SEMANA DEL 20 AL 26 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470.
Miércoles 22 de agosto, a las 20.30hs:
Apuntes de Frank Gehry, de Sydney Pollack, EE.UU., 2006.
83 minutos / Apta para todo público
FUNCIÓN ESPECIAL A LAS 18.30: HISTORIA(S) DE CINE, DE JEAN LUC GODARD, FRANCIA, 1988-98. Capítulo 1a: Todas las historias; capítulo 1b: Una historia sola
Este documental de Sydney Pollack sobre el arquitecto Frank Gehry, poco tiene que ver con el cine de ficción del realizador. Casi nada emparenta Africa mía y La intérprete con estos Apuntes de Frank Gehry, excepto una necesidad por parte de Pollack de saberse parte de un sistema sin querer dejar por ello el deseo de ser personal. Situación de la que no es ajena Gehry, este heterodoxo e intuitivo arquitecto, más cerca de Le Corbusier y Lloyd Wright que de Guadi, que también suele trabajar por pedido o condicionado por el deseo de un cliente. La amistad del cineasta y el arquitecto se pone de manifiesto en el transcurso de la película, cuyo objetivo es no solo entender la gramática esencial de la creatividad, sino también concebir el espacio mismo como una superficie potencialmente artística. Algunas construcciones son admirables, aunque en algunas ocasiones, por ejemplo en el caso del museo Guggenheim de Bilbao, es ostensible la discontinuidad radical del edificio con la tradición arquitectónica de esa ciudad, a pesar de la positiva afluencia de turismo concomitante a la construcción del museo. De lo que se predica una meditación sobre cómo se construye en donde se habita. (Roger Koza, programador)
LA FALDA: EN RESTAURANTE UGOLINO, 9 DE JULIO 407
Jueves 23 de agosto, a las 20.30hs:
Yo y vos y toda la gente que conocemos, de Miranda July, EE.UU., 2005.
91 minutos / No recomendada para menores de 16 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El percusionista del bolero, de Patrick Leconte, Francia, 1992.
Exhibida en el último BAFICI, la opera prima de Miranda July, que además escribió el guión e interpretó a uno de los personajes del film, es una auténtica comedia de cine independiente estadounidense con todos los temas tan caros y propios del género (familias disfuncionales, la incomunicación social, el sexo como último refugio ante el sinsentido, la mediocridad de la vida suburbana) aunque desprovista del cinismo y posmodernismo chato del indie. July está en las antípodas del cine de Solondz, por ejemplo. En efecto, Yo y vos y toda la gente que conocemos, destila ternura por todos sus personajes, sin dejar de postular una defensa irrestricta por el derecho a la excentricidad. Lo que une a un padre recién separado y sus dos hijos, una videoartista que trabaja como chofer de ancianos, unas adolescentes vírgenes, una solterona directora de un museo, es, precisamente, una visión utópica y transgeneracional sobre la libertad, bien correspondida por la estética del film, despojada y desmarcada de todos los convencionalismos característicos del cine hollywoodense. (RK)
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO ALEJANDRO GIARDINO
Domingo 26 de agosto, a las 20.oohs
Todos nos llamamos a Alí, de Werner Fassbinder, Alemania, 1979.
93 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Antes de la función principal se proyectará el cortometraje Pequeño Caos, de Werner Fassbinder, Alemania, 1963.
Rainer Werner Fassbinder se apropia del melodrama hollywodense All That Heaven Allows, de Douglas Sirk y lo lleva más allá de su límite: se convierte en un romance de mayo a diciembre entre un trabajador marroquí y una mujer mayor que trabaja como limpiadora. El estilo visual es casi enteramente el de Sirk, pues enfatiza artificial y festivamente los colores primarios y aprisiona cada plano en el siguiente, aunque el distante, desecado, aunque finalmente apasionado estilo interpretativo es puro Fassbinder. Este film de 1974 se mantiene como uno de sus logros más enérgicos, situado entre sus austeras películas de bajo presupuesto y el manierismo de su último período. (Dave Kehr, Chicago Reader).
«Todos amamos a Ali» o, «el miedo come el alma» (que considero un mejor titulo) no es una pelicula agradable. La estetica, los personajes y el ambiente sordido en que se ha filmado, resulta chocante, al igual que la interpretacion ¿tan acartonada? (no se si es la plabra justa) de sus protagonistas. Nosotros, los espectadores, estamos acostumrados a los heroes glamourosos…Sin embargo, creo que de esta forma refleja justamente a Alemania, pais discriminador, pueblo rigido y triste que no duda en aislar a los Auslander sin haber todavia superado su pasado nazi. Sobre este tema de la discriminacion, una pelicula que me ha impresionado mucho es «Contra la pared», una mirada certera y violenta sobre la integracion de los turcos en Alemania.
Coincido contigo sobre el título, aunque la versión impresa debería decir Todos nos llamamos Ali. Tengo la impresión de que hay una elección estética respecto de la sordidez y una búsqueda consciente de ocasionar distanciamiento y choque a través de las interpretaciones. Se trata precisamente de incomodar, y deconstruir, en efecto, la retina en espera del héroe con glamour. Sobre el film de «Faty», como le dicen mis amigos alemanes, Contra la pared: posee elementos reconocibles de Fassbinder, también te doy mi asentimiento: expresa bien la intolerancia de un pueblo o su fascismo todavía presente. Sin embargo, no considero a nuestro pueblo, por buscar un ejemplo distinto, uno que haya superado su encanto por el fascismo en sus múltiples vertientes. Pero los alemanes tienen a Fassbinder (y otros), y en este tema, no puedo encontrar un autor cinematográfico criollo que haya sistematicamente denunciado el tema. Más bien encuentro lo contrario: apologetas. Nuevamente, gracias por escribir. Imaginate si todos los que van al cineclub escribieran y dialogaran tras ver una película. Habría un tipo de aprendizaje muy valioso. RK