BAÑEROS 4: LOS ROMPEOLAS
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Koza
EN EL CIRCO
Bañeros 4: los rompeolas, Argentina, 2014
Dirigida por Rodolfo Ledo. Escrita por Salvador Valverde Calvo y Salvador Valverde Frei
° Sin valor
Vuelven los sketches para la pantalla grande, o cómo filmar el grado cero de la cultura popular.
En la nueva película de los bañeros todos los personajes coquetean con la subnormalidad. Todos tienen alguna secuencia en la que exhiben una tara intelectual, como si el humor pasara por una disminución voluntaria de la motricidad y la cognición. Karina Jelinek, por ejemplo, aparece por primera vez corriendo en una playa como Bo Derek en 10, la mujer perfecta. El filme revelará que su voluptuosidad es inversamente proporcional a su sagacidad; de hecho, se terminará casando con el hijo del malvado del filme, cuyo papel se sostiene íntegramente en la estupidez.
Se dirá que se trata de un filme familiar, una comedia pícara para chicos y grandes. Es un producto sostenido por un par de planos de culos femeninos para los padres, unas seis explosiones (digitales) de edificios y autos para los chicos, un par de notas de color en torno a ciertos animales exóticos (en especial los delfines, a los que se les atribuye inteligencia) y ciertos pasajes que pretenden ser gags propios del slapstick (el modelo preferencial es Los tres chiflados) pero que remiten más al universo televisivo, del que proceden la mayoría de los actores. En estas coordenadas, predicar lo cómico de la inteligencia es casi una interdicción, y hay un menosprecio, acaso involuntario, respecto del público: los presuntos espectadores populares (o los consumidores de televisión).
La trama no se caracteriza por la complejidad. Menos aún por el ingenio para sintonizar una sensibilidad auténticamente popular. En síntesis: el villano de la película está dispuesto a todo para convertir en un casino un balneario de Mar del Plata, pero decide mandar primero a su hijo a negociar con la dueña. A su vez, Emilio, un holgazán por naturaleza y el viejo bañero de siempre, ya no puede garantizar el mínimo funcionamiento del balneario. Convocará entonces a cuatro conocidos, ninguno bañero pero todos dispuestos a mudarse a Mar del Plata y a abandonar el restaurante chino en el que trabajan en Buenos Aires. Inverosímiles héroes, plausibles payasos, los bañeros defenderán el balneario apelando a todos los trucos posibles.
La xenofobia está más contenida que en la película anterior: alcanza con convertir en cenizas un local de comida china y maltratar graciosamente a su dueña oriental (interpretada por una actriz que no tiene los ojos rasgados). La homofobia parece haber quedado erradicada. No así el erotismo primitivo: un par de poses seductoras de las actrices y una imitación puntillosa de Moria Casán. Pero esta desaceleración homeopática de la grosería y el humor reaccionario no se traduce en ninguna mejoría cinematográfica. Todo se ve horrible: los efectos especiales, los interiores, los exteriores, las decisiones de montaje, la vetusta musicalización de las escenas.
Bañeros 4: los rompeolas es en el fondo un circo sin magia en el que pasan los números sin mucha lógica de continuidad. Sería hipócrita proclamarlo como una especie de cine para todos. En el cine popular no se olvidan algunas escenas y se ama a los personajes. De este filme ni siquiera recordaremos la simpatía de los lobos marinos.
Esta crítica fue publicada con un título diferente por el diario La voz del interior en el mes de julio 2014
Roger Koza / Copyleft 2014
Estimado Roger
Agradezco su mención de la bella Bo Derek, pero temo que usted le pifia a la referencia: a quien remite esa cámara lenta, flotador en mano, es a la Pamela Anderson de Baywatch. Pensar que la referencia es una cita a Blake Edwards es otorgarle un vuelo que no tiene a una película que parece carretear en piloto automático desde el vamos.
Y bue..
