CINECLUBES DE CÓRDOBA (23) / CINEFILIA ONLINE (06): CONSAGRADOS Y DESCONOCIDOS
Por Roger Koza
En el verano, cuando el Oscar parece secuestrar toda conversación sobre cine, vuelven algunos cineclubes de Córdoba con sus respectivas programaciones. Habrá entonces un contrapunto frente al poder de la industria hollywoodense. La diversidad siempre es saludable.
Las chicas de Cannes
Después de una semana en cartelera a principios de enero, vuelve a estar en pantalla La vida de Adèle, la polémica película de Abdellatif Kechiche, ganadora de la Palma de Oro en el útimo festival de Cannes (ahora en el Cine Teatro Córdoba, 27 de Abril 275). La historia de amor entre dos chicas jóvenes, de distinta clase social, ha levantado un revuelo ininterrumpido. Las tres escenas sexuales coreografiadas puntillosamente e iluminadas en exceso han sido examinadas como si se tratara de un asesinato político (y no faltan los moralistas que se escandalizan). Las femenistas han alzado la voz en contra del método de registro de las secuencias eróticas, incluso se sospecha hasta del plano general del comienzo en el que Adèle se acomoda el pantalón al salir de su casa.
En La vida de Adèle es ostensible la conciencia de la existencia de disitintas clases sociales, y eso es una virtud. El problema es que Kechiche subraya en exceso, como en las elecciones de luz para filmar los cuerpos en pleno goce. Es ahí, en esa suerte de academicismo débil que tiende a la ilustración de ideas sociales, donde reside la debilidad del filme. Y aún así, La vida de Adèle, más que una película, es una entidad viva. La intensidad infinita del filme, sostenida principalmente en Adèle Exarchopoulos, que interpreta a Adéle, es una experiencia que no debe menospreciarse. El placer de amar físicamente a alguien pocas veces se ve de este modo. Y pocas veces se ve en el cine el invisible acomodamiento de la estructura emocional tras una pérdida amorosa. (Del jueves 6 al domingo 9, a las 21hs)
Cine de osos
En el mundo de los festivales existe una extraña obsesión por los animales. El leopardo representa a Locarno, el pudú a Valdivia, los tigres a Róterdam, y hay más ejemplos. El Cineclub Municipal Hugo del Carril (Bv. San Juan 49) abre sus puertas con una selección de todas las ganadoras del Oso de Oro en Berlín. Hay muchas películas para ver a lo largo del mes en el que el propio festival de Berlín está en pleno desarrollo.
Dada la facilidad con la que hoy se acusa a cualquiera de cualquier cosa, y al ser hoy los medios de comunicación una máquina de verdades sin fundamento, no está mal revisar 12 hombres en pugna (1957), la extraordinaria ópera prima de Sidney Lumet. Un joven puertorriqueño ha asesinado a su padre. Un testigo lo vio; otro vio cómo escapaba. Todos los hechos incriminan al acusado, pero a la hora de deliberar el jurado número 8 (extraordinaria interpretación de Henry Fonda) tiene una duda razonable, no compartida inicialmente por los otros miembros del jurado. El filme se circunscribe prácticamente a la deliberación.
Proeza de puesta en escena. Lumet se las ingenia para evitar el riesgo teatral de estar confinado a un único espacio. Algunos primeros planos del rostro de los jurados, algunos travellings geniales sobre las manos o los pies, la irrupción de la lluvia en cierto momento como pausa dramática son estrategias formales de un director con ideas. El verdadero villano son aquí los prejuicios y el resentimiento, y la mayor fascinación pasa por el costado epistemológico de la endeble verdad jurídica. (Viernes 7, a las 21.30hs; se repite a lo largo del mes)
Los desconocidos en la web
¿Qué sabemos de los huaorani? El magnético documental de Juan Baldana Soy Huao (2009) es una introducción observacional rigurosa al presente de esta tribu que vive en la selva ecuatoriana y que pudo resistir hasta hace 50 años el contacto con la civilización blanca. Baldana y su cámara se transforman en un miembro más de una familia de la tribu, y desde esa posición simplemente contemplan la cotidianidad: la caza, la pesca, la preparación de las comidas, los momentos de ocio, la escolarización primaria y secundaria. Las prácticas pretéritas perviven, pero las influencias “modernas” son poderosas. La educación caucásica y el cristianismo son presencias extrañas pero ya asentadas. Se trata de un estilo de vida en extinción, y Baldana filma todo a la altura de las circunstancias. Una de las joyas secretas del cine argentino reciente. (Puede verse aquí)
Roger Koza / Copyleft 2014
RK: Tus dos párrafos sobre Adèle (en especial el segundo) son muy acertados. Buenísimo. No creo que Kechiche haga, como no hizo antes, nada igual. Hay algo del orden del azar, o del milagro, o de algo que no tiene que ver con su talento como realizador, que le da a la película ese carácter de «entidad viva» del que hablás. De otro modo: si en vez de cine Kechiche hubiera sido escritor no podría haber ocurrido lo mismo. No sé si me explico.
