POR TU CULPA
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
por Roger Alan Koza
EL MALESTAR DE UNA FAMILIA
Por tu culpa, Argentina, 2010
Dirigida por Anahí Berneri. Escrita por Berneri y Sergio Wolf.
*** Hay que verla
La tercera película de Berneri es sólida y arriesgada, a pesar de ser su título más accesible y en teoría, su film menos provocativo.
Los primeros minutos de Por tu culpa son extraordinarios. Una escena doméstica reconocible se convierte en un espacio sonoro entre insoportable y fascinante, secuencia capaz de musicalizar el malestar de una familia de una clase específica: dos niños parecen desconocer todo límite; juegan, ven la televisión, se pelean entre ellos. Mientras tanto, su mamá oscila entre ejercer su función materna y mandarlos a la cama o seguir escribiendo en su computadora. Una conversación telefónica con el padre, los dibujitos en el cable, la respiración de la madre son notas de una pieza de música concreta que condensa un desorden.
En este microcosmos sonoro habrá un accidente menor. El niño más chico se dará un golpe en la cabeza y será llevado a una clínica (el viaje hasta allí es un prodigio de suspenso). Es una medida prudente que derivará inesperadamente en un episodio jurídico, pues el médico de guardia no sólo habrá de revisar la cabeza del niño sino que intentará descifrar otras marcas, un “texto” escrito en el cuerpo que excede la categoría de accidente. Luego llegará el padre. Ya en el amanecer, la familia habrá de comenzar un nuevo día.
Formalmente ambiciosa y conceptualmente incomoda, Por tu culpa explora la violencia familiar de una clase social más que acomodada a la que se la exime de su demostración y expresión física, a pesar de que aquí su ejercicio permanece en un radical fuera de campo. Apenas se ven las consecuencias, pero sí se ven todas las estrategias para negar la existencia de un par de moretones. La obsesión por el registro del cuerpo y la piel en el cine de Berneri no es una novedad, pero aquí tanto los sospechados como las víctimas hablan por sus extremidades y gestos corporales.
Si bien el trabajo de Érica Rivas es notable, la interpretación de los dos niños es tan sobresaliente como perturbadora. ¿Están actuando? Lo cierto es que sólo un registro paciente y meticuloso puede ofrecer resultados semejantes. Berneri sostiene el filme en este triángulo genético, tan poderoso que no necesita ni de música, ni de otros subrayados. Por eso, el plano general que cierra el filme es tan preciso como abierto: se visualiza una política familiar. El silencio nunca fue ni será un sinónimo de salud. Es perversión.
Esta crítica fue publicada por el diario La voz del interior en el mes de julio 2010.
Copyleft 2010 / Roger Alan Koza
Hola Roger: Vi la pelicula cuando se estrenó y la verdad, me dejó como un gusto a poco. Trataba de pensarla en relación a las dos pelicula anteriores de Berneri, y de su relación con las formas de filmar el cuerpo. Pero a diferencia de aquellas, aquí encontré una película muy programatica, un especie de sub Martel sin el vuelo poético de aquella.
Sí destaco el laburo de Rivas, yy el de los pibes, que debo decir, me incomodó en más de una escena. Pero creo que la peli queda planteada en sus escenas iniciales ( muy precisas y opresivas) y después, todo se resuelve en un especie de who do it ? o de inocente culpable, que no profundiza mas allá de su planteo. No digo que la peli debe resolver esta cuestión desde su aspecto dramático… pero no profundiza desde la forma. Igualmente debo reconocer que la incomodidad de la cuestión de la (auto)culpa, inducida por el discurso medico, la transmite sin probelmas. Pero un pelicula deberia aspirar a ser más que eso. Y ahi es donde conecto con Martel, la Martel de La mujer sin cabeza, donde hay un situación análoga sobre la culpa personal, la social, el ser hablado por otros, pero a la vez los ecos se amplifican y dejan de ser los de «una película de tesis» para convertirse en un obra personal, que permite amplias lecturas.
Hay algo como » poco ambiciuoso» en el minimalismo casi neutro de Berneri en Por tu culpa. Algo extraño, porque con temas más AmbicIosos, sin salirse del medio tono que maneja tan bien, la directora había logrado dos obras más interesantes que ésta.
Te mando un abrazo para vos y otra para Luciana
Hola Ale: me gusta lo que decís y cómo lo decís. Pienso algunas cosas similares pero llego a conclusiones distintas. El film es muy bueno en su inicio, durante el choque con el poder médico y su resolución. Creo que es desparejo, porque su escena inicial es demasiado poderosa. Concuerdo, insisto, con todas tus apreciaciones generales, pero me inclino a ver sus logros y no sus debilidades. Luciana, que está al lado mío, te manda saludos. Y te esperamos por aquí cuando tengas ganas. Abrazo para vos. RK
Roger: Veo que das por sentado el hecho de violencia familiar; a mí, sin embargo, me parece que permanece como duda o sospecha y que esa ambigüedad, la materialización de la culpa más allá de los motivos, es una de los aspectos interesantes que tiene el film.
Abrazo.