Mekong Hotel

La brecha entre la programación de los cines comerciales y la de las salas alternativas no podría ser mayor. A los futbolistas animados, gnomos azules, lobos con garras de acero y otras especies, los cineclubes responden con Herzog, Akerman, Haneke y Apichatpong Weerasethakul, cineastas virtuosos y extremos.

En el Cineclub Municipal Hugo del Carril (Bv. San Juan 49) se podrá ver, del jueves 8 al domingo 11, una retrospectiva de Michael Haneke. Tras su Oscar por Amour, Haneke es un autor reconocido fuera de los circuitos cinéfilos, donde tiene detractores y admiradores. Del cineasta de la crueldad y la enajenación del Primer Mundo se exhibirán la excelente Código desconocido, Caché-Escondido, El castillo, Funny Games, El video de Benny, La profesora de piano, la magistral 71 fragmentos de una cronología del azar y su indiscutible obra maestra: El séptimo continente.

Impía y lúcida, El séptimo continente (1989), su ópera prima, es una clase magistral de cómo introducir una tesis: la ubicua mecanización de la vida cotidiana y la suprema insignificancia del bienestar material. Primeros planos de manos en acciones ritualizadas, de objetos que dominan sujetos; planos generales de supermercados, empresas, fábricas. Todo transcurre en una ciudad de Austria, pero podría ser cualquier país central de Europa, sumido en su opulencia y en su orden absoluto. Una familia decide salirse de este juego perversamente perfecto, y aunque Haneke no dé explicaciones proporciona los elementos necesarios para entender una decisión controversial pero lógica. Dividida en tres partes, no es un dato entre otros que el desenlace esté fechado en 1989. El penúltimo plano es una invectiva contra el poder audiovisual, contra la hipnosis planetaria que cotidianamente ejerce la televisión. (Jueves 8, 15.30hs y sábado 10, 23.00hs)

Dos miradas sobre Texas

El director alemán Werner Herzog siempre ha sido un gran intérprete de la cultura estadounidense. Si bien el título En el abismo (2011) puede sugerir alguna expedición a un lugar recóndito, la película se circunscribe al universo penitenciario de los EE.UU. y trata de ser un retrato crítico de la pena de muerte. El caso en cuestión gira en torno a Michael Perry, ejecutado por el Estado de Texas en el 2010 por un triple asesinato. Herzog entrevista al condenado, a los familiares de las víctimas y a algunos otros actores vinculados al caso, de tal modo que las perspectivas jurídicas, morales, sociológicas y metafísicas choquen entre sí. El resultado es fascinante porque Herzog, además de ser un increíble interlocutor para sus entrevistados, consigue vincular la práctica de la pena capital y el caso particular con un país fascinado por las armas y erosionado por su ignorancia. (Lunes 5, a las 20.30hs, en Cinéfilo Bar, Bv. San Juan 1020)

Sur

En Sur (1999), Chantal Akerman descubre la actualidad del racismo norteamericano. Una década antes de que Obama fuera presidente, la directora belga registró los resabios de la esclavitud y el odio a los negros. Lo que en un principio parece ser una exploración visual (muy parecida a la que Akerman hizo en D’Est, a propósito del fin del comunismo) sobre los paisajes más pobres de EE.UU. se interrumpe con el brutal asesinato de James Byrd Jr. a manos de tres hombres blancos, quizás miembros activos de la Nación Aria. Akerman entrevista a algunos allegados a la víctima, a vecinos, al sheriff de la región y a un experto en temas vinculados con la extrema derecha xenófoba y racista de EE.UU. Una secuencia notable en una misa musical en recuerdo de la víctima y un travelling final que reproduce la última travesía de Byrd, antes de ser descuartizado, alcanzan para comprobar la sensibilidad de una directora fundamental. (Jueves 8, a las 20.30hs, en el Cineclub La Quimera, Teatro La Luna, Pasaje Escuti 915)

En el Este

Mekong Hotel (2012) es, supuestamente, un filme menor de un indiscutible cineasta mayor; en menos de una hora está sintetizado todo el cine de Apichatpong Weerasethakul: fantasmas, folk tailandés, budismo, política e historia y experimentación narrativa. Se trata de una excelente introducción a la obra del ganador de la Palma de Oro 2010 que transcurre en el hotel del título, donde varios personajes simplemente recuerdan y comparten momentos vividos. El plano final es soberbio y demuestra la inmensa capacidad observacional del director, capaz de extraer de la cotidianidad elementos lúdicos y espirituales, sin el menor esfuerzo y con un sentido de la belleza poco frecuente. (Viernes 9, a las 20.30hs, en Cinéfilo Bar)

La especialidad de Asghar Farhadi, director conocido en Argentina por La separación, es la clase media iraní y su tema predilecto el lugar que tiene el secreto en los dilemas morales, como puede constatarse en La separación. Como en su mejor película, Los fuegos artificiales del miércoles, el adulterio orquesta la trama de A propósito de Elly, pero la eficacia narrativa del film consiste en volatilizar el problema moral presentándolo como una prueba psicológica colectiva y eventualmente un problema policial, tras un accidente en el que Elly está involucrada. Lo que empieza (para un par de matrimonios con sus hijos) como un fin de semana placentero al lado del mar se transforma sin aviso en una fatalidad doméstica compartida. Farhadi demuestra una vez más su capacidad para trabajar sobre el suspenso (moral) y desplazarse con su cámara en espacios cerrados, y sin duda consigue un trabajo notable de todos sus intérpretes, que son capaces de encontrar respuestas anímicas disímiles frente a un hecho fortuito e indeseado. (En el Cineclub Hugo del Carril, miércoles 7, a las 20.30hs).

Este artículo fue publicado en otra versión por el diario La voz del interior en el mes de agosto 2013

Roger Koza / Copyleft 2013