CRÍTICAS BREVES (12)
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Madame Du Barry, Ernst Lubitsch, Alemania, 1919 (****)
Por Roger Koza
Su ausencia era notoria. Nuestro cineclub más antiguo, La Quimera, abre su temporada 2013, y empieza con todo. Frente a la decretada defunción en ciernes de las proyecciones analógicas, el cineclub fundado por Juan José Gorasurreta, con la colaboración del instituto Goethe, proyectará en 16mm clásicos alemanes del cine silente. Decisión intempestiva, felizmente anacrónica. Los cinéfilos deberían celebrar este gesto de resistencia: en no mucho tiempo, existirá una generación entera que desconocerá la textura de una imagen analógica. El filme de apertura es, como mínimo, extraordinario. Poco se ha visto de lo filmado en Alemania por el genial Ernst Lubitsch. Si bien el famoso toque Lubitsch no es perceptible del todo en Madame Du Barry (1921), la maestría del director de Ser o no ser brilla durante todo el metraje en esta comedia sobre el poder y las pasiones donde la heroína del título pasará de costurera de sombreros en un taller a objeto de deseo de Luis XV y miembro de la corte francesa. Del plano general inicial donde se ve el taller de trabajo textil hasta las panorámicas de la toma de la Bastilla, la musicalidad del montaje, el dominio sobre el espacio cinematográfico y el tono ligero pero político son admirables. La representación de los tribunales populares no es precisamente simpática, pero el punto de vista de Lubitsch es políticamente preciso: la monarquía apesta. Gran película de un director único, un poco antes de partir rumbo a Hollywood, que resulta una prueba absoluta de la sofisticación y solidez del cine alemán de posguerra.
*Este jueves 2, a las 20.30hs, en Teatro La Luna, Pje. Escuti esq. Fructuoso Rivera (Ciudad de Córdoba)
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