EL HILO DE ARIADNA

Por Marcela Gamberini

Escribir pensando en los lectores es lo que hace Leonardo D’Espósito en sus dos libros Todo lo que necesitás saber sobre cine y 50 películas que conquistaron el mundo publicados ambos por la editorial Paidós. Los libros son una historia sobre el gusto cinematográfico, sobre ese concepto tan inexacto y a la vez preciso que llamamos “publico”, sobre la conformación de una obra maestra, sobre la incidencia de la industria en el universo cinematográfico; pero sobre todo son dos libros sobre cine, sobre “el” cine, sobre el cine como arte y como industria, como producto y como consumo. Lo que ofrece el autor es una salida a ese laberinto mágico, estético y político que es el universo cinematográfico.

Lectores inquietos, amantes del cine, ávidos de datos y más que nada curiosos; ese es el lector ideal de ambos textos. Pero D’Espósito propone en sus textos algo más, algo que va más allá del cine y cruza el universo del arte y la cultura: los datos históricos, económicos, sociológicos le dan a los textos un marco de legibilidad pertinente. D’Espósito piensa el cine no sólo como una industria o como un arte sino que su mirada es más amplia y más seductora: el cine es para el autor la manera en la que el hombre moderno se piensa a sí mismo, es el modo en que “comunica sus obsesiones, sus sueños, sus miedos y sus deseos” y a la vez es “el arte (…) que se hace con toda la realidad”. Esta concepción que vertebra los dos libros le permite al autor moverse con comodidad; sin dudas el cine permite (nos permite) entender mejor el mundo y esto es justamente lo que generan estos libros.

Los libros abren abanicos de interrogantes que el propio texto se encarga de develar. Conceptos complejos como los de “puesta en escena” o el concepto de “autor” D’Espósito los deconstruye, los desarma y los vuelve a armar para entregarle al lector un concepto que pueda aplicarse al visionado cotidiano de las películas. Escritos desde la simpleza del lenguaje corriente, ambos libros beben en la fuente de datos académicos y lo interesante es que D’Espósito traduce esos academicismos a un lenguaje común, que achispa la curiosidad incluso para lectores más avanzados. La escritura y la lectura se vuelven ágiles sin caer en la ligereza, el lector puede convertirse en un espectador más atento, más curioso, más profundo.

Mezclando Einsenstein con Disney, Batman con Shakespeare, Butch Cassidy con Jurasic Park y a la vez llamando al lector con un “Si usted es de los que creen que Disney quería enseñar a la gente a través del cine, debemos decirle que (desgraciadamente) tiene razón”, la escritura de D’Espósito descansa en ese “nosotros inclusivo” que invita siempre al lector- espectador- público a compartir amablemente sus conocimientos. No es poco que D’Espósito tenga una buena pluma; escribir bien es un valor escaso en estos tiempos; su escritura destila claridad y confianza; los textos se leen con una sonrisa que es a la vez de asombro, de curiosidad y de seducción. No hay interpelación sino que hay invitación a la lectura, al conocimiento como si este fuera un viaje en el que autor y lector se vuelven cómplices en la aventura de descubrir el cine como si fuera la primera vez.

El modo en el que los libros están diseñados, ese elemento paratextual que tanto colabora en la lectura y en la seducción de los libros considerados en su materialidad, como objetos, colabora en mucho con la agilidad que propone el escritor cumpliendo en mucho el objetivo de los elementos paratextuales. Un brevísimo resumen a la manera de un tweet aparece sobre el final de cada capítulo de “Todo lo que necesitas…” atrapando a los lectores jóvenes y no tanto, esos que suelen estar más pendiente de las redes que de los libros. También en cada capítulo hace una breve introducción donde aparecen las ideas rectoras de cada sección y a la vez recuadros grises refieren citas de textos o comentarios del autor que nos hacen levantar la mirada y prestar atención. Esta lectura atenta y a la vez guiada es la estructura que vertebra Todo lo que necesitas… que se muestra a sí mismo como una introducción al tema.

En 50 películas que conquistaron el mundo el diseño no sólo se piensa como una guía potente de lectura, como una cartografía, sino que se plantea como una indicación sobre qué leer- ver, datos de taquilla y algo que para los que somos ansiosos funciona muy bien que es qué películas seguir viendo para ampliar conocimientos y seguir formando la mirada. Justamente uno de los propósitos de los libros consiste en “educar la mirada”, darle forma y base a esos comentarios que hacemos a la salida del cine, encontrar los términos precisos para transformar esas opiniones, siempre válidas, en argumentos consistentes.

Ambos libros cuentan la historia del cine que es tan compleja y laberíntica como la historia del mundo, de manera ágil, didáctica y sobre todo amable. En este laberinto que es el cine (y el mundo) la escritura de D’Espósito aparece como el hilo de Ariadna, conduce al espectador a un lugar seguro: el del plácido conocimiento.

50 películas que conquistaron el mundo. Editorial Paidós, Buenos Aires,  360 páginas

Todo lo que necesitás saber sobre cine. Editorial Paidós, Buenos Aires, 308 páginas

Marcela Gamberini / Copyleft 2016