude ver, me gustaría mencionar las siguientes películas:

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

El año del descubrimiento (Luis Lopez Carrasco)

Fabian oder der Gang vor die Hunde (Dominik Graf)

Landscapes of Resistance (Marta Popivoda)

Obake/Ghosts (Hiromichi Nakao)

Con una especie de confusión apasionada me gustaría mencionar especialmente Annette (Leos Carax)

Película nacional:

Fabian oder der Gang vor die Hunde (Dominik Graf)

Primera película: 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Un agradecimiento especial quiero prodigarle a MUBI por la retrospectiva de Marta Meszaros; también agradecer las tres películas de Guy Gilles que se pasaron en la misma plataforma, y asimismo por «I Am 20 Years Old» de Marlen Khutsiev. Sé que ninguna de estas películas es de 2020 o 2021…

***

Ramiro Sonzini, crítico de cine (La vida útil), Argentina. 

What Do We See When We Look at the Sky? (Aleksandre Koberidze)

Baleh-baleh (Pascale Bodet)

In Front of Your Face (Hong Sang-soo)

Benedetta (Paul Verhoeven)

Can’t Get You Out of My Head (Adam Curtis)


Película nacional: 

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

Primera película:

Mad God (Phil Tippett)

Cineasta emergente:

María Aparicio.

***

Maia Debowicz, crítica de cine y escritora (Suplemento SOY de Página 12, Infobae, La Agenda Revista, Urbana Play), Argentina.

Hay una trampa a la hora de votar las mejores películas del año: no vi todas las películas que se han hecho, y dudo alguien lo haya logrado. Hay películas que, si las hubiera podido ver, si se hubieran estrenado en cines en Argentina, seguramente formarían parte de esta lista. En una semana me arrepentiré de no haber incluido a Licorice Pizza, o a Red Rocket. Por otro lado, estamos en un momento donde los formatos son cada vez más difusos. Inside, de Bo Burnham, es una de las obras más potentes e inclasificables que sucedieron en 2021. No es una película, sin embargo, tiene una puesta en escena cinematográfica. ¿Qué es una película en 2021? Tengo más interrogantes que respuestas, y eso me gusta. 

The Card Counter (Paul Schrader) 

Pig (Michael Sarnoski)

Madres paralelas/Parallel Mothers (Pedro Almodóvar)

Petite Maman/Little Mom (Céline Sciamma)

Fue la mano de Dios/The End of God (Paolo Sorrentino)

Película nacional:

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn´t Be Quiet (Ana Katz)

Primera película:

Finch (Miguel Sapochnik)

Cineasta emergente:

Potsy Ponciroli (por su western Old Henry)

***

Kieron Corless, crítico de cine (Sight & Sound), Reino Unido.

  1. 1. The Tsugua Diaries (Miguel Gomes and Maureen Fazandeiro)

2. Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

3. Fabian: Going to the Dogs (Dominik Graf)

4. Feathers (Omar El Zohairy)

5. What Do We See When We Look at the Sky (Aleksandre Koberidze)

Película nacional:

Souvenir II (Joanna Hogg)

Primera película:

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Cineasta emergente:

Aleksandre Koberidze

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Antonio Gonçalves Junior, director artístico(Olhar de Cinema), Brasil.

The Power of the Dog (Jane Campion)

Das Mädchen und die Spinne / The Girl and the Spider (Ramon ZÜRCHER, Silvan ZÜRCHER)

Subterrânea / Subterranean (Pedro Urano)

The Inheritance (Ephraim Asili)

A máquina infernal / The infernal machine (Francis Vogner dos Reis) y Chão de Fábrica / Lunch Break (Nina Kopko)

*Dos cortometrajes. 

Película nacional:
O Sonho do inútel / The dream of the useless (José Marques de Carvalho Jr)

Primera película:

Esquí/Ski (Manque la Banca)

Cineasta emergente:

Rosine Mbakam

***

María Fernanda Mugica, crítica de cine y periodista (Diario La Nación), Argentina.

Elegir cinco películas del año para La Internacional Cinéfila es un juego para tomarse en serio. No es una contradicción: armar la lista es un ejercicio lúdico, pero también conlleva una responsabilidad. El conjunto ideal de películas, a mi entender, presenta las que más disfrutamos, en el sentido más amplio de la palabra, de este año. Pero también debería ser una muestra de cómo entendemos el cine y nuestra expectativa para el futuro. Un poco mucho, ¿no? 

Al menos, el eclecticismo de mi forma de entender el cine está explícito en esta lista, circunscripta a películas vistas en festivales en 2021, que incluye la última del maestro Hong Sangsoo, quien vuelve a superarse a sí mismo; la tensión y belleza del western según Jane Campion; un documental político con un minucioso trabajo de archivo; y el film de Koberidze, repleto de ideas visuales geniales y un encantador “feet cute” (un meet cute de pies). La excepción a la regla de las películas de festivales es Maligno, un film de terror divisivo, que festeja el exceso y se acerca a la parodia, al que incluí por ser una de las experiencias más divertidas del regreso a las salas. El cine también es eso.

Que tengan un fabuloso 2022.

In Front of Your Face (Hong Sangsoo)

The Power of the Dog (Jane Campion)

Hold Your Fire (Stefan Forbes)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Maligno (James Wan)

Película argentina: 

Jesús Lopez (Maximiliano Schonfeld)

Primera película: 

 The Lost Daughter (Maggie Gyllenhaal)

Cineasta emergente: 

David Lowery

***

Cristian Saldía, cineasta (El ruido de los trenes), director y programador (Festival Frontera Sur), Chile.

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Eles transportan a morte (Helena Girón, Samuel M. Delgado)

Train Again (Peter Tscherkassky)

Un monde flottant (Jean-Claude Rousseau)

In Front of Your Face (Hong Sang-soo)

Más 5 extras:

Bicentenario (Pablo Álvarez-Mesa)

Saxifrages, quatre nuits blanches (Nicolas Klotz, Elisabeth Perceval) 

Trampa de luz (Pablo Marín)

Diarios de Otsoga (Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Película nacional:

El cielo está rojo (Francina Carbonell) + Agua del arroyo que tiembla (Javiera Cisterna)

Primera película:

Eles transportan a morte (Helena Girón, Samuel M. Delgado)

Cineasta emergente:

Helena Girón y Samuel M. Delgado

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Astrid Riehn, periodista especializada en cine (La Nación/Página 12), Argentina.

En orden alfabético:

Mad God (Phil Tippett)

O amor dentro da camera (Lara Beck Belov y Jamille Fortunato)

Pinocchio (Matteo Garrone)

Sexo desafortunado o porno loco (Radu Jude)

The Green Knight (David Lowery)

Película nacional 

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

Primera película:

Piccolo corpo (Laura Samani)

Cineasta emergente:

María Álvarez (Argentina)

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Eduardo Rojas, crítico (Hacerse la crítica) y escritor. Argentina. 

Otro año flaco, sin festivales por la pandemia; pero no se trata solo de eso, la enorme oferta no se equipara con la calidad. De entre más de doscientas películas rescato estas:

Malmkrog (Cristi Puiu)

Debate de ideas decimonónicas entre un grupo de aristócratas en una invernal mansión rusa. Más de tres horas de diálogos con largos planos secuencias y una creciente tensión subterránea. Conversaciones que continúan luego del desenlace trágico promediando el metraje. Magistral puesta en escena de Puiu que manda señales al presente desde un pasado al borde del apocalipsis de revolución y guerra.

Lamb (Valdimir Jóhannsson)

El debutante islandés Jóhannsson concreta una historia que oscila entre el el realismo, el surrealismo y un delicado terror naturalista. Extraña combinación que sobresale en una puesta apoyada en los ajustados escenarios islandeses. Historia de paternidad y adopciones con ecos cristianos y paganos en la mejor tradición del cine escandinavo.

Ondine (Cristian Petzold)

Extraña fábula de amor contemporáneo basada en la    conocida leyenda germana de la ninfa acuática Ondina. Petzold no cree en el presente, ya sea en la política o el amor. Por eso busca los fundamentos de ambos ya no en la historia, sino en la leyenda.

Aheed´s Knee (Nadav Lapid)

Lapid sigue con su guerra de un hombre solo. Enfrentado a Israel, no solo por el conflicto palestino, explicita su crisis frente a una sociedad en estado moralmente terminal. Este enfrentamiento parece llevarlo a una ruptura en su lenguaje, antes más clásico. Ahed´s…es una película que explota al par de su protagonista, un director cinematográfico. El resultado es un salto al vacío, un riesgo artístico y personal de futuro imprevisible.

El contador de cartas (Paul Schrader)

La filmografía de Schrader parece una road movie permanente que atraviesa un territorio hostil, por el que sus protagonistas circulan sin esperanzas. Detrás de la historia de un jugador profesional itinerante, está como siempre la mirada moral de este calvinista agnóstico en busca de la salvación.

