Muerte por ahorcamiento

Llega El Hombre de Acero, otro superhéroe, en este caso un extraterrestre. Para los que estén cansados de la dieta anual de capas y máscaras, la oferta de esta semana en las salas alternativas es exquisita.

1. Muerte por ahorcamiento (1968): película extraordinaria, entre las mejores del por aquel entonces joven Nagisa Oshima. Un formidable alegato contra la pena de muerte abre el filme. Oshima, en tono documental, devela el lugar donde se ejecuta la pena máxima y explicita los rituales y los procedimientos. De pronto, Oshima abandona la didáctica visual y empieza el relato propiamente dicho: un hombre ha matado y violado. Es japonés, pero sus padres son coreanos (un dato que servirá para una crítica rotunda al imperialismo nipón). Después de todos los pasos previos, el joven salta al vacío con la soga al cuello, pero tras varios minutos su corazón seguirá latiendo. R se ha salvado. Al despertar, el joven R no recuerda absolutamente nada. ¿Su cuerpo sigue vivo pero su alma ha migrado? ¿Es tan sólo una amnesia postraumática? Como sea, los oficiales (uno de ellos interpretado por el gran cineasta radical Masao Adachi) no pueden repetir la ejecución si R no recuerda quién es. De ahí en adelante, los magistrados y los policías intentarán que R recuerde su culpa y asuma conscientemente su responsabilidad. Oshima deconstruye magistral y cómicamente distintos puntos de vista sobre la pena capital y critica el nacionalismo japonés: “La nación es una abstracción”. Impecable manifiesto secular contra la pena de muerte, obra maestra juvenil de uno de los directores fundamentales de la modernidad. (Lunes 10, a las 20.30hs, en Cinéfilo Bar, Bv. San Juan 1020)

2. No son muchas las películas narrativas que trabajan la total disyunción de los dos elementos básicos del cine, el sonido y la imagen. En Sordoceguera (2013), ópera prima de Diego G. Medina, el sonido se desentiende de la imagen y viceversa. La película empieza con un fundido en negro prolongado. Por más de veinte minutos no se verá nada y se escuchará una banda de sonido trabajada, tal vez demasiado mainstream. ¿Lo que no vemos es una pesadilla, una secuencia de terror? La aparición tardía del orden visual implicará la sustracción del sonido (no del todo porque se escuchan sonidos de insectos que suelen coincidir con algunos desenfoques): una mujer ciega camina de la mano de un niño en un camino de tierra. Medina aprovecha la luz natural con inteligencia y los pocos planos secuencia con los que sigue a la mujer transmiten hermosura y malestar al mismo tiempo. En el camino se verán objetos, un insecto gigante y alguna emanación vegetal que surge de las entrañas de la tierra, anticipada por una secuencia de animación donde se ve un microcosmos oculto debajo de la superficie terrestre. Y habrá un acto de violencia. Sordoceguera es un intento legítimo y arriesgado de explorar otras vías de la narración cinematográfica. ¿Filme de horror? ¿Ciencia ficción minimalista? Habrá que estar atentos a los futuros trabajos de Medina, que ha tomado un camino muy poco transitado. (Martes 11, Cine Gran Rex, 20.30 y 22.15hs; y el sábado 16, en Cinéfilo Bar, a las 20.30hs)

Holy Motors

3. Holy Motors (2012): como si fuera un sueño, un sujeto no identificado, interpretado por el propio director, Leos Carax, encuentra en su propia casa una puerta mágica que conduce a una sala de cine. Hay un corte imperceptible y el actor Denis Lavant tomará las riendas del relato como el señor Oscar. Una sucesión de situaciones inverosímiles constituyen la película. Oscar viaja en una limusina que funciona principalmente como camarín. Se disfraza, muta y sale a la calle con una misión. En un momento es “el hombre verde”, en otro un millonario, después una pordiosera, el padre de una adolescente, un matón, un bailarín ninja. Cada personaje remite en algún sentido a un género cinematográfico, y el filme no es otra cosa que un gran relato amoroso sobre el cine como motor de nuestras fantasías. Gran regreso de Carax, gran celebración cinéfila, que empieza (como se anuncia en los créditos iniciales y en una de las secuencias más originales del filme) con la prehistoria del cine y el deseo de capturar el movimiento. (Viernes 14, a las 20.30hs, en Cinéfilo Bar)

4. Moreno (2013): la película más sólida y relevante de Virna Molina y Ernesto Ardito, junto con Raymundo, es un ejercicio poderoso de contrahistoria sobre un personaje clave de la historia argentina: Mariano Moreno. La anécdota (no oficial) es que el prócer fue envenado en altamar, pero no es anecdótica la posición política y filosófica de Moreno, develada enteramente por medios diversos como reconstrucciones de ficción, fotografías y material de archivo. (Del lunes 10 al miércoles 12, a las 19.30hs en Espacio INCAA de Ciudad de las Artes, y el martes 11 a las 21.30hs)

Roger Koza / Coypleft 2013