CRÍTICAS BREVES (45): BELLA ADDORMENTADA
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Bella addormentada, de Marco Bellocchio, Italia, 2012 (***)
Por Roger Koza
En la última película del gran maestro italiano Marco Bellocchio, Bella addormentata, el tema de fondo pasa por la legalización de la eutanasia, pero para examinar este presunto derecho el director de La sonrisa de mi madre combina distintos puntos de vista opuestos y dialécticos sin dejar por eso de sostener una perspectiva precisa. El film sitúa su relato coral en un momento histórico clave en Italia: es 2009 y, tras 17 años de existir en estado vegetativo, Eluana Englaro, si se legisla a favor, será desconectada. El hecho concreto fue central en las batallas culturales surgidas en el contexto de la Italia conducida por Berlusconi. Bellocchio se apropia de ese momento en clave de ficción sumándole tres historias: una actriz con una hija en el mismo estado que Eluana sostiene su esperanza esperando un milagro; un político, que por experiencia propia está a favor de la eutanasia pero su partido está en contra, se debate en su conciencia sobre cómo votar en el parlamento respecto del tema; una joven nihilista se topa con la voluntad férrea de un médico que intenta contrarrestar el compulsivo deseo de la joven de acabar con su vida. Extraordinario mosaico filosófico mediante el cual el director consigue construir esas atmósferas únicas de su cine donde lo real pierde momentáneamente la elegancia de las costumbres y el delirio se apodera por momentos del orden cotidiano. Véase el admirable pasaje al comienzo en un hospital, una escena emblemática de todo el cine del maestro italiano.
Roger Koza / Copyleft 2013
Me parece increible que nadie mencione la bajeza con la cual el director filma la agonía de la mujer del senador y el estado comatoso de la hija del personaje de Huppert [con el sonido del respirador artificial d fondo] No encuentro otra razón más que el morbo, para justificar tales escenas, dentro de una propuesta que no necesita de esos golpes bajos para llevar a cabo una idea acerca de la eutanasia. Quizás un poco mal predispuesto por tal cuestión, la película me pareció algo mediocre, tanto por su historia romántica naif, unos Capuletos y Montescos de la ideología, y por esa explicación psicológica [o psiquiatrica] de la crisis política en Italia. Pareciera que el director afirmara que las crisis sociales son producto de la salud mental de algunos representantes de la población, en lugar de intentar investigar las causas orgánicas, sistemicas de tal crisis. Creo que la película tenía un buen contenido pero lo.desaprovecha. Elije el morbo, la caricatura para graficar a los bandos en disputa, una historia de amor insulsa y un análisis personalista de una crisis de todo un sistema político
Miguel:
Estoy seguro que no se trata del mejor film de Bellocchio. El primer punto que señalas lo comparto plenamente, pero no lo veo como una bajeza sino como un torpe subrayado para un director de cine como Bellocchio.
La historia de amor no la veo estrictamente como insulsa, más bien delineada en cierto modo que no se entiende del todo las razones de la inclusión del film.
No comparto su señalamiento respecto del malestar colectivo como una expresión psicológica individual. Justamente la decisión de trabajar con un personaje coral denota una huida del psicologismo y un punto de vista sociológico. Lo que vemos son piezas de una coordenada simbólica específica: es la Italia de Berlusconi, y el delirio, en ese sentido, es una fuerza colectiva.
Saludos.
RK