Película nacional:

Esquirlas (Natalia Garayalde)

El documental de la debutante Garayalde se desentiende de la investigación de los hechos o la búsqueda de los responsables de la voladura de Río Tercero. La verdad, la suya pero que es válida para todos, surge de las esquirlas de la explosión genocida. Esquirlas de un país, de una ciudad, de una familia, la suya. De ella misma, que sigue adelante por medio de esta película.

Primera película: 

Lamb (Valdimir Jóhannsson).

Cineasta emergente:

Kantemir Balagov.

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Iván Pinto (Crítico de cine, El Agente Cine, La Fuga), Argentina.

El lento retorno a las actividades presenciales, mientras festivales locales buscan reincentivar al público a volver a las salas, favorece a un nuevo regimen de plataformas, acceso siempre dispar, y desigual en calidad que, con uno que otro hallazgo, da cuenta de la necesidad de espacios curatoriales y formas socializadas de recepción que están completamente ausentes en esta era aún pandémica. Un equilibrio que se desbalancea a favor de «las grandes internacionales», perjudicando a las pequeñas obras personales que se escapan entre las manos.

Un país, por otro lado, el mío, que obliga a otorgar una responsabilidad enorme al peso de las imágenes, imágenes que se sitúan contra otras imágenes- clichés, estereotipos, demarcaciones de clase- para lo cual el cine que quiere pensarse políticamente debe alejarse de lo agotado – la «denuncia», la retórica mesiánica del sacrificio-  para encontrar el la reorganización de las imágenes nuevas búsquedas de sentido. 

Velvet Underground (Todd Haynes)

The Beatles Get Back (Peter Jackson)

Esquirlas (Natalia Garayalde)

El gran movimiento (Kiro Russo)

Adiós a la memoria (Nicolás Prividera)

Dos bonus

Una imagen, dos actos (Sanaz Sohrabi)

La instalación recuperada de Raúl Ruiz: Todos los males del mundo. En el marco de la Bienal de artes mediales (2021). Rescate por: Francisca García, Érik Bullot

Película nacional 

Los Huesos  (Joaquin Cociña y Cristóbal León)

Primera película:

El cielo está rojo (Francina Carbonell)

Cineasta emergente:

Francina Carbonell

***

Ewerton Belico, cineasta (Baixo centro), Brasil. 

Letter from Sapporo, Morgan Quaintance;

In Front of your Face, Hong Sang-Soo

Nuclear Family, Erin Wilkerson, Travis Wilkerson;

For the Time Being, Deborah Stratman;

Train Again,  Peter Tscherkassky

Película nacional: 

Capitu e o Capítulo, Júlio Bressane

Cineasta emergente:

Isael e Sueli Maxakali, diretores de Nũhũ yãg mũ yõg hãm: essa terra é nossa! (2020), juntamente con Carolina Canguçu e Roberto Romero.

***

Sofía Ferrero Cárrega: crítica de cine, programadora (FIDBA y Solax.tv), directora artística (Al Este de Perú), Argentina.

Azor (Andreas Fontana)

La dictadura militar argentina es un tema abordado por el cine nacional (argentino) desde múltiples perspectivas en las cuatro últimas décadas y, sin embargo, siempre parece quedar algo más para decir. El film argentino-franco-suizo co-guionado por Mariano Llinás habla de ellos, los otros, los beneficiados por el proceso militar. Los ricos, los bancos extranjeros, los diplomáticos, los párrocos y sus espacios: el hipódromo, las quintas, los lugares de reuniones. 

Y quizás por tanto que se ha dicho sobre el tema, lo discursivo pasa por los espacios y las miradas de los personajes y por la paciente narración que acompaña hasta la gloriosa última escena, el desarrollo del personaje principal. 

Drive my car (Ryusuke Hamaguchi)

Algo pasa en las películas del director japonés. La experiencia con el tiempo, con los tiempos y lo que sucede en ellos y entre ellos. Se siente liviano, distinto, como una hechicería cinematográfica que crea un lugar para habitar el mundo del director. 

Y para lxs admiradorxs de Haruki Murakami, hay una correspondencia mágica entre los mundo que crea el escritor con los mundos que filma el director y es hermoso. 

Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude)

Confieso que las películas anteriores del director no me generaban el más mínimo interés. Quizás por distancia y desconocimiento de la historia de Rumania o simplemente por una cuestión de gustos. Sin embargo, su último film, ganador de la pasada Berlinale, me dejó boquiabierta con su desmadre, la inclusión de la pandemia como una nueva complicación en la ya difícil vida cotidiana contemporánea. Todo junto, desordenado, colorido, vertiginoso, ridículo pero trístemente verosímil y universal.  

Memoria (Apichatpong Weerasethakul) 

El cine del director tailandés es experiencia pura, inmersión. Son películas espirituales, sensoriales, oníricas. Y ésta, además, fue filmada en Colombia, con el nombre en castellano que refiere a la lucha de las madres de las personas asesinadas por los carteles. Pero que no habla de eso. O no solo de eso. Apichatpong, el mismo que ganó Cannes, el más amado por Francia, el país del cine de autor. Ése, no filmó allá sino que vino a la periferia y usó el sonido, otro elemento no central, como el eje de la narración. 

West side story/ Amor sin barreras (Steven Spielberg)

Qué maravilla sentarse en una butaca y ver la WSS de Spielberg. Esta nueva película es, como la de 1961, original, urgente y conmovedora. 

La West side de Spielberg no solo homenajea a aquella de 1961 con todas las virtudes del cine del director, sino que también pone en primer plano la actualidad del racismo, el sexismo, la marginalidad y la tragedia (sin ser moralista). Y también la belleza arrolladora del musical, el género más antiguo de la historia del cine sonoro.

Película nacional:

El prófugo (Natalia Meta) 

Levitar sobre la realidad. Abrirse a todas las posibilidades que da la ficción como tiempo y espacio donde cualquier cosa puede suceder. Hacer que cualquier cosa suceda. Elegir los planos perfectos en los momentos justos. Erica Rivas. El Centro cultural más hermoso del mundo (CCK) y el sonido como elemento fundamental. Por eso esta es la mejor película argentina del año. 

Primera película: 

Promising young woman (Emerall Fennell)

La ruptura que significó el #MeToo en Hollywood empieza a traducirse en ficciones y este film es fruto de esto: la llegada al mainstream de las grandes preguntas que circulan desde entonces. La directora británica las traduce en una estética pop a través de colores, música adaptada y características de géneros cinematográficos que complejiza en el buen sentido las discusiones sobre la cultura de la violación y la convulsionada dinámica contemporánea de la relación entre varones y mujeres. 

Cineasta emergente

Quiero mencionar aquí un nuevo movimiento dentro del cine brasilero que ya habíamos notado con A boas maneiras (2017- Juliana Rojas, Marco Dutra). Un cine de género, multicolor, hermoso e interesante conformado por películas dirigidas por jóvenes directoras que hacen films muy diferentes pero con elementos conocidos y con mucha historia, como la ciencia ficción. 

Este año Medusa (Anita Rocha da Silveira) y La nube rosa (Iuli Gerbase) se alinean con la arriba mencionada. Sobre todo la última, que se hace cargo de la pandemia cuando aún la estamos transitando. Dato no menor, ya que en la historia del cine, éste se ha tomado  un tiempo considerable antes de encarar a través de ficciones hechos traumáticos que cambian la historia de la humanidad. 

***

Victor Guimarães, crítico de cine (Cinética, Con Los Ojos Abiertos) y programador (FICValdivia, FENDA), Brasil. 

Después de casi dos años de aislamiento en los que estuve viendo películas en casa, recién empiezo a experimentar una sala de cine nuevamente. Las películas nombradas aquí son aquellas que se han hecho una pregunta fundamental: ¿qué puede ser el cine hoy, en este vasto ecosistema de imágenes y pantallas que inundam nuestro cotidiano? Algunas respuestas: el cine puede ser una experiencia de afinación colectiva de la escucha; una anacronía para enfrentar la urgencia; un aprendizaje de la mirada; una fiesta bárbara de sonido y furia; un buceo en la oscuridad; una devoración de todas las otras imágenes; una duda sobre el estatuto de la ficción; un redescubrimiento de la densidad de la luz. 

Memoria (Apichatpong Weerasethakul) 

Notes for a Déjà Vu (Colectivo Los Ingrávidos) 

Self-Portrait: Fairy Tale in 47 KM (Zhang Mengqi)

Love is a Dog from Hell (Khavn) 

Zeros and Ones (Abel Ferrara) 

Película nacional: 

Rodson ou (Onde o Sol Não Tem Dó) (Clara Chroma, Cleyton Xavier y Orlok Sombra)

Primera película: 

Ste Anne (Rhayne Vermette) 

Cineasta emergente: 

Vadim Kostrov 

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Bernd Schoch, cineasta (Olanda, But the Word Dog Doesn’t Bark) y programador (Dokumentarfilmwoche Hamburg), Alemania.

