LA INVITACIÓN
LA CARTA 2020
No quiero siquiera dedicar un párrafo extenso a la anomalía biológica que determinó el año en curso; solamente espero que se encuentren a salvo.
En abril y mayo, alguien me preguntó si La Internacional Cinéfila habría de hacerse. Respondí que sí, en la medida que tuviera sentido, y en ese momento, sinceramente, no lo tenía. De ahí en más, pasó el tiempo, y comenzó una forma de adaptación veloz: los estrenos tuvieron lugar en plataformas de streaming y los festivales –no todos– se celebraron en modalidad online. En mi caso, sin pisar jamás Valdivia, Gijón o Hamburgo fui jurado de festivales concebidos en esas respectivas ciudades y visitados, como nunca, por cinéfilos de todo el mundo. No es ni esta carta el lugar indicado para conjeturar cuál será el futuro de todo esto; juzgar ese movimiento que va de lo real a lo virtual excede esta invitación, aunque será bienvenida cualquier consideración al respecto, si el participante lo juzga necesario.
Probablemente, más que ningún otro año, muchos de los críticos, programadores y directores que suelen participar de esta encuesta heterodoxa pudieron acceder a festivales cuya programación suele relegarse para meses después. Hubo menos estrenos comerciales, pero no hubo menos películas estrenadas en festivales de todo el mundo. En este sentido, a mi juicio, habrá una experiencia de visionados más igualitaria.
Quiero insistir en algo: La Internacional Cinéfila ha sido concebida como un mapa caleidoscópico de la actualidad del cine. Las listas han servido a muchísimas personas. Apenas una semana atrás, algunos estudiantes de un curso de la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de Los Baños me contaban sobre la importancia que había tenido para ellos La Internacional. Lo mismo me sucedió tres días atrás, al llegar a Lanzarote, España, para participar de la hermosa muestra de cine de esta ciudad. Alguna vez alguien me dijo lo mismo en China, en otra ocasión en Armenia y asimismo en Alemania. Dicho interés general es comprensible. ¿Por qué?
Las listas acopian títulos conocidos y desconocidos que permiten conjeturar tendencias, taras y líneas de fuga; y si vienen con palabras que justifican las elecciones, se suman entonces formas de razonamiento estético. Debido a que los participantes provienen de diversos países y sectores de la cultura cinematográfica, el resultado suele ser antidogmático, sugestivo y plural. Por cierto: esto no es un torneo, más allá de que se sumen las menciones y se escalonen las más votadas. Dicha aritmética es solo una suma, y como tal sí denota una expresión de consenso. El consenso habrá de ser pensado por todos; participantes y lectores.
¿Hace falta decirles cuán agradecido estoy por hacerlos partícipes? Cada uno de ustedes es de gran importancia en la siempre abierta visión del cine y del mundo que puedo tener. Siempre estoy en deuda con ustedes, siempre siento agradecimiento. Y será la décima ocasión en que les transmito esto.
LAS REGLAS DEL 2020
Elegir 5 películas por orden aleatorio o prioridad (como gusten) que hayan sido estrenadas en cines, plataformas y festivales, preferentemente en el 2020.
Elegir una ópera prima estrenada en cines, plataformas y festivales, preferentemente en el 2020. Este film puede repetirse o no entre los cinco elegidos más arriba.
Elegir un film del país en el que viven o del que tienen nacionalidad, estrenado en cines, plataformas y festivales, preferentemente en el 2020. Este film puede repetirse o no entre los cinco elegidos más arriba.
Votación excepcional:
Para esta ocasión, como solemos hacer, les pediré que simplemente nombren un film de cualquier época que haya estado presente durante la pandemia, una película vista o sentida muy cerca a lo largo de este año tan anómalo como desesperante.
En todos los casos, si desean acompañar con un texto cada una de las elecciones o aportar un texto general sobre la selección, será muy bienvenido. No es una condición indispensable, pero sí añade algo esencial: una perspectiva razonada. Esto puede ser muy breve (unas 50 o 100 palabras sobre cada elección) o más extenso (no más de 800 palabras), distribuidas en este último caso a propósito de cada uno de los títulos elegidos o en el inicio, como si se tratara de un prólogo general a las películas elegidas.
Roger Koza / Copytleft 2020
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