CRÍTICAS BREVES (197): BAMAKO
Bamako, Abderrahmane Sissako, Mali-EE.UU.-Francia, 2006
Después de su debut en la competencia de Una Cierta Mirada del festival de Cannes, en el 2006, la última y magistral película de Sissako sobre un juicio imaginario al FMI y al Banco Mundial respecto de sus intervenciones en África (e indirectamente en Latinoamérica) no ha dejado de exhibirse en diversos festivales y recibir elogios en donde sea que se muestre. Como en La vida en la tierra, en Bamako, también nombre de la ciudad en la que transcurre la audiencia, Sissako permite entender la particular dinámica de la vida cotidiana de la capital de Mali, en un contrapunto preciso con los discursos de los jueces, fiscales y los representantes del pueblo que acusan a las dos organizaciones más odiadas en el Tercer Mundo. En verdad es un juicio sobre la injusticia capitalista globalizada, pero también localizada en un contexto cultural específico, aunque sin duda el caso es una extensión histórica de las múltiples empresas colonialistas características del Viejo Mundo. Lúcida y conmovedora, y también cómica (como lo sugiere magistralmente el pasaje en el que algunos personajes ven un western humorístico, interpretado por el director palestino Suleiman y el actor Danny Glover, que sintetiza la impunidad de cómo intervienen las grandes potencias en los conflictos políticos del mundo), Bamako es una película que, si hubiera sido estrenada en el 2002, habría sido un éxito de taquilla nacional. Sin embargo, la actualidad de su crítica y su legítima rabia son inobjetables, y, como decía Pino Solanas tras verla en un pretérito BAFICI, «¡Qué rigurosa!». Sin duda, Bamako es una de las grandes películas de esta primera década del siglo XXI.
Roger Koza / Copyleft 2022
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