THE WORKS AND DAYS (OF TAYOKO SHIOJIRI IN THE SHIOTANI BASIN (C.W. Winter & Anders Edström)

By far the best cinematic experience this year for me. It´s everything and it´s opposite.

Para mí, la mejor experiencia cinematográfica de este año. Es todo y lo contrario.

DUNE – Denis Villeneuve

IL BUCO- Michelangelo Frammartino,

ROCK BOTTOM RISER- Fern Silva

TITANE –  Julia Ducournau

Película nacional: 

FIRST TIME [THE TIME FOR ALL BUT SUNSET – VIOLET] – Nicholaas Schmidt

Primera película: 

First Film: KRAI – Aleksey Lapin

Cineasta emergente: 

Alexandre Koberidze 

Aunque todavía no he visto What Do We See When We Look at the Sky?, ya Let the Summer Never Come Again y Linger on a Pale Blue Dot ya atestiguan la capacidad cinematográfica del cineasta. 

***

Paula Vazquez Prieto, crítica de cine (La Nación, Radar, Hacerse la crítica), Argentina.  

Intenté reflejar en la elección los sentimientos que siempre me han unido al cine. Placer, asombro, inquietud, fascinación. Vi con ingenua esperanza en este año un extraño renacimiento del musical en sus más variadas formas, algunas como anhelo de lo clásico, otras como ensayo de su disolución. Bienvenido ese gesto aunque no lo acompañe la taquilla, solo por el inquieto persistir de una forma ajena a la cada vez más reinante tiranía del realismo. En ese sentido, la realidad se asomó en mejor forma en las películas que usaron la sátira o el absurdo, los mitos y las fábulas; en fin, el rodeo antes que el tiro al blanco. En esa búsqueda también estuvo la decisión final: el cine que queda en la memoria como parte de una experiencia ya extinguida. 

Amor sin barreras (Steven Spielberg). 

Annette (Leos Carax). 

El poder del perro (Jane Campion). 

Sexo desafortunado o porno loco (Radu Jude).

Undine (Christian Petzold). 

Película nacional:

El prófugo / The Intruder (Natalia Meta)

Primera película:

 Sole (Carlo Sironi). Estreno en Mubi.

Cineasta emergente: 

Maggie Gyllenhaal. 

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Maria Clara Albisu, periodista (Filmoteca sin pantalla) y archivista audiovisual (TVP), Argentina.

Benedetta (Paul Verhoeven) 

In Front of Your Face (Hng Sang-soo)

Jesús González (Maximiliano Schonfeld)

The Card Counter (Paul Schrader)

Petite maman (Céline Sciamma)


Película nacional:

Reloj, Soledad (César González)

Primera película:

The Cloud in Her Room (Zheng Lu Xinyuan)

Cineasta emergente:

Christos Nikou. Apples, su debut, expresa con sutileza el grotesco de las respuestas que nuestro tiempo esbozó para preguntas complejas. Me despierta curiosidad el desarrollo de su futura filmografía. En el próximo proyecto del griego, ya abrazado por cierto circuito mainstream, podremos saber si esa poética se distinguirá entre las luces.

***

Marco Arrocha, programador (Muestra de Cine de Lanzarote), España. 

Por preferencia

1. HARUHARA-SAN’S RECORDER (Kyoshi Sugita)

2. MEMORIA (Apichatpong)

3. ZEROS AND ONES (Abel Ferrara)

4. NUCLEAR FAMILY (Travis Wilkerson)

5. PALESTRA  (Juan Pablo Bashovi y Sofía Jallinsky)

Película nacional y primera película: 

Ambas, ex aequo: 

ELES TRANSPORTAN A MORTE (Helena Girón y Samuel M. Delgado)

RENDIR LOS MACHOS (David Pantaleón)

Cineasta emergente: 

Kyoshi Sugita

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Rodrigo Moreno, cineasta (Una ciudad de provincia), Argentina.

Por segundo año consecutivo, las películas elegidas fueron vistas en mi casa, algunas en un monitor y, en el mejor de los casos, en un proyector. No se cuánto de todo esto influye en mi selección pero puedo decir que con cada una de las cinco películas elegidas sentí el deseo de verlas proyectadas en una sala, sobretodo la primera de ellas, estrenada directamente en disney plus. Hace poco fui al cine a ver una película de estreno olvidando por completo que ya la había visto en la computadora un año antes ¿Cuánto perdura la experiencia cinematográfica una vez arrebatada su aura? El cine, con excepción de Marvel, dejó de ser un bien de intercambio en las conversaciones de las personas que no se dedican al cine o, a lo sumo, a cuestiones artísticas. Eso es muy triste, sin embargo las películas siguen existiendo aún cuando ya no hay espectadores del otro lado. O tal vez los siga habiendo, recluidos en el silencio de sus minúsculas pantallas domésticas, cómo saberlo. En todo caso, la experiencia hipnótica de la proyección en la sala, que es también colectiva, como nunca antes está en peligro. Una vez escuché a un productor recomendarle a un director filmar más primeros planos porque se iban a ver mejor en una computadora. Como si fuéramos miembros de vida silvestre protegiendo pudús y yaguaretés, los amantes del cine tenemos la misión de sostener y defender la proyección en salas tanto como la conservación y difusión de películas a través de una cinemateca. Antes de que desaparezcan los planos generales. 

Get back / Get back (Peter Jackson) 

What do we see when we look at the sky / ¿Qué vemos cuando miramos al cielo? (Alexandre Koberidze) 

Wheel of Fortune and fantasy / La rueda de la fortuna y la fantasía (Ryusuke Hamaguchi) 

La sel des larmes / La sal de las lágrimas (Philippe Garrel) 

No taxi do Jack / En el taxi de Jack (Susana Nobre) 

Película nacional: 

Azor / Azor (Andreas Fontana

Primera película:

Esquirlas / Esquirlas (Natalia Garayalde)

Cineasta emergente:

Pablo Martín Weber ( Homenaje a la obra de Philip Henry Gosse, Luto )

En su afán de entrecruzar intereses científicos, históricos y personales al mismo tiempo y de trabajar de alguna manera el collage, se podría decir que Weber es nuestro pequeño Kluge. Pero quisiera manifestar mi crítica a Luto, su último corto, porque me gustó mucho cuando lo vi y me gustó mucho menos cuando leí sobre ciertos procedimientos del autor. La mentira como forma de embaucar sentimentalmente al espectador es razonable cuando un género la sustenta con sus reglas. Pero cuando no hay una red de contención, la mentira puede volverse traición al espectador. Weber se lanza a un formato en primera persona que reúne todos los elementos del relato confesional y personal para desarrollar un réquiem por una novia que ha muerto recientemente. Lo hace de manera contundente. Es poético y narrativo al mismo tiempo. Hay un mundo singular ahí y una escritura sensible y atenta. La forma que elige responde a las formas del relato verídico. Pero cuando el espectador accede a información extra, se da cuenta de que todo es parte de una invención y allí, el espectador se siente traicionado. Pero además, se termina por banalizar aquello en lo que uno ha depositado transitoriamente su dolor. No me parece menor dar cuenta de esto dado de que se trata de un cineasta del que deseo seguir viendo sus trabajos. Su talento no requiere de ninguna maniobra especulativa para con el espectador. Tiene la capacidad de construir y derruir un relato por sí solo. Su aparición en la escena del cine es más que auspiciosa. 

***

Miguel Savransky, crítico de cine (Jacobin América Latina), docente e investigador, Argentina.

Con el arribo de la pandemia, mis hábitos cinéfilos —palabra que menta una práctica que carga recientemente con cierta connotación negativa en un sector de la crítica y el debate público pero que yo persistiría en reivindicar bajo unas coordenadas completamente ajenas a la complacencia endogámica y a la huida del mundo en la fantasía— se desarreglaron en extremo. Recién este año logré retomar un ritmo más regular al ver películas y me puse un poco al día con algunas que circularon de 2020 para acá (aunque aún tengo pendientes algunos estrenos más recientes). Esta vez decidí esmerarme y atenerme a las reglas estipuladas por Roger, así que excluí adrede algunos títulos que corresponderían al año pasado y me ceñí a estrenos de 2021. En todo caso, es una selección tentativa de películas y cineastas valiosos e importantes que intuyo no estarán entre los más nombrados y que merecerían mayor atención, en un intento por correrse un poco de las zonas más conocidas del mapa. 

A.I. at War (Florent Marcie)

Marcie pone el cuerpo y filma como nadie en contextos bélicos —siempre en el lado resistente de la trinchera— pero aquí añade una interrogación de índole más ensayística acerca del futuro de la inteligencia artificial, su uso militar y audiovisual y la relación entre robots y seres humanos, auscultando un conjunto de problemas, tendencias y encrucijadas singulares de nuestro presente. Una experiencia física visceral.

