LA COLUMNA DE JORGE GARCÍA (08): TERENCE DAVIES: TALENTO Y SENSIBILIDAD
Por Jorge García
Existe un famoso chascarrillo de Francois Truffaut en el que señalaba que las palabras cine e inglés eran absolutamente incompatibles. Una aseveración absolutamente exagerada si se recorre una cinematografía que cuenta en su historia con un importante movimiento documentalista, con los trabajos realizados en los estudios Ealing, que ofrecen –generalmente a través de relatos estructurados como comedias- una lúcida mirada sobre diversos aspectos de la vida del país y también con el free-cinema que –más allá de que varios de sus títulos estén probablemente fechados- propuso una interesante renovación temática. Además es posible que, por su prematuro fallecimiento, Truffaut no haya llegado a conocer nada de la obra de Terence Davies. Davies es un caso muy particular, no sólo dentro del cine británico, sino también dentro del cine a secas. Realizador de enorme sensibilidad, ha conseguido como pocos, fusionar sus experiencias vitales personales, que incluyen una admiración incondicional por el cine musical, con una aguda y comprensiva mirada sobre la Inglaterra de posguerra. Esas características alcanzaron plena madurez en dos obras mayores del cine moderno, Distant Voices, Still Lives y The Long Day Closes.
En The Deep Blue Sea, Davies adapta una obra de Terence Rattigan, escrita a principios de los años 50 e inspirada en el suicidio de un joven con el que el autor había mantenido una tormentosa relación. Rattigan; a partir de esa idea, construyó un gran personaje femenino, que reconoció numerosa versiones teatrales y una anterior para el cine, rodada en 1955 por Anatole Litvak, con Vivien Leigh como protagonista, que desconozco. La obra narra el intento de suicidio de una muchacha, Hester Collyer quien, enamorada de un ex oficial de la RAF, vulgar y alcohólico, abandona al circunspecto y rígido juez mucho mayor que ella con el que estaba casado. Aquí, como una suerte de prólogo de la crítica que seguramente hará Roger, quien ha visto varias veces el film, sólo esbozaré unas primerísimas impresiones (a través de algunos momentos privilegiados) de la notable adaptación de Terence Davies, una adaptación que, manteniendo la ambientación temporal del original, lo convierte en un brillante melodrama romántico que elude cualquier atisbo de teatralidad por medio de una puesta en escena de enorme sutileza en la que, vg., a pesar de la buena cantidad de escenas que transcurren entre solo dos personajes, se deja de lado por completo el transitado recurso del plano/contraplano. Partiendo del intento de suicidio de la protagonista e intercalando en el relato numerosos flashbacks, el director ofrece un memorable retrato de un personaje femenino (una interpretación inolvidable de Rachel Weisz) al que se lo puede emparentar, en su búsqueda del amor absoluto, con el de la heroína de The House of Myrth, el otro film de época del director, basado en una novela de Edith Wharton. El clima depresivo y pesimista de la posguerra está captado a la perfección por la iluminación de apagados tonos ocres de Florian Hoffmeister, un elemento esencial a la hora de apreciar la atmósfera de la película. Habiendo visto una sola vez el film, me limitaré a enumerar brevemente algunos de aquellos momentos memorables que mencionaba.
1) La secuencia en la que el juez lleva a su casa a al protagonista para presentarle a su madre, una insoportable matriarca victoriana; en ella se definen con precisión las características de los personajes, la rebeldía de Hester frente a la rígida moral imperante, el sometimiento del juez a su implacable progenitora y el carácter apabullantemente dominante de esta.
2) El momento en el que la heroína va a buscar a su amante borracho al bar y él la rechaza en presencia de un amigo; la partida de la protagonista, tomada caminando de espaldas, sólo es comparable con alguno de los mejores momentos del cine de John Ford (quien haya visto Siete mujeres, recordará un plano afín, en otras circunstancias, de Margaret Lockwood) o Kenji Mizoguchi.
3) El diálogo en el auto con su esposo, en el que él comprende de una vez y para siempre que le será imposible recuperarla y ella que nunca podrá retornar a su lado.
4) La extraordinaria escena en la que el amante la abandona, absolutamente incapaz de comprender el amor de ella hacia él. Su superficialidad y vulgaridad contrasta de manera irremediable con la intensidad emocional de la pasión de Hester
5) Dos momentos infaltables en los films del director y que ratifican su mencionado amor por el cine musical: el de un bar al que la protagonista va a buscar a su amado donde los presentes entonan a coro canciones populares y la voz de Jo Stafford entonando You Belongs to Me como comentario de una escena dramática.
