KIRK DOUGLAS: EL ULTIMO SOBREVIVIENTE
Es posible que Issur Danielovitch (aka Isidore Demsky) se haya propuesto, con la férrea determinación que caracterizaba a los personajes que interpretó, vivir más de un siglo. Ultimo sobreviviente masculino de la generación dorada de actores de Hollywood (la femenina, aún vivita y coleando con su misma edad es Olivia de Havilland), el hombre a quien la historia del cine recordará como Kirk Douglas, nació en Nueva York el 9 de diciembre de 1916. Hijo de padres judíos bielorrusos, tuvo una infancia sufrida y plagada de sinsabores, lo que no le impidió ser un excelente estudiante.
Tuvo numerosos y diversos trabajos (algunos dicen que más de cuarenta) antes de entrar en la Academia Americana de Arte Dramático, debutando como actor en Broadway en 1941, pero su carrera se vio abruptamente interrumpida por su participación en la Segunda Guerra en la Marina.
A su regreso en 1945 tuvo algunos trabajos en la radio hasta que impulsado por su amiga Lauren Bacall ingresó en el mundo del cine, debutando en 1946 con un importante papel en El extraño amor de Marta Ivers, excelente film noir de Lewis Milestone, con guion de Robert Rossen. Su primer éxito fue el protagónico de El triunfador, de Mark Robson donde interpretaba a un boxeador arribista y ambicioso. A diferencia de otras estrellas de Hollywood, los papeles de Douglas muchas veces distaban de permitir la identificación del espectador. Personajes de pésimo carácter, violentos y egocéntricos, lejos estaban en muchas ocasiones de provocar empatía. El núcleo central de su carrera hay que ubicarlo entre 1948 y 1965, con una serie de actuaciones recordables que, sin embargo, nunca le permitieron ganar un Oscar, a pesar de sus tres nominaciones y tampoco, curiosamente, que nunca contara con la preferencia de críticos y cinéfilos en sus elecciones de sus actores preferidos.
Por sus diferencias con los productores creó en 1955 la productora Bryna (el nombre es un homenaje a su madre) con la que realizó algunos de sus títulos más recordables.
Perteneciente al sector liberal y “progresista” de Hollywood, en 1960 consiguió que Dalton Trumbo, un escritor prohibido durante muchos años por pertenecer a las nefastas listas negras del macartismo, no solo firmara el guion de Espartaco, sino que también apareciera con su verdadero nombre y le fuera levantada la interdicción. Así fue que Trumbo fue también el guionista de Los valientes andan solos, un curioso western en el que Douglas interpretaba a un cowboy que no lograba adaptarse a los cambios de la sociedad y que, según sus propias declaraciones, era su película preferida.
Actor de fuerte personalidad (mucho mayor que la de su hijo Michael), con tendencia a la sobreactuación en algunos momentos, es una figura esencial de la época dorada del cine norteamericano. Como se señaló, a partir de 1965, su carrera decae aunque logra un trabajo recordable en 1971 en El duelo, un olvidado western de Lamont Johnson.
Habiendo sobrevivido a un accidente de aviación en el que murieron sus acompañantes y a un ACV que le quitó el habla por un tiempo, en los últimos años de su vida se dedicó a diversas tareas humanitarias y de beneficencia, recibiendo también varios reconocimientos por su labor artística.
Kirk Douglas fue un actor de notable fuerza dramática aunque también era capaz de manejarse en registros sobrios y contenidos como en la notable Vecinos y amantes, de Richard Quine. Con él desaparece el último eslabón de una época gloriosa del cine norteamericano y como homenaje póstumo (para probable irritación de Nicolás Prividera) haré una lista de mis trabajos preferidos del actor, en orden cronológico:
El triunfador (Champion, 1948), de Mark Robson
Cadenas de roca (Ace in the Hole, 1951), de Billy Wilder
La antesala del infierno (Detective Story, 1951), de William Wyler
Cautivos del mal (The Bad and the Beautiful, 1952), de Vincente Minnelli
Hombre sin rumbo (Man Without a Star, 1955), de King Vidor
Sed de vivir (Lust for Life, 1956), de Vincente Minnelli
Duelos de titanes (Gunfight at the OK Corral, 1957), de John Sturges
La patrulla infernal (Paths of Glory, 1958), de Stanley Kubrick
El último tren (Last Train to Gun Hill, 1959), de John Sturges
Espartaco (Spartacus, 1960), de Stanley Kubrick
Vecinos y amantes (Strangers When We Meet, 1960), de Richard Quine
Último atardecer (The Last Sunset, 1961), de Robert Aldrich
Los valientes andan solos (Lonely are the Brave, 1962), de David Miller
Dos semenas en otra ciudad (2 Weeks in Another Town, 1962), de Vincente Minnelli
Siete días en mayo (Seven Days in May, 1965), de John Frankenheimer
Primera victoria (In Harm´s Way, 1965), de Otto Preminger
El duelo (A Gunfight, 1971), de Lamont Johnson
Jorge García / Copyleft 2020
Por esta vez se perdonan las listas… Igual en alguien con tantas películas buenas es también absurdo. Incluso hay algunas que son ser obras maestras son entrañables, como «Ulises».
Por otra parte, una lista en la que no figura Out of the Past se autoimpugna sola…
La patrulla infernal (Paths of Glory, 1958), de Stanley Kubrick,esta es la que mas recuerdo.Excelente
Creo haber sido claro en cuanto a que la lista era de mis trabajos preferidos de Douglas y no de sus mejores películas. De haber sido así no solo hubiera entrado la de Tourneur sino también Los viajeros, de Walsh y El extraño amor de >Marta Ivers, de Milestone.
Era una chanza, Jorge. Igual el resto de la lista es bastante canonica.
Si es por preferencia la mía incluiría Los vikingos, que casi nadie menciona. Pero Out of the Past no puede faltar ni en la lista del supermercado…
Un placer leerlo, Jorge, como siempre.
Y todos olvidaron su presencia en dos De palma. Home Movies y Furia. Pero en ésta estoy con Prividera Out of the past y Ulises Y Los vikingos ( filmada en Yugoslavia con el beneplácito de Tito) no pueden faltar, además de las mencionadas por García, el compañero de colegio de Kirk.
Sucede que las de DP no son las más canónicas y más allá del propio KD suelen vivir en el olvido. Saludos. R
…Las listas son para los hipermercados (según yo!)… pero si están ‘The Bad and the beautiful’ y ‘Paths of Glry’, todo bien… (aunque, que se yo, ‘Out…’… debiera de estar, creo)… Ya que estoy, ¡ojalá veamos a Jorge muchas más veces por aquí!…
Excelente sintesis de la vida de un actor hollywood de la edad de oro que, para mi generacion nos marco a fuego. Gracias.
Vaya un abrazo al vikingo perdido Alejandro Ricagno, a quien he buscado infructuosamente por todos los rincones de Buenos Aires en mis visitas anuales del mes de abril que este año, ya con pasaje en mano, veo imposible de hacer.