AMENAZA BAJO EL AGUA / BLACK WATER: ABYSS
CINE DE REPTILES
Unas décadas atrás, el neurocientífico Paul McLean propuso un modelo de explicación del funcionamiento del cerebro y dividió las operaciones del órgano pensante en tres dominios: el complejo R, que nos emparenta con los reptiles, el sistema límbico con los mamíferos y la llamada “neocorteza” que define la singularidad de nuestra especie. Todo lo que sucede en la película algorítmica de Andrew Traucki parece estar circunscripto al dominio de lo reptiles, y no porque el peligro y el mal estén investidos en algunos cocodrilos feroces y hambrientos. Ninguno de los personajes emite algún signo de inteligencia humana; toda la conducta que define al quinteto protagónico solamente se asienta en el mero instinto de supervivencia, aquel que define justamente el complejo R.
Un grupo de amigos (dos parejas y un soltero) viajan a unas cuevas situadas al norte de Australia. El esbozo dramático que se añade a la vida de los personajes pasa por algunas dudas en materia amorosa. A la aventura se intenta añadir algún que otro aditivo ligado a la posesión y los celos, pero la pereza del relato es tal que ni siquiera la subtrama sugerida por algunas fotos halladas en una cámara detiene o desvía la línea recta narrativa que pasa estrictamente por saber cómo pueden escapar los atléticos y hermosos jóvenes de un laberinto subterráneo poblado por insaciables reptiles semiacuáticos.
Es una pena que Traucki no prodigue un buen plano de ese animal cautivante y enigmático como el cocodrilo. Un primer plano en los ojos de la criatura o un primerísimo plano sostenido sobre la superficie de su cuerpo en algún pasaje podrían haber ocasionado más terror que ver la inmensidad de su lomo desde un plano en picado aéreo conseguido por un dron. Cuando se prescinde de pensar estéticamente, todo se resuelve por las proezas técnicas del momento y algún que otro efecto especial, cuya eficacia indesmentible apenas disimula la constante resolución mecánica para ilustrar un guion divorciado del cine.
El gran misterio de Amenaza bajo el agua no es otro que su existencia. Deshonra el género de aventuras, también el del terror nacido del temor visceral a las criaturas de la naturaleza y menos todavía puede ensayarse alguna lectura sobre el deseo juvenil de involucrarse en experiencias extremas para sentirse vivos. ¿Quién es el espectador de una película como la de Traucki? Es probable que ni a los propios cocodrilos les interese, pues subestima la elegancia de un animal que bien filmado hasta puede encender nuestra imaginación dormida. Los cocodrilos amados por la cámara pueden confundirse con dragones y remitir en sus figuras a la prehistoria de la vida en la Tierra. No está de más recordar que esta película forma parte de una saga. El misterio es, entonces, insondable.
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Amenaza bajo el agua / Black Water: Abyss, Australia, 2020.
Dirigida por Andrew Traucki. Escrita por Guion John Ridley y Sarah Smith.
*Publicada en otra versión por La Voz del Interior en el mes de octubre de 2021.
Roger Koza / Copyleft 2021
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