SI ESTOY PERDIDO, NO ES GRAVE
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Koza
LA VIDA DE LOS HOMBRES COMUNES
Si estoy perdido, no es grave, Argentina, 2014
Escrita y dirigida por Santiago Loza
*** Hay que verla
Solidez y sensibilidad, sustantivos que definen la nueva película de Santiago Loza
La gran ilusión es creer que todo lo que hacemos suma secretamente para escribir una gran historia en la que no somos uno entre otros. La historia de un pueblo, de una comunidad, incluso de un sujeto, excede a su contingencia, nos gustaría creer. Es reconfortante pensar que hay algo más. Justamente, el cine fabrica y rubrica la idea, seductora aunque filosóficamente tambaleante, de tener un papel selecto en una gran historia. En el imaginario hollywoodense las vidas son extraordinarias, heroicas y triunfales.
Lo más hermoso de Si estoy perdido, no es grave es su amor irrestricto por los actos cotidianos desprovistos de un sentido superior. Valen por sí mismos, en su propia factualidad. Loza encuentra la forma exacta para articular una película en la que las microhistorias tienen un valor intrínseco. Serán unos 7 u 8 episodios encantadores y a veces melancólicos: una chica cantando un tema de Sandro en una plaza de Toulouse, un hombre que busca encontrarse con alguien, dos mujeres que pasean por una plaza, una joven actriz que tiene que representar a Brigitte Bardot en una audición, el viaje de una madre con su hija a un lugar especial para una de ellas. Anécdotas si se quiere, pero también instantes en los que brilla la dignidad de las personas.
Loza, que no deja de reinventarse película tras película, ha encontrado una veta más amable y accesible para seguir retratando su especialidad: la vida íntima y su expresión sensible. El espíritu de gravedad de La invención de la carne o Extraño ha sido sustituido por una ligereza que puede abordar la soledad, el misterio de la identidad y la fragilidad de los vínculos sin invocar cierta experiencia del dolor que dejaba mudos a sus personajes. Basta ver las sesiones en las que los actores describen a sus compañeros en un taller dictado por Loza en Toulouse (que están incluidas en el filme y que le dieron origen, y de donde surgieron los temas y las escenas a filmar) para verificar una forma de indagación existencial compatible con la amabilidad y la risa.
Entre cada historia y algún pasaje del taller aludido, Loza retrata una Toulouse bella e invernal mediante una subjetiva sin referente que navega por sus canales. Una voz en off en francés nos dice que se trata de un filme que transcurre en Europa pero que no es sobre ese continente, una abstracción para el extranjero, sino sobre un grupo de gente, sobre su calma y su fatiga al terminar el día. El finísimo travelling final hacia atrás en el que se ve a todos los intérpretes caminar durante el atardecer en un puente de la ciudad confirma que ellos pueden ser nosotros. Alguien filmó sus vidas discretas y sus deseos y las embelleció; sin darnos cuenta nosotros éramos el fuera de campo de la propia película y descubrimos que estar perdidos puede ser una experiencia misteriosamente edificante.
Esta crítica fue publicada en el diario La voz del interior en el mes de junio 2014
Roger Koza / Copyleft 2014
No he podido ver aún la película, pero adoro el cine de Santiago Loza y también las críticas de Roger Koza, precisamente porque no se quedan en la «crítica», sino que me alimentan aunque no haya visto el film del que está hablando y aún incluso si cuando pueda verlo no estuviera de acuerdo en todo con su visión del mismo. Esa es para mí la función y la maravilla de la tarea de un crítico y debo decir que me sobran varios de los dedos de una sola mano para contar, entre los que yo conozco, con algo semejante.
Gracias por la crítica y también por el espacio.
Ana Poliak
Estimada Ana: tu comentario es muy importante para mí; te lo agradezco. Cada vez que puedo hablo de Parapalos, una de las películas más importantes del Nuevo Cine Argentino (la última vez que lo hice fue justamente cuando presenté Mauro en FICIC). Gracias por tus palabras y quienes amamos el cine esperamos por nuevas películas salidas de tu mirada. RK
Gracias unos cuatro mesesitos después… ¡Pero si «veinte años no es nada»!… cuatro meses ¿qué son?
Abrazos.
Querida Ana:
Que bueno que aparezcas en este blog. Me sumo a los que esperamos ansiosamente alguna nueva peli tuya. Un beso.
Gracias unos cuatro mesesitos después… ¡Pero si «veinte años no es nada»!… cuatro meses ¿qué son?
Abrazos.
Replico tanto el saludo como el ansia por una nueva película de Ana.
Gracias unos cuatro mesesitos después… ¡Pero si «veinte años no es nada»!… cuatro meses ¿qué son?
Abrazos.