6) La sublime secuencia en el subterráneo en la que, otro intento de suicidio, termina confluyendo en un mismo plano sin cortes con la imagen de ese mismo subte convertido en un refugio contra las bombas en los años de la guerra.
Estas son apenas breves y desordenadas referencias sobre un film de una enorme riqueza que requiere varias visiones y al que algunos podrán cuestionar por su deliberado ¿ anacronismo?; sin embargo, no tengo dudas que se trata de una obra mayor que no hace sino confirmar el enorme talento de Terence Davies, uno de los directores más personales y originales del cine contemporáneo.
Jorge García / Copyleft 2012
Será difícil ver una película como la de Davies durante el resto del año. Junto con Tabú ya están en mi top-ten 2012. Pensé que se iba a ver en el BAFICI; será una ausencia importante. RK
roger, es casi una obviedad pero no esta de mas decirlo, el blog es muy bueno, ameno e informativo. vi hoy la ultima de cronenberg y me parecio muy buena, me gustaria saber tu opinion.
Tendre que verla ya que suena interesante.
Persianas
Michale: Es más que interesante; es magistral.
Federico: gracias por tus palabras; pronto habrá crítica y nota sobre Cronenberg.
Muy bueno. Yo no dejaría de mencionar a la Hammer y la Amicus en la intro sobre el cine inglés.
Pregunta aparte, y ya que Roger habla del Bafici: ¿alguno sabe por qué no está la película de Prividera? ¿No quiso? ¿La rechazaron?
Saludos
dejo un link a una carta firmada por Prividera y el productor de Tierra de los padres que avanza sobre esta cuestión…
http://micropsia.otroscines.com/2012/04/bafici-2012-el-caso-tierra-de-los-padres-de-nicolas-prividera/
Estimado Mulder: los festivales de cine no suelen dar explicaciones (ni a su público, ni a los directores que sueñan con mostrar allí sus trabajos) acerca de las películas que se programan o las que quedan afuera de su propuesta estética (y política). La programación completa es una respuesta, la visible, eso es incuestionable.
Sé que en su momento la extraordinaria Tierra de los padres iba a estar presente en Mar del Plata y una mirada con autoridad dentro del festival la vetó por motivos que desconozco.
En el caso del BAFICI la discusión parece ser más compleja, pero no puedo entenderlo del todo, en parte, porque no es pública, lo que en cierto sentido es comprensible. Sé, naturalmente, algunas cosas vía Prividera, pero eso pertenece a una conversación y un ámbito que no es de carácter público, y por tanto no corresponde que yo diga algo sobre esto o lo publique. Muchos blogs poseen otra lógica editorial, y un comentario de pasillo, una conversación telefónica, un dicho al pasar terminan siendo de conocimiento público. Yo elijo otra línea editorial para este blog que siempre ha respetado la privacidad y ha egitimado la disidencia y la confrontación, sin permitir el ejercicio de la violencia simbólica hasta el infinito y el insulto como retórica, y al decir esto, creeme, no condeno a quienes sí eligen esta política de intercambio.
Lo que sí corresponde hacer es ver la programación completa (las películas argentinas) durante el BAFICI y luego intentar dilucidar por qué no estuvo programada Tierra de los padres, de lo que se desprende o permite concebir un cierto criterio de programación. Será interesante, por ejemplo, ver la última de Perel, un film que, estoy casi seguro, dialoga con el de Prividera (pero, dada las circunstancias, fuera del ámbito de este festival).
Lo cierto es que M, si no me equivoco, fue la última película argentina que pudo verse en los dos festivales, BAFICI y MDP; ahora, Tierra de los padres, una película, desde mi punto de vista, conceptualmente importante y formalmente intransigente, no está ni en un festival ni en el otro. (Mazzola y yo la quisimos para Río Negro Proyecta, pues el film es uno de esos que lo ves y no podés no quererlo en competencia, así lo vivimos los dos; y estoy seguro que no la tuvimos en su momento porque Ratto y Prividera pensaban en el BAFICI y en MDP, incluso nosotros no insistimos tanto porque entendíamos que para esa película tanto MDP y el BAFICI eran mejores lugares de exhibición).
