MES FICUNAM 2012 (04): SABIDURÍA ORIENTAL
Por Roger Koza
GUILTY OF ROMANCE, SION SONO, JAPÓN, 2011
No hace falta haber visto ni Cold Fish ni Love Exposure para seguir el filme que cierra “la trilogía del odio” de Sion Sono. Si bien Guilty of Romance puede ser leída como una exposición delirante y corrosiva de una confrontación dialéctica entre dos fuerzas opuestas y estructurales del psiquismo, llamémosle Eros y Tánatos (aquí en clave nipona), no es ni el odio ni el amor el tema central del filme, sino la represión como modus operandi de la cultura japonesa. La detective Kazuko intenta descifrar un brutal asesinato en la zona roja de Tokio: Sono adelanta al comienzo de cada uno de los cinco capítulos el estado de la investigación para luego reconstruir en flashbacks heterodoxos la historia de la víctima, Mitsuko (de día profesora de literatura en una universidad elitista y de noche prostituta), y la de su discípula, Izumi, una obediente esposa de un famoso novelista convertida paulatinamente en prostituta; en verdad, Izumi intenta reinventarse, y si hay algo que le fascina verdaderamente de su gurú sexual es su conocimiento de la poesía de Tamura Ryuichi, cuyo poema “De camino al hogar” atraviesa espiritualmente el relato. ¿Una deconstrucción voluptuosa de las costumbres? Los rituales domésticos de Izumi y un pasaje extraordinario en donde Mitsuko visita a su madre junto con Izumi y un proxeneta sintetizan las prácticas sociales y el doble discurso que las organiza: la obsesión por la pureza y la pulcritud son el reverso exacto de la perversión. Las interpretaciones son gloriosas y el montaje vertiginoso, a veces desacelerado por acordes musicales de Marais y Mahler, es asombroso. Sono sugiere que el sexo y el lenguaje son la estofa de la identidad, cuya codificación rígida y extrema en la cultura japonesa no deja jamás de causar malestar.
LIFE WITHOUT PRINCIPLE, JOHNNIE TO, HONG KONG, 2011
A horas de decretarse la crisis griega de 2008, la empleada de un banco, un gánster y un policía, cuyas historias apenas se cruzan, no son ni ajenos ni inmunes a los factores macroeconómicos que determinan la vida cotidiana y nuestras conductas. Teresa, cuyo puesto de trabajo está en peligro, debe convencer a sus clientes de apostar en inversiones de alto riesgo de las que descree; Panther organiza las fiestas y los pormenores cotidianos del jefe de la mafia para el que trabaja, aunque también se ocupa de solucionar las deudas de un hermano con otros mafiosos; el detective Cheung intenta resolver un homicidio menor pero también necesita esclarecer dónde quiere vivir con su mujer, que añora mudarse a un nuevo departamento de lujo. Si bien son ellos los protagonistas, todos los personajes tiene algo para decir: un joven mafioso contextualiza el darwinismo económico; un viejo proletario listo para hacer explotar una garrafa de gas en un ascensor es la prueba viviente de los efectos de las transformaciones socioeconómicas de la región; una anciana sintetiza en un mantra popular el deseo de muchos y la matriz de conducta de todos: “quiero más dinero”. Esconder sus virtudes es propio de un maestro. Johnnie To, a menudo descripto como un coreógrafo del espacio y un autor de género, es uno de los cineastas más importantes en actividad. Clásico para narrar y moderno para filmar, To es capaz, como sucede en Life Without Principle, de combinar tres historias en clave de género policial no desprovistas de humor y con varias secuencias formalmente notables, y a su vez retratar oblicuamente la deidad visible e invencible con mayores seguidores del mundo: el dinero. To no es Bresson (El dinero) ni los Dardenne (El silencio de Lorna), pero como ellos sugiere que el dinero define sustancialmente la subjetividad contemporánea, aunque en el caso de To, menos metafísico que el francés y más estructural que los belgas, la relación entre sujetos y sistema resulta aún más evidente, sobre todo porque Life Without Principle exhibe con mucha precisión las relaciones existentes entre economías nacionales, especulación global e intimidad. Finalmente, el azar favorecerá a los débiles, sólo porque el amor de To por sus criaturas es inversamente proporcional a la crueldad implacable del sistema social que el director retrata con lucidez y elegancia.
Ambas películas pertenecen a la sección Trazos.
Ambos textos han sido publicados por Ficunam 2012 (catálogo)
Roger Koza / Copyleft 2012
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