LA TERCERA ORILLA: ALGUNOS APUNTES SUELTOS
Por Jorge García
Es sabido que el cine argentino actual, prolífico y variado, muestra una enorme cantidad de directores (noveles y no tanto), pero no son muchos los que muestran –a medida que su obra va consolidándose – un auténtico talento. Uno de esos escasos ejemplos es el de Celina Murga, quien con dos films de ficción anteriores y un documental ya aparecía como una de las directoras imprescindibles del cine nacional de estos tiempos. En esas películas, Murga mostraba una particular sensibilidad para describir el mundo de la niñez y la adolescencia, a la vez, que presentaba personajes femeninos fuertes y atractivos. En este último trabajo, la directora profundiza la primera característica pero –a diferencia de lo que ocurría en sus obras anteriores- el universo descripto es esencialmente masculino con una poderosa relación padre-hijo como elemento central. Si una de las temáticas más frecuentadas por el cine contemporáneo es la “ausencia del padre” aquí, por el contrario, es la presencia de un progenitor dominante y la conflictiva relación con su hijo adolescente el núcleo central del relato. Pasemos entonces a reseñar brevemente algunos elementos distintivos que aparecen en el film.
DOBLE FAMILIA. La película está rodada en Concepción del Uruguay, una ciudad del interior, donde, como en muchos otros sitios, el que un hombre tenga una doble familia es aceptado con naturalidad (mucho más raro que ello ocurra por parte de una mujer); esto es algo que muestra, por un lado, los rasgos machistas que se mantienen incólumes en muchas partes y por otro la hipocresía social que puede condenar estos hechos por lo bajo pero termina aceptándolos como normales.
PERSONAJES. Jorge (el padre) responde a estas características y actúa con un total convencimiento de que está haciendo lo correcto y no hay ningún problema en tener tres hijos con una mujer y uno más con su otra pareja. No es tan fácil la cosa para su mujer legal (es sintomática la fugaz escena en que llora en su habitación luego de una apresurada relación sexual) ni para los hijos. El más conflictivo en ese terreno es el mayor, Nicolás, quien mantiene una relación con su padre de ambiguas aristas. Por una parte, Jorge es un respetado médico en el lugar que mantiene turbios contactos con algunos colegas (hay un par de reuniones fuera de campo y, antes de irse de viaje, le deja dinero a Nicolás para que se lo entregue a uno de esos colegas). Por su parte, Nicolás quiere entrañablemente a sus hermanos directos y a su medio hermano y actúa por momentos como un auténtico jefe de familia (con su hermana, sus contactos están plagados de matices ambiguos), pero con su padre mantiene una relación de sometimiento – más allá de que aquel quiera convertirlo es su sucesor y el administrador de su campo- que le impide cuestionar su decisiones, aunque varias reacciones y algunas inesperadas explosiones de violencia van mostrando las consecuencias de su represión.
MIRADAS. La ausencia de discusiones verbales es en muchos casos reemplazada por miradas -inquisidoras o acusadoras-, que eluden siempre la convención del plano/contraplano (pero que también, furtivamente pueden dirigirse a su hermana); la película está realizada desde el punto de vista de Nicolás y sus miradas en muchas ocasiones definen situaciones (no es la primera vez que Celina Murga se muestra como una de las grandes directoras de la mirada). Por otra parte, muchas escenas del film dan la sensación de inconclusas, como dejando su cierre a cargo de cada espectador. Y hay también en la película un notable uso del fuera de campo, más explícito en algunas situaciones que en otras, que colaboran para el clima, en ocasiones perturbador e inquietante, del film.
DECISIONES. Según declaraciones de la directora, se inspiró para el film en la historia real de un muchacho de 17 años (la edad de Nicolás) que mató a su padre, su mujer reconocida y su pequeño hijo. En este caso, si bien hay indicios de que Nicolás podría en algún momento llegar a matar a su padre, la decisión que toma es la de incendiar el coche que su progenitor le había regalado y el granero de su campo, luego concurrir al cumpleaños de 15 de su hermana con una gran escena de baile incluida y finalmente dejar plata para su hermano pequeño, subirse a un camión estacionado y partir con destino incierto.
APRENDIZAJE. También estamos ante una película de aprendizaje, en este caso de un hijo que va tomando progresivamente conciencia que debe hacer lo contrario de los que pretende su padre (algo que se va visualizando en diferentes decisiones que toma, como la de negarse a participar en las reuniones de Jorge con otros médicos en la negativa a matar un chancho que le ordena su progenitor o el rechazo a compartir una noche “de putas” con él.
INFLUENCIAS. Escuché al terminar de ver la película comentarios de algunos colegas acerca de la presunta influencia de Lucrecia Martel sobre esta película. No creo que sea así, ya que Murga, a lo largo de sus distintos films, ha ido construyendo un universo marcadamente personal que solo tiene en común con la directora salteña el hecho de que sus películas transcurren fuera de los ambientes urbanos porteños. Y no hay, por otra parte, en Murga el humor asordinado que impregna las películas de Martel.
Celina Murga, en su cuarto esfuerzo como directora, ha conseguido la que es, posiblemente, su obra más redonda y uno de los films nacionales más logrados de los últimos tiempos.
Jorge García / Copyleft 2013
ayyy en Decisiones contás demasiado… 🙁
Buena reseña, que se agradece. Y muy bueno también que el «experimentado» de la página se ocupe de las películas recién aparecidas.
Me abrió el apetito..y coincido. Que grande es Escuela Normal, por cierto
si bien no se trata de una película de grandes intrigas, a garcía le basta un párrafo para spoilearla de manera innecesaria. yo quisiera saber cuál es la razón de semejante tontería.