SEMANA DEL 17 AL 23/08 EN LOS CINECLUBES
LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470
19 de agosto, a las 18.45hs: China en siete películas
Pickpocket, de Jia Zhang-ke, China, 1997
102’ / +16
La lograda y conmovedora ópera prima de Jia Zhang-ke, interpretada completamente por actores no profesionales, es de algún modo inusual, pues fundamentalmente se trata de un estudio de personaje. Situada en el pueblo natal de Jia (Fenyang, en la provincia de Shanxi), la película gira en torno a un carterista bastante patético que lidera una banda de jóvenes ladrones. Su profesión lo convierte en un paria y sus opciones románticas y sociales se van reduciendo. Aunque la película carece del toque épico de las siguientes películas de Jia (Placeres desconocidos, Plataforma, El mundo, Naturaleza muerta), Pickpocket transmite tanto acerca de la vida del pueblo y, en sus propios términos, es tan asombrosa que se entiende perfectamente por qué muchos prefieren esta obra a los trabajos posteriores del director. (Jonathan Rosenbaum)
PELÍCULA DEL MES
A las 20.30hs:
Aquel querido mes de agosto, de Miguel Gomes, Portugal, 2008
150’ / ATP
¿Película inclasificable? Quizás un (falso) documental de índole reflexivo, que luego deviene en una historia de amor con ribetes y obstáculos edípicos, sin dejar de ser jamás un fresco popular sobre diversos estilos de vida circunscriptos a algunos pueblos de Portugal como también una meditación extraordinaria sobre el cine y los límites de la representación o transfiguración de la realidad. El plano inaugural y el plano final son magistrales: un zorro estudia a sus posibles víctimas; Gomes y su sonidista discuten acerca de un plano cuyo sonido involucra una música que nadie escuchó excepto el sonidista, de lo que se desprende un dilema ontológico sobre el plano cinematográfico y su relación con lo real. Popular y moderno al mismo tiempo, Gomes devela un mundo de campesinos, extranjeros, fiestas populares e incendios y lo combina con una interrogación, diseminada en la película, sobre qué es el cine. El notable film de Gomes es libre y hedonista. Hay un plano en el que se ve un grupo musical que toca y gente que baila; el plano siguiente cambia la perspectiva: es un plano general que incluye la posición del camarógrafo. Entusiasmado, éste abandona su puesto y se suma al baile. Es una película literalmente viva. (Roger Koza)
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO ALEJANDRO GIARDINO
23 de agosto, 20.00hs:
La muerte del trabajador, de Michael Glawogger, Austria, 2005
123’ / ATP
Cortometraje: Protocolo de una revolución, de Alexander Kluge, Alemania, 1966.
Tras un soberbio montaje al mejor estilo soviético en el que se ve obreros trabajando casi fanáticamente a principios del siglo XX, detiene su demoledora marcha con una cita precisa del escritor William Faulkner: “Lo único que puedes hacer durante 8 horas es trabajar. Esa es la razón por la cual el hombre es tan miserable e infeliz como los que están a su alrededor”. Bajo esa premisa, Glawogger se propone hacer cinco retratos sobre el trabajo al inicio del siglo XXI. Los lugares elegidos son estratégicos, al igual que las labores elegidas: se verá mineros en Ucrania e Indonesia, carniceros en Nigeria, obreros de demolición en Pakistán y personal de una siderurgia en China. El mito de Sísifo se hace carne una y otra vez. ¿Fue alguna vez de otro modo? El trabajo no siempre dignifica. Cuando los ucranianos y los chinos sean interrogados sobre las condiciones de trabajo, ellos podrán comparar las condiciones de trabajo de hoy con los viejos tiempos en el que otro sistema de socioeconómico regulaba la vida de sus congéneres. Queda claro que los viejos mineros de Ucrania, inspirados en Alexei Stakhanov, creían que la fuerza de su trabajo constituía un engranaje en la emancipación del movimiento nacional de trabajadores. Como reconocen los mineros de hoy, trabajan para sobrevivir. Ya no hay un metarelato que secretamente transfigure la tracción de la sangre obrera en proeza histórica de justicia. El segmento de los chinos, que se inicia con una cita de Mao, deja en claro la mentalidad mandarín. La obediencia y la resignación de los operarios de la fábrica es temible: naturalizan la economía libre, como antaño la planificada. Mientras, los nigerianos, indonesios, y pakistaníes parecen vivir desde la eternidad en una condición de supervivencia insuperable. El mérito Glawogger es ser lúcido y lucido. No hay un solo plano en toda la película que no esté cuidado, incluso cuando las condiciones de registro son imposibles. Un plano breve sobre el omóplato de un hombre cargando 110 kilos de azufre condensa la política de la película, aunque el epílogo, el que transcurre en una fábrica alemana convertida en parque temático, sintetiza una impugnación al bienestar europeo. El trabajo mugriento se hace en otro lado. (RK)
Sobre “Aquel querido mes de agosto”
FIEL A LA BUTACA.
