SEMANA DEL 28 /07 al 03/08 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 28 /07 al 03/08 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
28 Jul, 2008 05:30 | comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470.

30 de julio, a las 18.30: Haneke en foco:

El video de Benny, de Michael Haneke, Austria, 1992

105 minutos / No recomendada para menores de 18 años

Segunda película de la trilogía de la glaciación, focalizada todavía en la estructura familiar como evidencia de un orden simbólico y económico decadente y opulento, propio de la cultura europea moderna. Un adolescente de familia rica casi involuntariamente comete un acto monstruoso, y sus padres, voluntariamente, habrán de ser cómplices del mismo. Haneke, como siempre, está preocupado en señalar qué tipo de relación se establece entre la realidad y la imagen, y cómo la violencia contemporánea está arraigada en una experiencia audiovisual del mundo, diagnóstico y crítica que en su perversión más acabada alcanza en la escena central del film su fundamento ético. En efecto, Haneke, sin mostrar lo siniestro, es decir, gracias a un intolerable fuera de campo, ejemplifica su tesis y provoca al espectador: una imagen, a pesar de su imperfección, devuelve algo del mundo, de lo que se predica una responsabilidad respecto de lo que se filma y de cómo se ve aquello que se ve. (Roger Koza, programador)

A las 20.30hs: Marker en foco:

El último bolchevique, de Chris Marker, Francia, 1992

120 minutos / ATP

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje ¡Al ladrón!, de Alexandr Medvedkin, Rusia, 1930

Uno de los ensayos más importantes de Chris Marker, lo que automáticamente lo convierte en uno de los trabajos clave de nuestro tiempo. Esta notable película de 1993 trata en principio sobre su amigo y mentor, el recientemente fallecido Alexandr Medvedkin (1900-1989), bajo la forma de seis «cartas» filmadas, póstumas. Más profundamente, se trata de un film sobre la historia del cine soviético y sobre la Unión Soviética en sí, y sobre qué significaba ser comunista y qué sentido tiene esto en la actualidad. En el proceso de redefinir estos temas, Marker realiza un autorretrato cauteloso y una autocrítica, preguntándose implícitamente a sí mismo lo que significó y significa su propia concepción de izquierda. Elocuente y mordazmente ingeniosa en su escritura poética, hermosa y a menudo plástica en sus imágenes, esta película es tan conmovedora y provocativa en muchos sentidos como Sin sol, del mismo Marker. Para no perdérsela. (Jonathan Rosenbaum)

LA FALDA: RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 470

31 de julio, a las 20.30hs:

El iceberg,  de Fiona Gordon, Bruno Romy y Dominique Abel, Bélgica, 2005

84 minutos / No recomendada para menores de 13 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Mamíferos, de Roman Polanski, Polonia, 1963.

Extraña comedia física (y casi muda), aunque también un retrato melancólico sobre el amor, la opera prima de Gordon, Romy y Abel, los tres protagonistas del film, podrá o no producir (son)risas, pero sin dudas habrá de sorprender por su lenguaje cinematográfico , más cerca del cine mudo y de la comicidad de Jacques Tati. Tras un prólogo exótico, una mujer esquimal advierte que su mundo nada tiene que ver con los osos polares y las focas, y menos aun con la paz natural. Quizás su mundo esté en extinción, al menos su lenguaje, el Inuktitut, está en riesgo de marchitarse. Pero dice que un posible hijo e incluso su marido, podrán aprender su lengua, pues detrás de esta inquietud de supervivencia lingüística, hay una historia de amor. Y así larga una película imprevisible, sobre una mujer que tras quedar atrapada en una cámara de frío de un fastfood abandonará su vida mecánica, su familia y su trabajo, en un viaje que la llevará de Bruselas al Ártico. Caricaturesco, medidamente circense, El iceberg está compuesta de unos 150 planos, medios y panorámicos fundamentalmente, y hace gala de la profundidad de campo, demostrando además cómo el sonido (y no la música) puede suministrar información relevante sin subrayados. Una escena secundaria, políticamente esencial, que transcurre en un camión de reparto, justifica por sí sola los 84 minutos de este film proveniente del país de los hermanos Dardenne. (RK)

SAN MARCOS: SALA RUNA MISKY

Sábado 2 de agosto:

A las 19.30hs:

Diez canoas, de Rolf de Heer, Australia, 2006

92 minutos / No recomendada para menores de 13 años

Antes de la película principal  se proyectará el mediometraje Las variaciones Marker (28′), de Isaki Lakuesta, España, 2007

