EL FUTURO ES HOY: 318 PALABRAS LIGERAMENTE A FAVOR DE TRANSFORMERS 4: LA ERA DE LA EXTINCIÓN

EL FUTURO ES HOY: 318 PALABRAS LIGERAMENTE A FAVOR DE TRANSFORMERS 4: LA ERA DE LA EXTINCIÓN

por - Críticas breves, Varios
20 Jul, 2014 07:55 | comentarios
Transformers-4-Stanley-Tucci

Transformers 4: la era de la extinción

Por Roger Koza

En un viejo texto publicado en Film Comment, el lúcido crítico Kent Jones decía del cine de Michael Bay: “Su despiadada aproximación maximalista al oficio de hacer películas tiene poco que ver con la destrucción de una preciada idea sobre el cine y mucho con la construcción de una idea enteramente nueva de él”. El enunciado sirve para pensar qué es Transformers 4: la era de la extinción.

El preámbulo de Transformers 4 propone otra hipótesis acerca de la extinción masiva del Cretácico-Terciario, fenómeno planetario que tuvo lugar 65 millones de años atrás: los dinosaurios dejaron de existir debido a una intervención alienígena comandada por los famosos robots. ¿Es esta la extinción a la que alude el título? ¿O la desaparición de Chicago? En el inicio, el inventor interpretado por Mark Whalberg visita un viejo cine destruido, en el que se puede ver un viejo póster de El Dorado, un western tardío de Howard Hawks.

En otra escena clave del filme, el personaje que encarna Stanley Tucci, un científico entregado al poder económico que recuperará su responsabilidad ética frente a su saber en el epílogo, dice: “El pasado es historia. El presente es pasado. El futuro es hoy”. Esta declaración, sumada al pasaje que tiene lugar en el cine, sugieren una vía de interpretación sobre qué es la película de Bay: un amoroso intento (fallido aunque honesto) de superación dialéctica donde el cine clásico sobrevive homeopáticamente en un nuevo cine desvinculado casi por completo del registro de lo real. Los autobots son criaturas digitales, pero el modelo de interacción entre ellos que muestra la película remite al universo del western.

Bay, además, no renuncia a la elegancia: los contrapicados sobre los edificios de Hong Kong y la maravillosa mutación material de los robots son placeres visuales de una película que dista bastante de ser solamente una orgía óptica en 3D. Esto es cine del futuro, cine de hoy.

Este texto fue publicado por el diario La voz del interior en el mes de julio 2014

Roger Koza / Copyleft 2014