NUEVO CINE CORDOBÉS: LA EVIDENCIA Y LAS DUDAS
Por Roger Koza
Emiliano Cárdenas tuvo una intuición y decidió someterla a consideración pública. Existe un fenómeno difuso pero verificable, nos advertía hace un tiempo: hay una nueva generación de cineastas en Córdoba. La primera edición de su Muestra de Cine Cordobés resultó pionera, y hoy un prestigioso festival internacional anuncia un foco sobre cine realzado en nuestra provincia.
No se trata de un fenómeno aislado. La genealogía parece remontarse a la década del ’90: Santiago Loza, Liliana Paolinelli y Paula Markovitch, todos ellos jóvenes estudiantes de la Universidad de Córdoba serían protagonistas inconscientes de un devenir. Al enfrentarnos décadas después con Lengua materna, El premio y La invención de la carne, sólo podemos constatar una evolución prodigiosa. Sus películas son personales, formalmente inquietas y sólidas, distintas del cine nacional que gravita en Buenos Aires. En sus propios términos son películas políticas, aunque en Loza, Rosa patria y Los labios constituyen ejemplos más explícitos de una inquietud política.
Los “viejos” de la Nueva Ola Cordobesa lanzaron una flecha al futuro. La política no sería partidaria y de barricada sino un refinamiento de la sensibilidad aplicada a la política. En efecto, si hay algo en común entre las primeras películas y las que vinieron después, las que pertenecen a esta segunda generación, es que, a pesar de su diversidad e inconmensurabilidad, se ligan precisamente entre sí a propósito de cierta sensibilidad política que las atraviesa. Ciampagna en Hipólito, si bien apuesta a un relato convencional toma una decisión poco convencional: viajar en el tiempo, interrogar la Historia en clave política. En De caravana, la tensión de clases articula la totalidad de la trama y define la puesta en escena. Curapaligüe y con impronta creadora, al igual que Salsipuedes y Ana. En ese sentido, los dos casos más acabados son Criada y Yatasto, películas notables, tan universales como específicas, en donde el trabajo sobre la forma cinematográfica es consciente y radical. Hablar aquí de la pretérita política de los autores es pertinente.
Albor y El invierno de los raros parecen desmarcarse un poco del imperativo político propuesto. La metafísica del primero y el existencialismo juvenil del segundo desestiman la Historia y los conflictos sociales, pero las dos películas destilan una sensibilidad extrema que por momentos encuentran la forma justa de expresión.
ALGUNOS INTERROGANTES
Cuatro directores fundamentales responden cuatro preguntas acerca del pasado, presente y futuro del cine que se hace en Córdoba. Son voces que abarcan dos generaciones y dos modelos de producción, uno más proclive a un concepto de industria y otro más emparentado con el cine independiente o artesanal. Paolinelli, Ruiz, Luque y Herrera Córdoba responden.
1. ¿Qué entiende por el llamado Nuevo Cine Cordobés?
2. Como todo fenómeno cultural, el mismo tiene y debe tener una genealogía. ¿En dónde ve o ubica su inicio?
3. ¿Existe algo en común entre las películas cordobesas?
4) ¿Qué perspectiva se le ocurre para el futuro del cine hecho en la provincia?
LILIANA PAOLINELLI (Por sus propios ojos / Lengua materna)
1. Un cine surgido en nuestra provincia que tomó especial visibilidad al estrenarse, en estos 3 últimos años, películas de directores y equipos locales y que además, han obtenido reconocimientos en festivales internacionales.
2. No sé si es exacto llamarlo fenómeno social, al menos al cine hecho en Córdoba en su conjunto. La respuesta de público para De Caravana, que sí fue fenomenal, podría explicarse en la calidad del film y en la presencia de un elemento convocante de la trama como son los bailes de cuarteto. En cuanto a la producción de cine en Córdoba, el Departamento de Cine y TV de la UNC sigue siendo para mí el espacio fundante de cineastas, aún con las contradicciones que me ha generado siempre la escuela. Aclaro que empecé a estudiar en el ’87, época de enormes carencias que sin embargo determinaron muy fuertemente mi deseo de hacer cine. Y en la que coincidimos con, por ejemplo, Paula Markovitch y Santiago Loza, autores que hicieron carreras brillantes y hace tiempo ya que no viven en Córdoba.
