CRÍTICAS BREVES (36): PIÉ DE PÁGINA / HEARAT SHULAYIM

CRÍTICAS BREVES (36): PIÉ DE PÁGINA / HEARAT SHULAYIM

por - Críticas, Críticas breves
11 Oct, 2013 11:07 | Sin comentarios

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Pie de página / Hearat Shulayim, Joseph Cedar, Israel, 2011 (**)

Por Roger Koza

La cuarta película de Joseph Cedar, Pie de página, a diferencia de su filme anterior, Beaufort, y una gran cantidad de películas israelíes, no gira en torno a dilemas bélicos. Este drama familiar de un padre y un hijo, dos estudiosos del Talmud y la tradición teológica judía en general, es en el fondo un drama institucional y una crítica humorística y amarga sobre las falsedades que sostienen todo edificio social y simbólico. Narrativamente veloz y estéticamente profusa, Pie de página presenta a sus personajes con suma eficacia mientras contextualiza la muda rivalidad y el desencuentro filial en el funcionamiento de la vida académica en Jerusalén. Eliezer Shkolnik ha estudiado toda su vida el Talmud. Su carrera está signada por dos acontecimientos: a punto de hacer un descubrimiento filológico capital, un colega le quitó la gloria al encontrar la prueba de la hipótesis de Shkolink. El azar y el oportunismo le robaron la gloria, y la compensación fue recibir un elogio y un agradecimiento en una nota al pie de página en la obra de un célebre (y admirado) colega. Ese minúsculo gesto sostiene en parte el orgullo del profesor. Uriel Shkolnik, también estudioso del Talmud, resultó ser un escritor prolífico y exitoso, y Eliezer desconfía profundamente del reconocimiento social que su único hijo ha conseguido. Cedar elige un nudo narrativo devastador: la academia premia al talentoso Uriel, pero por error de un funcionario se le comunica a Eliezer que el ganador del premio a la trayectoria académica es él. El apellido es el mismo, la actividad también. Tras una suerte de ostracismo académico permanente, después de décadas de trabajo arduo, Eliezer vive el premio como un reconocimiento merecido, aunque su expresividad al respecto es prácticamente imperceptible. Pero la confusión administrativa es insostenible, y es el hijo quien tendrá que enmendar el error y contarle la verdad a su padre, o encontrar un modo de sostener la mentira, aun cuando eso ponga un límite a su progreso académico, pues la verdad podría tener consecuencias irreparables. Confrontación múltiple: de padre e hijo, entre la verdad y la mentira, entre la institución familiar y la universitaria, elementos en tensión con los que Cedar sugiere la importancia de los otros en la confirmación de quiénes somos, aun cuando ese reconocimiento no esté exento de cinismo y concesiones espurias, algo que un filólogo jamás estaría dispuesto a aceptar. La verdad podrá liberar, pero a menudo duele demasiado.

Roger Koza / Copyleft 2013