Saludos,
L.
Estimado Larsen: te explicás perfectamente. Nada que decir. Saludos. RK
Roger: Con respecto a la Vida de Adele, veo que seguís insistiendo en una mirada parcial de todo lo que el filme muestra. No voy a volver a citar aquí mis cuestionamientos largamente expuestos en las notas de Gamberini y Prividera. Me resulta sorprendente que un crítico que siempre ha insistido en una mirada política de las películas, siga sin decir una palabra sobre muchas otras cosas cuestionables que tiene el filme y que no pasa solo por la iluminación de las escenas de sexo.
Nada de nada sobre el vínculo entre alumnos y docentes y nada de nada sobre la situación laboral de la juventud europea en la peor crisis económica desde los años treinta. El amor y el sexo son maravillosos, pero insisto que la película se llama «La vida de Adèle» y no «La vida amorosa (o sexual) de Adèle». Tu mirada sigue siendo muy complaciente y parcial.
Jorge: esto no es un crítica, es solamente una señalamiento. Estoy por subir una crítica. Saludos. RK
De todos modos, lo más importante de este texto, pasa por este fragmento: » Es ahí, en esa suerte de academicismo débil que tiende a la ilustración de ideas sociales, donde reside la debilidad del filme.». Y aquí no estoy hablando de sexo. RK
Roger: se hace esperar tu balance anual. Lo espero desde el 31 de diciembre, habra que seguir ejercitando la paciencia.
Sobre 12 Hombres en pugna quiero verla en sala después de poder verla por primera vez en DVD. Fascinante drama jurídico. También me apunto para la Ansiedad de Veronika Voss.
Andrés: sí, la de Fassbinder es genial. La escena inicial, y el travelling que orquesta la tercera secuencia es increíbles. Ni qué decir de la música.
El balance está atrasado porque yo estoy hasta las manos escribiendo un catálogo muy extenso. Pero llegará. Abrazo. RK
Y eso que el director comenta que las escenas de sexo no fueron coreografiadas y que más bien se trató de improvisación. Me parece que el tratamiento sonoro no es consecuente con la forma de presentar la historia. Pero emociona mucho esa forma de azar que hace que dos personajes -más bien personas- y dos actrices coincidan en entendimiento -como han comentado que ocurrió tanto dentro como fuera del plató- y, por lo tanto, que sus gestos rezuman tanto realismo.
Por otro lado, creo que en la mayoría de las críticas no se ha mencionado el tema de la infidelidad -ese motivo por el que tantas parejas se desmoronan-. Y sin bien existe la brecha entre clases, creo que tiene mayor presencia el carácter irracional del enfrentamiento -la infidelidad como razonamiento determinante para el desencuentro-. Y que a veces las parejas terminan siempre revisitando los lugares comunes.
Espero tu crítica, Roger, leer tus textos lúcidos y con un uso preciso, seductor y vital del lenguaje es importante, siempre.
Te saludo con afecto
Estimada Valeria: es un film que tiene varios temas a analizar, y uno de ellos es sin duda el lugar que cumple la infidelidad. Voy a volver a ver el film una vez que termine con unos compromisos que me tienen atados. Gracias por tus palabras; espero poder responder a la altura de sus descripciones, cosa que dudo. Saludos. RK
Valeria:
Totalmente de acuerdo en que no se ha fijado la atención de la crítica en este punto, yo no soy crítico profesional, pero sí comenté el tema de la infidelidad en la película en otra entrada de este blog, y lo expongo de nuevo aquí:
La monogamia es la base de la pareja y no se la cuestiona, y el conflicto central se desata a partir de la “violación” de Adèle de este pacto “sagrado” que impone el patriarcado. Basar el eje de la ruptura en la infidelidad, es absurdo para una historia de amor ambientada en Francia. Una mirada muy conservadora para alguien que como Emma cita a Sartre, a quién no solo conoce, sino que dice que inspiró una parte importante de su vida. Emma resume el típico papel del macho, que se permite para si todas las libertades en materia de infidelidad, (pensemos en el descarado coqueteo de Emma con su amiga y futura pareja en la fiesta), pero se vuelve irascible si su pareja, en este caso Adèle, lo viola.
