CRÍTICAS BREVES (173): ORPHEA

CRÍTICAS BREVES (173): ORPHEA

por - Críticas, Críticas breves
19 Mar, 2021 08:54 | Sin comentarios
Kluge es un pibe, se junta con un colega filipino y prodiga una película inclasificable y libre.

Orphea, Alexander Kluge y Khavn, Alemania, 2020

El legendario personaje de la mitología griega que encabeza el título de esta inclasificable pieza lúdica de Kluge y Khavn sigue llamándose Orfeo y tal vez pueda, con su música, sosegar el alma de los mortales, pero aquí ha dejado de ser un hombre para convertirse en una mujer y en vez de rescatar a Eurídice es a “Euridiko”, si puede hallarlo, a quien debe salvar de las potencias de lo inerte. Con ese motivo literario que evoca la tradición clásica de Occidente, elementos propios de la tradición folclórica filipina de Khavn empiezan a sumar signos heterogéneos al tema central y canónico, cuyos efectos no son otros que una amalgama no exenta de opacidad pero tan vital como indescifrable y auténticamente contemporánea. Las típicas inscripciones literarias de Kluge en el plano, como también el barroquismo visual erigido en yuxtaposiciones y sobreimpresiones, y la preferencia por el fragmento como expresión cinematográfica están al servicio de una poética de la asociación en la que los suburbios de Manila pueden verse como el inframundo y la situación de los inmigrantes ilegales en Lampedusa como una expresión de crueldad y exclusión propia del totalitarismo alemán del siglo pasado. Como siempre, Kluge toma una fecha y un evento tal vez menor, pero donde se miniaturiza una desagracia o una esperanza a escala universal. “El 22 de junio de 1941”, “En Hungría, en 1956, 1989, 2017”. En esa forma nada antojadiza de citar y mostrar, Kluge postula una especie de alephpara leer en el fragmento el todo, propuesta metodológica ideal para leer al propio film y la obra completa de este. 

BAFICI 2021

*Este texto fue publicado por Revista Ñ en el mes de marzo de 2021.

Roger Koza / Copyleft 2021