RETORNO AL PASADO / OUT OF THE PAST
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Koza
Retorno al pasado/ Out of the Past, Estados Unidos, 1947
Dirigida por Jacques Tourneur. Escrita por Daniel Mainwaring
**** Obra maestra
Una de las grandes películas de todos los tiempos, un director grandioso y tres interpretes a la altura de las circunstancias
La gran seducción del film noir es su deliberada búsqueda de la ambigüedad. La moral es grisácea, los actos de los hombres ambivalentes, las situaciones que vinculan a los personajes lo suficientemente abstrusas. Establecer cuáles son los móviles e intereses que unen o enfrentan a las criaturas de un policial negro nunca es sencillo. Tampoco juzgar a nuestros coetáneos.
Como alguna vez dijera el crítico de cine Jorge García, Retorno al pasado es tal vez la síntesis del cine del gran Jacques Tourneur, definido, por el veterano crítico, como el maestro de la ambigüedad. Sin duda, este film protagonizado por Robert Mitchum y Jane Greer, y con un notable secundario de Kirk Douglas en los inicios de su carrera, es una de las piezas más representativas del género.
Retorno al pasado da a conocer a sus personajes en un presente indeterminado: Jeff Bailey tiene una estación de servicio en un paraje alejado de las grandes ciudades. Está con una hermosa mujer de pueblo, quien cree que al morir nuestros nombres aparecen escritos en las nubes. La inocencia del personaje es evidente, una presunta virtud humanista que Jeff no parece cultivar. Un buen día alguien vendrá a buscarlo, lo que obligará contarle a su prometida los últimos 3 años de su vida. Jeff Bailey ni siquiera se llama así.
Como suele suceder en la estructura narrativa de muchos films del género, un largo flashback (40 minutos) recontextualiza al personaje principal, alguna vez investigador privado y ligado a un mafioso que lo contrata para atrapar a su mujer, que le ha pegado cuatro tiros y huido con 40.000 dólares. Como es de esperar el pasado se transformará en el presente de la película.
Todo es extraordinario en Retorno al pasado. El trabajo sobre la luz y la sombra es notable, y eso tiene que ver con la fotografía de Nicholas Musuraca, un habitué de los filmes de Tourneur; véase la lucha entre Jeff y un matón, en la que la confrontación a puños se representa tanto con las figuras de los hombres como con las sombras de estos proyectadas en la pared. En efecto, cada movimiento de cámara (los barridos, los travellings hacia delante, los encuadres generales) es de una precisión pasmosa. ¿Qué decir de los textos? Son perfectos, literariamente elegantes como pocos. Los intérpretes son buenísimos. La femme fatale de Jane Greer, un personaje de una astucia temeraria, es legendaria, capaz de engañar a todos, incluso hasta a los propios espectadores.
La escena final de Retorno al pasado es la quintaesencia de cómo un guión puede trabajar conscientemente sobre la indeterminación del relato y su moral. Lo que habrá de insinuar un personaje secundario a la desconsolada novia de Jeff es absolutamente genial, pues obliga al espectador a cerrar la película por su cuenta. Aquí, democráticamente, la audiencia decide sobre la película. No es un verso revestido de presunto ingenio que esconde en verdad vagancia narrativa. Es la consecuencia de un saber omnipresente que se puede constatar en el conjunto: cada plano es necesario. Es que lo perfecto no debe asemejarse a un círculo cerrado, tan irrespirable como unívocamente determinado. Lo abierto de la trama, la incitación a la interpretación, es signo de una perfección de otro orden, pues se ha visto que la indeterminación es una amable exigencia del arte, que puede prescindir del juicio apodíctico y dejar entones que el público también tome sus propias decisiones.
Este texto fue publicado en otra versión en el diario La voz del interior en el mes de diciembre 2015
Roger Koza / Copyleft 2015
* Hoy a las 23h se exhibirá en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, Bv. San Juan 49.
Cuando te conocí -en Roca, Festival de cine de Río Negro- hablamos de honor de cavalleria, que contaba lo que no estaba en la novela. Y te mencioné las versiones de Los asesinos, de Hemingway. Según mi madre, esta es otra versión. No podría afirmarlo pero no me animo a negarlo, como diría Lou Ford. Pero si es así, es la mejor versión. Musuraca ¿no está opacado por Tournier? Porque no se quién es el que produce esas… emociones. Una vez un kia te linkeó acá su blog, donde explicaba el «efecto bus» o algo así: era una escena de La marca de la pantera, y era genial. Busqué varias veces acá (y allá, en tu viejo blog) y no lo pude encontrar. ¿te acordás? ¿tenés el link? abrazo
Estimado Pancho: voy a buscar ese link. No recuerdo quién podría ser. Si doy con él te responderé por aquí. Saludos. RK
era la escena de la protagonista caminando por un pasillo, pasos q la siguen… sobre el final aparece un bondi, que con el audio es lo q te sobresalta: de Halloween para acá lo vimos mil veces (el gato, la pava, la puerta… te sobresalntan pero no no es el villano) pero parece q Jacques fue el primero. Vos lo felicistaste al flaco por el blog.