CINECLUBES DE CÓRDOBA (18): LOS GENIOS LUSITANOS
Por Roger Koza
El cine portugués está entre los mejores del mundo: Paulo Rocha, João César Monteiro, Manoel de Oliveira, Joaquim Pinto, João Pedro Rodrigues, entre otros. Portugal es una nación cinéfila y sus cineastas parecen estar siempre modelados por la historia del cine.
En la Primera Semana de Cine Portugués (del jueves 10 al domingo 13 en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, Bv. San Juan 49; con el apoyo del Instituto Camões, la Embajada de Portugal en Buenos Aires y el MALBA) se podrán ver seis títulos, casi todos no estrenados en el país, y la notable Ne change rien, de Pedro Costa (leer crítica aquí). Un fin del mundo, Jesús por un día, Por aquí todo bien, Cautiverio son películas recientes de directores menos conocidos. Quienes no hayan visto Aquel querido mes de agosto, el segundo filme de Miguel Gomes (Tabú), tendrán la oportunidad de ver una obra maestra.
Una proeza llegada de Lisboa
Sangre de mi sangre es la penúltima película de João Canijo, su mejor filme hasta la fecha. En los suburbios de Lisboa, un joven con rasta, Joca, se desplaza como si canalizara en su movimiento el ritmo del hip hop. Se dirige a la casa de un dealer para informarle que ha tenido un accidente: le robaron y ha perdido unos 10.000 euros en materia prima (cocaína). El matón lo interroga y cree en su historia. Lo perdonará, pero deberá pagar. Toda la conversación y negociación transcurre en un plano fijo medio muy trabajado en el que João Canijo aprovecha el lugar desde donde concibe el encuadre para trabajar al unísono sobre la profundidad de campo y el perímetro del plano. Esta expansión del encuadre, esta decisión de favorecer la periferia del cuadro y no establecer un centro preciso, es una estrategia que se repite en varias ocasiones. El universo familiar de Joca se introduce con el mismo procedimiento: su madre, su tía y su hermana (y su novio) discuten en la cocina de la casa. La conversación fluye, los movimientos precisos de los personajes en los distintos ambientes de la casa se distinguen prácticamente sin mover la cámara. Nada resultará manierista, pues la puesta en escena transmite un todo orgánico, como si eso habilitara una experiencia voyerista, una posición de fantasma que espía una institución específica, la familia.
Esencialmente un melodrama y un retrato sociológico preciso, el filme trabaja sobre esquemas conocidos de representación en sus propios términos: un impredecible amor edípico, cruces y distinción de clases, economías precarias e ilegales son los materiales simbólicos que constituyen el relato. Tanto las decisiones formales como las sólidas interpretaciones de todo el elenco desnaturalizan el melodrama y lo transfiguran en una tragedia contemporánea, no exenta de una lectura política, en la que se intuye una violencia y una precariedad social pocas veces vistas en el cine europeo.
Más allá de Portugal
Tristram Shandy: la historia del gallo y el toro: esta adaptación cinematográfica del magistral libro acaso inadaptable La vida y las opiniones de Tristram Shandy de Laurence Sterne, ícono de la literatura anglosajona del siglo XVIII, es tan divertida e inteligente como 24 Hour Party People, película anterior del prolífico y versátil Michael Winterbottom. Más accesible y universal que aquel film sobre la historia de Manchester y su música de la década del ’70, Tristram Shandy es más una película sobre una película que intenta adaptar un libro imposible de llevar al cine. El excelente comediante Steve Coogan es Tristram, su padre y él mismo, y su locuacidad sostiene el tono cómico y filosófico que define la identidad de la película. Tras una primera media hora brillante el resto del metraje quizás no contenga ni el ritmo ni la sagacidad de su inicio, pero el film de Winterbottom está por encima de las comedias con piloto automático que pululan en el cine contemporáneo. (Miércoles 9, a las 20.30hs, en el patio del Hugo del Carril).
Antes de la medianoche: última oportunidad para ver en 35mm el nuevo filme de Richard Linklater, tercera entrega de la historia romántica lúcida que empezó con Antes del amanecer (1995). La (nueva) vida matrimonial de Jesse y Celine es la novedad; el suspenso ya no pasa por saber si estarán juntos sino por intuir si seguirán estando juntos. Las interpretaciones ajustadas y los diálogos precisos son una marca registrada de la trilogía, como también una puesta en escena articulada a propósito de una locación específica: Viena primero, París después y ahora una isla griega. (Del jueves 10 al domingo 13 en el Cine Teatro Córdoba, 27 de Abril 275)
El viaje a la felicidad de mamá Küster: una de las mejores películas políticas del grandioso director alemán Rainer Werner Fassbinder. En este drama proletario, la muerte/suicidio del marido de la protagonista le sirve como excusa para retratar su tema favorito: la explotación emocional. Película incómoda como pocas: su impiedad y su rabia no reconocen aliados ideológicos. Extraordinaria. (Jueves 10, a las 20.30hs, en Cinéfilo Bar, Bv. San Juan 1020)
Publicado en otra versión durante el mes de octubre 2013 en la columna semanal de cineclubes.
Roger Koza / Copyleft 2013
Roger: te faltó el link a la crítica de Ne change rien, de Pedro Costa.
Gracias Jorge. Abrazo.
Me anoto para ver por primera vez un film de Pedro Costa en Cine, aunque también esperaba la última de De Oliveira.