Por Roger Alan Koza

Desde junio en adelante la Tierra se paralizará. No importará la crisis griega, el destino del euro, el bicentenario, la erupción de un volcán. El mundo experimentará un devenir esférico: el fútbol dominará todo. Pero en mayo hay otro mundial, aunque no gira en torno a una pelota sino a un rectángulo en el que se proyectan imágenes del mundo: Cannes, sin duda, el festival de festivales, es un verdadero mundial de cine. Y este año, en el que se cumplen 63 ediciones, los protagonistas son indiscutiblemente los mejores cineastas del mundo.

Como se sabe, todo empezará el miércoles 12 con una nueva versión de Robin Hood, de Ridley Scott. El mítico ladrón, en manos del británico, es la elección estratégica (y comercialmente demagógica) de Thierry Frémaux, el inteligente y astuto director artístico del festival. Las estrellas de Hollywood nunca están ausentes, pero deben convivir en pie de igualdad con los grandes maestros consagrados y desconocidos del cine contemporáneo: Takeshi Kitano, Lee Chang-dong, Mike Leigh, Abbas Kiarostami, Sergei Loznitsa pasarán por la alfombra roja con la misma elegancia y legitimidad que Russell Crowe, Oliver Stone, Woody Allen y Tim Burton.

Presencia argentina entre grandes maestros

A diferencia del año pasado, en esta edición la presencia argentina, como sucedió en el 2008, es ostensible. En la selección de la competencia oficial de la sección “Una cierta mirada”, el cordobés Santiago Loza e Iván Fund estarán presentes con Los labios. Este filme vital y conmovedor sobre tres médicas que salen de la ciudad y ejercitan su profesión en una zona rural de Santa Fe tiene muchas posibilidades de obtener algún reconocimiento. Puede ser una de las grandes sorpresas de Cannes, y debería ser casi obligatorio que el filme se estrene en una sala comercial en Córdoba.

La otra película en esta competencia es Carancho, de Pablo Trapero, recientemente estrenada en nuestra ciudad. Esta prodigiosa meditación, en clave de policial, sobre la corrupción como sustrato estructural de la conducta colectiva de una nación y la decadencia de sus instituciones (jurídicas, hospitalarias y policiales) es, junto con El bonaerense, la mejor película de Trapero. Como el de Loza, es un filme que recorrerá otros festivales.

Loza, Fund y Trapero se codearán con dos maestros centrales en la historia del cine. En la misma sección Jean-Luc Godard presenta Socialismo (que se podrá ver por la web el mismo día) y Manoel de Oliveira, a sus 101 años, presenta Angélica. También aquí se verá lo nuevo de Jia Zhang-ke y Cristi Puiu, entre otros.

En la prestigiosa sección conocida como “Quincena de los realizadores” Diego Lerman presentará La mirada invisible. Además, tres cortos argentinos se verán en el festival. El cine argentino vuelve a estar presente en el mundial del cine.

Esta nota fue publicado en otra versión por el diario La voz del interior en el mes de mayo 2010

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