DOC BUENOS AIRES 2022: LOS VIAJES DEL CINE
Hubo un tiempo en que ir al cine era abandonarse a lo desconocido. La sala reunía a extraños ante una película que también suscitaba el encuentro con otros. Descentrarse resultaba un movimiento del espíritu que en el cine tenía una valencia positiva. Ver con otros sobre otros y con otros ojos reconociendo la voz de quienes tampoco hablan nuestro idioma.
La experiencia del cine es cada vez más ajena a esa flexión de la conciencia ante una imagen de alteridad. En el dispositivo, en el hogar, en ese espacio donde todo es conocido y el Yo manda y elige, ha dejado de practicarse el pretérito ejercicio asociado al cine por el cual, sin dejar el lugar donde se vive y las certezas que se cuidan, se podía sentir otra forma de vida y espiarla. Hace un tiempo que el viejo explorador del cine ha comenzado a transformarse en un consumidor audiovisual, cuya relación con las imágenes en movimiento es apenas un remedo de lo que se buscaba antaño en la oscuridad y alrededor de gente anónima. Desde el hogar no se viaja a ninguna parte. El espejo de lo propio devuelve solamente lo propio.
Un festival de cine es un espejo anómalo de la realidad, y más todavía si se trata de un festival que elige a la realidad como tema de inicio. Espejo sin reflejo o espejo que refleja al que mira, porque el cine no refleja la realidad tal cual es, sino que la hiende, la trastoca, la expande, la desordena. El espejo es en verdad una ventana, un encuadre, una perspectiva hacia el mundo. En este sentido, los que han viajado, no los que han hecho turismo, saben muy bien que un viaje consiste en perder voluntariamente el piso de apoyo entregándose a un peculiar estado de susceptibilidad sobre lo incierto y lo impropio, compensado por el asombro y el aprendizaje. El que viaja se mueve en el viaje.
Quisiera pensar que todas las películas de esta edición son una incitación para viajar. Por azar, la mayoría tiene como sustancia narrativa el acto de trasladarse. A veces por curiosidad y deseo de saber, también por desesperación. Abrimos y cerramos con dos películas definidas por desplazamientos; los tres directores elegidos a los que se les dedica una retrospectiva o un foco han filmado realidades ajenas al lugar donde viven. Muchas de las películas de la sección “Planos de todo el mundo” giran en torno a viajes lejanos o cercanos. No fue una búsqueda deliberada en un inicio, sí una constatación tardía a la que se le dio un concepto.
Para los que viven en la ciudad de Buenos Aires, el requerimiento será viajar hasta la Sala Lugones. Depende del barrio en el que se viva, puede llevar más o menos tiempo, pero será recompensado por otro viaje de otra índole que desconoce el dólar turista, el sellado del pasaporte y el costo de un hotel. Es un viaje menos exigente física y económicamente, pero no es menos edificante en materia espiritual. Serán viajes de aprendizaje y placer, también viajes de conciencia. ¿Quién de ustedes nos acompañará en el viaje de cuatro horas y media junto a unos pibes marroquíes que tienen la ilusión de ir a Europa para hallar una vida menos sufrida y más justa? Tal vez se equivoquen al pensar a Europa de ese modo, pero verlos es comprender el mundo contemporáneo sin mediaciones. ¿No es la figura del desplazado, no es la figura del nómade sin pertenencia la evidencia de un sistema socioeconómico global insostenible?
Empezar nuestro festival con La noche oscura – Las hojas silvestres (Los ardientes, los obstinados) de Sylvain George es una decisión a contracorriente de todo lo que dictan y enseñan hoy los manuales del consumidor y los presuntos estudiosos del comportamiento del cliente. Creo que nuestro homenajeado Jean-Louis Comolli aprobaría el riesgo de comenzar con una película como la elegida. Comolli nos enseñó a ser radicales, nos demostró que no se debe renunciar a lo que se cree para acomodarse en las aguas serenas del conformismo en cualquiera de sus variantes. Declaramos entonces a nuestro festival una agencia de viajes para los que todavía creen que el cine puede ser un viaje hacia lo otro y con otros. Acá estamos para emprender con ustedes otra edición, otro viaje, del Doc Buenos Aires.
Roger Koza / Copyleft 2022
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