Outside Noise (Ted Fendt)

La composición formal de cada plano y secuencia es exquisita —un verdadero arte del encuadre, la luz natural, la textura del 16 mm y el sonido directo—. La sustancia narrativa va por otros carriles que sus películas previas, con el traslado a Europa, entre Viena y Berlín, el alemán como lengua dominante en los diálogos, dos personajes femeninos protagonistas que encarnan una tonalidad afectiva entre amistosa y tierna y un humor más diluido.

Picasso in Vallauris (Peter Nestler)

Nestler es un grande pero su cine no es tan conocido. Su última película es una enorme lección documental, de principio a fin, en un montón de aspectos. Por caso, pocos cineastas filman con semejante precisión obras de arte: aquí, fundamentalmente, las pinturas, dibujos y esculturas de Picasso. Los largos planos-secuencia donde unos hombres mayores modulan y dan forma —con un saber hacer manual admirable— unas piezas de cerámica en un torno giratorio son antológicos.

Saxifrages, quatre nuits blanches (Nicolas Klotz & Elisabeth Perceval) 

Un conjuro de radicalidad política, espectralidad, declamación poética hierática, imaginería mitológica y ráfagas de música industrial post-punk a todo volumen. Una especie de irredenta utopía neogótica rabiosa que emerge de la oscuridad y las alcantarillas con un tono maldito y  alucinado. La pareja de cineastas estrenó también este año Nous disons révolution (que aún no pude ver) para la serie producida por el Centro Pompidou.

Un monde flottant (Jean-Claude Rousseau)

Un pintor con una cámara (o aquí, un artista de la tradición de grabados ukiyo-e), Rousseau filma siempre, con variaciones, la misma película, hecha de luz y sombras, presencias y ausencias (el fuera de campo que acecha), conjugando la autoconsciencia artística y la manifestación de lo real. Aquí, un viaje por Japón, una serie de postales en movimiento de diversos sitios y paisajes tanto urbanos como naturales y un retrato de bambis anti-Disney.

Película nacional:

Las Picapedreras (Azul Aizenberg)

Lúcido, incendiario, programático, el cortometraje sigue la estela de una genealogía de las luchas soterradas en una doble clave de clase y de género, reconstruyendo el rol de las mujeres en las huelgas mineras al comienzo del siglo en Tandil, con un notable uso del material de archivo que es también una manera de revisar y reescribir la historia del cine y de establecer un vínculo intergeneracional con una tradición nacional interrumpida del cine político. 

Primera película:

El cielo está rojo (Francina Carbonell)

Una película importante tanto por aquello a lo que se enfrenta (un incendio en una prisión en Santiago de Chile en 2010 en el que murieron 81 presos y en cuyo proceso judicial no se encontraron responsabilidades) como por la manera en que lo hace: un trabajo de investigación sobre los archivos institucionales de control y vigilancia que deja clara la dimensión estructural de los problemas de la racionalidad punitiva neoliberal chilena y sus mecanismos penales de encierro. 

Cineasta emergente:

Pablo Martín Weber

Con los tres cortos que hizo en estos últimos años, imposible no quedar prendado de sus próximos pasos. Su cine cultiva un tipo de ensayo que alberga una singular inquietud por ciertos temas, problemas y zonas del pensamiento actuales especialmente atrapantes: la imaginación de futuros posibles, la historia natural, la historia de la técnica, el estatuto de la imagen digital, la conflictividad política… Su recientemente estrenado Luto comporta un estimulante pasaje a la ficción.

***

Vicky Duclós Sibuet, periodista cinematográfica (Puntocero, Clase v), Argentina. 

Por orden alfabético, cinco películas con mujeres en roles protagónicos pero desplazados tanto de los estereotipos más anticuados como de las más recientes demandas para la representación femenina. En toda la selección coinciden aleatoriamente entre los títulos: la brujería, el género fantástico, la cinefilia intradiegética, la mirada histórica y la experimentación en la frontera entre el documental y la ficción.


Akelarre (Pablo Agüero)


Censor (Prano Bailey-Bond)


Danubio (Agustina Pérez Rial)


Esquirlas (Natalia Garayalde)


Hellbender (John Adams, Zelda Adams, Toby Poser)


Película nacional: 

Los visionadores (Néstor Frenkel)Primera película: 

Espíritu Sagrado (Chema García Ibarra)

Cineasta emergente: 

Martín Sappia

***

Richard Nieto Fernández, programador (CaracasDoc), Venezuela.

Limitado al encontrarme en un territorio donde es difícil acceder al cine contemporáneo desde una sala de cine, acudo a ciertas plataformas o festivales en modalidad online que me permitieron descubrir películas que tienen en común (no todas) procesos creativos latentes dentro de ellas. Acercándome más al desdoblamiento del lenguaje, donde las imágenes en cada momento mantienen un estado meditativo bajo actos rítmicos dentro de sus propuestas. 

All Light Everywhere (Theo Anthony) 

Aurora (Paz Fábrega)

A Love Song in Spanish (Ana Elena Tejera) 

Babi Yar. Context (Sergei Loznitsa)

Ventana  (Edgar Jorge  Baralt) 


Película nacional:

Colección privada (Elena Duque) + La sangre es blanca (Óscar Vincentelli) + Yo y las bestias (Nico Manzano)

Primera película:

Esquí (Manque La Banca)

Cineasta emergente:

Edgar Jorge Baralt

***

Diego Menegazzi, crítico de cine y programador (Teatro Estudio), Argentina

DEAR CAMARADES! (Andrei Konchalovsky)

DRIVE MY CAR (Ryûsuke Hamaguchi)

BEGINNING (Dea Kulumbegashvili)

NUEVO ORDEN (Michel Franco)

MEMORIA (Apichatpong Weerasethakul)

Primera película

LAMB (Valdimar Jóhannsson)


Película argentina

EL PERRO QUE NO CALLA (Ana Katz)

Mención especial 

PLANETA DE LOS HUMANOS (Jeff Gibbs)

Cineasta emergente

KANTEMIR BALÁGOV

***

Gonzalo de Pedro, programador cinematográfico y profesor universitario, España.

Healing Ray (Jorge Suárez-Quiñones Rivas e Ylia) (live cinema)

Benediction (Terence Davies)

¿Cuáles son nuestros años? (Clara Rus)

All light, everywhere (Theo Anthony)

Ste. Anne (Rhayne Vermette)

El año en que los cines, muchos cines, permanecieron cerrados, elijo cinco películas que pude ver en sala, y sirvieron para renovar la confianza en este arte.  Memoria, futuro, experiencia, política. Todo ocurre en las pantallas, pero nada ocurre sin lo que hay fuera.

Película nacional: 

La mano que canta (Alex Reynolds)

Primera película: 

A todos nos gusta el plátano (Rubén H. Bermúdez)

Cineasta emergente:

Elena Lopez Riera. 

***

Jorge García, crítico de cine (Con los ojos abiertos), Argentina

No he visto este año un gran número de películas actuales, y de las que vi la gran mayoría no me interesaron. Como lo señalé en mi nota del Festival de Mar del Plata, estuve muy abocado al cine clásico, lo que me permitió ratificar mi preferencia por esas películas por sobre el cine contemporáneo. Además, tengo la certeza de que varios de los títulos que en esta encuesta aparecerán como las más votadas no estarán entre mis preferencias. He visto varios de los films más ensalzados por la crítica y la mayoría de ellos me han decepcionado. En fin, de todos modos, exprimiendo la memoria (no tomo nota de las películas que veo, algo que a esta altura debería hacer) puedo encontrar un puñado de obras que llamaron mi atención, aclarando que ninguna de ellas me parece una obra maestra, aunque sí algunas son grandes películas. Van entonces, sin ningún orden de preferencia esos títulos:

LES CHOSES QU´ON DIT, LES CHOSES QUÓ´N FAIT  (Emmanuel Mouret)

Mouret, hasta donde sé, no cuenta con un reconocimiento masivo de la crítica ni es invitado habitual de los festivales. Sin embargo, habiendo visto varias películas suyas no tengo dudas en considerarlo uno de los realizadores más importantes del cine actual. Sus películas exponen conflictos humanos, habitualmente de parejas cruzadas, en los que no está ausente el humor, como es el caso de este film, en el que, si bien se reconocen algunas influencias de Eric Rohmer y Francois Truffaut, el resultado es indiscutiblemente personal.

LET HIM GO (Thomas Bezucha)

Segunda película de este realizador, para mí hasta aquí desconocido en un film en el que un sheriff jubilado y su mujer, luego de la muerte de su hijo y de que su nieto fuera secuestrado, deciden emprender el viaje para rescatarlo. Cruda mirada sobre los Estados Unidos profundos que culmina con un sangriento y trágico enfrentamiento, en el que Kevin Costner, y Diane Lane, hoy ya veteranos, están admirables y Leslie Manville compone a una despótica matrona sureña de manera inolvidable.

PETIT MAMAN (Céline Scumma)

Sciumma alcanzó notoriedad por su película anterior, Retrato de una mujer en llamas, un film, en mi opinión, algo sobrevalorado. Esta pequeña película, mucho menos pretenciosa, describe las reacciones que provoca en una niña la muerte de su abuela y su relación con otra chica de su edad. Lúcida y sutil descripción sobre los efectos de una pérdida durante la infancia, incluyendo algunos momentos que escapan al realismo.

