L’amore con te / Il colore nascosto delle cose, Italia-Suiza, 2017

Un macho italiano descubre que no todo pasa por el acopio de conquistas cuando conoce a una mujer ciega que ejerce como osteópata. A él lo interpreta el magnético Adriano Giannini, a ella la hermosa y talentosa Valeria Golino. Si este film del reconocido director italiano Silvio Soldini (Pan y tulipanes) puede sobrellevar el conjunto de concesiones que adornan la trama, se debe a la premisa y a sus intérpretes. El lugar elegido del relato es Roma, el contexto, el de los publicistas. Teo es exitoso, vital, musculoso, encantador y mentiroso. A su mujer oficial la engaña, y en un primer momento el encuentro con Emma se circunscribe a una adquisición erótica, acaso más singular que otras. La relación con sus propios sentimientos está signada por la displicencia y la indiferencia, como se establece desde el inicio cuando le avisan de la muerte de su padre. El suspenso dramático pasará entonces por seguir la transformación de un narcisista convencido en un hombre enamorado, lo que no significa un feliz destino asegurado. Para un narcisista, no saberse mirado es una experiencia inusual, y es probablemente esa situación específica la que el título original (que no es el que tiene aquí, ridículamente, en italiano) intenta sugerir, y cuya traducción al español sería “El color escondido de las cosas”. Es que aquí ver a quien se desea sin que el lazo (amoroso) esté regulado por la mirada es lo que puede permitirle al personaje verse de otra manera, situación que Soldini no elige trabajar cinematográficamente a fondo, más allá de una sorpresa en el desenlace. Una historia de amor entre un vidente y una no vidente debería ser para un cineasta una ocasión inmejorable para intensificar la libre relación entre el sonido y la imagen. No es el caso de Soldini, que prefiere las certezas narrativas a la indagación estética.

Esta crítica fue publica en el diario La voz del interior en el mes de julio de 2018

Roger Koza / Copyleft 2018