CRÍTICAS BREVES (24)
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Corazón de León, Marcos Carnevale, Argentina, 2013 (*)
Por Roger Koza
Corazón de León, la nueva película de Marcos Carnevale, repite la extraña fórmula de la primera Shrek: defiende, a pesar de sus buenas intenciones, una concepción de inclusión a expensas de un procedimiento por el cual también se enuncia lo opuesto. En el film del ogro verde se destituía una noción de belleza mientras que el representante de la realeza, curiosamente un enano, se lo ridiculizaba hasta el infinito. La operación de Corazón de León es de otra índole, y en sí responde a una decisión extradiegética: en vez de poner a un verdadero enano en el protagónico se miniaturiza al estimable y talentoso Guillermo Francella, quien representa a los petizos de turno. Como en Shrek, aquí también se trata de una historia de amor: un arquitecto rico de un metro y medio y una abogada divorciada que trabaja con su ex pasan por un conjunto de situaciones cómicas y dramáticas (un “bautismo” amoroso practicando paracaidismo, los gags propios del enamoramiento paulatino entre dos extraños, el primer coito, la aceptación de León por parte de la familia de la enamorada que incluye la aparición de un sordomudo, los rumores en el estudio jurídico y hasta la alegría de una mucama con varios kilos de más por el bienestar de su patrón) que va consolidando el amor que se tienen. La confirmación absoluta del romance coincide con un pico de inverosimilitud en el que León sobrevuela literalmente el inmenso Cristo de Río de Janeiro. Por otro lado, la esperable crueldad de algunos personajes frente a la nueva pareja no está exenta en el propio punto de vista del film, capaz de incluir una secuencia humorística en el que León queda colgando de una alacena mientras su hijo lo observa por unos minutos antes de acudir a su auxilio (el debut de Nicolás Francella como el hijo de León es uno de los escasos aciertos del film). La inestabilidad y arbitrariedad formal del film va desde una moderna división de pantalla para seguir la primera conversación telefónica entre la futura pareja en cuestión hasta un travelling digital hacia atrás en el que vemos a los enamorados disfrutar de un atardecer en el departamento de la heroína; las decisiones formales no responden nunca a un concepto general, aunque las subjetivas del vuelo en paracaídas son precisas. En el fondo, como sucedía en Elsa & Fred, el problema no pasa por retratar el amor en la tercera edad o el erotismo entre un liliputiense y una mujer bella, sino por la ostentación del dinero que se necesita para poder sortear los obstáculos de la vejez y en este caso del efectivo disponible con el que se cuenta para superar las inhibiciones de un hombre frente al resto de sus semejantes. Corazón de León, como Dos más dos (citada en el film de Carnevale), más que constituir una vía para el cine comercial argentino funciona como un síntoma extracinematográfico en el que asoma una delirante fantasía de clase, cuya dócil aceptación colectiva sólo es comprensible debido al vínculo de sus actores con el universo televisivo.
Roger Koza / Copyleft 2013
……y que (creo) proviene de seguir creyendo y anhelando la importación del modelo «american» de progreso, lujo y confort, histeria, que no pueden ver en la city porteña en su real funcionamiento porque lo importan sin el contenido y así en vez de atender a films como «American Beauty» que sí les muestra la verdadera cara de ese confort, quieren re-fritar «Desperate Housewives» con la música de marimbitas y pizzicatos que, irónicamente, inventó Thomas Newman para American Beauty….
excelente reseña Roger. Gracias por ayudar a ver lo que no se vé tan fácil….jh
El dinero y la simpatía del personaje de Francella son la única razón por la que la clase media argentina (y tal vez algunas clases más) aceptan que Julieta Diaz se acueste con un enano.
No se Roger si te referías a ello al hablar del dinero que ostenta el personaje. Me gustaba mucho el personaje (bien real) de la enana que se escapaba con el circo en «De eso no se habla».
Gracias Jorge.
Mariano: Sí, me refería a eso y a cuestiones que se desprenden de eso. Hay en este film como en el film de Suar una suerte de limbo a histórico. Son películas que transcurren en un no tiempo (incluso el chiste en Dos más dos contra el gobierno resultaba una rareza e incoherente con ese universo sin referencias). En este sentido, el cine independiente reciente y el cine industrial operan por igual: se trata de una neutralización de la vida argentina real y cotidiana. Por otro lado, este film está en las antípodas de la película de María Luisa Bemberg. Y la enana era una enana. Saludos. RK
Muy buena crítica!