CRÍTICAS BREVES (40): EL CAMERAMAN: VIDA Y OBRA DE JACK CARDIFF / CAMERAMAN: LIFE & WORK OF JACK CARDIFF
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
El cameraman: vida y obra de Jack Cardiff / Cameraman: Life & Work of Jack Cardiff, de Craig McCall, Reino Unido, 2010 (***)
Por Roger Koza
Jack Cardiff, uno de los grandes directores de fotografía de toda la historia del cine, verdadero maestro que trabajó con Hitchcock, Powell, Huston, entre otros, es el objeto de este documental titulado El cameraman: vida y obra de Jack Cardiff. Su responsable, Craig McCall, trabajó durante 13 años en este sincero e inteligente homenaje cinematográfico. Esencialmente, una clase magistral de cine (y del mejor humor británico), la película de McCall es fiel a su título de principio a fin, aunque al revisar su cinematografía, incluyendo los films que el mismo Cardiff llegó a rodar, este documental termina funcionando como un pequeño tratado sobre la luz en el cine: la luz como conquista del espacio, como sintaxis de las emociones, como ente sin contornos que dictamina la física del cine. La elocuencia de Cardiff y su esporádica sabiduría escéptica se conjugan con testimonios de Lauren Bacall, Kirk Douglas, Martin Scorsese y otros varios hombres y mujeres de cine, y el resultado es siempre edificante, didáctico y existencialmente estimulante. Una película de aprendizaje, y también una reivindicación precisa y emotiva del cine clásico de Hollywood.
Roger Koza / Copyleft 2013
La película se exhibe el miércoles 13, a las 20.30hs, en el Cineclub Municipal, Bv. San Juan 49.
El filme de Craig McCall es paradójico. Si hacemos abstracción de la figura de Jack Cardiff, se trataría de un documental en extremo convencional: Se elige una persona con cierta fama, se le plantean preguntas sobre su actividad, se le pide que cuente algunas anécdotas simpáticas sobre su vida y su trabajo, se entrevista a otros personajes claves relacionados con la vida y la obra del protagonista, quienes a su vez expresan numerosos elogios de la figura principal. Si todo terminara aquí, la película de Craig McCall sería una obra intrascendente. Y sin embargo no lo es. Al contrario, creo que casi todos salimos deslumbrados luego de asistir a su proyección el viernes pasado.
¿Cuál es el secreto de que sea una gran película, realizada sin embargo en un formato tradicional del cine documental? La respuesta es simple: es la grandiosa figura de Jack Cardiff. Pero no solo lo que él dice o relata, sino, sobre todo, el poder asistir a las escenas claves de muchas de las películas en que intervino. Así, no solo sabemos como lo hizo, al modo de un mago develando sus secretos, sino que asistimos deslumbrados a la enorme belleza que se logra como resultado de su pericia. Entendemos la técnica aplicada y vemos su asombroso resultado final.
Quizás para los que son estudiantes de cine, los conceptos vertidos por Cardiff no sean novedosos o deslumbrantes, o no le aporten ideas útiles para su labor, pero yo, que no curso estudios para realizar películas y no me he preocupado mucho por lo que pasa entre bambalinas o detrás de la escena, el filme sobre Cardiff me resultó todo un escubrimiento: del personaje y del rol fundamental del director de fotografía.
Al revés de lo que muchas veces se afirma, al menos en esta película, el contenido es la forma. Al presenciar la extraordinaria perfección de las escenas claves de las películas en que intervino Jack Cardiff, el documental de Craig McCall se eleva muy por encima de su convencional estructura.