Querido Roger:

Tengo ciertas reservas con lo que encierra la palabra canon (la asocio, inevitablemente, a norma y convención); escribí un libro (Cine colombiano: cánones y discursos dominantes) para hacer con el canon del cine de mi país lo único que encuentro decente hacer con lo canónico: cuestionarlo, removerlo, hacerlo avanzar hacia zonas de aventura, peligro, exploración.

Prefiero la palabra corpus, porque me hace pensar en el cuerpo y en lo extenso, y porque las películas que en la vida me impactaron y me siguen impactando me provocan un estremecimiento físico, una necesidad de salir de los estrechos márgenes de la materia en la que estoy encerrado invitándome a abrazar el mundo, algo más grande que yo mismo pero que me contiene.

Esta lista de películas, internacionales y colombianas, la hice de forma casi automática, echando mano del recuerdo (involuntario) de ese estremecimiento. Luego la volví a mirar, para intentar encontrar lo que esta lista tiene de autobiografía, de destino personal. Reconozco en estas películas (en las películas de ambas listas, la nacional y la internacional) lo trascendente, lo descentrado, lo que excede los límites, lo que no cabe en su sitio asignado. Estas películas, siguiendo el rastro de Serge Daney, me miraron tanto como yo las vi. El milagro consiste en que, desafiando esa subjetividad, la experiencia del estremecimiento puede ser no solo comunicada sino compartida. En eso confío: en el cine como ese lugar donde lo propio se vuelve común.

LISTA INTERNACIONAL

El manantial de la doncella, de Ingmar Bergman (1959)

Mouchette, de Robert Bresson (1967)

Limite , de Mário Peixoto (1931)

Thérèse, de Alain Cavalier (1986)

La ciénaga, de Lucrecia Martel (2001)

Tropical Malady, de Apichatpong Weerasethakul (2004)

Titicut follies, de Frederick Wiseman (1967)

Simón del desierto, de Luis Buñuel (1965)

Paris, Texas, de Wim Wenders (1984)

Killer of Sheep, de Charles Burnett (1978)

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LISTA NACIONAL

En esta lista abundan los formatos ¿menores?: el documental, el cortometraje, el fragmento de una película perdida como totalidad. También un cine que quiero forzar a ser colombiano aunque es un cine sin fronteras, filmado en Francia, o en Cuba, o en Buenos Aires. Tal vez aquí está la ilusión de un cine colombiano que se reinvente desde los márgenes, desde lo excéntrico, por fuera del centro de la (inicua) nación que me ha correspondido: la promesa de un cine donde la periferia humillada sea vengada poéticamente.

Rodrigo D. No futuro, de Víctor Gaviria (1990)

Pasado el meridiano, de José María Arzuaga (1966)

Nuestra película, de Luis Ospina (1993)

Cilaos, de Camilo Restrepo (2016, cortometraje)

Adiós entusiasmo, de Vladimir Durán (2017)

La cerca, de Rubén Mendoza (2004, cortometraje)

Mila Caos, de Simon Paetau (2011, cortometraje )

La frontera del sueño, de Esteban Sanz (1957, solo hay un fragmento disponible, por ahora)

Como todo el mundo, de Franco Lolli (2007)

El proyecto del diablo, de Óscar Campo (2009, cortometraje)

Abrazos,

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Pedro Adrián Zuluaga (Colombia): crítico de cine y escritor. Publicó  ¡Acción, cine en Colombia! y Cine colombiano: cánones y discursos dominantes. Escribe en el blog: Pajarera del medio (leer aquí)

Fotogramas: 1) Simón del desierto, Thérèse  y Tropical Malady (encabezado); 2) PAZ; 3) Cilaos.

Pedro Adrián Zuluaga / Copyleft 2018