FABIO MANES
Hoy murió Fabio Manes. No lo conocí, siempre lo admiré y le tuve cariño, fruto de un contagió del amor infinito que Fernando Martín Peña me transmitió cada vez que me habló de él. Quienes amamos al cine lo vamos a extrañar; ya no estará disfrazado junto con su amigo de aventuras cinéfilas presentando películas desconocidas y libres en la televisión pública. La cinefilia se queda con un hombre menos. Amaba al cine en serio. En Córdoba, además, su paso dejó huellas. Antes de la explosión de cineclubes, él estuvo por aquí pasando películas. No tengo duda alguna que su paso no fue en vano. Un día triste. (Roger Koza)
terrible lo de Manes, una gran perdida
Yo tampoco nunca lo traté, solo lo conocía de vista, pero es la triste pérdida de un compañero de ruta.
Me acabo de enterar por vos y es tan profundo el dolor que siento que intento calmarlo escribiendo aqui. Conocí a Fabio a comienzos del 2000 cuando yo estaba intentando cumplir un sueño: abrir un cineclub, en un tiempo en que solo sobrevivía La Quimera. Nos encontramos de casualidad en la sala de espera en la Asociación Española (av. gral.paz, al lado del ACA) porque se me ocurrió hacerlo en ese espacio mítico («Cine Sombras»). Fabio también estaba esperando hablar con el director, pero para venderle uno de sus cientos de maravillosos afiches originales de películas que él coleccionaba. El tipo nos hizo pasar a los dos juntos (un ultra menemista) y dijo cosas como que lindo el cine, la magia, el arte y que se yo pero que no tenia dinero. Salimos, nos miramos, nos saludamos y antes de decirnos el nombre dijimos «que pedazo de hijo de puta». Me contó de su necesidad de plata, de no conocer a nadie en Córdoba de cine y los que había conocido no lo habían tratado bien, que era de buenos aires pero quería hacer lo que él sabia acá. Le dije que si conseguía un lugar lo llamaba para que trabajemos juntos. Hacia agosto-setiembre surge el proyecto de «Arrope». Lo llamo, armamos con una fluidez y una coincidencia en criterios que el Cineclub Arrope fue, lejos lo mejor y mas coherente que funciono en ese lugar frente a la plaza de alta córdoba. Fabio además, se encargaba de armar una gigantografia de la programación que poníamos en la calle para intentar que las masas acudieran a ver películas que nunca se habían visto en Córdoba. Y gozaba con lo que a él mas le gustaba, lo bizarro, en trasnoches de viernes y sábados con un público exquisito y atónito. Sufría porque necesitaba dinero y su sueldo era parte de la recaudación… No se quería volver a bs as pero cordoba lo encontró en la crisis del 2001/02…Nunca conocí a una persona que supiera tanto de cine como él pero desde lugares que no se frecuentan… lo amaba, como nosotros, pero distinto… defendía con fundamentalismo el fílmico por sobre lo digital… el ruido del proyector lo calmaba de su ansiedad incontrolable… Si Roger, amaba al cine en serio… Gran tipo Fabio, me hizo comer el mejor ceviche de buenos aires. Cada tanto se daba una vuelta por Córdoba, nos juntabamos a diseñar otro cineclub y me pasaba películas que en mi vida hubiera siquiera intentado conocer y ver… Estoy muy triste, lo queria mucho al flaco, pero estoy seguro que el cine mucho mas.
Quique, te lo dije un par de veces personalmente, pero ahora lo repito aca dada la ocasion… con Arrope tanto vos como Fabio nos marcaron a fuego a una generacion (pequeña en concurrencia pero fiel) de cinéfilos. Vuestras enseñanzas (debo tener por ahi las copias de todos los programas de mano de Arrope) y la sonrisa de Fabio cada vez que uno salia de las proyecciones con cara mezcla de poker y extasis, fueron inolvidables. La noticia me llegó anoche por un mensajito (en silencio) en medio de una funcion en un Cineclub, no se si eso significa algo ni me importa saberlo, solo sé que fue a su manera, un homenaje privado a Fabio. Es la mejor forma de recordarlo, seguir viendo peliculas que nos desafien en los Cineclubes. Gracias por Arrope
Gracias Ale, un abrazo
Tal como dice Alejandro, si hay un antes y un después en mi vida en relación al cine, fue por el cineclub el arrope. Recuerdo haber asistido casi sin falta durante un año consecutivo. Se programaban 16 peliculas semanales y se podía comprar un bono para todas las funciones de la semana por $5. recuerdo los programas, que lamentablemente no tengo (suerte la tuya Ale!) y a Fabio traduciendo en vivo con un amplificador de estudio y un micrófono, copias en 16mm de películas alemanas del período expresionista. Una locura. Siempre digo que hay una sola cosa que añoro de Córdoba, y es ese espacio. Gracias a Fabio, y gracias Quique.
…Como dije en el féisbuc, no lo conocí (salvo en su tarea de conductor en tv) ni fui amigo, etc… pero cada vez que, via ‘mensajes’ o chat le consulté sobre algo, el tipo se abrió amablemente, me contestó en forma vasta, se quedó charlando, etc… en suma, una buenísima persona, además de cinéfilo y coleccionista pasional…
Es de verdad una noticia de mierda. Cuando Fabio llego a Cordoba se nos aparecio por el Cine Teatro Cordoba, venia a desenchufarse de la television (estuvo colaborando en uno de los programas de Nicolas Repetto). Se apareció con su sonrisa amplísima, una valija enorme y tres carpetones increíbles donde estaba, más que el catálogo de su filmoteca personal, su vida: cientos de títulos con los que armamos algunos programas… pero Fabio siempre iba por más. Se dio el gusto de armar un trasnoche en los cines Rex con las películas de la Coca Sarli.
Gran tipo, amigo aun en la distancia.
Una noticia de mierda.
Solo lo conocí a través de «Filmoteca», donde se notaba su bonhomia. Una pena- Y la repetida constatación de que no hay justicia divina, habiendo tanto hijo de puta que vive 100 años…
Pierdo a un gran amigo de más de 30 años.Lo conoçi cuando vivia en Charcas y Pueyrredón.Lamentable!!!
Enrique J. Bouchard
Seguro estará mirando películas. Estoy segura. Tristeza porque se fue un apasionado, del que quedan pocos, muy pocos.
Fabio, es muy triste que el mundo se pierda de tu presencia. El dueto formado por Peña y vos, fué memorable. Yo soy joven, pero conocí a Salvador Sanmaritano…quién estaba entre las personas que te habían influido. Fuiste generoso, honrado, apasionado, de las poquísimas personas que quedaban con la sensibilidad tal que elevaba al ser humano. Me siento triste, sin vos nada será igual. Ver Filmoteca significaba que tener cable era una desmedro. Ustedes hicieron de mis trasnoches algo muy entrañable.
Espero que tu muerte no sea en vano.