En febrero del año en curso nos encontramos con Santiago Loza en Berlín. Su película ya había ganado dos premios. Con él caminamos por un rato en una plaza cercana a los cines principales del festival. La mañana era fría, pero el sol iluminaba sin obstáculos la escena del diálogo.

Empezamos con las expectativas de Loza sobre su film. Posteriormente, se delinea el contexto del premio, los Teddy, el que indica el punto de vista del film: la posición de los ofendidos, es decir, de todos aquellos que han sido humillados. Esto lleva a la genealogía del proyecto y a repasar las dificultades para explicar a los fondos de producción una historia que en los papeles parecía descabellada. La conversación lleva a establecer distinciones entre lo fantástico y el realismo mágico. Hablamos también de la misteriosa variedad de los films de Loza. A su vez, se conjetura qué está por detrás de esa ostensible diferencia entre las películas que llevan su firma. El bloque cierra con los recuerdos cinéfilos que han influenciado a Breve historia del planeta verdad, y también sobre el concepto del espacio en el film.

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En el segundo bloque, hablamos sobre el paisaje y las decisiones formales, la más decisiva, la inestabilidad del plano que no se detiene. En una escena del film, la invocación de un poema de Almafuerte es crucial. Loza explica la razón de esa inclusión. Después de esto, la charla deriva hacia la poética de Loza y sus relaciones con sus novelas, obras de teatro y otras prácticas artísticas del director. El encuentro cierra con sorpresas, y en los créditos, con una aparición.

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Roger Koza / Copyleft 2019

*Otra entrevista a Loza sobre Breve historia del planeta verdad (leer aquí)