NATURALEZA POPULAR: 312 PALABRAS SOBRE GILDA: NO ME ARREPIENTO DE ESTE AMOR
Por Roger Koza
El plano secuencia inicial de Gilda: no me arrepiento de este amor, en el que se constata, desde el interior del automóvil que lleva el féretro, el deseo de algunos seguidores de despedirse de la cantante, se comprende, más allá de su evidente significado, en el epílogo: Gilda, ante un estadio lleno, apoya el micrófono en su corazón para materializar sonoramente el sentimiento predominante que tiene por su público. La ostensible comunión no es sensiblería ni chantaje sentimental; es la expresión directa de una experiencia que define el misterio del arte popular y que el film de Lorena Muñoz desentraña amablemente.
La cultura popular nace de los humildes, pero trasciende el alcance inicial de sus primeros destinatarios. Un artista y sus canciones pueden suspender inexplicablemente las preferencias y diferencias de clase y así universalizar una experiencia sensible que ha tenido origen en la más inmediata posesión de la realidad. Cada vez que el film muestra a Gilda componer uno de sus temas somos testigos de cómo los elementos cotidianos de su propia vida adquieren letra y música, fugaz momento en el que lo intimo coincide con lo multitudinario. La sensibilidad formal del film duplica lo que escenifica, está siempre a la altura de su objeto.
Lo popular, además, puede ser sofisticado. Un ejemplo: el padre de Gilda le enseña a reconocer las notas de la guitarra. Cuando suena el mi agudo la continuidad sonora se encadena al plano siguiente que sale del flashback con Gilda tocando un mi mayor. El sonido de una nota unifica el pasado y el presente. Esa microscopía de la puesta en escena es una constante.
Todo está bien en Gilda: los intérpretes, el espíritu de época, la austeridad para incluir la dimensión religiosa, el placer por hacer música. Desde Gatica, el Mono, el cine argentino no contaba con una película de esta naturaleza. Es casi un milagro.
Este texto fue comisionado por el diario La voz del interior para la columna Miradas opuestas y se publicó en septiembre de 2016
Roger Koza / Copyleft 2016
Me cerró muy bien la peli. Las actuaciones, el libro, la produ, la dirección. Muy fuerte. Esta la vi sin saber nada de tu opinión…