La escena de la ruptura no solo es exagerada, sino que rompe con el tono general del filme, una película carente de conflictos, llena de armonía entre las clases, entre padres e hijos y entre alumnos y profesores.
La escena de la ruptura es de una violencia física y simbólica superlativa, y solo se explica para que Kechiche pueda potenciar el desamparo de Adèle, desamparo rematado, con la escena inmediata siguiente donde Adèle vaga desconsolada por la calle oscura bañada en lágrimas y chorreando mocos como si fuera una niña abandonada por el mundo a su suerte. Una manera por demás cuestionable de ganar la empatía del espectador a partir de la lástima por el personaje de Adèle.
Roger: Espero con ansias la crítica, estaré atenta al texto lúcido.
Jorge: Concuerdo contigo, la escena de la ruptura revela la lógica de las dinámicas debilitadas que suelen existir entre hombres y mujeres. Son dos mujeres pero figuradamente un hombre y una mujer. Puede existir toda la teoría liberadora en la cabeza, pero finalmente el cuerpo termina diciendo otra cosa. Sin embargo, es una película importante y la dirección de actores brillante, aunque creo que es discutible su método.
Me gustó mucho tu texto, gracias por compartir.
Valería: gracias por tu opinión. Podés leer mi opinión completa sobre el filme aquí:
http://comentandocine.com/2014/01/11/la-vida-de-adele/
Coincido en parte con Jorge, es llamativa la pobreza con la que Kechiche presenta el universo escolar en su película y creo que es aún más llamativa porque su primera película – L’esquive- era muy rica en este sentido, lo que implica que no se trata de ignorancia si no de falta de rigor y de consecuencia con su propia mirada o al menos con una mirada.
«12 hombres en pugna» es todo eso que vos decís y, además, en estos tiempos de twitter insultante (sobre lo que tanto se ha detenido Prividera) y violencia verbal en automático, un modelo de debate productivo, el único patrón posible de polémica o discusión útil. El jurado n° 8 no es el portavoz de una verdad, adopta una posición con el objeto de examinarla, y está dispuesto a abandonarla si lo convencen razonablemente de lo contrario (pide que lo convenzan). De hecho, practicamente no sostiene supuestos o hipótesis a priori. Examina las proposiciones de sus colegas, y a ese fin no chicanea, no manipula, no insulta, no agrede, no descalifica. Nunca. Un héroe socrático como no recuerdo otro igual.
Fabián: estoy enteramente de acuerdo con descripción. Lo interesante es que no asume una posición excepto la de encontrar un fundamento respecto a cualquier posición que sea razonable. Pero no diría que es un héroe socrático, porque en Sócrates hay siempre (o mejor dicho en Platón) un saber que el otro tiene que redescubrir y que Sócrates juega a no tenerlo cuando en verdad sí sabe que sabe. No es del todo cierto el no saber socrático; es más bien metedológico y retórico. Además, él se presenta como una partera de las verdades olvidada de los otros. Me parece que aquí estamos frente a otro tipo de héroe. Más tardío y decimonónico; es el héroe democrático, un hijo de Whitman, James y Dewey . Saludos. RK
Gracias Roger, muy didáctica y precisa tu observación. Y es como vos decís: el jurado (los polemistas) hace o experimenta las labores del parto, pero no arriba al mundo de las esencias, a las verdades inmanentes, sino a conclusiones provisionales y mutables. Abrazo.
Jorge, gracias por compartir tu texto, bien interesante. Pues sí, aparte que a veces con ciertas películas el espacio de la crítica no alcanza y uno quisiera que la extensión sea la de un ensayo. Creo que también es una película sobre cómo las ideas fijas terminan siempre levantando muros, los límites de los afectos. La escena del reencuentro es sobresaliente.
Por otro lado, no sé si exista un libro -sería interesante leerlo- sobre cómo a veces ciertos directores comentan en las entrevistas que su película es sobre ciertos temas pero en sus películas terminan hablando de otras cosas -de forma inconsciente-. Pasa mucho eso: se quiere hablar de algo y se termina en otro lado. Algo de eso hay, creo, en relación a esa película. Por eso las críticas son maravillosas, porque son algo así como lecturas de inconscientes.
Estaremos atentos a la crítica de Roger.
Valeria: gracias por tu comentario. Respecto a lo que los directores creen que hicieron y lo que la crítica o los simples espectadores vemos, suele haber una gran disparidad. Buscá en este mismo blog la entrevista que hizo Roger al director de Starlet, para un ejemplo sorprendente acerca de esta disparidad.
Me parece un tema apasionante. Montones de gracias por la referencia, Jorge, ya la voy a chequear.