EJERCICIO DE ADMIRACIÓN

Por Roger Koza

El currículum dice que Juan Carlos Vallejo Sara es contador público, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba en 1970. Cuatro décadas después, en el 2011, Vallejo Sara obtiene su licenciatura en Cine y TV en la misma universidad. Los números no mienten: ha pasado mucho tiempo entre una carrera y otra, pero está claro que un estudio tardío no puede ser otra cosa que la respuesta a una vocación y una pasión jamás abandonada: el cine.

Enrique Lacolla: Aportes para una teoría de la crítica cinematográfica es en principio la tesis de licenciatura del autor. El estilo del libro, en varios pasajes, denota el esfuerzo del autor por responder a los requerimientos académicos: las citas de autoridad están para cumplir con las posibles objeciones de un tribunal. La pasión debe ser medida y la personalidad del escritor sometida a la supuesta asepsia de una racionalidad a secas. Es el dogma de la academia. Aún así, el libro dejar relucir la posición del escritor y su razón de existir: se trata de un ejercicio de admiración de la obra completa del crítico de cine más importante que ha dado la provincia de Córdoba: Enrique Lacolla.

Vallejo Sara parte de una hipótesis: en los escritos de Lacolla, y especialmente en unos viejos apuntes de la década del ’70 con los que el crítico daba sus clases en la cátedra de Análisis y Crítica, hay un esbozo de una teoría de la crítica de cine.

Los dos primeros capítulos presentan la hipótesis e intentan trazar una genealogía de la teoría. Vallejo Sara establece un lazo histórico entre los “jóvenes turcos” de los Cahiers du Cinéma de la década del ’60 y los escritos de Lacolla. Al escribir, todo crítico no sólo describe y reconstruye un relato sino que hay una búsqueda deliberada de alterar la mirada de los otros sobre lo real. Gracias a este nexo histórico el capítulo inicial funciona como una introducción amena a la crítica caherista y a los autores de la Nouvelle Vague.

El segundo capítulo está destinado a demostrar el objeto de la teoría y los dos capítulos finales intentan ilustrar las ideas de Lacolla. El centro de gravedad del libro está en el capítulo tercero: “Generalizaciones guías de la teoría”. Se define la crítica como “una función consciente, un esfuerzo racional por encontrar un equilibrio que permita modificar ciertas tendencias de la realidad”. Vallejo Sara dice, además, que en toda crítica debería ponerse en juego “un criterio amplio que considera las influencias sociales, históricas, ideológicas, que pesan en la determinación de la forma expresiva”.

Vallejo Sara intuye en la obra de Lacolla una posición a contramano del subjetivismo radical que hoy predomina en el oficio de la crítica. En este sentido, postular a Lacolla como una figura vigente es un aporte inmediato del libro. ¿Quién entre sus pares puede decir algo así como “el crítico tiene que ser, no imparcial, porque eso es imposible, pero sí objetivo”? Si Lacolla es autor de una teoría sobre la crítica cinematográfica podrá o no ser materia de discusión epistemológica, pero la importancia de leer críticos de su talla es una evidencia hasta para el escéptico más acérrimo.

Enrique Lacolla: Aportes para una teoría de la crítica cinematográfica / Juan Carlos Vallejo / Alción editora / 126 páginas

Esta crítica fue publicada en Ciudad X, suplemento de cultura de La voz del interior en el mes de julio 2012

Roger Koza / Copyleft 2013