STITCHES (Miroslav Tetrzic)

Totalmente desapercibido en su estreno en la Argentina este film del realizador yugoslavo (otro desconocido para mí) muestra los efectos de la cruel guerra de ese país, a través de la búsqueda de una mujer de su hijo desaparecido durante la contienda. Un film sobrio y carente de sentimentalismo que, por otra parte, ofrece inquietantes resonancias con circunstancias ocurridas en nuestro país.

THE FIRST 54 YEARS (Avi Mograbi)

El israelí Avi Mograbi – a diferencia de otros realizadores de su país con una mirada crítica sobre las políticas de Israel que han optado por el exilio- permanece allí y desarrolla su mirada sin concesiones sobre ese tema. En este documental, utilizando declaraciones de soldados y apareciendo él mismo como comentarista de los hechos, ofrece un crudo testimonio sobre la ocupación de la franja de Gaza. Se puede discutir la mirada pacifista escéptica de Mograbi (él cree que deben coexistir el estado israelí y el palestino pero a la vez considera que es imposible) pero no la inteligencia y lucidez con que expone sus puntos de vista.

Menciones:

QUIÉN LO IMPIDE (Jonás Trueba)

Hasta ahora, las películas de Jonás Trueba me resultaban bastante irrelevantes, por lo que fue una sorpresa la visión de este film de 3 horas 40 minutos, rodado a lo largo de cinco años, donde el director interpela a un grupo de adolescentes acerca de su mirada sobre distintas cuestiones. Lo que llama la atención es la química que entabla el director con los jóvenes protagonistas y la naturalidad y espontaneidad con que ellos se expresan ofreciendo un expresivo retrato de ese grupo etario en España.

JUDAS AND THE BLACK MESSIAH (Shaka King)

Basada en hechos reales, la película narra como el FBI le propone a un negro ladrón de coches perdonarle sus delitos a cambio de que se infiltre en el grupo The Black Panthers y gane la confianza de su joven líder y activista Fred Hampton para poder acabar con él. Con un notable ritmo de thriller político, el film es un auténtico testimonio sobre la persecución racial en los Estados Unidos y los métodos que utilizan los organismos oficiales para destruir a los sectores más combativos de la sociedad.

Película nacional: 

EL APEGO (Valentín Diment) 

Diment había realizado hasta la fecha algunos films (el documental Parapolicial negro, la ficción El eslabón podrido) que escapaban a los clisés habituales del cine argentino. En este caso repite la fórmula y eludiendo el costumbrismo naturalista, la denuncia facilista y el minimalismo inconducente, ambientando, sin explicitarlo, el film en los años de la dictadura, y a pesar de algunas escenas algo recargadas, consigue un relato que narra la compleja relación entre dos mujeres de diferentes estratos sociales. Notable labor de Lola Berthet y Jimena Anganuzzi en los protagónicos.

Primera película:

PROMISING YOUNG WOMAN (Emerald Fennell)

Una joven camarera ve frustradas sus ilusiones de estudiar medicina al tener que cuidar a una amiga que ha sido violada. Cuando esta muere, la muchacha decide cobrarse venganza de los responsables, desarrollando una doble vida. Más allá de cierto tufillo de feminismo oportunista, el debut de esta actriz como realizadora consigue un logrado tono de comedia negra y cuenta con una brillante actuación de Carey Mulligan.

Cineasta emergente: 

Nicolás Prividera

Hay directores que con pocas películas en su haber demuestran un talento, lo que provoca que se esperen con expectativas sus futuros trabajos. Es el caso de Nicolás Providera, quien a través de sus tres films (Mamá, Tierra de los padres Adios a la memoria) ha conseguido una encomiable solidez y demostrado que, por encima de su rol de perpetuo polemista, es un notable realizador, una suerte de rara avis dentro del cine argentino, con películas muy originales y personales. 

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José Miccio, crítico de cine (Calanda), Argentina. 

«A decir verdad, nada es de uno, ni siquiera el padre». Hasta este año no había oído hablar del uruguayo Roberto Appratto, responsable de que haya tenido que poner en la frase anterior unas comillas que habría preferido ahorrarme. Encontré su nombre en un libro de Alberto Giordano (¿El tiempo de la convalecencia?, ¿El tiempo de la improvisación?), lo anoté bajo la etiqueta «Sospecho que puede gustarme» y al poco tiempo Buik anunció la publicación de dos de sus libros reunidos en un solo volumen. El primero, Íntima, está dedicado al padre. El segundo, El origen de todo, a la madre. En este último, encontré estas líneas, que copié en mi cuaderno de citas y que comparto con ustedes junto con los mejores augurios para el año que ya empieza. «En realidad, eran películas ‘de ella’. Quiero decir: no hacía ese movimiento, típico de un intelectual, y más en esas épocas, consistente en tratar al cine (o cualquier arte de masas) como un conjunto categorizable, tipificable, conectado a un contexto cultural, o ‘de autor’, o de tradición del país en cuestión o de relaciones estéticas de otro tipo (con la ópera, con el teatro, con la pintura); mi madre iba con lo que sabía, con lo que tenia. Como si redujera el campo de referencias (tal vez del mismo modo que mi padre con la música) a su sensibilidad, sin dejar que nada mediara, como explicación, o como justificación. Al nombrarlas, sin la ilusión de coquetear con el arte por la posesión del dato, afirmaba la medida de su gusto, pero también la conexión entre su gusto y su historia, una singularidad de formación que hacía que afirmara con seriedad la presencia de lo social, de lo que solo por transparencia era lo social, en ella. Así, en ese gusto que remitía a sí misma había, y eso lo veo ahora, una lucidez para ver qué se hacía con los ‘contenidos’ en juego: cómo los ‘leía’ en Platónov, en La carta no enviada, pero no en Moby Dick o en Lo que el viento se llevó o en La Patagonia rebelde. No caía en la trampa de la cosa en sí que se decía, en el mensaje propiamente dicho, que siempre termina por ser un lugar común. Las cosas le gustaban, o no le gustaban, de un modo que ponía en jaque ese arsenal de recursos que, si bien muchas veces aclaran, también simplifican, convierten todo en dato, y por tanto nublan el panorama: la película, por ejemplo, no se ve sino como un signo de otra cosa, que ‘debe’ gustar o no por esas otras cosas y no por sí misma. Hay, bueno es decirlo, una especie de pánico ante la posibilidad de confiar solo en eso, en la pérdida de amparo del saber impersonal, de élite informada, y quedarse solo en uno, sin más, sin remitirse a consecuencia cultural alguna. Mi madre, humildemente, creía en lo que hacía singulares e intransferibles a esas películas. Y no le erraba».

Rancho (Pedro Speroni)

Mi última aventura (Ezequiel Salinas y Ramiro Sonzini)

El mismo río (Alejandro Fernández Mouján)

Metok (Martín Solá)

Cry Macho (Clint Eastwood)

Película argentina:

Mi última aventura / Rancho

Primera película:

Rancho / Mi última aventura

Director emergente:

Por Suquía Mi última aventura, Ezequiel Salinas. Por Mi última aventura, Ramiro Sonzini. Por Rancho, Pedro Speroni. Por Esquirlas, Natalia Garayalde. 

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Dario Becker, programador (Filmfest Hamburg), Alemania. 

L’événement (Audrey Diwan)

Flee (Jonas Poher Rasmussen)

Große Freiheit (Sebastian Meise)

Les Olympiades (Jacques Audiard)

Petite Maman by ( Céline Sciamma)

Película alemana: 

Herr Bachmann und seine Klasse (Maria Speth)

Primera película: 

Olga (Elie Grappe)

Cineasta emergente: 

Aleem Khan (After Love)

Muy eurocéntrico este año, sobre todo porque los Hamaguchis de este mundo aún no se han distribuido en Alemania.

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Eva Cáceres, productora (Esquirlas, Mi última aventura), Argentina.

Bad luck banging or loony porn (Radu Jude)

Wheel of fortune and fantasy (Ryusuke Hamaguchi)

Train again (Peter Tscherkassky)

In front of your face (Hong Sang-soo)

Hygiène sociale (Denis Côté)

Película nacional:

El perro que no calla (Ana Katz)

Primera película: 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Cineasta emergente: 

Pablo Weber

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Rolando Gallego, crítico de cine (EscribiendoCine, HaciendoCine, Diario HOY), Argentina.

En un año en donde la vuelta a las salas ha posibilitado el reencuentro con la sagrada experiencia de comunión cinéfila, particularmente un puñado de películas me posibilitó viajes sensoriales y emocionales a través de sus propuestas. Así, destaco por acá a un cineasta que ha cambiado el rumbo explosivo de sus relatos hacia algo mucho más íntimo y cercano, otro que recupera la materialidad sonora del cine como punto más importante de su historia, un referente que en su madurez revisita un pasado que dialoga directamente con nuestra historia, otro que linkea pasiones deportivas para hablar de vínculos y amor y por último una directora que trasciende los límites de su propio guion apoyada en la magistral interpretación de sus protagonistas.