Una de las películas más fascinantes de los últimos años y sin duda un ejercicio hermenéutico excepcional en donde un director «Balanda» (el hombre blanco) intenta aproximarse sin la imposición de su cosmovisión a una cultura ancestral para realizar un film comunitario. Como advierte el gran actor aborigen David Gulpilil, el narrador en off de este mítico e inteligente relato, previamente a ironizar respecto de la celebrada inscripción narrativa de la trilogía de La guerra de las galaxias, «es una gran historia, aunque no es la de ustedes». Y, en efecto, el universo de los Yolngu, sus prácticas, sus costumbres, sus creencias constituyen un contexto formidable para ser abordado en el cine, y aunque se trate de un verdadero Otro cultural no deja de confrontar con aquellos rasgos más universales de los hombres. Que este gran cuento esté centrado en el deseo amoroso de un joven por una de las tres mujeres de su hermano mayor es una excusa. La anécdota es la introducción a todo un mundo. Si hay un tema ubicuo en el film es el misterio de la vida y la muerte, pues del relato cosmogónico inicial Diez canoas concluye con una ceremonia sepulcral, más parecida a un trance visual que a una escena lúgubre, en la que se explicita una tesis metafísica: la unión entre los individuos y un magma existencial, el charco inicial como se llama aquí, destino de todo ser viviente particular una vez concluida su vida. Los planos generales ofrecen una composición de lugar. La dialéctica entre los planos fijos y en blanco y negro respecto de los planos secuencia móviles y un vivaz color sirve para dinamizar y separar dos relatos yuxtapuestos, aunque en un tiempo muy lejano, incluso mítico. Es un viaje a la Era del sueño, pero también un ejemplo excelso de narración, uno que bien puede definir una de las características singulares de nuestra especie: su voluntad de narrar. (RK)

A las 21.45.00hs:

Opera Jawa, de Nugroho Garin, Indonesia, 2006

120 minutos / No recomendada para menores de 13 años

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El pan y el callejón (10′), de Abbas Kiarostami, Irán, 1970

Opera Jawa, una de las 6 películas que componen el New Crowned Hope, proyecto cinematográfico de la Viennale con el que se celebraron durante el 2006 los 250 años del nacimiento de Mozart, es, como dijera un cinéfilo amigo, un OCNI: objeto cinematográfico no identificado. Se trata de un musical gameleano, que combina instalaciones, teatro tradicional de sombras, música clásica y pop vernáculas, danzas clásicas y contemporáneas, en una apropiación política y melodramática de un pasaje del Ramayana, poema épico de la cultura hindú, que va mucho más lejos de lo que alguna vez hiciera Peter Brooke con su adaptación del Mahabarata. En el inicio se lee: «Esta película es una versión de la abducción de Sinta. A menudo dramatizada en la danza javanesa y el teatro de marionetas. En la historia, los reyes Rama y Rahwana aman a Sinta y pelean por ella. Al final, Sinta es llevada por Rama a la prueba de fuego para probar su amor y su pureza». La traducción en tiempo presente de este verso introductorio no deja de ser soberbia y genial, pues esta historia de celos que compromete a una bailarina, un alfarero y un comerciante poderoso se enlaza con una revuelta social significativa: «¡Acabemos con la pobreza! ¡Basta de explotación!». Concebida como un réquiem, Opera Jawa es una de las películas más extraordinarias de la primera década del siglo XXI, un film que articula lo privado y lo político, la modernidad y la tradición, lo mítico y lo social, en un relato que excede su contexto cultural, pues, como dice el coplero wayang, «Desde nuestro ancestro Adán hasta Adam Smith, todos quieren saber qué ocurrió en verdad». (RK)

VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO

3 de agosto, a las 20.00hs:

Shara, de Naomi Kawase, Japón, 2003

100 minutos / Apta para todo público

Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El pan y el callejón, de Abbas Kiarostami, Irán, 1970

Extraordinario y conmovedor, este film de Naomi Kawase, no muy conocido, es una de las grandes películas de la primera década del nuevo siglo. Un drama familiar, a propósito de la pérdida de un hijo, se yuxtapone con una meditación cósmica sobre la vida en los meandros de la bella ciudad de Nara, Japón. Si bien el esplendor vitalista alcanza su apoteosis en una secuencia memorable de siete minutos, en plena celebración del festival Basara, evento en el que los hombres comunes pueden brillar porque tienen su oportunidad, el secreto de Shara consiste en compaginar el fluir de los hechos cotidianos en discretos ensambles poéticos en los que se hace visible lo extraordinario en lo ordinario. El film en su conjunto es una impugnación a la fealdad naturalizada con la que muchas veces se habita el mundo. Además, la estética elegida también funciona como antídoto ante un cine dominante que desprecia los tiempos de los planos: los extensos travellings en ralentí, las «persecuciones» en planos secuencia elegantes y una concepción del sonido que arremete desde un uso magistral del fuera de campo para significar la totalidad de lo que se ve muestran cómo la forma constituye y delimita una historia. A través de palabras justas y medidas, la interacción entre los personajes refleja una mentalidad y un sistema cultural específico de cómo se procesan las emociones, como se puede constatar en un pasaje en el que una madre revela a su hija algo esencial para esta última. Finalmente, una misteriosa panorámica de la ciudad de Nara, que sigue a un nacimiento, otra secuencia admirable, induce a concebir la vida humana como perteneciente a un orden vital que excede la crónica ciudadana. (RK)