Documentar….¿documenta…?
Ficcionar…¿crea una ficción?
Documentar una ficción puede resultar una mixtura extraña.
Así como hubo gente que, durante la proyección del film de Béla Tarr(que es difícil no amar en la textura de sus sombras y el color de sus sonidos) emitía comentarios como “¡Qué lenta!”, “¡Por fin algo de ritmo…!”…o terminaba durmiéndose hasta que se encendian las luces de la sala…en fin. Yo asumí incrédula que uno de mis ídolos era incomprendido, menos-preciado en su preciosismo pictórico.
Pese a todo ello…fiel a mi butaca, permanecí. “Son años…me decía , de entrenamiento audiovisual-perceptivo. Así que NO me moví.
Si esto presupone una percepción adaptada a recibir lo que se observa dándole tiempo al director, sonidista, actor…a que nos toque con, la puesta en escena,el trabajo de sonido o su actuación….DEBO reconocer…estuve a punto de traicionarte…butaca…
Porque, como dije hace un tiempo ( Y le comentaba a Karina en el viaje de regreso a casa luego de ver la peli…) creo que el cine arte- independiente- experimental o como se lo llame, ha encontrado en el documental que documenta una vida, costumbres, o personas SIMPLES Y SÁBIAS, una veta que debe explotarse.
Mostrar. Documentar la simpleza de la vida de un Emiterio en Salta…o de viejitos que sobre –viven-viviendo sus vidas- vividas en medio del Brasil…O monjes calentitos en algún lugar de Francia….
O bailes de pueblo, con procesiones de infinitas Vírgenes en medio de Portugal…
“Rescatar”. “Mostrar” que la simpleza de vida y costumbres, populares que le dicen sería , (o no) , un ejemplo de vida a seguir en estos caóticos tiempos…Pues butaca…fiel compañera…CASI te abandoné. No me “banco” como suelen decir mis alumnos, esta expocisión de peces en una pecera…vichos raros en una sociedad que, como los desconoce, los mira con curiosidad. Veta. Veta a lo Hollywood que encuentra una y la agota. Encuentra otra…y las vá dejando vacias e inútiles a su paso…al igual que al espectador.
Lo interesante de mi respuesta a este film, es que siendo más de la medianoche…yendo a trabajar en un rato…yo estoy vomitando en el papel…así en caliente lo que digo..¡Ayyy….cómo extraño al Ojo Soberano…ese curso TAN lejano de ciudad lejana…!!!
Particularmente debo reconocer en el manejo de connivencia de tiempos, de personas-personajes que deambulan y convergen durante la película…la voz del devoto de la Vírgen de La Salud que luego toma identidad de cuerpo en una charla superpuesta en un mirador a un bosque…es admirable.
Como abogo en mi gusto por la ficción…quedé “chocha” por los últimos ¿45 minutos? de ficción pura.
Si “noblesse oblige” obliga…AMË ese final del director con el sonidista (gallardo representante de su género que, en medio de el lago de un dique…o en un bosque…o persiguiendo a dos postulantes a casting que juegan un juego fuera de campo…muy bueno)¿era esto parte de la ficción del filme…? Era parte del filme, me dirán…Allí ya no me importó si eran esas dos benditas-malditas palabras, opuestos….mezclados en un banquete extraño pero de cierto sabor que fue este film…Era un misterio. ¿defendía su oficio el sonidista o era realidad que iba más allá de algo NO real como canciones que impregnan un disco duro en lugar del sonido “real” de un arroyo? “Quería sonido “real”…afirma el director…”
Brillante final.
Lo más “real” a documentar…ese final.
Betty Font 20/8/09
Betty: gracias por escribir; por alguna razón la gente que va al cineclub no suele escribir por aquí, excepto cuando un fascista pasó por aquí dejó sus huellas (insistió, pero dejé de publicarlo y se cansó). Lo único que puedo decirte es que ambas categorías, la ficción y el documental, terminan siendo limitadas; el cine, cuando es grandioso, disuelve esas categorías. Después de Primer Plano, pensar con esas categorías debería ser un arcaísmo. Quizás exagero en la letra, pero no en espíritu. Saludos. RK
Gracias por responder… Extraño el curso El Ojo Soberano…(creo que ya lo dije alguna vez…??)Era el motor que me movia a escribir.En su defecto, para no marchitar este medio,trataré de escribir «en caliente»….sobre el cine que vas proponiendo…