CINECLUBES DE CÓRDOBA (86): LA NUEVA CAMADA
Por Roger Koza
Por tercer año consecutivo, los egresados del posgrado en Teoría y Práctica del Documental Contemporáneo, curso que se dicta en la Escuela de Ciencia de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba y está coordinado por Pablo Baur y Federico Robles, exhibirán sus respectivas películas finales hoy, viernes 18, a las 20.30 h en el Cineclub Municipal Hugo del Carril (Bv. San Juan 49).
Como viene sucediendo desde el inicio de esta propuesta teórica y práctica, los trabajos terminan siendo películas que exceden el mero ejercicio de alcanzar un certificado que objetive la asistencia a un curso. Los cortometrajes que suelen provenir del alumnado son películas autónomas, cuyo interés va más allá de la simpatía e interés que pueda despertar en los propios alumnos, sus amigos y familiares. El año pasado, sin ir más lejos, la incómoda y lúcida La hora del lobo, de Natalia Ferreyra, demostró que de ese espacio académico se puede esperar mucho. Es menester recordar que La hora del lobo tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires y que más tarde se proyectó en el magnifico y prestigioso Festival Internacional de Cine de Valdivia.
Las películas
Este viernes se podrá ver por primera vez La higuerita, Alberto, 59 pasos y El maestro de ceremonias. Son películas ostensiblemente distintas, lo que habla muy bien del posgrado, ya que las películas que ahí se realizan no parecen pasar por un proceso de homogeneización estético, una impronta que a veces sí padecen los productos finales de escuelas o experiencias académicas similares.
En La higuerita, Manuel Palomeque registra la casa de campo familiar llamada “La higuerita” situada en el norte de Córdoba. Ahí viven su tío y su mujer junto a los primos del realizador, aunque toda la familia, incluyendo al padre del realizador, suelen visitar asiduamente la casa. Para la familia entera es más que un inmueble: una forma de vida se pone en juego, una tradición que todos desean resguardar. Palomeque se limitará entonces a entrevistar a su padre en un inicio y a seguir las tareas domésticas que requiere la vida de campo, como también las prácticas lúdicas de la comunidad, vinculada a las carreras de caballos. La voz en off del realizador irrumpe cada tanto y es en su tono confesional discreto donde se adivina que su forma de distanciarse de todo lo que muestra es, paradójicamente, filmándolo.
El maestro de ceremonia, de Agustín Ford, Lucía Palacio, Florencia Nates, Ezequiel Lenardón, Flavia V. Foschesato, María Belén Poncio, Magalí Manazon y Guillermo Mena, remite en cierto sentido al cine de retratos de personales marginales de Germán Scelso. Aquí, el personaje elegido, Fernando Belzagui, es un actor de 48 años que reside en el barrio popular Güemes, cuya vida laboral está circunscripta a oficiar de maestro de ceremonia en eventos disímiles por toda la provincia de Córdoba, desde un baile de cuarteto a un encuentro de escritores en un pueblo. El hallazgo de los realizadores es el personaje, capaz de sostener con su misteriosa verborragia cada plano, y quien conscientemente representa a un universo un poco lateral de la cultura nocturna, a veces decadente, como si fuera un personaje salido de un filme clase B.
La película más ambiciosa de las cuatro es sin duda 59 pasos, en la que Carolina Testa, Leandro Clara, Silvina Moyano, Rodolfo Haedo y Emilia Benzo se proponen revisar el heterodoxo motín que tuvo lugar en la cárcel de San Martín, en la ciudad de Córdoba, durante el verano del 2005. A partir de testimonios y materiales de archivo, acompañando en ocasiones por algunos planos generales del edificio penitenciario y su ostensible desidia edilicia actual, 59 pasos elude el documental periodístico en la medida en que no editorializa y sostiene una ambigüedad premeditada. La tesis sobre aquel estadillo que respondió al hacinamiento de sus presos (espacio para 800 hombres, frente a los 1650 que residían en la cárcel) es solamente una vía de exposición indirecta de cómo los comprometidos en el suceso de aquel entonces leen o interpretan su papel en la institución carcelaria, de lo que se predica un imaginario social sobre el lugar del encierro y su función social. El filme es por momentos fascinante porque algunos de los entrevistados hablan desde una franqueza conmovedora y una libertad absoluta.
En Alberto, de Ynske Boersma, Pablo Falá, Luciana Freytag, Gustavo Gómez, Natalia González, Emiliano Grau y Hugo Mamani visitan a Alberto Maiztegui, un físico ya retirado que pasó por el Instituto Balseiro de Bariloche y supo alguna vez publicar Elementos de física en 1946, un libro que lo vincula directamente a Ernesto Sabato, cuando este último dejó las ciencias duras por la literatura. La lucidez de Maiztegui a sus 96 años es admirable, lo que le permite recordar algunos eventos triviales y esenciales de su vida, a veces con el auxilio de algunas fotografías, como también filosofar acerca del límite del saber científico y el inicio de la metafísica.
Roger Koza / Copyleft 2015
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