APUNTES DESDE EL ENCIERRO
«QUISIERA FILMAR OTRA COSA»
“Una película no es un objeto que miramos, es algo que nos mira,
y por ello se vuelve Otro, se vuelve Sujeto.”
Eduardo Grüner
“El cine es un arte de lo cercano y de lo lejano y de todos los sentimientos
que eso implica: amistad, amor, odio, inquietud, fobia, terror, horror,
deseo, excitación, asco…”
Pascal Bonitzer
I
La condición de aislamiento que impuso la pandemia perturbó la percepción del tiempo. La distribución y la duración (alteradas forzosamente) de las ocupaciones y los letargos (trasplantados al ámbito doméstico), quedaron expuestas a la conciencia. Como el cine, el encierro generalizado extrañó la relación tiempo-sujetx.
Inadvertidamente, la pandemia tuvo un efecto colateral satisfactorio: por primera vez en la historia del cine, mujeres cineastas filmaron documentales sobre el acontecimiento epidemiológico, mientras sucedía. También hicieron ficciones, pero eso no configuró rareza alguna. Por el contrario, estos documentales fueron realizados según el punto de vista, la estética, la ideología, el ojo o el antojo, acaso, la perentoriedad de mujeres. Es el caso de Apuntes desde el encierro.
II
En su última película, Franca González filma, escribe, reflexiona a partir del estupor planetario del que, ella misma, fue protagonista. De hecho, la vemos entrar y salir de cuadro, ensayar puestas en escena, encender y apagar la luz, volver sobre un plano, un objeto de interés, un suceso módico. También la vemos cocinar, leer, recibir a algún visitante, vulnerar quizás algo de lo mucho prohibido, el desvelo nocturno.
Tras las primeras imágenes de la ciudad desierta (¿solo de Buenos Aires?), la cámara achica el encuadre y expande el horizonte a lo que se llega a ver desde una ventana abierta, de un departamento en un piso no demasiado elevado. Edificios cercanos, la copa de los árboles más altos, unos vecinos en la terraza de abajo, las dos chicas bailando en el balcón, la señora que riega las plantas, les músiques, la piba del pelo azul.
“El cuerpo reacciona como un extraño”, dice la voice over e informa de un primer apunte fechado el 22 de marzo de 2020. Materia de lo real, el cuerpo deviene extraño en ese tiempo Otro que configura el aislamiento (lo mismo que el cine).
III
Apuntes desde el encierro, como su nombre lo anuncia, es un ensayo cinematográfico aunque diferente a las películas anteriores de Franca (que, de alguna manera, también lo son). Aquí la directora enciende la cámara a sabiendas del alcance mecánico restringido aunque, al mismo tiempo, consciente de la oportunidad que despliega cualquier restricción. “De a poco, estos pocos metros cuadrados que me contienen, empiezan a revelarme cosas que nunca antes había percibido”, insiste la voice over en el apunte del 5 de abril de 2020.
Es el momento, en que la película intimista cede su lugar al enunciado colectivo: la circunstancia social, la experiencia del común.
IV
Apuntes desde el encierro presume la exclusividad declarativa de la primera persona singular. Sin embargo, el documental encierra una exploración plural que abre en 2020 y se interrumpe en la primavera de 2021. A partir de una colección de registros (que, en ocasiones, incluyen testimonios), tomados por amigues y conocides, Franca compaginó un collage que dilata los límites del ensayo, y lo fuerza hacia el territorio de la crónica.
Finalmente, a los apuntes orales de la directora, se suman las citas de Chéjov, Kluge y Hölderlin, que ofrecen el arco de tradición estético-ideológica desde el que Franca González compone su obra. Quedan abiertos, no obstante, una serie de incertidumbres acerca de la existencia y el porvenir. Queda explícito, asimismo, un deseo que merece ser razonado en la espesura del lenguaje: “Quisiera filmar otra cosa”.
María Iribarren / Copyleft 2022
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