DAHOMEY

DAHOMEY

por - Críticas
16 Nov, 2024 06:36 | Sin comentarios
Segunda largometraje de Diop, contundente segundo paso en su carrera.

Memoria del saqueo

En 1892, los franceses hurtaron 7000 esculturas y otras piezas artísticas de la República de Benín, en aquel entonces Dahomey, un viejo emplazamiento de una colonia gala cuyo nombre aludía al de un antiguo reino asentado en ese territorio ahora ocupado. Impusieron una lengua y una teología, extrajeron sus riquezas materiales y simbólicas. En noviembre de 2021, apenas 26 piezas regresaron al país africano. Como si se tratara de un equipo deportivo que ha vencido en un torneo, en las calles de Cotonú, el pueblo todo festeja. ¿Qué celebran exactamente? 

La segunda película de Mati Diop es tan extraordinaria como elocuente. Antes de exponer los motivos de la alegría popular y problematizar luego con eficiencia las razones contradictorias del evento que registra, la sobrina del maestro senegalés Djibril Diop Mambéty tiene una ocurrencia. Una de las piezas, la 26, tiene voz y memoria. La 26 remite su cautiverio al saqueo de una nación propinado a todo un continente. También se pregunta por qué no se lo llama por su nombre. Sucede que el rey Ghezo ha sido reducido a un mero número de inventario, no exento de reminiscencias carcelarias. Esos primeros minutos son notables: planos generales del Sena de París, preparación de las obras de arte para ser enviadas a su lugar de origen, la voz de Ghezo, la caja negra en la que viajan él y las otras piezas, llegada al hogar, traslado al Palacio de la Marina, donde más tarde serán exhibidas las piezas rescatadas. ¿Qué significa entonces todo esto para una nación? 

La película de Diop dista de abrevar en un nacionalismo esencialista; el chauvinismo no tiene lugar alguno, porque desde el minuto 38 el discurso abierto de la película se apodera de las imágenes y se vierten argumentos diversos y no siempre contrapuestos que permiten historizar y politizar el regreso y el sentido del patrimonio cultural. En una asamblea abierta de jóvenes universitarios, que se transmite por radio, se discute sobre lo sucedido. La síntesis discursiva que se establece en esos diálogos tiene un contrapunto disperso pero perfecto en algunos detalles: la oratoria de los políticos de turno, los trabajadores invisibles que preparan la exhibición, las personas que pasan por el Palacio a mirar las piezas, algunas instantáneas de las calles con los pobladores de la ciudad de Cotonú añaden algo que no se dice en palabras. El tema crucial e inobjetable es el colonialismo, cuyos efectos son microscópicos. No solo no se razona en fon y se enuncia en francés, sino que la propia lógica de la argumentación lleva implícita la marca del invasor.

Después de Atlantique, Diop prescindió de la ficción y eligió este ensayo que retoma aquella proeza de media hora que escandalizó en su momento a los franceses cuando en Las estatuas también mueren (1951) Chris Marker y Alain Resnais retrataron el colonialismo vernáculo en una de sus variadas facetas. Nunca está de más desenmascarar a una nación cuya revolución icónica suele atenuar sus actos vergonzosos en la Historia. Nunca está de más, tampoco, como sabían Resnais y Marker, recordar que el cine puede ser una forma que alienta el pensar y disloca lo evidente. El plano de un niño mirando al vetusto rey de madera, la descripción de un curador respecto de cada una de las estatuas, la música elegida o el parlamento final de “26” son la constatación de que el cine es solidario con la inteligencia. ¿Hace falta señalar que el colonialismo no es un tema perimido ni una cuestión decisiva solamente para los pueblos africanos? 

En un tiempo como el actual, en que prevalece el no pensamiento y todo se resuelve en consignas vacías, mentiras y denuestos, y en que el kitsch de la inteligencia artificial conquista la representación visual en materia política, Dahomey es una pieza de colección para recordar lo que puede hacer el cine cuando no se lo somete a cimentar la frivolidad ubicua que prevalece en la mayoría de los estrenos semanales y en los usos empobrecidos de la imagen.

Dahomey, Francia-Senegal-República de Benín-Singapur, 2024.

Dirigida por Mati Diop.

Escrita por M. Diop y Malkenzy Orcel.

*Publicada en La Voz del Interior, mes de noviembre de 2024.