3. Preocupación y cuidado por la puesta en escena.
4. Este es un momento inédito para el cine local y es muy importante, para hablar de futuro, que exista y se siga sosteniendo la voluntad política necesaria para tener nuestra propia Ley de Fomento a la Actividad, herramienta indispensable para que ningún cineasta o técnico tenga que emigrar a desarrollar sus capacidades. (O si lo hace que no sea por imposición de las carencias).
ROSENDO RUIZ (Cosa de negros / De caravana)
1. Al presente momento del cine provincial se lo ha llamado Nuevo Cine Cordobés porque la serie de películas que se han dado a luz en los últimos años, no responde a producciones aisladas (como venía sucediendo), sino que ellas son el resultado de un sistema sólido y completo que hace posible pensar para Córdoba una prolifera actividad cinematográfica sostenida en el tiempo.
Córdoba cuenta con profesionales suficientes para todos los rubros técnicos. Hay guionistas, directores y actores. Hay también proyectos en gestación y proyectos con Declaraciones de Interés del INCAA. Estamos esperando la aprobación de una flamante Ley de Cine. Tenemos asociaciones de productores y actores. Un importante número de cineclubes y críticos especializados dan cuenta de un análisis exhaustivo, desde puntos de vistas éticos y estéticos, de todo tipo de películas. El apoyo de la prensa, de las salas comerciales y de los Espacios INCAA le dio la posibilidad al público cordobés de jugar el último y fundamental rol que necesitaba nuestro cine para afianzarse.
2. Las escuelas de cine, públicas y privadas, re-fundadas y fundadas a partir de fines de los ochenta, (más allá de todas sus limitaciones) fueron los claustros que nos dieron las primeras armas y, sobre todo, la posibilidad de conocernos con personas con quienes compartíamos similares deseos artísticos. A partir de entonces, se comenzaron a producir muchos trabajos que de a poco fueron ganando espacios y premios en importantes festivales. Esto llegó a hacer tal resonancia que Secretaría de Cultura de Córdoba y el INCAA vieron que era el momento de capacitarnos en la manera en que se debían presentar los trabajos en el Instituto, para intentar acceder a sus vías de fomento. De esas clínicas del año 2006, salieron (y se emparejaron en sus momentos de desarrollo) varios proyectos que se aventuraron después en recorrer los caminos del INCAA.
3. Las únicas coincidencias que veo están en los modelos de producción. Actualmente, dos grandes modelos predominan en nuestra forma de hacer cine. El primero agrupa a producciones como La herencia, El invierno de los raros, Hipólito y a De Caravana, entre otras; y para el segundo, son ejemplos películas como Criada, Yatasto y Salsipuedes.
4. Pertenezco a una generación de realizadores que para poder ejercer su profesión debía irse a Bs As. Elegir entre lo que quería hacer y mi lugar, no era una alternativa para mí. Me quedé, me maravilló el teatro, y esperé convencido que el momento del cine hecho en Córdoba llegaría, y finalmente llegó. Pienso que la perspectiva actual para la producción cinematográfica de Córdoba, es la más prometedora que podríamos esperar.
MARIANO LUQUE (SALSIPUEDES)
1. Lo veo como un rótulo feliz; es un llamado de atención público a todo lo que está ocurriendo actualmente con el cine local. Es aprovechar el envión y darle visibilidad.
