Nacido Sandor Laszlo Kellner en 1893 en una ciudad de nombre impronunciable en el entonces imperio austrohúngaro en medio de una familia judía, alumno precoz (terminó la primaria a los nueve años), a la muerte de su padre emigró con su familia a Budapest, donde comenzó a trabajar como periodista formando parte de grupos activistas de izquierda. Pronto pasó a trabajar en la industria cinematográfica húngara, de la que es considerado uno de sus padres. Allí realizó diversos trabajos hasta su debut en la dirección en 1914 y en 1917 formó su propia productora. Al año siguiente, siendo miembro de Directorio Comunista de las Artes propuso la nacionalización de la industria fílmica húngara. Sin embargo, sus ideas políticas lo obligaron, durante el gobierno derechista de Horty, a exilarse en Viena, donde siguó filmando, pasando luego a Alemania y finalmente a Hollywood. De regreso a Europa, se radicó en Londres, donde fundó la productora London Films, insuflándole gran energía a la industria cinematográfica británica, siendo además impulsor de la carrera de actores como Charles Laughton y Robert Donat y directores como Carol Reed. Retirado como realizador en 1948, trabajó exclusivamente como productor hasta su muerte en Londres en 1956.

En el caso de Alexander Korda es difícil disociar su labor como realizador de la de productor, tanto que en varias películas en las que cumplía este rol, es seguro que participó en el rodaje, esto es particularmente notorio en los films que produjo dentro del cine sonoro. Hay dos elementos, en principio, a destacar dentro de sus películas: la solidez narrativa y un innegable buen gusto. En muchas de sus películas, además, trabajó con el guionista húngaro Lajos Biró. Otro rasgo que caracteriza su cine es su habilidad para fusionar elementos dramáticos y satíricos, incluso dentro de una misma secuencia. Otro gran colaborador suyo fue su hermano Vincent, encargado de la dirección de arte de sus películas, en las que lograba un excelente trabajo en las escenografías y los decorados, que se constituían en elementos importantes del relato. Y cabe destacar, como se señaló, el impulso que le brindó a directores y actores del cine británico. Si bien en su última etapa inglesa se lo destacó mucho más como productor que como realizador, varias de las películas que realizara en ese período merecen no ser olvidadas. Recomendemos entonces algunas de ellas. 

MARIUS, 1931 es la primera parte de la trilogía de Marcel Pagnol, que se completa con Fanny y César, y está ambientada en Marsell: el protagonista tiene un conflicto entre su vocación de marinero y el amor por la coqueta Fanny. Buen ejemplo de cine naturalista con personajes atractivos y bien delineados y un excelente reparto en el que se destaca Raimu como el padre de Marius.

ENSAYO DE BODA (Wedding Rehearsal, 1932). En este caso, Korda opta por la comedia ligera en una sátira amable y sin filo a la clase alta inglesa en la que se puede apreciar su inalterable buen gusto y su preciso poder de observación. Excelente puesta en escena en la secuencia de la fiesta matrimonial.

LA VIDA PRIVADA DE ENRIQUE VIII (The Private Life of Henry VIII 1933) . Con la suntuosa escenografía de su hermano, Vincent, el film, audaz para la época, oscila entre el drama histórico y la sátira en su presentación de la sexualidad del protagonista, pero es el show interpretativo de Charles Laughton en la construcción de personaje lo que provoca que el film sea un auténtico disfrute.

REMBRANDT, 1936. Otra vez Laughton se lleva las palmas en su interpretación del extraordinario pintor, en un film que va desarrollando un progresivo tono sombrío y en el que el protagonista, sin sobreponerse a la muerte de su esposa y la falta de reconocimiento de su obra, va entrando en un proceso de declinación física y psicológica.

LADY HAMILTON (That Lady Hamilton, 1941) se inicia con el personaje central en plena decadencia que -a través de un prolongado flashback- narra su amor no correspondido por el siempre ausente almirante Nelson, combatiendo permanentemente contra Napoleón (aquí asimilado a Hitler) y su casamiento sin amor con un noble mucho mayor que ella. Sensible interpretación de Vivian Leigh, en el apogeo de su perturbadora belleza.

LA MUJER LEJANA (Perfect Stranger, 1946) es una variante de la comedia de rematrimonio norteamericana en la que, ante el hastío de su vida de casados, los dos integrantes de la pareja optan por servir a su país en guerra. Ambientado en una Londres semidestruida, con el tiempo se va produciendo un acercamiento entre ambos, en esta comedia dramática que es, probablemente, el film más entrañable del director.