Estimado FanDeBo: entiendo que usted no quiera vincular a Bo con Jeli, pero si usted presta atención al color del traje de baño y al estilo del mismo, mi inferencia tiene cierto fundamento empírico. Saludos. RK
La discusión demuestra que la película «tiene un rasgo redimible»: ¿o Karina no le pasa el trapo a Bo y a Pamela? Vamos…
Más allá de la calificación (que amerita los números negativos), lo bueno es que la crítica no se rebaja pero tampoco mira desde arriba (me recuerda el artículo de Becerra en «Grasa», que extremaba el recurso). Y lo más importante, deja una pregunta que no es fácil de contestar (pero es imperativo contestar): qué es el (buen) cine popular? O, más difícil aún: qué es lo popular (no lo masivo) en el cine?
Lo digo porque (digamos) tampoco creo que «Gigantes del pacífico» sea mucho mejor que «Transformers», por nombrar otro lugar común de la crítica… En cambio banco la nueva saga de «El planeta de los simios».
Nico: yo también espero por El planeta de los simios. La primera me gustó muchísimo (y quiero decirte que Títanes del pacífico me gustó). Hoy escribí algo en el diario sobre el tema de lo popular. Pero debería seguir con el tema más a fondo. Abrazo.
Qué precisión. Cómo escribir una crítica desfavorable sin caer en la canchereada, en la burla, hasta en la violencia. Con el más absoluto respeto. Porque aún cuando la película fuera una constante subestimación de la inteligencia del espectador (y lo digo hipotéticamente, no importa esta película en particular) eso no debería servirnos de excusa para «rebajarse a su nivel» y empezar con el tonito sarcástico y despectivo, confundido a veces con ingenio y sagacidad.
Muchas gracias por tu apreciación. Cualquier película, incluso la de Ledo, merece ser analizada a fondo. El tema de la subnormalidad y la estupidez es algo que el propio film pone conscientemente en escena. No se trata de mi punto de vista. Lo digo por las dudas. Saludos cordiales. RK
“Bañeros 4: Los Rompeolas” tuvo las peores críticas que una película argentina ha tenido en años, pero eso no pareció desmoralizar al público: fue el estreno más visto para el cine nacional del 2014.
http://marianoliveros.wordpress.com/2014/07/11/taquilla-del-jueves-10072014-las-cuartas-partes-arrasaron/
Este dato corresponde al día jueves, en las antípodas está «Mundo Grúa», que creo que llegó a cien mil espectadores en todas sus proyecciones, con una ponderación de parte de la crítica positiva. Esto demostraría que la crítica no es directamente proporcional a la asistencia a los cines. Y que la crítica la leemos unos pocos y ejerce poco influencia a la hora de elegir una película. .
Estimado Hugo: nunca escribo una crítica pensando que con ella evitaré que la gente elija una película para ver. Me gusta, en cambio, que si han visto película sobre la que escribo el texto sirva para entablar una posible discusión. Saludos. RK
Mmh… no se Hugo, me parece que el público de esta película no sigue a los críticos, pero no creo que esto se aplique para, digamos, el público de Ida o el público -que no tuvo- la película de Eastwood. Las mayorías puede ser que no sigan a los críticos, pero hay otro público que yo veo bastante influido por la crítica.
Saludos
Me puedo llegar a divertir mucho con cualquier pelicula pasatista y sin grandes pretenciones en el guion. Pero siempre y cuando esté realizada con respeto hacia el publico que va a verla. Vi parte de la 3 en la tele, y de la 4 vi solo el trailer, y es realmente incomprensible que un Director haga cine con tan poco amor al arte. Es una falta de respeto, primero al publico, y despues a las personas que luchan por un cine nacional mejor.
De quién es la culpa? Del chancho o de quien le da de comer ?. Perdón por mi comentario simplista pero en realidad busca llegar a un razonamiento mas profundo.
Estimado Diego: Pensar en términos de culpa conlleva plantear un falso problema. Como suele suceder en teología respecto al huevo o la gallina. En el artículo Dos casas con dos entradas, y con la discusión que suscitaron los comentaristas se puede ver otra vía de análisis. Saludos. RK