En el caso de la elección de la película argentina, la misma fue impulsada por el extraordinario trabajo de exploración narrativo y del soporte cinematográfico, recuperando elementos básicos como la elipsis para desarrollar un relato anticipatorio sobre vínculos y realidades políticas y económicas.

Por el lado de la ópera prima, me incliné por una obra que contiene una verdad absoluta sobre las exigencias deportivas, reflejada con oscuridad y sordidez.

Y por último, en el caso de la elección sobre cineasta emergente, con tan sólo dos producciones, la realizadora argentina se afirma como una inquieta y potente buscadora de verdades y fantasías.

Las cinco películas de 2021

Madres paralelas (Pedro Almodóvar)

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Vortex (Gaspar Noé)

El prófugo / The Intruder (Natalia Meta)

Película argentina: 

El perro que no calla / The Dog Who Wouldn’t Be Quiet (Ana Katz)

Primera película: 

El perfecto David / The Perfect David (Felipe Gómez Aparicio)

Cineasta emergente: 

Sol Berruezo Pichón Riviere

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Farid Rodriguez Rivero, cineasta (Expectante) y programador (Lima Alterna Festival Internacional de Cine), Perú. 

Babi Yar. Context, de Sergei Loznitsa

Wood and Water, de Jonas Bak.

Los huesos de Joaquín Cociña y  Cristóbal León

Wheel of Fortune and Fantasy, de Ryûsuke Hamaguchi

A Night Of Knowing Nothing, de Payal Kapadia

Película nacional

Conducción neumática, de Genietta Varsi

Primera película.

«Ste. Anne», de Rhayne Vermette

Cineasta emergente:

Hong Seong-yoon (Corea del Sur)  

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Juan Francisco Gacitua, divulgador (Museo del Cine), Argentina. 

Durante 2021 fui a una sola función cinematográfica presencial, y el acostumbramiento al consumo hogareño definitivamente hizo mella en lo que consideré elegible para esta convocatoria. Con esfuerzo y respeto por las formas logré atenerme a producciones estrenadas en 2021, lo cual se evidencia en que no encabecé esta selección con las apariciones de Norm Macdonald en los programas de Conan O’Brien.

Atlas (Guadalupe Gaona e Ignacio Masllorens). 

Resulta ser que también toda disección de cerebro podría ser política, y es imposible no asomarse desde la actualidad a lo que representaba Christofried Jakob viniendo en 1899 a la Argentina (como invitado oficial) a examinar la cantidad de cráneos que no le permitían utilizar en Alemania. El documental no subraya ese elemento, pero se acerca a espacios y testimonios que reflejan con naturalidad algo lógicamente espeluznante como es un paradigma médico de hace un siglo, más allá de los aportes que pudiera haber producido. El fast forward a la actualidad de las instituciones que funcionan donde estaba el Hospital de Alienadas (en el que trabajó Jakob) revela un arco narrativo deprimente: los enfoques sobre las enfermedades mentales se volvieron mucho más humanos, pero las penurias económicas de los pacientes pasaron al frente de las prioridades, y la gestión actual da lugar a nuevas escenas horrorosas.

South Park: Post Covid: The Return of Covid (Trey Parker). 

Los primeros pasos de South Park desde el comienzo de la pandemia expusieron una alarmante oxidación cómica, que evidenció que la nueva normalidad es capaz de doblegar a los satiristas más prolíficos de las últimas dos décadas pero que también sugirió que Trey Parker y Matt Stone se estaban acercando a representar perfectamente cómo esta época nos está cambiando. El salto hacia el futuro en el universo de la serie encuentra a los chicos reproduciendo los ciclos tóxicos que sufrieron en la infancia (Stan) u ocultándolos bajo una original villanía (Butters), y lidiando con un vacío (Kyle) o formando una familia solo para poder exponerla en oposición (Cartman), mientras otros sucumben a la ignorancia nociva, la corrección política como negocio o la enésima muerte trágica de sus vidas. Entre dosis justas de absurdo, piruetas argumentales y gags exitosos, el telefilm explora lo particularmente horrendo que es este período como para empezar a perder la inocencia de la infancia.

The Beatles: Get Back (Peter Jackson). 

Por la nomenclatura de Disney lamentablemente es una serie, y técnicamente una inclusión injustificada en este mosaico cinematográfico, pero el mejor reality show de la historia amerita la licencia. Como alguien que honestamente nunca conectó demasiado con la obra de la banda, puedo admitir que  cada momento que evidencia su ruptura venidera (o que aporta un momento de distensión y comunión entre sus integrantes) me estremeció como si los viniera escuchando con fanatismo desde chico. Todo provoca una sensación parecida a la de estar espiando un registro en vivo de las historias de la Biblia, y no es una idea errada: lo que se desarrolla en los tres episodios es el desenlace de la narrativa basal que le venimos aplicando a las figuras musicales populares hace 50 años.

Responsabilidad empresarial (Jonathan Perel). 

La firmeza del dispositivo formal no está solamente en la apabullante descripción de los horrores desplegados en contra de obreros y operarios durante la última dictadura, sino en cómo se integra al registro de cada fábrica: es como estar en el auto junto a Perel, viendo los predios con la distancia justa en la que la oralidad y los escenarios llenan de tensión la atmósfera de un plano sostenido.

Jeremy Levick, Rajat Suresh on Office Hours Live (Ep 184 11/25/2021)

Realmente Tim Heidecker (y mucha otra gente) está perdiendo algo de vista al reducir el podcast de Joe Rogan a una caricatura. Pero esa caricatura está tan bien hecha que convierte a una entrevista apócrifa de una hora filmada con simples plano y contraplano (loopeada hasta alcanzar las doce horas) en una fotografía perfecta del programa con el que se pueden explicar varias batallas culturales de 2021, de las que no estamos tan exentos pese a las distancias.

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Koger Roza, crítico de cine (Abrojos al Viento), Argentina

In Front of your Face (Hong Sangsoo)

Venía algo desencantado con su producción de los últimos años y esta película, que tiene un punto de partida sirkiano, volvió a recordarme lo grande que es.

The Card Counter (Paul Schrader)

Quién hubiera dicho que Schrader termina siendo el director que mejor envejece de su generación.

Azor (Andreas Fontana)

Hay algo de Conrad en el argumento, en los personajes, la manera de observar y probablemente en la forma en la que un director suizo de nacimiento se relaciona con el castellano. Aplauso, medalla y beso para el responsable del casting.

Drive my Car (Ryusuke Hamaguchi)

Precisión y emoción en una gran obra sobre el concepto de adaptación, en todas sus acepciones.

Re Granchio (A. Riggo de Righi & M. Zoppis)

Una especie de aerolito que confirma todo lo interesante que viene pasando en el cine italiano ultimamente.

Película nacional 

El perro que no calla (Ana Katz)

Primera película

Azor

Cineasta emergente

Pablo Weber

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Paola Buontempo, programadora (Festival Internacional de Cine de Mar del Plata), Argentina.

A night of knowing nothing (Payal Kapadia)

Drive my car (Ryusuke Hamaguchi)

Il buco (Michelangelo Frammartino)Petit Maman (Céline Sciamma)What Do We See

When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)


Película nacional:

Jesús López (Maximiliano Schonfeld)

Primera película: 

Espíritu sagrado / The Sacred Spirit (Chema García Ibarra)

Cineasta emergente:

Antoinette Zwirchmayr

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Eduardo Russo, crítico, investigador y docente, (Universidad Nacional de La Plata-Universidad de Buenos Aires, ENERC), Argentina. 

En orden alfabético, algunas películas que acompañaron esta temporada acechante. Sin duda, Diarios de Otsoga ofreció una compuerta clave para entender (y sostener la esperanza en ) las relaciones entre el cine, el mundo y la ficción en estos  tiempos de peste.  La mujer del espía mostró una reapropiación del thriller clásico en el filo entre historia y pesadilla que roza lo apocalíptico. A su vez Memoria, apelando a los más remotos fundamentos de un recuerdo, reinventa el cine como arte sonoro. Nomadland se sumerge con delicadeza en las ruinas polvorientas del sueño americano desde un ángulo que es el exacto lado B de la toma del Capitolio, y Undine muestra con convicción cómo la relectura de un mito clásico puede reactivar lo trágico en el cine contemporáneo.

Como película argentina, haciendo una pequeña trampa, elegí dos porque se vieron en esta temporada y pertenecen a una cineasta cuyas búsquedas y encuentros requieren la mayor atención.

Pongo en el rubro opera prima  a Saint Maud, por su combinación pasmosa de exceso y precisión. 

En tanto director emergente, destaco al responsable de Rat Film y All Light, Everywhere, por su  inteligente activación y expansión del ensayo cinematográfico en circuitos de amplitud creciente.