Como he dicho en la entrada a mis recomendaciones del BAFICI, y lo expreso sin ningún ánimo de polémica con mala leche (amo profundamente al BAFICI, allí hay gente que respeto y quiero, del mismo modo que Prividera es mi amigo, y, más allá de esa cuestión vincular, lo admiro como crítico y cineasta, mucho antes de que se convirtiera en mi amigo) la ausencia del film de Prividera, como el de Davies, incluso el de Serra (y también la carta de éste a Lisandro Alonso, que entiendo no está programada) son películas ausentes que, según mi entender, pertenecen a una larga tradición del BAFICI.
Lo único que espero es que todas estas cuestiones nos permitan pensar el cine sin convertir una zona de análisis en un campo de batalla. Yo prefiero la generosidad intelectual y la posibilidad de aprender de mis errores. Espero no ofender a nadie con todo lo dicho.
Saludos.
RK
Estoy de acuerdo con Mulder en que debí incluir a la Hammer (en particular por Terence Fisher) en mi brevisima introducción al cine inglés.
Respecto de la película de Prividera, como yo no soy tan diplomático como Roger, diré que su ausencia en el Bafici, donde se proyectan sesenta (60) largometrajes argentinos, me parece no solo inexplicable sino también escandalosa.
No buscaba chismes ni nada por el estilo; un festival tiene derecho a programar lo que cree más adecuado. Ocurre que me pareció muy curioso que Tierra de los padres no estuviese el año pasado en MDP y ahora no aparezca en el Bafici, cuya programación tan numerosa hace que algunas ausencias se noten mucho. Uno puede entender que la película de Davis no esté por motivos varios además de los que involucran a la (perdón) curaduría, pero que no esté la de Prividera solo puede obedecer a que el director la negó o a que Wolf y su equipo no la quisieron. Por lo visto se debe a esto último.
Saludos
«Un festival tiene derecho a programar lo que cree más adecuado» pero tiene que rendir cuentas, no? O es un club privado? Si no esas ausencias inexplicables se vuelven sospechosas. Encima después terminamos viendo siempre los mismos nombres, y muchas películas que dan verguenza ajena. Todos los que conocemos a algún crítico lo escuchamos en los pasillos del Abasto, pero la procesión va por dentro como si nadie quisiera ofender al Papa. Así que mis respetos a Jorge García. Por qué nadie habla de estas cosas abiertamente?
Saludos
Siempre hay películas que dan vergüenza. Pero, ¿ante quién debe rendir cuentas un festival?
Particularmente hemos invitado a Tierra de los padres a participar al Marfici (Festival de Cine Independiente de Mar del Plata, 12 a 19 de mayo); el productor ya está al tanto. Ojalá acepten y la podamos ver por estos lares. Saludos a todos. Guillermo
Mulder, un festival estatal tiene que rendir cuentas, y no solo monetarias. Si nos quejamos del INCAA, ¿cual es la diferencia? El Bafici es como pantalla pinamar, sólo que con más prestigio. Quiero ser programador ya.
¿En serio pensás que un festival tiene que explicar cada rechazo?
Perdón que me meta, pero como vino por mi comentario me tomo la libertad de responderte: sí, sobre todo en las secciones locales. Vos creés que además de tener carta libre para hacer lo que se les canta no tienen que dar ninguna explicación? Eso ya no lo hacen ni los reyes, el absolutismo se terminó hace varios siglos. Pero en eso los populistas son iguales a los neoliberales, parece. Creen que el Estado son ellos.
Saludos
Ernesto. Me parece que no. Las circunstancias en las que se decide un programa deben incluir muchas variables, algunas nada gentiles, como la inquina y la mezquindad. Pero la libertad para elegir las películas tiene que ser completa. Si Wolf rechazó Tierra de los padres yo puedo decir que es un pelotudo, pero no le puedo quitar el derecho de rechazarla,
La inquina y la mezquindad no pueden estar amparadas por el sistema. O al menos no hacérselo tan fácil. Y no me refiero a una película en particular. Hay ejemplos todos los años.
Que un festival sea autárquico no le da derecho a ser arbitrario, sino todo lo contrario: lo obliga a sustentar sus decisiones, sean económicas o estéticas.
Saludos.
seguramenteno exhibieron Teirr d elos Padres en el bafici por parcerles a muchos algo revisionista.¿podria s er esa ala causa?
es revisionista, ¡acaso a alguien le cabe alguna duda?habria que ser medio opa(con perdón d elos opas) para no darse cuenta. darse cuenta, Alejandro doria, 1984, luis brandoni y dario grandinetti.
Excelente interpretacion
Mulder, ?cual e s su dana scully?
la usencia d e ierra de los padres de esso festivales cre o eque s de be a razones política s e ideológicas.quien la haya visto s e dara cuenta d eello.