CLASES MAGISTRALES

Por Roger Koza

Una profecía: quien se disponga a leer A propósito de Godard. Conversaciones entre Harun Farocki y Kaja Silverman no será el mismo a la hora de ver cualquier película del director elegido por los autores. En verdad, un estudio paciente del sistema de lectura de este libro excede su objeto; el lector puede convertirse a través de él en un espectador avezado. Mirar y escuchar adquieren otras valencias y el espectador-lector puede descubrirse inesperadamente como un sordo y un ciego funcional. La última oración del libro podría ser una síntesis de la propia edificación del lector tras finalizarlo: “No es el mismo, es otro”.

El libro de Silverman y Farocki es la reunión de un conjunto de diálogos de los autores que provienen de un curso sobre algunas películas de Jean-Luc Godard dictado en la década de 1990 en la Universidad de Berkeley, institución educativa de la que Silverman fue miembro del Departamento de Retórica. El peso teórico de los análisis recae en Silverman, capaz de citar con una admirable pertinencia, en tanto que ayudan a esclarecer la obra de Godard, conceptos de Marx, Freud, Benjamin, Heidegger, Lacan, Derrida, Mulvey, entre otros. Eso supondría que al cineasta recientemente fallecido Harun Farocki, quien nos enseñó a “desconfiar de las imágenes”, se le adjudica el saber que proviene de la praxis, suposición inválida porque los dos autores se desempeñan con total pericia tanto en el análisis de un plano como en el orden del discurso y su aplicación a una imagen. Lo fabuloso de las conversaciones es justamente la articulación de un concepto filosófico y su inmediata relación con la constitución material del cine, o cómo de la composición de un plano se predica una idea.

Los títulos elegidos son ocho, y alcanzan a tratar tres períodos muy distintos de la obra de Godard y la evidente evolución y coherencia de esta. El primer filme que discuten es Vivir su vida, tercer filme de Godard realizado 1962; el último Nouvelle Vague, de 1990. En todos los casos, los autores introducen sucintamente el argumento; puede ser el de El desprecio o Passion, al que se lo asocia con un tópico que sobrevolará la totalidad de la lectura; uno de los mejores ejemplos es cuando Silverman y Farocki hablan sobre Week-end, de 1967, capítulo que lleva por nombre “Capitalismo anal”. Inmediatamente, empezarán a revisar la película obsesiva y linealmente, poniendo atención en todos los órdenes posibles: movimientos de cámara, concepción de montaje, interacción visual y sonora, desenvolvimiento de los actores y relaciones que se establecen entre ellos a través de la palabra y sus actos.

Temas centrales en la obra de Godard, como las relaciones de poder entre los hombres y las mujeres, la economía libidinal y política, la lucha de clases, la revolución y el estatuto de verdad de una imagen, es decir, la confiabilidad epistemológica de cualquier representación, son esclarecidos por los autores vindicando con justicia al director y demostrando la inteligencia formal en sus películas para exponer sus intuiciones e ideas; frente a las frecuentes injurias acerca del obscurantismo estilístico de Godard y sus pretensiones intelectuales se aconseja ver cada película aquí analizada y leer inmediatamente después lo que dicen los autores. El prejuicioso quedará offside y la oportunidad de redescubrir a un cineasta inteligente será ineludible.

El capítulo que se le dispensa a Le Gai Savoir es de una agudeza prodigiosa. He aquí una prueba y acaso un relámpago sumario sobre toda la obra de Godard:

“Sentados de espaldas a nosotros, ella abrazándolo a él, Emile y Patricia meditan sobre una de las reglas que gobiernan los sonidos y las imágenes, y que los diccionarios no nos aclaran: la regla de ‘uno después del otro’. Debido a esa regla, no podemos afirmar dos palabras o imágenes al mismo tiempo, ni volver evidente el rol represivo que una palabra o una imagen tiene sobre otras. Pero en cuanto tenemos sonidos e imágenes, ambas limitaciones pueden ser superadas. Al ponerlas una sobre la otra, podemos comunicar dos cosas al mismo tiempo o volver claro lo que una palabra o una imagen excluyen. Al articular este principio, Emile nos ayuda a comprender muchos experimentos de Le Gai Savoir con el sonido y la imagen”.

El libro debe contar con unos 10 o 15 pasajes similares.

Pocas veces resulta tan estimulante un libro, más todavía cuando se trata del cineasta que más lejos ha llevado el cine a desentenderse de su imperativo narrativo y relacionarse entonces con el arte de crear conceptos y nuevas visibilidades.

A propósito de Godard. Conversaciones entre Harun Farocki y Kaja Silverman. Editorial Caja Negra, Buenos Aires. 320 páginas

*Esta reseña fue publicada por el diario La voz del interior en el mes de agosto de 2016

Roger Koza / Copyleft 2016