ANITA EKBERG (1931-2015)
Por Jorge García
Ejemplo contundente de la rubia voluptuosa y tetona, luego de participar por su país natal, Suecia, en el concurso de Miss Universo fue llamada por Hollywood a introducirse en el cine, debutando en 1953 (no, como he leído, en La Guerra y la Paz, de King Vidor). A pesar de una carrera bastante más amplia de lo que se cree, su efímera fama tiene que ver con dos colaboraciones precisas con Federico Fellini: La dolce vita, en la que se bañaba vestida en la Fontana di Trevi, arrastrando al ejercicio a Marcello Mastroianni y el episodio “Las tentaciones del Dr. Antonio”, de Boccaccio 70, donde su opulenta figura en un cartel volvía loco a Peppino Di Filippo. Sin embargo, el momento más emotivo de su filmografía hay que buscarlo, cuando ya sexagenaria, se reencuentra con Marcello en Entrevista, en la mejor escena de uno de los últimos trabajos de Fellini.
Jorge García / Copyleft 2015
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