2. Creo que la clasificación es muy arbitraria como para hacerle demasiados cuestionamientos: ¿Cuál es el viejo cine cordobés? ¿Qué requisitos se necesitan para ser incluido en el nuevo cine cordobés? ¿Quiénes se excluyen? Me parece que el fenómeno tiene que ver con una serie de condiciones externas a las películas en sí. Nuevas condiciones de producción, exhibición y difusión en Córdoba que hasta hace muy pocos años no existían y parecían una utopía. Creo que este fenómeno nace de un gran trabajo y una apuesta en conjunto entre muchas personas que intervienen en el medio. Es un mecanismo puesto en marcha.
3. Por ahora no he visto nada en común en sus contenidos y formas, todo lo contrario. Tampoco creo que haya mucha producción como para andar buscando similitudes. De todos modos pienso que es mejor así, el hecho de pareciera no haber preocupaciones o estéticas en común habla de la presencia de una gran diversidad de voces. El rasgo común es la voluntad a que esa diversidad exista.
4. Si todos los que integran este gran mecanismo puesto en marcha nos comprometemos a trabajar para que tenga continuidad, pienso en un futuro próspero. Creo que la cuestión a grandes rasgos es mejorar cada vez más las condiciones de acceso; que haya más personas que accedan a hacer cine y más personas que accedan a poder ver diferentes tipos de cine (no sólo cine cordobés). Es una bandera, cada uno participa como quiere o puede.
MATÍAS HERRERA CÓRDOBA (Mis pies, Criada, Buen Pastor: una fuga de mujeres)
1.Por un lado entiendo que es una mirada de críticos y espectadores hacia la gran producción de cine por fuera de Capital Federal, cerca de diez películas en tres años. Es una posibilidad de visibilizarnos. Pero no lo veo como un marco que cree identidad, entendiendo todo lo que ello implica.
2. Creo que empieza por la necesidad de ser escuchados. De repente los realizadores nos vimos dentro de esta definición sin saber bien qué significaba, pero es algo global que tiene que ver con el hacia afuera. Y lo que sí resultó es que podemos ver a través de los ojos de estos film a la Córdoba fracturada: lo que necesita, lo que busca y no encuentra, lo que sueña, lo que intenta.
3. Mucha pasión por hacer cine, y no sólo de los directores, también de los actores, técnicos y productores. Hacer cine fue posible y ya quedó instaurado.
4. Los realizadores nos encontramos de repente en la construcción de una casa llamada Cine Cordobés, y ésta se va amoblando y llenando de gente, creo que las perspectivas son muchas, ojalá no imitemos la movida inmobiliaria, y sepamos cuidar la naturaleza (del cine) y no sólo construir.
Este texto es una combinación de una nota publicada para La voz del interior durante el mes de julio 2011 y otra nota publicada en el dossier de la Segunda Muestra de Cine Cordobés, julio 2011.
Copyleft 2011 / Roger Koza
Hola Roger, perdón que me siga inmiscuyendo pero la edición de la entrevista no refleja lo que pienso. Esta era la pregunta y lo que contesté:
2) Como todo fenómeno social, tiene una genealogía. ¿En dónde ves que empieza este fenómeno?
No sé si es exacto llamarlo fenómeno social, al menos al cine hecho en Córdoba en su conjunto. La respuesta de público para De Caravana, que sí fue fenomenal, podría explicarse en la calidad del film y en la presencia de un elemento convocante de la trama como son los bailes de cuarteto. En cuanto a la producción de cine en Córdoba, el Departamento de Cine y TV de la UNC sigue siendo para mí el espacio fundante de cineastas, aún con las contradicciones que me ha generado siempre la escuela. Aclaro que empecé a estudiar en el ’87, época de enormes carencias que sin embargo determinaron muy fuertemente mi deseo de hacer cine. Y en la que coincidimos con, por ejemplo, Paula Markovitch y Santiago Loza, autores que hicieron carreras brillantes y hace tiempo ya que no viven en Córdoba.
Ahora sí…
Gracias.
L
cuál es la situación actual de la produccion de cine en Córdoba (productoras,producciones de rodaje,directores cordobeses)?