SEMANA DEL 17 al 23/11 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 17 al 23/11 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
17 Nov, 2008 10:29 | Sin comentarios

LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470.

19 de noviembre, a las 21.15hs: Satyajit Ray en foco.

El invencible, de Satyajit Ray, India, 1956

113 minutos / No recomendada para menores de 13 años.

Antes de la película principal, en el horario especial de LAS 20.30HS, se proyectará el mediometraje Recuerdos del porvenir, de Chris Marker, Francia, 2000 (Chris Marker en foco)

La segunda parte de la trilogía de Apu de Satyajit Ray, totalmente comprensible en sus propios términos, padece por momentos de su construcción episódica, que se focaliza en Apu desde sus diez años en la ciudad de Benarés hasta su primera adultez en Calcuta. Pero ésta es mi película favorita de la trilogía, y también la preferida de los directores y colegas bengalíes, como Ritwik Ghatak y Mrinal Sen. El tratamiento de la muerte -del padre de Apu en el principio de la película y de la madre casi en el final- es uno de los acercamientos más hermosos, místicos y precisos de toda la historia del cine, digno de Mizoguchi; en algún sentido, la película no es otra cosa que una cuidadosa contextualización de esas dos secuencias extraordinarias. Una adaptación bastante libre de la última parte de la novela de Bibhutibhushan Banerjee, Pather Panchali (La canción del camino) y una primera parte de la siguiente novela, Aparajito, el film se beneficia como el resto de la trilogía de la cautivante música de Ravi Shankar. Es una obra maestra, por lo que términos como «simplicidad» y «profundidad» son inadecuados. (Jonathan Rosenbaum)

CÓRDOBA: COLEGIO DE FARMACEÚTICOS DE CÓRDOBA, CORRO 143.

CAMBIO DE DÍA Y CIERRE DEL CICLO

Viernes 21 de noviembre, a las 21.30hs: película de clausura

Cine, aspirinas y urubúes, de Marcelo Gomes, Brasil, 2005

99 minutos / No recomendada para menores de 16 años

Antes de la película principal se proyectará Contraplano, de Eduardo Chapero Jackson, España, 2005

Esta bellísima e intimista meditación indirecta sobre la violencia y su expresión bélica se hilvana a partir de una trama mínima: durante la Segunda Guerra Mundial un alemán vive en el sertón brasilero pasando cine ambulante, método de seducción para vender sus revolucionarias aspirinas. El alemán cimienta una amistad con un campesino. Cuando Brasil rompe las relaciones diplomáticas con Alemania, el extranjero deviene en un enemigo potencial, y tendrá entonces que huir o esconderse. Desprovisto de cualquier ornamento folclórico, Gomes explora un contexto rural que a pesar de la distancia en el tiempo poco debe haber cambiado, y su interés parece ser querer advertirlo. Pero la gloria de Cine, aspirinas y urubúes consiste en su delicada y austera puesta en escena, capaz de transmitir emociones reconocibles sin la manipulación característica del cine contemporáneo y eludiendo todo tipo de subrayado que indique una interpretación determinada. La sugerencia es la regla. La sutileza, una norma. Y la magia, si se quiere, la del cine, una alusión, acaso un milagro, como lo experimentan algunos campesinos en plena noche mirando absortos la ciudad de San Pablo proyectada en una pantalla. (Roger Koza, programador)