Diários de Otsoga/ The Tsugua Diaries (Miguel Gomes & Maureen Fazendeiro)

La mujer del espía (Kiyoshi Kurosawa)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Nomadland  (Chloe Zhao)

Undine (Christian Petzold)

Película argentina: 

Mamá. mamá, mamá & Nuestros días más felices (Sol Berruezo Pichon-Riviere)

Primera película: 

Saint Maud (Rose Glass)

Cineasta emergente: 

Theo Anthony

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Simon Petri Luckács, crítico de cine (Jugend ohne Film), Hungría. 

Herr Bachmann und seine Klasse (Maria Speth)

Historya ni Ha (Lav Diaz)

Il buco (Michelangelo Frammartino)

Les Sorcières de l’Orient (Julien Farraut)

Train Again (Peter Tscherkassky)

El choque de diferentes actitudes y energías pedagógicas que dominaron mis impresiones cinematográficas este año, especialmente desde la Viennale. Estas cinco películas ofrecen por sí solas un matizado espectro de razones y formas de enseñar y aprender, al tiempo que nos recuerdan que el simple encuentro con el propio sujeto puede ser el aprendizaje más frontal y duradero.

Película nacional: 

Madres paralelas (Pedro Almodóvar)

Una película molesta y angustiosa de un país en el que viví, porque una película de mi país real no existe; el corpus anual del cine húngaro ha vuelto a ser endulzante y amargo, como el aguardiente más barato y letal.

Primera película:

The Inheritance (Ephraim Asili)

La adopción de un desbordamiento virtuoso en ideas con un poder polémico implacable, que creo que pertenece a una tradición de cierta inteligencia política autoconsciente y orgullosa. 

Cineasta emergente: 

Martin Kohout

Un cineasta cuyo nombre me alegró recordar y cuyo nuevo trabajo estoy deseando ver.

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Jesús Rubio, crítico de cine (La Voz del Interior) y programador (Cineclub Municipal), Argentina.

1- House of Gucci (Ridley Scott)

La película atrapa desde sus actuaciones hasta su narrativa, desde su dirección hasta su mezcla virtuosa de géneros. Sus personajes son inolvidables y todos cumplen una función específica. El pulso popular que tiene es innegable. Es una película que la puede disfrutar tanto el espectador desinformado como el culto, el aficionado como el cinéfilo.

2- Malignant (James Wan)

La película de James Wan va del thriller de acción al giallo, del gore con toques demoníacos al slasher, de la casa con espíritu maligno al body horror, manejando una cantidad de elementos dispares sin que quiebren el suspenso. Wan sabe cómo cautivarnos con su sabiduría de artesano curtido en los géneros. Maligno es una locura inolvidable, que apuesta por el riesgo y el amor al género.

3- King Richard (Reinaldo Marcus Green)

La película sobre el padre de las tenistas Serena y Venus Williams tiene todos los condimentos de una biopicnorteamericana clásica y una precisa dosificación de recursos y elementos: es dramática sin excederse, humorística cuando es necesario, política cuando hace falta, conmovedora hacia el final y entretenida durante el transcurso de la trama.

4- Candyman (Nia DaCosta)

Con Nia DaCosta en la dirección y el respaldo en el guion y en la producción de Jordan Peele, esta secuela directa de la leyenda urbana del homeless sobrenatural creada por Clive Barker sorprende por su contundente reinterpretación del mito. Candyman se concentra en el mensaje político sin descuidar el manejo de subgéneros como el slasher, el body horror y el thriller, ejecutados con pulso y audacia. 

5- Army of the Dead (Zack Snyder)

Snyder hace un espectáculo grotesco, donde la sangre salpica la cámara sin pedir permiso. Pero también hace un cine refinado, que juega con planos y escenas construidas desde la sofisticación más efectiva. El ejército de los muertos conmueve con sus personajes y su historia. Es una película que no subestima al espectador. Una película como las que le gustan a todo el mundo.

Película nacional: 

El prófugo / The Intruder (Natalia Meta)

Primera película: 

Pig (Michael Sarnoski)

Cineasta emergente: 

Michael Sarnoski

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Josefina Sartora, crítica de cine (www.claroscuros.net) y redactora ( Le Monde Diplomatique), Argentina. 

Ammonite (Francis Lee)

Beginning (Dea Kulumbegashvili)

Drive my Car (Ryûsuke Hamaguchi)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Nomadland (Chloé Zhao)

Petite maman (Céline Sciamma)

Película argentina:

Homenaje a la obra de Philip Henry Gosse (Pablo Martín Weber)

Cineasta emergente:

Pablo Martín Weber

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James Lattimer, programador (Berlinale Forum, Viennale), crítico (Sight and Sound, Cinema Scope), Alemania-Reino Unido. 

A River Runs, Turns, Erases, Replaces (Shengze Zhu)

Il buco (Michelangelo Frammartino)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

Polycephaly in D (Michael Robinson)

Ste. Anne (Rhayne Vermette)

Película nacional: 

What Do We See When We Look at the Sky? (Alexandre Koberidze)

Surviving You, Always (Morgan Quaintance)

Primera película: 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Cineasta emergente: 

Ramon and Silvan Zürcher

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Dennis Vetter, crítico (Taz), programador y uno de los directores artísticos (Berlin Critics’ Week), Alemania. 

Este ha sido para mí el año cinematográfico más extraño desde que empecé a asistir a festivales de cine. Me he desvinculado de muchos eventos y no he visitado tantas proyecciones de cine como de costumbre, porque además de la pandemia mi vida estaba centrada en otras cosas. Es muy probable que me haya perdido la película alemana más emocionante del año, What Do We See When We Look at the Sky? de Alexandre Koberidze, aunque nunca diría que considero que mi relación con el cine «alemán» es estrecha. No menciono a Julia Ducourneau y a Leos Carax en mi lista simplemente por política de listas, pero sinceramente sus nuevas obras han ampliado mi horizonte como cinéfilo más que ninguna otra película este año.

La lista no tiene ningún orden, creo que estas obras y cineastas merecen todo el apoyo y reconocimiento posibles.

The Cathedral (Ricky D’Ambrose)

The Girl and the Spider (Ramon Zürcher & Silvan Zürcher)

El gran movimiento (Kiro Russo)

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Shen Kong (Chen Guan)

Película alemana:

FIRST TIME [The Time for All but Sunset – VIOLET] (Nicolaas Schmidt)

Primera película:

Any Crybabies Around (Takuma Sato)

Cineasta emergente: 

Mengqi Zhang (Self-Portrait: Fairy Tale in 47KM)

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Isabel Orellana Guarello, programadora (FICVALDIVIA), productora (Araucaria Cine), Chile. 

A Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Neptune Frost (Anisia Uzeyman & Saul Williams)

Memoria (Apichatpong Weerasethakul)

El cielo está rojo (Francina Carbonell)

What Do We See When We Look in the Sky (Alexander Koberidze)

Película nacional: 

Al amparo del cielo (Diego Acosta)

Primera película: 

Eles transportan a morte (Helena Girón y Samuel Delgado) 

Cineasta Emergente:

 Erica Sheu 

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Renan Rovida, cineasta (Pão e Gente), Brasil

Mi elección en este año de 2021 está hecha de películas que agradezco haber visto, porque me alegraron este año tan difícil. Películas sobre el acto de filmar y seguir filmando, sobre el trabajo en una una guerra que no termina y en la que se muere poco a poco, películas sobre mantener viva una revolución que se necesita y debe tener lugar en un mundo en ruinas, películas sobre el paso del tiempo y cómo filmarlo. Todas me prodigaron una experiencia viviente y me han inspirado. 

Oráculo, (Melissa Dullius e Gustavo Jahn) 

S4d3 (Raul Perrone)

Diários de Otsoga (Miguel Gomes e Maureen Fazendeiro)

Zeros and Ones (Abel Ferrara)

Chaco (Diego Mondaca)

Película nacional: 

Oráculo (Melissa Dullius e Gustavo Jahn)

Una película que exige saber apreciar lo que está entre el sueño y la vigilia y que como pocas es capaz de despertar ternura.

Primera película:

A Cidade dos Abismos (Renato Coelho e Priscyla Bettim)

Cineasta Emergente:

Lincoln Péricles

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Gareth Evans, crítico de cine y programador (Whitechapel Gallery adjunct moving image curator, Lond Art Class -Andrea Luka Zimmerman-), Reino Unido. 

Distancia de Rescate / Fever Dream (Claudia Llosa)

Fadia’s Tree (Sarah Beddington)

Il Buco (Michelangelo Frammartino)

What We Shared (Kamila Kuc)

Estas películas no se pueden relacionar de inmediato, pero todas ellas se relacionan, de distintas maneras, con formas de trauma, con desafíos propio del lugar y de un tiempo y con las distancias correspondientes en cada caso.  Todas tienen una motivación personal, pero son estructuralmente conscientes. Todas son perceptivas y pacientes. Todas están atentas al mundo. Todas amplían nuestro sentido del mundo.

