CRÍTICAS BREVES (84) / MES FICUNAM (13): LA ÚLTIMA PELÍCULA
Sauerbruch Hutton Architects, Harun Farocki, Alemania, 2014
En Sauerbruch Hutton Architects, el gran maestro de la sospecha (de la naturaleza de las imágenes) se limita a observar al equipo de arquitectos que trabaja junto a Matthias Sauerbruch y Louisa Hutton, dos genios de la disciplina en la que se desempeñan, en sus oficinas en Berlín mientras resuelven algunos proyectos; entre ellos, el diseño de un edificio universitario dedicado a la “realidad virtual” en Francia, un diseño de sillas para un cliente de Italia y una nueva unidad edilicia para una universidad de Alemania.
Farocki consigue algo insólito: visualizar cómo la abstracción conceptual organiza la materia. El seguimiento meticuloso de las discusiones y el trabajo de todos los profesionales involucrados posibilita entender cómo se diseña y se manufactura una experiencia social, que es también un modo de concebir el espacio público y privado que tiene un efecto real.
En menos de 80 minutos, sin intervenir y sin nombrar, Farocki filma el trabajo y el funcionamiento de la inteligencia, que aquí además se entiende como un constante intercambio fluido y aparentemente democrático entre puntos de vista en busca de respuestas prácticas a problemas principales y secundarios que surgen en el ejercicio del oficio de la arquitectura y el diseño.
Probablemente, para cualquier europeo la película quedará circunscripta a la arquitectura, pero para cualquier espectador de otra procedencia continental Sauerbruch Hutton Architects puede ser vista como un documental antropológico sobre una idiosincrasia reconocible, en el que una forma de racionalidad técnica e instrumental alcanza una dimensión tan exquisita como neutra. Las discusiones en torno a las manijas de una puerta, en este contexto, parecen equiparables a la importancia del diseño de una nave espacial.
Si bien Farocki parece estar en consonancia con aquello que retrata, como si la eficiencia y la perfección se mimetizaran con la organización de la puesta en escena, la sensibilidad política de Farocki llega en el momento justo. Tres planos del personal de limpieza, que al final de la jornada se ocupan del “fuera de campo” de esa fascinante y aséptica tarea de inventar lugares y erigir edificios, dicen: sí, la incólume división del trabajo es invencible.
Roger Koza / Copyleft 2015
La tecnologia (en este caso, la arquitectura, las «máquinas para vivir») es la sociedad hecha para que dure, como dice Latour. Qué bueno el tema y el tratamiento aséptico del docu de Farocki. Ojalá pueda verla/conseguirla de algún modo, aunque debe resultar difícil. Recuerdo también el análisis del diseño de las góndolas de supermercado que hace en THE CREATORS OF SHOOPPING WORLDS, otra peli genial sobre cómo construir espacios políticamente borrando la huella de origen. Si no recuerdo mal en el caso de los creadores de shopping había cierta toma de distancia crítica y cínica de Farocki con respecto a esa gente y su cosmovisión. Saludos, molloy
Un profundo malestar me está invadiendo en los últimos tiempos, por lo que está ocurriendo en este blog. Se dedican espacios exagerados a películas que son duramente atacadas como Birdman o American Sniper, y se descuidan películas que se declaman como un poco más meritorias, como Ida o Citizenfour. El año pasado ocurrió lo mismo con Relatos Salvajes, “ríos de tinta” corrieron en este blog para destrozarla, con razón. ¿Pero era necesario hablar tanto de Relatos Salvajes, entonces, como hacerlo ahora de Birdman o American Sniper? Al final, se está cumpliendo la vieja máxima del marketing del espectáculo: “lo importante es que hablen, bien o mal, pero que hablen”. Y así hubo alguien por ahí que comentó que no pensaba ver American Sniper, pero ante la atención otorgada en este blog, le entró la curiosidad, y al final fue al cine. Un granito de arena para engrosar las arcas de los productores.
Y a los números me remito: Relatos Salvajes ha tenido en este blog ¡cinco notas!, que cosecharon 81 comentarios. Ahora, American Sniper se ha llevado tres notas (y todavía falta la de Roger Koza, prometida para el 09/03) y ¡173 comentarios!
Mientras que Ida, “mereció” apenas una nota, el año pasado, que se llevó “solo” 32 comentarios. Ahora que salió premiada, ¿No hay nadie en este blog al que le interese escribir una nota que sería “Ida (02)”? ¿Y con Citizenfour? La cosa está peor, no hay hasta el momento ninguna crítica escrita aquí, y miro al recuadro del extremo superior derecho de este blog donde se anuncia “lo que vendrá”, y tampoco nadie piensa escribir sobre ella. ¡Realmente no lo entiendo!