ZOLTAN KORDA

Nacido Zoltán Kellner en la misma ciudad que su hermano Alexander en 1895, arribó a Budapest en 1908, realizando varios trabajos antes de ser reclutado por la armada austrohúngara. Durante su participación en la Primera Guerra sufrió los efectos de un gas venenoso que afectó su salud durante toda su vida. En 1918, el cineasta entró a trabajar en el estudio de Alexander como editor y en ese año codirigió su primer film, siendo su carrera muy espaciada hasta 1939, año en el que realizó la cuarta versión de Las cuatro plumas, que fue un gran éxito. A partir de ese momento adquirió fama como realizador de films que transcurrían en paisajes exóticos, que no son necesariamente los mejores de su obra, ya que se pueden preferir otros trabajos de su escasa filmografía. Retirado de la pantalla en 1955, falleció en Hollywood en 1961.

Hermano menor de Alexander y con una obra mucho menos prolífica, Zoltan Korda, tras un primer intento juvenil, desarrolló una carrera muy espaciada hasta los años 40, época en la que realizó los films que le dieron cierta fama, aventuras en parajes exóticos, algunas protagonizadas por el adolescente Sabú que, por cierto se puede discutir si son los mejores de su filmografía. En la mencionada década y hasta principio de los 50 dirigió un puñado de films poco recordados pero entre los que hay títulos valiosos. Con un notable eclecticismo ideológico, podía realizar una película abiertamente colonialista, otra protagonizado por soviéticos o una obra sobre conflictos raciales en Sudáfrica, sin olvidar un par de atractivos melodramas y un convincente film bélico. Sólido narrador, con un sentido de la puesta en escena muy imaginativo, una característica de sus personajes, generalmente muy bien delineados, incluidos los secundarios. es su ambigua conducta, que los lleva a asumir constantes contradicciones. Y se debe señalar también en algunos films, la intensidad de las escenas de acción. Pasemos entonces a recomendar algunas de sus películas.

LAS CUATRO PLUMAS (The Four Feathers,1939) es la cuarta -y probablemente la mejor- de las siete versiones conocidas de la novela de Alfred Mason. El relato está centrado en un hombre que, acusado de cobardía, logra redimirse a través de una serie de acciones heroicas, enfrentando a los derviches. El cine colonialista en su máxima expresión, en un film que es, por otra parte, un notable relato de acción y aventuras.

SAHARA, 1943 está inspirada en la película rusa Los 13 y narra las peripecias de un grupo de soldados norteamericanos e ingleses que deben atravesar un extenso desierto en un tanque mientras son perseguidos por los nazis y, desde luego, tienen enormes dificultades para encontrar agua. Grandes secuencias de acción y personajes bien delineados, con Bogart en su salsa como el rudo sargento que comanda el grupo.

CONTRATAQUE (Counter-Attack, 1945) tiene guion de John Howard Lawson, integrante de la lista de los 10 de Hollywood y narra una operación que despliega un grupo de soldados soviéticos para sabotear a los nazis. Lo imprevisto es que después de hacer prisioneros a siete alemanes, dos de ellos y los presos quedan encerrados en una caverna. Un film de un logrado clima opresivos y claustrofóbico.

MUERTE EN EL CORAZÓN (The Macomber Affair, 1947) es una buena adaptación de un relato de Hemingway en el que un ricachón en busca de aventuras contrata a un experto cazador para un safari. La presencia de la mujer de aquel, una provocativa Joan Bennett, da lugar al desarrollo de un posible triángulo de ambiguas aristas a lo que se suman algunos temas caros al escritor, con personajes muy bien delineados.

VENGANZA DE MUJER (A Woman´s Vengeance, 1947) es un sólido melodrama en el que el protagonista, que tiene su mujer enferma, tras su sospechosa muerte, se casa con una joven mucho menor que él, provocando el despecho de una vieja amiga que lo ama en silencio. Otra vez las conductas son ambiguas en un film que, más allá de su convincente desarrollo dramático, destila una marcada misoginia.

LOS DESHEREDADOS (Cry the Beloved Country, 1951) es la primera de las tres adaptaciones de la exitosa novela de Alan Paton, también guionista del film. Ambientada en Sudáfrica en 1946, dos años antes que se oficializara el apartheid, la película narra la odisea de un sacerdote negro de Natal que, ayudado por otro joven prelado, va en busca de su hijo, complicado en un crimen. Sin ser un film de denuncia explícita, se mueve dentro de un tono amargo y desolado.

Jorge García / Copyleft 2023