Película nacional:

Can’t Get You Out of My Head (Adam Curtis)

El ensayo cinematógrafico más ambiciosa hasta ahora del inconfundible cineasta de la BBC que revela los sistemas de pensamiento que dan forma a la vida contemporánea con energía e invención.

Primera película: 

In the Crease (Zhao Zepeng)

Graduado en el Máster en Documental de la Ciudad Abierta de Londres, el cortometraje de Zepeng traslada a Pekín el espíritu de «Lost Book Found» de Jem Cohen.

Cineasta emergente: 

Therese Henningsen

Una creadora, también curadora y educadora, una artista que está especialmente atenta a lo no resuelto, a lo provisional, a lo que está a medio camino. 

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Thiago B. Mendonça, crítico de cine y cineasta (Jovens Infelizes ou um homem que grita não é um urso que dança), Brasil. 

1. El gran movimento (Kiro Russo)

2. The Card Counter (Paul Schrader)

3. Returning To Reims (Fragments). Jean-Gabriel Périot

4. Edna (Eryk Rocha) 

5. Benedetta (Paul Verhoeven) 

Menciones honorables: 

Bergman Island (Mia Hansen-Lø)ve) 

Madres paralelas (Pedro Almodóvar) 

Gorbachev. Heaven (Vitaliy Manskiy) 

Bloodsuckers (Julian Radlmaier)

Primera película: 

Me and the cult líder. Atsushi Sakahara

Película nacional: 

Edna (Eryk Rocha)

Cineasta emergente: 

De Brasil: Adirley Queirós, Affonso Uchoa, André Novaes, Eryk Rocha.

De otros países: Alice Rohrwacher, Jean-Gabriel Périot, Kiro Russo y Radu Jude

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César González, cineasta (Relojsoledad), escritor (El fetichismo de la marginalidad), Argentina. 

1- I.A at war/ Florent Marcie

Uno de los documentales más poderosos de su tiempo. 

2- Bloodsuckers / Julian Radlmaier

Radlmaier fortalece película a película su novedoso experimento de sátira marxista. 

3- Martin Eden / Pietro Marcello

Recién se estrenó este año en Argentina. No solo evoca bien al libro del gran London, es una película que alcanza una digna complejidad narrativa por sí misma.

4- Get back /Peter Jackson

Por mi amor hacia The Beatles. 

5- Nuclear War / Travis Wilkerson

Muchas películas están abordando las ruinas del futuro que nos acecha, pero Wilkerson logra su artilugio distópico con las mínimas herramientas del presente. 

Película nacional:

El prófugo / Natalia Meta y Luto / Pablo Weber.

Primera película: 

Ste. Anne /  Rhayne Vermette 

Cineasta emergente:

Tatiana Mazú, Argentina.

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Jara Yañez, crítica de cine (Caimán. Cuadernos de cine), España. 

The Souvenir. Part II (Joanna Hogg)

La ruleta de la fortuna y la fantasía/ Wheel of Fortune and Fantasy (Ryûsuke Hamaguchi)

Petite Maman (Céline Sciamma)

Diarios de Otsoga (Miguel Gomes y Maureen FazendeiroMalmkrok)

The Night of Knowing Nothing (Payal Kapadia)

Película nacional y primera película: 

Destello bravío (Ainhoa Rodríguez)

Cineasta emergente:

Elena López Riera

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Ela Bittencourt, crítica de cine  (Film Comment), Polonia-Brasil

Mi visionado de películas ha sido disperso, en el mejor de los casos, durante todo este año. Pero algunas películas me sacudieron de la profunda sensación de discontinuidad y contingencia, cada una con una voz única que hizo que el cine volviera a sentirse excéntrico y vivo.

Copia de la Copia (de la copia)  (Rafal Morusiewicz) 

Doch Rybaka / Tzarevna Scaling (Uldus Bakhtiozina)

Film About a Father Who (Lynne Sachs)

Haruhara-san’s Recorder (Kyoshi Sugita)

What Do We See When We Look At the Sky? (Alexandre Koberidze)

Película nacional:

Rio Doce / Sweet River (Fellipe Fernandes)

Primera película:

Faya Dayi (Jessica Beshir)

Cineasta emergente: 

Sueli Maxacali

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Andrey Arnold, crítico (Die Presse), Austria

Godzilla vs. Kong (Adam Wingard) – seen in Apollo Kino Vienna

Si tiene que haber espectáculo, que al menos sea espectacular.

Herr Bachmann und seine Klasse (Maria Speth) 

No es tan difícil intentarlo, ¿verdad? Dar un poco de importancia. Tratar a la gente como personas y no como idiotas. Tomarlas en serio. Un poco de respeto podría servir de mucho. Un poco de paciencia con las personas y las películas podrían ofrecer mucho a cambio. Y si todo lo demás falla, sólo hay que tomar la guitarra y empezar a rasguear.

Obkhodniye puti / Detours (Ekaterina Selenkina)

La vida está cerrada. ¿Qué hacer? Encontrar lugares a los que ir, cosas para ver. Desde lejos apenas se puede distinguir si la gente se pelea, se reconcilia o se arregla. ¿Todavía hay espacio para nosotros al aire libre? ¿Podemos clickear en una ventana para saber qué hay dentro? ¿O tenemos que golpear el cristal? Las casas parecen vacías con o sin nosotros. Nadie mira aunque todos prestan atención. ¿O todos miran pero nadie está lo suficientemente atento? A veces es difícil saberlo. Todo lo que necesitamos es una habitación para escondernos de nuestros padres, para jugar a nuestros juegos sin ser molestados. Y cuando deje de llover con fuerza, volveremos con gusto al redil, al campo, con los ojos llenos de asombro recuperados.

Prisoners of the Ghostland / Sion Sono

Me vas a hacer perder la cabeza / aquí arriba / aquí arriba

With Love #3 (Michael Pilz) 

Como si las fronteras y los algoritmos no existieran, como si el tiempo fuea infinito. 

Película nacional: 

Jetzt oder Morgen / Runnig on Empty (Lisa Weber)

Puede haber milagros, cuando crees. Pero también, a veces, puede no haber milagros, cuando crees.

Primera película:

Obkhodniye puti / Detours (Ekaterina Selenkina)

Cineasta emergente: 

Aleksey Lapin

*Arnold envió el 2 de enero su lista. No ha cambiado en nada los resultados finales del conjunto. 

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Roger Koza, crítico de cine (Revista Ñ y La Voz del Interior), programador (Filmfest Hamburg y Viennale), director artístico (FICIC y Doc Buenos Aires), Argentina. 

Podría haber elegido las últimas películas de Apichatpong, Jude, Dumont, Lav Diaz, Ferrara, Gomes y Fazendeiro, Koberidze, las dos de Hong y una de las de Hamaguchi, y me hubiera sentido satisfecho y también honesto con mis preferencias, pero elegí priorizar otras películas de otros cineastas que me parecen estar a la altura de los consagrados de siempre.

Mi elección no tiene ningún orden de prioridad excepto por la película de Terence Davies. No es novedad mi amor por el cine de Davies, tampoco el menosprecio silencioso y taimado que se le dedica jamás reconociéndolo como el maestro que es. Me resulta escandaloso su ausencia en las famosas listas de fin de año. Pocos cineastas son tan singulares como él. Si fuera francés, probablemente, se le rendiría la pleitesía acostumbrada.

Benediction (Terence Davies)

El gran movimiento (Kiro Russo)

PR1NC3S4 / 3SCOMBRO5 (Raúl Perrone)

AI at War ( Florent Marcie)

Pathos Ethos Logos (Joaquim Pinto, Nuno Leonel)

Película nacional: 

El perro que no calla (Ana Katz)

Otra cineasta que merece un reconocimiento mayor. 

Primera película: 

Mantagheye payani / District Terminal (Ehsan Mirhosseini y Bardia Yadegari) //

Rien à foutre (Julie Lecoustre/ Emmanuel Marre)

La película iraní es una legítima rareza que no tuvo ningún reconocimiento excepto el haber sido seleccionada para la sección Encounters de la Berlinale. Es una anomalía en el cine iraní y una expresión notable y paradójica de ira y desesperanza ante la vida contemporánea en el país de Kiarostami.  

Junto con France de Bruno Dumont, esta ópera prima protagonizada por Adèle Exarchopoulos constituye el mejor retrato sobre la alienación contemporánea y la impugnación más certera al ubicuo sistema económico y simbólico que determina nuestra vida en todos sus órdenes. Otra película bastante ninguneada, incluso a pesar de haber sido estrenada en la Semana de la Crítica de Cannes. 

Cineasta emergente

Pablo Weber (Argentina)

Alexander Koberidze (Georgia)

Julian Radlmaier (Alemania)

Anita Rocha da Silveira (Brasil)

Vadim Kostrov (Rusia)

César González (Argentina). 

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